30 octubre, 2011

PARASHÁH
No. 2.
NÓAJ/CÓMODO
Lectura de la Toráh:
Bereshít/En el Principio/ 6:9-11:32
Haftaráh: Ieshaiáhu/”Is.” 54:1-55
1o DEL MES OCTAVO DEL 5772
29 DEL MES DE OCTUBRE DE 2011
Por Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

Shemót/Nombres/”Ex.” 6:4: “Los nefilím/caídos estaban en la tierra en aquellos días y también después. Los hijos de Elohím tuvieron relaciones sexuales con las mujeres y ellas les dieron hijos. Esos (nefilím) fueron los guiborím/hombres fuertes que siempre existieron, hombre de fama.”   

“LA BATALLA ENTRE LOS TRES MUNDOS”


             En esta semana examinaremos algo que es muy a propós de nuestros tiempos: cómo los tres mundos que Elohím creó, el mundo carnal, el mental y el espiritual, comenzaron a competir entre sí en los tiempos de Nóaj y la torre de Bavél y siguen compitiendo, hasta el día de hoy y continuarán compitiendo, hasta que uno de los tres gane, y los otros dos sean derrotados y comience la Era Mesiánica.
            Elohím creó el Universo a la “sombra y semejanza” de Sí mismo, en tres Partes, como Él posee tres Partes: Mente/Alma/Néfesh, Espíritu/Rúaj y Cuerpo/Gúf. Estas tres partes del Universo se reprodujeron en los tres hijos de Nóaj, (que significa: “paz interior,” “tranquilidad”, “cómodo”) quienes juntos forman la humanidad como la conocemos hoy: Shém, que simboliza el hombre espiritual y sus descendientes, el Pueblo Judío; Iafét, el hombre mental, y sus descendientes, los que son dirigidos por sus mentes, principalmente a través de una ideología; y Jám, el hombre carnal y sus descendientes, lo que son dirigidos por sus instintos y deseos carnales, corporales. Juntos, los descendientes comprenden las 192 naciones del cual se compone el mundo de nuestro significativo Siglo XXI.
            En el primer capítulo de esta parasháh, el número seis de Be Reshít se citan dos tipos de hombres, el carnal y el espiritual. En los versículos 6:1-5 se describe por vez primera a los hombres más bajos de todos, producto de la unión sexual entre los nefilím (Be Reshít/En el Principio/“Gen.” 6:4) y “las hijas de los hombres”, los primeros, mal traducidos como “gigantes”. La verdadera traducción sería “caídos” (de nafál=cayó). Se está refiriendo la Toráh a los malajím/ángeles que se unieron a ha satán y por lo tanto, fueron echados del Paraíso/Gan Éden, por lo que Elohím los llama “caídos/nefilím”, lo que hoy llamamos demonios/sheidím. Al unirse con las mujeres humanas, el resultado obvio fue la corrupción proveniente de los llamados “guiborím/hombres fuertes”, es decir, fuertes contra Elohím, hombres sin piedad y sin moral alguna, perversos, y entregados a los placeres carnales más depravados, motivo por el cual Elohím decidió destruirlos y comenzar de nuevo con el único tzádik/”que camina recto”, Nóaj.
            Los hombres mentales citados en Be Reshít 10 son aquellos que decidieron ponerse en contra/négued Elohím, y a la cabeza de ellos, Nímrod y su esposa, Semiramis. Él es el primer Pseudo-Salvador (“anticristo”) del mundo, el primero que creó una idea: “Vengan a mí y yo los salvaré de todos los peligros del mundo”. Ella es la madre de todas las religiones paganas, “la reina del cielo” de Irmiáhu 7, junto con su hijito “Dios”. Los dos juntos representan la semilla de toda la política mundial (Nímrod) y de todas las religiones paganas (Semiramis y su hijo), que se reprodujeron con diferentes nombres a lo largo y ancho del mundo. La Torre de Bavél representa la religión humana, del hombre que crea a “Dios” y quiere llegar al cielo por sus propios medios, sin la intervención de Elohím.
 La idea central de esta ideología satánica es que Elohím no existe y que los Dioses son invenciones humanas, de las cuales tenemos que desprendernos para ser realmente libres de escoger nuestro destino. La idea derivada de los enemigos de Elohím es que “el hombre es básicamente bueno, que juntos, en unidad, pueden llevar adelante un mundo bueno, si sólo se elimina a los ‘círculos opresores’ en cada nación, todo estaría bien en el mundo”. Esta es la ideología que busca la “paz mundial” como solución a todos los problemas: si sólo se lograra la “paz”, todo estaría bien y todos nos llevaríamos bien y no habría más guerras. Esta es la idea contra la cual Avrahám comenzó a luchar y a anunciar al mundo la existencia del Único Elohím, el Elohím de Israel, la idea central del monoteísmo judío, una invención más novedosa que la pólvora en China, ¡y mucho más explosiva que ésta!
(Este es también el tipo de “paz” de la cual Israel está padeciendo ahora: una palabra vacía, que satisface a todos y que se disfraza de lo que quiere, (¿quién puede estar en contra de la “paz”?) y permite a los enemigos de Israel y por lo tanto, de Elohím, asesinar miles de hombres, mujeres y niños inocentes, civiles, por medio de atentados terroristas, en el nombre de la “paz”.) Ya que Israel es el espejo del mundo futuro, lo que le suceda a Israel es clave para entender lo que le va a suceder al mundo entero en poquísimo tiempo más: ¡vamos a ser invadidos por la “paz mundial”!
Partiendo de esta ideología anti-Elohím, y dirigido exclusivamente a ablandar al “enemigo”, es decir, a los países del bloque Occidental y contra Israel que aún no “vieron la luz”, está en funcionamiento una serie de ataques a la cultura judeo-cristiana (basada originalmente en el Tanáj judío) para minarla y hacerla desaparecer. Esta serie de sabotajes culturales y ataques tiene múltiples frentes simultáneos, como la revolución feminista, el movimiento pro-homosexual, el pro-aborto, el movimiento “por la paz”, por los derechos humanos, el movimiento ecológico, la prohibición por ley (en los EEUU) de orar en público—que sólo rige contra los cristianos y los judíos—ya que los de las otras religiones están libres de rezar donde y cuando quieran.
 Por otro lado, existe un ataque menos visible quizás, pero no menos real contra el mundo carnal, para hacerlo aún más perverso y alejado de Elohím, introduciendo más y más bajezas, libertinaje sexual, vicios, drogas, “entretenimiento” (películas, TV y música metálica) cada vez más perversa y degenerada de modo de bajar aún más las defensas del enorme número de naciones que ahora forman parte de Jám, el hijo de Nóaj, las naciones carnales, entre las cuales Latinoamérica está incluida, junto con Asia y África. Cada uno de estos elementos, por sí mismos, es un negocio floreciente para sus dueños, pero en el fondo, nosotros, los mesiánicos, tenemos que percibirla como lo que realmente es: una estrategia de ha satán, a quien no le importa el dinero, sino las almas de las víctimas que caen en esos “negocios”, como la droga, el alcohol, el sexo, la música metálica, el crimen (y delitos menores, como el robo y la estafa) y la homosexualidad.
Contra Israel específicamente se dan todos estos ataques en forma conjunta, aparte del ataque físico en forma de terrorismo, como es noticia diaria.
Simultáneamente, existe una lucha interna dentro de cada judío mesiánico entre su Shém, Iafét y su Jám dentro suyo, que luchan por el poder del ser de cada uno de nosotros. Es decir, existe una lucha interior, donde nuestra carne lucha contra nuestra mente y ambas luchan contra nuestro rúaj, quien desea estar con Elohím. Nuestro cuerpo ansía las cosas carnales; nuestra mente se debate entre optar por el “entretenimiento” y el leer la Toráh; nuestro rúaj está siendo atacado de varios lados para que se distraiga y no pueda entrar en la Presencia de Elohím. Hasta el Rav Shául dijo: “Lo que no quiero, eso hago”.
Todas las estrategias que hemos descrito contra el mundo, existen dentro de nosotros, en una u otra forma. Algunos de nosotros somos más propensos a ataques carnales, otros a mentales y otros a la parte espiritual, de parte de ha satán. Esto se puede deber a herencia psicológica, herencia genética, maldiciones, brujería, educación familiar u otros factores—igual que le sucede a cada nación sobre la faz de la tierra. Contra todo ello debemos luchar con la ayuda de Ieshúa viviendo dentro de nosotros y derrotando a todos estos enemigos que se disputan nuestro espíritu/rúaj.

VENCIENDO AL ENEMIGO DENTRO NUESTRO

¿Cómo vencer a lafét y a Jám dentro de nosotros? Elohím ha proveído de una salida en Shemót 23:20-33:
“He aquí yo envío el ángel/málaj delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que Yo he preparado/ytnkh rsa Mwqmh-la Kaybhlw Krdb Krms:l Kynp:l Kalm xls ykna hnh.
21  Guárdate delante de él, y obedece su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión; porque mi Nombre está en él.
22  Pero si en verdad oyeres su voz, e hicieres todo lo que Yo te dijere, seré enemigo a tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
23  Porque mi ángel/málaj irá delante de ti, y te introducirá a la tierra del emoríh, y del jitítah, y del prizítah, y del kna´anítah, y del jivítah, y del ievusítah, a los cuales Yo haré cortar.
24  No te inclinarás a sus Dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás del todo sus imágenes.
25  Mas a ADONÁI vuestro Elohím serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
26  No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y Yo cumpliré el número de tus días.
27  Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.
28  Yo enviaré a la avispa/tziráh delante de ti, que eche fuera al jitítah, y al kna‘anítah, y al jivítah, de delante de ti.
29  No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo.

30  Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.
31  Y Yo pondré tu término desde el Iám Súf/Mar de Cañas hasta el mar de los plishtím/palestinos, y desde el desierto hasta el río; porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.
32  No harás alianza con ellos, ni con sus Dioses.
33   En tu tierra no habitarán, para que por ventura no te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses; porque te será de tropiezo.
“¡Qué bueno! ¡Elohím va a enviar Su málaj delante de mí!” se dirá usted, contento. Sí, es así, PERO, existen condiciones previas a eso, que USTED y YO debemos cumplir para que eso se haga realidad. Nos gusta proclamar las promesas de Elohím, pero convenientemente, “nos olvidamos” de las obligaciones.

1. GUÁRDATE DELANTE DE ÉL
 Y OBEDECE SU VOZ

Podemos pedir un málaj fuerte que vaya delante de nosotros,
 pero  tenemos que estudiar estas instrucciones y CUMPLIRLAS.
 De otro modo, el málaj se apartará de nosotros. La primera condición es que obedezcamos su voz. El málaj está cumpliendo órdenes de Elohím para nosotros.
 El va a hacer por nosotros todo lo que necesitemos,
SI ES QUE obedecemos lo que él nos ordene hacer.
      Primero, debemos guardar nuestros pensamientos, habla y actos “DELANTE DE ÉL”. Él está allí y es como si Elohím mismo estuviese allí, a nuestro lado. Todo lo que pensemos, digamos y hagamos debe ser kadósh/santo/separado. Demasiadas veces decimos y hacemos cosas impensadamente, e insultamos a nuestro hermano, o hablamos de más.
Si queremos ir a cierto lugar en este momento, y el málaj nos dice (ya sea en profecía o en nuestro corazón): “¡No! Ahora no es el momento” o nos pone intranquilidad en nuestro rúaj, debemos obedecer ese “feeling” y no ir, no obedecer a Iafét dentro de nosotros que nos habla.
“Te introduzca en el lugar que Yo he preparado”. Elohím ya tiene un lugar para nosotros, una tarea para que la hagamos. Sólo tenemos que aprender a esperar en Él, aprender a tener Su sentido del tiempo, como dice Kohélet/El Predicador/”Eclesiastés”: “Todo tiene su época/ét/; época/ét para vivir y época para morir; época para plantar y época para arrancar lo plantado...” Muchos de nosotros somos apresurados por naturaleza, otros somos DEMASIADO pasivos,
y no nos movemos nunca; ambas cosas están equivocadas.
Debemos movernos, PERO CON EL RITMO DE ELOHÍM. ENTONCES, encontraremos el “lugar que Yo he preparado”. Debemos parar de correr con nuestros pies, y orar para que Elohím nos revele el lugar y la época que “Yo he preparado” para nosotros.
     2. NO LE SEAS REBELDE

Una de las cosas que Elohím NO soporta es a los rebeldes.
 Hay muchos pecados que son perdonados y que pueden ser perdonados,
hasta pecados graves, pero la rebeldía NO es uno de ellos. En el Tanáj, la rebeldía es comparada con la idolatría, lo más abominable para Elohím (no para el ser humano, que no entiende lo que en el fondo, la idolatría es: un rechazo al Elohím verdadero y una elección de OTRO “dios.”) ¿Cómo podríamos definir a la rebeldía? ¿Cómo saber si somos en realidad rebeldes o no? Elohím nos ha dejado mitzvót/mandamientos. Además, El se comunica con nosotros de varias maneras: por medio de sueños, por profecía/nevuáh, por medio de nuestro rabino, etc. Si, a pesar de recibir una orden de Elohím por uno de estos medios, hacemos lo contrario, o no le hacemos caso para nada, estamos siendo desobedientes, lo que a la larga puede llevar a la rebeldía. Ésta tiene un costo y es muy alto.
           
3. “PERO SI EN VERDAD OYERES SU VOZ,
 E HICIERES TODO LO QUE YO TE DIJERE”

Aquí está la clave de todo: “e hicieres todo lo que Yo te dijere”. ¡Aunque sea, si hiciésemos el 50% de lo que nos dice! Yo siempre digo que si no vamos a obedecer a Elohím, porque no nos gusta lo que nos dijo, mejor no preguntar en primer lugar. ¿Para qué preguntarle algo y después no obedecer?

4. “...SERÉ ENEMIGO A TUS ENEMIGOS, Y AFLIGIRÉ A LOS QUE TE AFLIGIEREN”.


¿Queremos que Él sea el enemigo de nuestros enemigos? Claro que sí. Pues ya sabemos lo que debemos hacer, ¿verdad?

¡UN FELIZ SHABÁT!

29 octubre, 2011

Parasháh
 No 1.
Bereshít/Al principio/”
Gn.”Be Reshít 1:1-6:8
Haftaráh Ieshaiáhu 42:5-43:11
24 DEL MES SÉPTIMO DEL 5772
22 DEL MES DE OCTUBRE DE 2011
Por Julio Dam
Rébe Mesiánico


“EL RETORNO AL ÁRBOL
DE LA VIDA”


En esta parasháh comienza un nuevo ciclo de comentarios de la Toráh, con el capítulo más clave y más profundo de toda la Toráh, donde Elohím revela secretos sobre muchos temas, desde la Física de Partículas, hasta el secreto de los números, aun cuando muchos no nos hayamos percatado de ello.
Be Reshít 1 (“Gen. 1) es la historia tanto de la infancia del Universo físico, mental y espiritual, como del hombre como ser histórico, con casi siete mil años de existencia.
Una pregunta que se nos viene a la mente de todos (¿a usted no se le ocurrió, también?) cuando leemos todo el capítulo uno, es porqué ADONÁI permitió que Javáh comiera del árbol prohibido y así fueran echados del Gán Éden (Jardín del Edén) tan pronto, al “comenzar la película”. La respuesta la podemos encontrar aquí: tenía que ser así, ya que lo que el Tanáj en general nos relata, como decíamos más arriba, es el relato del hombre histórico, desde su infancia como bebé, pasando por su adolescencia, su madurez, su adultez y su vejez histórica, que es precisamente en nuestros días. Be Reshít ejád (“Gen.”1) es la historia del hombre en su etapa oral. Todos los bebés alrededor de los ocho a diez meses de edad, llevan todo a la boca. La boca se convierte en el centro de su ser y eso es lo que sucedió con Javáh y con Adám que comieron del único árbol que no podía comer, del étz ha dáat tov va ráh (EHDTVR en sus siglas en hebreo) (árbol del conocimiento del bien y del mal). El acto de comer simboliza su etapa de bebé y es por eso que ADONÁI permitió que lo hicieran, porque tenían que trascender esa etapa, crecer, hacerse niños, adultos  y ancianos, dentro del marco de la historia. (Esto NO quiere decir que Adám y Javáh no fueron rebeldes a la orden de Elohím). Sí lo fueron, sólo que esa fue SU parte en el asunto. La parte de “bebés” fue la parte de Elohím.
Por otro lado, el comer del árbol del bien y del mal simboliza algo muy grave, que es la “declaración de independencia” del hombre histórico frente a Elohím. Con ese acto de desobediencia y de desafío frente al Único Elohím, se concretó un “frente unido” delante de Elohím de todas las naciones (descendientes de Iafét y de Jám, excepto Shém, que es sólo Israel, ya que es la única que tiene el Rúaj de Elohím). Este frente unido, primero fue liderado por Nímrod, quien en hebreo es llamado como “négued (en contra) de Elohím” y el segundo Nímrod, que es el Pseudo Mashíaj (“anticristo”), quien ya está en la escena pública, actuando ya.
El propósito de esta rebeldía contra Elohím es sustituir a Elohím por la Razón, la Ciencia y el Conocimiento, e implantar un mundo donde Elohím no tiene arte ni parte, sino sólo el hombre “científico.” Así, con ese comer a la vez físico pero también altamente simbólico, el hombre en su etapa de bebé, concretó su separación de Elohím y salió de la unidad de que hablábamos en nuestro artículo de la semana pasada sobre sukót y le fue denegado el acceso al étz ha jaím/árbol de la vida (eterna).
Esta etapa de ateísmo mundial comenzó ya en el Siglo XVIII en Europa, donde desde hacía siglos, los efectos destructores de la religión, hicieron mella en las mentes europeas, que, indignadas con la religión imperante, se unieron al grito de guerra de Voltaire contra el imperio-iglesia: “¡Ecrasé l´infame!” (Abajo el infame (¡Elohím)!), cuando lo que tenía que haberse dado cuenta (él y el mundo entero) era que el “infame” no era Elohím, que permite el libre albedrío, sino sus llamados “representantes en la tierra.”
Esta visión es una de las dos visiones que imperan en el mundo: en ésta, la visión optimista de la historia, el hombre es nacido bueno, “Dios” no existe y hay que rechazar toda religión como una superstición para gente ignorante; y todo tiene solución, ya sea el hambre, las guerras, la injusticia, el poder, la igualdad o cualquier otro problema, mientras que se apliquen las soluciones correctas. La otra visión, que es la que surge de una correcta lectura de la Toráh, dice todo lo contrario: el hombre adámico está caído, está infectado con el mal, ha satán influye en el mundo, y la única solución es acercarse a Elohím (para los judíos) y cumplir Sus Mandamientos y a Ieshúa, para los gentiles/góim, quien los acerca al Padre, para también cumplirlos.
El ateísmo, que es la concreción de la primera visión, en realidad, no es más que otra religión, con sus Dioses, sus demonios, sus santos y su visión de un futuro mejor para el hombre. Las grandes religiones tienen la visión de la relación entre el hombre y Elohím. Esta tiene la visión del Hombre sin ningún Dios que se interponga en su camino y en su voluntad. Esta es una visión de la mente liberada del Hombre por la fuerza única de su inteligencia y de su razón y su conocimiento científico, redirigiendo el destino de la humanidad.
Así como Copérnico desplazó a la tierra del centro de la galaxia sustituyéndola por el sol, así el ateísmo desplazó a Elohím del centro de Universo, sustituyéndolo por el Hombre “razonador,” con un simple trazo de la pluma: negando la existencia de Elohím. Esta es una visión práctica, usando a la ciencia y a la tecnología y excluyendo todo método no científico y “místico” para resolver los grandes problemas de la humanidad: la pobreza, el hambre y las guerras continuas. El ateísmo comienza en la mente, no en el mundo físico. Es por eso que enseguida de comer del árbol del bien y del mal, Adám y Javáh se vieron desnudos. Fueron sus mentes las primeras afectadas por esta nueva arma de ha satán, el “Supremo Arquitecto” como es llamado en ciertos círculos.
Esta filosofía tiene una visión, como dijimos, pero también tiene un plan extremadamente práctico. Su visión apunta al futuro; su plan es su fe extremadamente fuerte de dar vuelta el presente hasta que se adapte a la visión del  futuro, que es por medio de la política.
Una de las armas más fuertes que posee es la capacidad de inspirar en el hombre contemporáneo, desprendido de la fe de sus ancestros, (o aun dentro de grandes religiones, tanto la judía como las cristianas) de esta nueva fe. La fuerza de esta nueva fe es tal, que le brinda al nuevo convertido una razón para vivir y lo que es más fuerte, una razón para morir, lo cual, ciertamente que es una fuerza enorme.
Estábamos describiendo, claro está, la nueva religión del Pseudo-Mashíaj, como lo hemos mencionado más arriba.
Estamos pasando, ahora mismo, no por “El choque de civilizaciones” de que nos hablaba el profesor Samuel P. Huntington en su libro del mismo nombre de hace unos pocos años, sino por “La guerra de las religiones, de las fes diferentes.”
Lo que pocos saben, y nosotros, como judíos mesiánicos y mesiánicos renovados debemos saber es que en esta guerra de las fes, no es el ateísmo ni el islamismo quien va a ganar, sino Ieshúa ha Mashíaj y Su Prometida judía/Kaláh, quienes vamos a reinar durante Mil Años desde Irushaláim y “la cabeza de la serpiente será pisada” para regocijo de todos nosotros.
Durante los casi siete mil años pasados desde Adám, Elohím ha cuidado del hombre, haciéndolo crecer históricamente, desde el bebé en la etapa oral en que estaban Adám y Javáh hasta el hombre adulto, dentro del judaísmo escritural, preparándolo y preparándonos, para el “hombre renovado” judío, de que habla el Rébe Shául, el hombre espiritual, guiado por el Rúaj de Elohím, como dice Rom. 8:14.
Durante este crecimiento, Elohím desea conducir al hombre espiritual judío--un remanente más que  minúsculo dentro de los 6900 millones de personas vivas en el mundo en este momento--por medio de su inserción en el árbol de olivo de Rom. 11:17.
Esta inserción debe tener un efecto calculado: la absorción de sus ramas de la cultura y de la civilización judía escritural (no tradicional), especialmente del componente más importante de una cultura, que es su fe, que se refleja en todo lo que esa cultura produce (arte, literatura, ciencias, puntos de vista, valores, ética, moral, etc.). Este injerto, a su vez, si produce y en quien produzca buen fruto, sacará a esas ramas injertadas del árbol del conocimiento del bien y del mal y lo insertará de nuevo (por fin!) en el árbol de la vida/étz ha jaím, pero ya no de un bebé, sino de un judío adulto, que ha vivido, que ha sufrido (mucho) y que ya no lleva a la boca lo primero que le inducen a ponerse, sino que se comporta y tiene la perspectiva del mundo/ perspectivah olamít de Elohím, la única que lo va a llevar a ser parte del Milenio y del Reino de Ieshúa ha Mashíaj.
Ya hemos citado en nuestro libro, “Una Comprensión Judía de Romanos: Introducción” pág. 26 (ya agotado), la enorme contribución de los judíos a la humanidad—contribución que ninguna persona no judía, excepto este autor, ha señalado, el cristiano Thomas Cahill, según lo publicó el diario israelí Haáretz en su edición del 28 de julio de 1999: “La especial y energética influencia de los judíos a la cultura en todo el mundo y por lo tanto, la contribución de los judíos como inventores de la Cultura Occidental es en sí misma, única. Simplemente, no hay nadie como ellos. No es posible imaginar los más grandes movimientos de liberación de nuestro tiempo sin referencia a la Biblia. Sin la Biblia, no podríamos ver la emancipación de los esclavos, la mejoría en los sistemas carcelarios, los movimientos anti-bélicos, los movimientos obreros, los movimientos por los derechos humanos y varios movimientos de las naciones más pobres. La democracia surge directamente de la visión judía del individuo. Cada individuo es valioso porque cada uno está hecho a la imagen y de Dios y cada uno tiene su destino personal y único. Los judíos nos han dado lo exterior y lo interior. De los judíos es la visión del mundo y de la vida...Soñamos sueños judíos y tenemos aspiraciones que son judías. La mayor parte de nuestros mejores conceptos, de hecho, nuevo, aventura, sorpresa, individuo, único, vocación, tiempo, historia, futuro, libertad, progreso, espìritu, fe esperanza, justicia—son regalos de los judíos”.
     ¿Por qué ni el citado Huntington ni ningún historiador famoso (como Toynbee) han citado jamás las enormes contribuciones de la civilización y la cultura judía, mientras que Huntington, para dar un ejemplo contemporáneo, cita a los “hititas”? Mientras la población judía del mundo es más que insignificante (¡O,025 de los 6900 millones de personas!), como decíamos al principio, el porcentaje anual, año tras año de premios Nobel ganados por judíos ronda el 40% como mínimo! (fue del 47% en 1987, que fue el único año en que hice el cálculo preciso), aun cuando, los ganadores son descritos como “norteamericano”, sus nombres son: “Friedman” u otro nombre obviamente judío. (Este mismo mes fue la semana de la entrega de los premios Nobel. Véalo por usted mismo: Cinco de los premiados son judíos, aunque serán catalogados como “norteamericanos”).
Aquellos de nuestros lectores atentos, habrán notado que algunas de las contribuciones citadas por Cahill forman parte del sueño del “hombre científico” y esto no es casualidad. Es parte de lo que hemos llamado “las guerras de la fe” actuales, donde cada uno desea que SU fe sea quien haga las mejoras y realice la visión, ya sea la del ateísmo o la de Elohím. ¡Mas son los hijos de Elohím los que lograrán la victoria y los laureles, Barúj Elohím, volviendo al árbol de la vida y viviendo ahora y en la eternidad junto a nuestro Ába, Papito Celestial, mediante el perdón y el arrepentimiento en las festividades que acaban de terminar!

¡JAG SAMÉAJ! (FELIZ FESTIVIDAD DE SUKÓT  Y SHMINÍH ATZÉRET)!

13 octubre, 2011

Parasháh Especial de Sukót

Parasháh Especial de Sukót
17 DEL MES SÉPTIMO DEL 5772/
15 DEL MES DE OCTUBRE DE 2011
Por
 Julio Dam
Rébe Mesiánico


LA ESENCIA DE SUKÓT

 Dice en Vaikráh/Y llamó/“Lev.” 23:34:
 “Diles a los hijos de Israel para decirles:
‘en el día 15 de este mes séptimo,
 (es) la festividad de Sukót/Cabañas;
 (por) siete días (los festejarás) para ADONÁI”.
 La festividad/moéd de Sukót/Cabañas se festeja durante ocho días,
 incluyendo Shminí Atzéret (vers. 36), desde el 15 al 22 del mes séptimo, a la caída del sol (del día 22). En contraposición a los “Días terribles/Iamím ha Noraím” que hemos pasado, Sukót es una festividad cargada de gozo y de alegría, por haber sido examinados y habernos examinado nosotros mismos, y haber vuelto a Elohím/teshuváh, como Él nos ordena hacer. Tanto es así, que en Israel, en los días del Rébe Ieshúa, el pueblo de Israel festejaba en los campos y una parte de los compromisos matrimoniales se hacían en este día, con la seguridad de que nuestro Elohím los había perdonado de sus pecados.Si miramos aún más ampliamente, en el contexto de todas las festividades que nos dejó Elohím para festejar, veremos un iluminador patrón de ascensión de a tres, que son las tres Dimensiones de Elohím: la primera de las grandes festividades/moadím es Pésaj, cuyo simbolismo espiritual se encuentra en Mashíaj Ieshúa, Su muerte y resurrección, como primicias para nuestra propia muerte y resurrección, tanto en esta vida, la vida de nuestro ego, como en la vida venidera/Olám ha Ba, cuando estaremos viviendo y reinando con el Mashíaj, aquellos que hayamos “hechos nuestros deberes”, es decir, hecho Su Voluntad y no la nuestra. (Lc. 6:46). Esta muerte y resurrección es para mostrarnos el camino para que nuestro ego muera e Ieshúa viva en nosotros, guiándonos minuto a minuto, en cada tarea que debemos hacer cada día (Rom. 8:14), como bien dijo el Rav Shául: “...porque ya no vivo yo, sino que Mashíaj vive en mí” (Gál. 2:20). Este “morir a nuestro ego” y este “Mashíaj vive en mí” es todo el propósito del Pacto Renovado: mostrarnos “una mejor manera” de vivir, de cumplir los Mandamientos, de vivir un estilo de vida moral y ético según la Moral de Elohím y no la nuestra; ya no guiándonos por la Toráh escrita solamente, sino por la Toráh “escrita en nuestros corazones y entrañas” (Jer. 31:31-37), que es la definición de la Toráh del Pacto Renovado/Brít Jadasháh.La segunda gran festividad/moéd del año es Shavuót/Semanas, que tiene lugar, como sabemos, cincuenta días después de Pésaj, es decir, que hayamos comenzado a hacer morir nuestro ego en el madero. Shavuót es la festividad del Rúaj ha Kódesh. Allí el Aliento Santo/Rúaj ha Kódesh de Elohím se presentó por primera vez a todos los reunidos, para ungirlos con Su Poder y Su Verdad. En la primera festividad, hemos aprendido que debemos hacer morir nuestro ego; en la segunda, aprendemos que debemos dejarnos manejar por el Aliento Santo de la Boca de Elohím Padre.La tercera gran festividad comienza, como sabemos, con Ióm ha Terúah/Día del toque entrecortado del shofár, que anuncia los “Días terribles/Iamím ha Noraím” que se acercan, para que pidamos perdón por nuestros pecados, antes de Ióm ha Kipurím/Día de los Sacrificios Expiatorios. Todo esto, como vemos, no es más que una preparación anual para entrar en la Presencia de ADONÁI en esta festividad/moéd de Sukót/Cabañas. ¿Cómo pecadores como nosotros podemos estar en Su Presencia? Sólo a través de estos tres pasos previos: (1) negar nuestro ego, haciéndolo morir un poco más y mejor cada año; (2) recibir y manejarnos diariamente con el Aliento Santo de Elohím en nuestras vidas; y (3) pedir perdón por todos los pecados y faltas del período anterior, para poder así estar en la Presencia de ADONÁI, con las vestiduras espirituales más limpias, más blancas y vivir así siete días en Su Sukáh/Cabaña.Así, no es en balde que Sukót es llamado en hebreo “Zmán simjatéinu”/Tiempo de nuestra alegría”. Sukót es un momento en el año de gozo y de alegría por haber sobrevivido, gracias a la misericordia de ADONÁI, que vino en carne con el nombre de “Ieshúa” (Ioj. 1:14) para que nosotros no tengamos que pagar por los pecados cometidos. Es una época/zmán de agradecimiento constante y de alegría constante, en total contraste con los días anteriores.Históricamente, Sukót conmemora la época en que Israel vivía en tiendas de campaña, en el desierto (“Lev.” 23:43). Asimismo, nosotros ahora mismo, vivimos “en tiendas de campaña”, en “sukót” que son nuestros cuerpos. Estos nos enfrentan con nuestra fragilidad, con la volatilidad de nuestras vidas y lo etéreo de esta existencia, aunque una ciudad moderna parece exactamente lo contrario de volátil y etérea.       La Sukáh también simboliza la Presencia de ADONÁI en esta vida, con su techo hecho de ramas de palmera, mirtos y sauces, por los que se pueden ver las estrellas, un recordatorio de que ADONÁI está allí, más allá de esas estrellas que nos parecen tan lejanas, viéndonos y estando nosotros en Su Presencia y en Su compañía.Además, la Sukáh también simboliza Su cobertura, como la nube cubría, protegía y guiaba a Su Pueblo, Israel. “Y ADONÁI iba delante de ellos, guiándolos en el camino por medio de una nube y por la noche, por medio de una columna de fuego, para alumbrarles, para que pudiesen caminar de día y de noche”. (“Ex.” 13:21) Simbólicamente, la nube es una jupáh, un dosel bajo el cual se lleva a cabo los casamientos judíos. Esto no debe sorprendernos, ya que en varios versículos en el Tanáj, se dice que ADONÁI está casado con Israel (Jer. 3:14; Ez. 16 y otros). Elohím nos guarda y nos mima, como un esposo mima a su querida esposa.Así es, hay un Novio que vendrá a buscar a Su Prometida desde una nube, los judíos mesiánicos en todo el mundo, para reinar juntos Mil Años, como anuncia Dan. 7:13: “...he aquí que, con las nubes del Cielo venía uno como un Bar Enásh/Hombre”.En esta semana de Sukót, es nuestro privilegio el estar bajo la sukáh, que representa el estar en la Presencia del Padre y hablarle, como le hablaríamos a nuestro padre humano. El escucha cada una de nuestras palabras, cada una de nuestras quejas, pero más que nada, cada una de nuestras bendiciones por todo lo que Él nos da. En el judaísmo rabínico, hay alrededor de cien bendiciones que se dicen, de acuerdo a la ocasión, desde colocarse el talít para orar, como para comer y tomar.No siempre tenemos buenas noticias que compartir con Él, pero Él sí siempre tiene buenas noticias que darnos. ¿Cuáles son las buenas noticias que tiene para nosotros en este año?“Yo estoy con ustedes, con cada uno de ustedes, queridos hijos míos. De nada tienen que temer. De nada tienen que preocuparse, porque el Elohím de Israel está con Su Pueblo, contra sus enemigos, contra quienes los odian, porque no soportan a quien está detrás de ustedes, al Elohím que creó el Universo. No teman, hijitos míos, sino que alaben a vuestro Elohím en estos días de Sukót; dancen y alaben Mi Santo Nombre”.Esta es nuestra tarea en esta semana; este es nuestro placer en estos días de Sukót, como se hacía en los días del Rébe Ieshúa, hace 2000 años. Se tomaban ramas de palmera, mirtos y sauces y etróg (una especie de limón grande llamado “cidra” en castellano, del árbol de cidro (Latín: Cidra Cayote) y se meneaban las ramas hacia las cuatro direcciones: Este, Oeste, Norte y Sur, ceremonia que se conoce como “el mecer el luláv/la palmera”. Esto debemos hacerlo hoy en día dentro de la sinagoga, junto con las demás ramas y el etróg, lo que se conoce como la hakafáh (hacer la ronda) alrededor de la sinagoga (por dentro). Durante la hakafáh, el rébe mesiánico ora pidiendo a Elohím que bendiga a cada miembro de la sinagoga mesiánica y bendiciones para Israel y su tierra y sus habitantes.A partir de la segunda noche de Sukót, se derramaba agua, ceremonia conocida como “Simját béit ha shoeváh”, tal como lo relata la Mishnáh, en el libro de Sukót 4:1 y también en Iojanán 7:37-39:“37: Mas en el último día, el gran día de la Fiesta (de Sukót), se puso de pie y clamó, diciendo: ‘Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.38  El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior.39  “Y esto dijo del Rúaj que habían de recibir los que creyesen en él; porque aún no había sido dado el Rúaj ha Kódesh, porque Ieshúa aún no había sido glorificado.”La lluvia tiene un significado muy importante en Israel, ya que es un país con poco agua. Esta es vista como una bendición de Elohím. También es un símbolo del amor de Elohím derramándose sobre Su Pueblo. En esta festividad de Sukót, la lluvia y el agua representan este amor de Elohím para con Su Pueblo, tanto hace 2000 años como hoy en día, amor que ahora abarca a Su Pueblo por fe, los judíos mesiánicos por fe, que se han dejado injertar en el árbol judío de Romanos 11:17, que, por eso, también toman parte del festejo de Su Fiesta en estos días. Habrá, muy pronto, un Sukót Gadól/un Gran Sukót, que es la Segunda Venida del Mashíaj, Elohím encarnado, quien extenderá Su tienda/sukáh sobre todos Sus seguidores. ¡Halelú Iáh!

¡JAG SAMÉAJ! (FELIZ FESTIVIDAD DE SUKÓT)!