28 julio, 2011

Parasháh: MASEI/VIAJES
Lectura de la Toráh: Ba Midbár/En el desierto
"Núm."33:1-36:13
Lectura de la Haftaráh: Irmiáhu 1:1; 2:328
DEL MES CUARTO DEL 5772/30 DEL MES DE JULIO DE 2011
Por Julio Dam Rébe Mesiánico


PARASHÁT MASÉI/VIAJES
“UN LLAMADO A COMENZAR DE NUEVO
CON ELOHÍM”  
 En primer lugar, tenemos en esta parasháh,
 un claro llamado y autorización de parte de Elohím
 para ocupar la tierra de Knaán para siempre,

 que es lo que hoy conocemos, en parte como “Israel.”

 Toda especulación y toda teología,
de cualquier religión o denominación que no reconozca este derecho del Creador
 de dar Su tierra a quien Él quiera, y así, se oponga a Israel,
está condenada al fracaso,
aparte de estar condenada a maldición de parte de Elohím,
según Be Reshít/”Gn.” 12:3. No sólo le ordena ADONÁI a ocupar la tierra,
 sino a matar a todos sus habitantes, sin dejar ninguno y aún los amenaza
 (vers. 55-56) con que, los que dejaran vivos, serán una amenaza constante contra ellos.
En segundo lugar, menciona cuatro clases de personas y cosas que deben eliminar:

(1) los habitantes;
 2) sus templos paganos,
3) imágenes de hierro;
4) todos sus altares.

En nuestros días y para nosotros, esto tiene una significación interior,
psicológica, mental y espiritual.
Ya hemos enseñado en nuestros libros de “Romanos”
que tenemos lo que hemos denominado “nuestro paisaje interior”
que es la tierra de Knaán, que Elohím desea convertir en tierra de Israel,
igual que sucedió en la carne en este pasaje.
Los habitantes de Knaán representan las ideas y sentimientos
que flotan en la ideosfera del mundo en que vivimos y que pueblan la tierra de nuestra mente.
 Estas ideas y sentimientos son las que manejamos todo el día en el continuo proceso que llamamos “pensar.”
Así como hay personas buenas y malas, con más razón, existen ideas y sentimientos buenos y malos,
que, sin embargo, conviven en nuestra mente y compiten por nuestra atención,
los knaanítas mentales y sentimentales que tratan de apoderarse de nuestra tierra mental.

 Elohím nos pide exterminarlos a todos, para comenzar de nuevo con Su ayuda.
Como diría el famoso general mexicano del siglo pasado:
“Disparen primero y después virigüen (averiguen).”
Así tenemos que hacer con las ideas y sentimientos
 que no han sido puestas por Elohím sino por nuestra educación mundana
y nuestros ancestros: dispararles primero, antes que nos influencien a nosotros
y tuerzan la voluntad de Elohím para nuestras vidas con su fuerza psíquica.
En el fondo, es como tener la oportunidad de elegir vivir en dos barrios/colonias diferentes:

la primera es una colonia/barrio de talmidím Toráh/de estudiantes de la Toráh,
donde todo el día se estudia el Tanáj y las palabras del Tanáj
y sus traducciones se están barajando todo el día.

 La segunda oportunidad es un barrio de “zona roja”
 donde está plagado de prostitutas, ladrones y asaltantes.
 Lo que ADONÁI les dijo a los israelíes en esta parasháh es:
 destruyan esta “zona roja” espiritual que es Knaán y no dejen a nadie vivo.
 En nuestra época, Elohím nos están diciendo:
“Destruyan la ‘zona roja’ de vuestra mente y corazón
 y no dejen a ninguna de esas ideas, sentimientos o deseos malignos con vida,
 para que no los persigan después con sus pecados.

” DIEZ SUGERENCIAS DE CÓMO CAMBIAR NUESTRO PAISAJE INTERIOR

 A continuación, daremos diez sugerencias respecto
a cómo cambiar el paisaje de nuestra mente para destruir todo lo negativo.

1.APRENDER DE CADA PERSONA.
 Cada uno tiene algo que enseñarnos,
 ya sea positivo o negativo (para que lo evitemos).
 Esto es una lección de humildad para nosotros,
que muchas veces nos creemos superiores a la mayoría de la gente.
 Sin embargo, si tratamos de poner en práctica esta regla,
veremos que se puede aprender mucho de muchas personas.

2.CONVERTIRNOS EN DUEÑOS
DE NUESTRA MENTE Y CORAZÓN.
 Quizás no lo hemos notado, pero NOSOTROS
 somos los dueños de nuestra mente y de nuestro corazón.
 Si permitimos que los pensamientos negativos y los sentimientos negativos nos invadan,
es por culpa nuestra, y no culpa de nadie más.
 Tenemos que tomar el control de nuestros pensamientos y corazón
 y permanecer en control, sin permitir que ha satán
 y su ejército domine esa área de nuestra vida.
 Practiquemos activamente lo que dice en Filipenses 4:8-9:

“En cuanto al resto, hermanos, todo lo que es verdadero,
 todo lo que es honorable, todo lo que es recto,
 todo lo que es puro, todo lo que es agradable, todo lo que es atractivo,
si hay alguna excelencia moral y si hay elogio (de Elohím),
 en esto mediten.
 También todo lo que aprendieron y recibieron y escucharon y vieron en mí,
 estas cosas practiquen; y el Elohím de shalóm esté con ustedes.”

3. ACTUEMOS FELICES.
 A la acción le sigue la emoción. Debemos hacer un esfuerzo,
igual que hacemos un esfuerzo para hacer gimnasia,
 para estar alegres todo el día:
 cantemos, silbemos, tarareemos una canción judía,
alabemos a Elohím con una canción mesiánica,
 riamos, sin causa alguna. Actuemos felices
 y nuestro nivel de felicidad aumentará automáticamente, como dice la Tehiláh 9:2:

 “Agradeceré a ADONÁI con todo mi corazón;
contaré todas tus maravillas.”

4.NUNCA SE COMPARE CON NADIE.
Uno de los problemas que tenemos en la vida
es que queremos ser o tener lo que tiene otro/a.
 Si otros tienen un automóvil nuevo,
 nosotros también queremos ESE auto.
 Si otros tienen una casa con piscina/alberca, nosotros también queremos una.
Sin embargo, esto es sólo falta de sabiduría/jajmáh espiritual,
 ya que Elohím no nos hizo igual a nadie.

¿Por qué pretender ser o tener lo mismo que otro?

Tratemos de desarrollar al máximo las cualidades
 que Elohím nos ha dado para movernos según Su plan,

y no según el nuestro,
y seremos más fructíferos y más felices,
porque la envidia y los celos sólo traen infelicidad a nuestras vidas.

5.PRACTIQUE LA MODERACIÓN EN TODO.
 Tratemos de vivir una vida moderada,
 donde nada es excesivo.
 Nos puede gustar algo: hagámoslo, pero no en demasía.
Nos puede gustar el trabajar 14 horas por día,
pero no es bueno para nuestra salud física ni mental,
de modo que moderemos nuestro “trabajoholismo”
y salgamos a una caminata todos los días,
para moderar nuestra vida. Quizás estamos demasiado aislados de la gente;
practiquemos la sociabilidad y la tzekadáh/el ayudar a los demás,
 en lo que cada uno necesite:
no todos necesitan dinero;
algunos necesitan atención,
oración, ayuda espiritual o psicológica;
brindémosela y estemos seguros que
 Elohím está mirando lo que estamos haciendo por los demás.

6.EVITEMOS LAS SITUACIONES ESTRESANTES.
Quizás nos gustan ciertas diversiones, como el cine de acción,
o el deporte, o hasta las discusiones, especialmente las religiosas,
 pero nos estresan, y terminamos peor de lo que comenzamos.
Evitemos todo aquello que traiga estrés a una cultura
de por sí demasiado estresante como está
 y dediquémonos a actividades que nos traigan placer intelectual o espiritual.

7.MIREMOS NUESTROS PROBLEMAS,
ANGUSTIAS Y PREOCUPACIONES DESDE UN PUNTO DE VISTA SOLUCIONATIVO.
Muchos de nosotros nos pasamos el día pensando pensamientos negativos,
y dando vuelta con ellos, concentrándonos
en todos los problemas y preocupaciones que nos acosan.
 Renunciemos de una vez por todas a esta modalidad de pensamiento
y eliminemos A TRAVÉS DE NUESTRA VOLUNTAD todo pensamiento de este tipo,
 concentrándonos, en cambio, en cómo superar cada uno de estos problemas,
uno a la vez, hasta que logremos éxito tras éxito,
lo que traerá un sentido de shalóm/paz y confianza/bitajón en Elohím,
ya que todo esto debemos hacerlo por medio de la oración
a ADONÁI en el nombre de Ieshúa.

8.CADA DÍA TRATE DE BUSCAR
ALGO QUE LO HAGA FELIZ,
AUNQUE SEA POR UN INSTANTE.
Esta búsqueda creará en nosotros un hábito muy positivo:
el de buscar lo positivo en todo lo que nos sucede y encontrarlo.
Al final, el balance de nuestro día será cada vez más positivo.
 Todos nosotros tenemos actividades que nos satisfacen.
 Busquemos por lo menos una de ellas, y hagámosla todos los días si fuese posible,
para traer a nuestras vidas una porción de felicidad/ósher mental y espiritual.

9.DEJEMOS EL HÁBITO COMÚN
 DE ECHARLE LA CULPA DE NUESTROS PROBLEMAS
A ALGUIEN
Y
BUSQUEMOS DENTRO NUESTRO LA SOLUCIÓN.
Es muy fácil encontrar un culpable para nuestros problemas o malos ratos.
Es más difícil, pero más provechoso el encontrar qué es dentro nuestro,
en nuestra personalidad, lo que PROVOCA que nos sintamos mal y corrijámoslo.

10.NO PERMITAMOS QUE LOS DEMÁS NOS ALTEREN,
NO IMPORTA LO QUE NOS DIGAN.
Admitamos y aceptemos a los demás, cada uno como es:
 algunos son, naturalmente agresivos; otros son negativos;
aceptemos a cada uno como es y no permitamos que eso nos altere el día.
 Sigamos ALEGREMENTE nuestro caminar por el día de hoy,
pidiendo a Elohím que bendiga a cada uno que se cruza en nuestro camino
 y pidiendo la felicidad/ósher para cada uno,
especialmente para nosotros y los miembros de nuestra familia.

CÓMO DESTRUIR LOS TEMPLOS PAGANOS,
 IMÁGENES Y ALTARES DE NUESTRA MENTE
¿Qué representan los templos paganos, las imágenes de hierro y los altares,
 respecto a nuestra mente? Son los valores y las creencias que reverenciamos,
sin darnos cuenta que estamos desplazando a Elohím del lugar central y primario que le corresponde
 Cuando valoramos al hombre, al dinero, a nuestra familia, a nuestro trabajo, por encima de Elohím,
y le dedicamos mucho más tiempo a algunos de estos valores que a Elohím,
estamos adorando templos paganos,
como los israelíes de hace 4000 años y Elohím desea que los destruyamos,
después de identificarlos.
Hágase una pregunta sincera a sí mismo:

 ¿Qué valoro más que Elohím, aunque no me doy cuenta de ello?

 ¿Mi trabajo? ¿Mi carrera? ¿Mi cónyuge? ¿Mis hijos? ¿Mi dinero? ¿Mis amistades? ¿Algunas de estas cosas juntas?

No estamos proponiendo que dejemos de trabajar
ni que dejemos de amar a nuestra familia ni amigos.
 Estamos proponiendo que establezcamos un orden de prioridades que sea eficiente.
El único orden eficiente es aquel que coloca a Elohím primero,
 segundo y tercero en nuestra lista de cosas importantes.
El que todavía no entiende que sin El no podemos hacer nada,
 ni somos nada, todavía no sabe nada y está, sin quererlo,
teniendo templos paganos en su mente y corazón y “paisaje interno.”

Debemos destruirlos uno por uno
 y dejar sólo el Tercer Templo mencionado en 1ª Kefás/Pedro 2:4-5,
que está hecho de Ieshúa como piedra de cimiento
 y cada uno de los judíos mesiánicos como piedra viva (Vers. 2:5)
y acostumbrarnos a adorar en él a ADONÁI por medio de tener a Ieshúa dentro nuestro.

 Sólo así podremos construir dentro de nosotros
 el Israel que Elohím espera que construyamos,

 destruyendo primero al Knaán antiguo,

a nuestro antiguo yo.

26 julio, 2011

CARTA PARA
 ELOHIM, NUESTRO IESHUA,
NUESTRO RUAJ HA KODESH  
Ani ohev otcha adonai

 
             No sé si alguna vez has pensado en poner una carta
 delante de tu Padre el Elohím de Israel,
 Ieshúa y Rúaj ha Kódesh,
dejando que tu corazón escriba palabras de agradecimiento,
gratitud y reconocimiento
por todo lo que hizo por ti
desde el día que golpeó la puerta de tu corazón
 trayendo los cambios que en este momento estás disfrutando
 a través de Su salvación,
Su perdón y el gran amor que derrama sobre tu vida cada día.
 Meses atrás en mi tiempo de oración,
 tuve un encuentro muy diferente con mi Padre,
en vez de hacer peticiones por mis necesidades
 comprendí que necesitaba tener un encuentro mucho más cercano
 y profundo y decidí escribirle
y enviar a Su presencia mi carta de agradecimiento
 por todo lo que El hizo
 y hace en mi vida desde el día que lo conocí
y decidí caminar bajo su talít de protección.

En esta carta de aliento quiero compartir contigo
 algunas de las palabras que le envié
y espero que te den ánimo para que tú puedas escribirle
 y darle las gracias por todo lo que hizo
 y va a hacer en tu vida.

 Querido Aba, Ieshúa, Rúaj Ha Kódesh:
Hay momentos en que los recuerdos golpean mi corazón
 y me encuentro con todas las bendiciones que he recibido
y recibo desde el día que te conocí.
Son recuerdos maravillosos
 donde Tu presencia siempre ha estado a mi lado,
 me has ayudado, me has restaurado,
 has contestado mis dudas,
 me has dado Tu mano,
 y Tu ayuda en cada una de las pruebas,
 de dolor y de tristeza que has permitido que pasé.
Has llorado conmigo
y me has sostenido en todo el tiempo de necesidad.

Hoy entiendo
que mi vida sin Ti
no tendría sentido.

Hoy entiendo que cada día hay algo nuevo que aprender
 y lo importante que es hacer que cada enseñanza sea parte de mi vida.
Hoy entiendo que cada disciplina que tuve
 y que voy a tener es para mi bien,
es para aprender a hacer lo bueno
 delante de tus ojos,

 y que en cada disciplina
está presente Tu amor
 y misericordia.


Hoy entiendo que cada problema que tengo
es para que yo te ponga como mi fortaleza,
 mi escudo, mi liberador,
 mi confianza en los momentos de angustia

y no dejar
 que los problemas,
los pensamientos
  las emociones
y los sentimientos negativos
 tomen el control de mi vida.

Hoy entiendo y comprendo,
 gracias a tu amor y misericordia,

 ¡tantas verdades que nunca había comprendido!

Hoy entiendo que de Ti dependo y que
lo más importante es obedecerte,
 caminar en Tus caminos,
y enfocar mi vida en lo que Tu deseas
y tienes para mi vida.
 Y la palabra que sale de mi corazón
y de mi boca es

¡¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS,
QUERIDO ABA, IESHUA Y RUAJ HA KODESH,

 mi corazón te alaba
por todo lo que me has dado,
 por todo lo que me enseñas,
por Tu cuidado
 y porque siempre me escuchas
 y me ayudas!!!!
Te pido perdón por cada pecado,

 por cada pensamiento o por cada actitud
 que ha ofendido Tu Nombre
 y por las veces que no he sido testimonio
 de que Tú estás conmigo.

¡¡¡PERDON, PERDON, PERDON!!! 

    Aunque nunca voy a terminar de darte las gracias
si voy a terminar esta carta
 diciéndote que yo te amo
 y deseo seguir caminando en Tus caminos
con Tu ayuda
 con Tu protección
 y deseo poner mi ofrenda delante de Tu presencia:
 mis agradecimientos,
 mi fidelidad,
y entregarte nuevamente mi corazón
 para servirte en sumisión
y obediencia a todo
 lo que tu deseasque yo haga
 en este tiempo de vida que me permites vivir para conocerte
y estar a tu lado.
Ába, Ieshúa, Rúaj ha Kódesh,
ELOHIM mio,
ELOHIM de Abraham,
ELOHIM de Yitzack,
ELOHIM de Yacob,
ADONI.
 me despido con un abrazo
deseando que tu corazón
esté siempre al lado de mi corazón
 y Tu luz
y Tu verdad
 estén siempre ayudándome a caminar en Tus mandamientos
 para hallar gracia delante de Tus ojos
 en todo lo que Tu deseas que haga.
 Te ruego Elohím me ayudes
 a que estas palabras sean una realidad en mi vida.
Estas palabras te las envía
tu hija, tu hijo tu simiente,
TU PUEBLO 
que te ama.
Teh.43:3: “Envía Tu luz y Tu verdad, estas me guiarán;
 me conducirán a Tu santo Monte, y a Tus moradas.
 Entrare al altar de Elohím.
 Al Elohím de mi alegría y mi gozo.
Y te alabaré con arpa, Elohím, Elohím mío”.

Elohím te bendiga y te guarde
 y haga resplandecer Su rostro sobre tu vida,
 ponga shalóm en tu corazón
y Su luz y Su verdad
 estén presentes en tu vida.

Como Iehudi.SHALOM UBRAJOT.

21 julio, 2011

Parasháh : MATÓT/TRIBUS
Lectura de la Toráh: Ba Midbár/En el desierto/"Núm."30:2-32:42
Lectura de la Haftaráh: Irmiáhu 1:1; 2:3
21 DEL MES CUARTO DEL 5772/23 DEL MES DE JULIO DE 2011
Por Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH 

“¿QUÉ HERENCIA NOS DEJÓ
ELOHÍM”

En este pasaje/parasháh se habla de la herencia a las diferentes tribus.
 Es bueno entender y hacer parte de nuestra personalidad
 la clase de herencia que Elohím nos legó a nosotros,

 los judíos por sangre y por fe.

         El Imperio Greco-Romano versus Israel,
Goliát versus David
 es un estudio en contrastes que nos pueden enseñar mucho de esta herencia.
 Grecia nos legó:
 la fantasía de que todo se puede resolver con la razón,
 con el conocimiento (gnosis/gnosis),
 de donde heredamos las religiones gnósticas,
 que se han infiltrado en más religiones de lo que pensamos
 a través del vehículo del Imperio/Iglesia Romana.
 La otra gran infiltración es la que se ha logrado entre
 la falsa dicotomía entre El Único Elohím
(el de Israel y ningún otro “Dios”)
y la ciencia, como si esta última no fuese creación de Elohím también,
 y por lo tanto,
 al alcance de aquellos que nos interesan ambas esferas del conocimiento.
         La segunda dicotomía que nos legaron
 fue la esquizofrenia del espíritu/rúaj versus el cuerpo,
 donde el cuerpo es “malo” y el “alma” (que confundieron con el rúaj/espíritu)
 es bueno y por lo tanto: “¡Abajo el cuerpo!”,

 dando lugar a los monasterios ,
diciendo el hombre que predica la palabra no puede convivir en pareja,
 la misma que fue creada por Elohím.

         La tercera fue “la belleza del cuerpo”
 venido de la Grecia repleta de homosexuales.

         El Judaísmo Escritural y su continuación,
el Judaísmo Mesiánico de nuestro Mashia Ieshúa,
en cambio, no tiene su confianza en la razón ni en la mente ni en la ciencia,
sino en Elohím y en la Revelación de Elohím,

 como medio para lograr todo:
desde el acercarse a Él,
 como el des-cubrir algo que el Creador ha reservado
para Sus hijos.

 (¿Por qué si no, el 90 por ciento de los Premios Nobel,
 científicos muy famosos y descubridores del último siglo
son judíos por sangre,
aunque se los llame “alemanes”, “polacos”, “norteamericanos” o “ingleses”
 tanto en Medicina como en Física,
como en cualquier ciencia a la que nos acerquemos?

 (En 1987, un año en que este autor llevó la cuenta,
 por puro interés, nada menos que el 47 % de los ganadores del Nobel fueron judíos,

 cuando la población mundial judía es
 ¡de un minúsculo quinto del uno por ciento!
 (0.025%) ¡Los Premios Nobel de Física, ganados por judíos de sangre,
 solamente en el Siglo XX, fueron 44 en 88 años, uno cada dos años!

Fuente:http://www.science.co.il/Nobel.asp?s=ph&sort=y&ord=a&cit=y

         Para el Judaísmo, como dijo el escritor norteamericano Matthew Arnold (que NO era judío):

“Los griegos adoraban la santidad de la belleza.
 Los judíos encontraron belleza en la santidad”.

         Mientras que Roma representa la fuerza del cuerpo  y las piernas del ídolo.,  Daniel 2:33
Grecia, la fuerza de la mente.

 la mujer colectiva en tres dimensiones (Mente, Espíritu y Cuerpo),
 es representada por el Estado de Israel,
su gobierno, su tierra, los judíos no mesiánicos
 y los judíos mesiánicos por sangre y  por fe en todo el mundo.
      
   ¿EXISTE UN DESIGNIO EN EL MUNDO?

Mientras que todos los historiadores de renombre
no han podido localizar ningún designio en el mundo,
 debido precisamente a la esquizofrenia entre la mente y el espíritu
 en que el mundo Occidental se mueve,

 el filósofo norteamericano Eric Hoffer dijo algo bien trascendental:
”Si Israel no triunfaba al final de la historia,
entonces,
 la historia no tenía ningún significado que brindarnos
 que fuese de valor”.

Quizás esto se deba a que se puede percibir la Historia
 y escribir sobre ella a partir de dos enfoques fundamentalmente divergentes:

un enfoque (supuestamente) objetivo,
 en el cual uno se limita a relatar los hechos
y dejar que los lectores saquen sus propias conclusiones;
 y el otro enfoque, interpretativo,
 aunque subjetivo por necesidad,
 donde el historiador trata de encontrar un patrón
 o una serie de ellos que permita a sus lectores
 poder interpretar conceptos fundamentales sobre la Historia
 que una mera recolección de fríos hechos no ofrece.

 Para los primeros,
 las “civilizaciones” con mayúscula son Sumeria,
 Egipto, Mesopotamia, los hititas, etcétera.

Ni Israel ni el judaísmo como civilización
 jamás son mencionados para nada por ninguno de ellos,
 como ya dijimos.
(Esta flagrante omisión, dicho sea de paso, no es muy objetiva tampoco.)
       El segundo enfoque para percibir la Historia,
 el histórico-interpretativo, es el de Hoffer, citado más arriba.
 Esta segunda percepción yo la resumiría
en lo que dice Ezekíah/“Ez.” 5:5,

 que Israel es el centro del mundo:

 “Káj amár Adoní IHVH: “Zót Irushaláim; be tój ha góim sámtiah ve sovivoníh artzót/
Así habló ADONÁI: “Esta es Irushaláim; en el medio de los góim/idólatras. la coloqué y alrededor de las naciones/twura hytwbybow hytmv Mywgh Kwtb Mlswry taz hwhy ynda rma hk”.

 Podremos comprender la historia desde la perspectiva omnisciente de Elohím,
como vimos en Ez. 5:5 y lo decía Hoffer-
si es que tratamos de percibirla con este método interpretativo,
 que rinde mayores beneficios que el método supuestamente objetivo,
 consistente en una mera colección mnemotécnica de fechas,
que no nos aporta nada de las profundas
y extremadamente valiosas lecciones que la historia nos puede enseñar.
1. La triple identidad  judía

        Elohím le ha dado a Su esposa,
 el Pueblo Judío (Irmiáhu/“Jer.” 3:14) un enorme,
 invaluable tesoro que el mundo y sus intérpretes
 han dejado a un lado como si no existiese.
Este tesoro consiste de
(1) una triple identidad;
 (2) una perspectiva judía del mundo; y
(3) una contribución al mundo,

 tres factores claves que constituyen gran parte de su destino.
 En primer lugar,
 nos dio una triple identidad
(“espíritu, alma y cuerpo” de 1ª Ts. 5:23),
 la identidad mental de hebreos
(de “ivrí”: “el que cruzó el río (Iardén)”;
la identidad espiritual de judíos
 (“adoradores de ADONAI IHVH”);
 y la identidad corporal de israelíes(Hombres con TORA),
 los habitantes físicos de Israel.
 Nuestra identidad mental es fundamental para nuestro crecimiento en Mashíaj.
 El “ivrí,” el que cruzó—mentalmente—el río Iardén,

 comienza a pensar como un judío
 y ya no como un gói, si es que pide este cambio de mente a Elohím en oración.
 “Los judíos” pasan a ser “nosotros” y ya no “ellos”
y entendemos que el pueblo judío por sangre
 en todo el mundo
 constituye la mente/alma de la mujer colectiva llamada Israel.


 Cuando llegamos a ser “israelíes,”
 el Zionismo, la creencia que debe existir una nación-estado judía en la tierra de Israel
 (el cuerpo de la mujer colectiva, Israel)
comienza a formar parte de nuestras creencias
 y todas las nociones contrarias a ellas pierden todo valor moral y ético
 frente a la Voluntad de Elohím.

Es por eso que, los judíos,
se puede decir que
somos una religión (en el espíritu),
 una nación, con la tierra de Israel, (el cuerpo)
 y una cultura, la judía (la mente),

 a diferencia de muchos otros pueblos,
que sólo son lo uno o lo otro.

         Desde el punto de vista de la adquisición de una identidad
y de una identidad propia (cómo nos percibimos a nosotros mismos),
Elohím desea que veamos que,
 tanto los judíos por sangre
 como los judíos por fe--los mesiánicos (JM)
 somos parte de Israel
(su espíritu, según Ezekíah 37:1-6; 38 y 39)
 y por lo tanto, de un destino especial,
Am Seguláh/Pueblo Atesorado;

 no somos parte de los góim/los gentiles idólatras/naciones idólatras y no judías.

Por el hecho de formar parte
 por nacimiento o por fe,
del pueblo judío
el alma de Israel

tenemos un destino fijado.
Mientras que el mundo gói se guía por un calendario (erróneo)
 fijado por el monje católico de origen escita Dionysius Exiguus (año 525 D.M.),

el concepto de tiempo en el judaísmo ha tenido siempre dos polos opuestos:
 del exilio a la redención mesiánica,
 pasando—para nosotros los mesiánicos
por la muy próxima Segunda Venida del Mashíaj Ieshúa,
 venida que está prefigurada ya en el Zionismo,
 es decir, en el restablecimiento--después de 1878 años--del Estado de Israel y por la inserción mental y en muchos casos, física, de los mesiánicos al espíritu de la mujer colectiva llamada Israel, según Ez. 37:6.

2. La perspectiva judía del mundo
       El lograr hacer todo esto,
ofrece una perspectiva totalmente distinta de la vida,
una perspectiva judía,
 el segundo de los tesoros dados por Elohím,

en el cual
Él
 juega un papel fundamental
 y también nuestra obligación
 con nuestro vecino está allí,
 siempre presente.

 Esta perspectiva judía termina siendo una cultura judía,
con una escala de valores,
 como el estudio de la Toráh
(y el estudio en general como algo fundamental),
el estudio de los idiomas como el hebreo (y otros)
 y una civilización judía mundial e histórica.
 Vemos así, cómo, a partir de cumplir unas reglas,
 las mitzvót,
 se construye primero
 una identidad,

 luego una perspectiva distinta,
 judía, y esta crea una nación,
 y esta última una contribución;
 que forma una cultura,
 y la afirmación y continuación de esta cultura,
 con o sin una nación física,
 da nacimiento a una civilización judía e histórica,
 que ya tiene 3300 años de edad.

Las mitzvót:
 los cimientos de una perspectiva judía.


Elohím, entonces, le dio a Su Pueblo,

 el Pueblo Judío,

 la salvación de sus cuerpos y de sus almas/mentes
a través de una conducta, de actos concretos,
 como las mitzvót/mandamientos,
 que logran la salvación del cuerpo,
y del estudio de la Toráh,
 para cambiar sus corazones y mentes,
 lo cual logra la salvación de sus almas.
 Las mitzvót, por ejemplo, el shabát, constituyen, además,

 los cimientos de
 una perspectiva de la vida
 y de la realidad,
una perspectiva judía
 que supere la realidad material
y sensorial que nos asalta y nos rodea.

Sin estas mitzvót,

 somos conquistados por la realidad
 sensorial y material y tragados por ella

 y pasamos a ser parte de la percepción gói de la vida y de la realidad.

           Las ceremonias del shabát,
con el encendido de sus neerót/lámparas de aceite,
 las oraciones y el esfuerzo por estar en la Presencia de Elohím,

 convierten al shabát en un día separado y separador
 del resto de los días de la semana.

Esto crea un espacio vacío en la semana donde introducir la presencia de Elohím.
 Aquí entra a funcionar algo concreto,
 algo emocional acerca del shabát;
pero también algo mental, la voluntad de tratar de cumplir el shabát,
 y en el JMR I y II, la ajdúd, la unión,
 la unión espiritual con Elohím a través de tener a Ieshúa y al Rúaj ha Kódesh dentro nuestro.
 Este espacio vacío (como el shabát y las demás fiestas/moadím)
 son para ahondar nuestra relación con Elohím por medio de las mitzvót del cuerpo y del alma y espíritu/rúaj y mejorar nuestra relación con nuestro vecino (judío) y aquellos (no judíos) que necesitan ayuda.
 En el judaísmo rabínico, esta ajdúd/unión se hace a través del estudio de la Toráh;
 en el judaísmo jasídico a través de los nigúnim/canciones de shabát en una atmósfera de éxtasis;
y en el JM/JMR debería hacerse en forma periódica

por medio de conversaciones con ADONÁI

 a través de tener a Ieshúa dentro nuestro y de Sus revelaciones especiales,
según Gál. 1:10-11 y Ef. 1.17: “Rúaj Guilúi/Espíritu de revelación y Rúaj Jajmáh/Espíritu de sabiduría.”
Los cuatro niveles creados por las mitzvót.
Por eso, el cumplimiento de los Mandamientos
 crea valores en cuatro niveles cada vez más altos en el que los cumple:
 a nivel de individuo,
 como familia,
como cultura
 y por último,
 a nivel de civilización.

 Forma espacios vacíos, que son llenados por transacciones de santidad/kedusháh con Elohím; nos moldea el carácter y nos cambia la conducta. En el JM/JMR II, sustituye todo lo anterior por la presencia transformadora de Ieshúa dentro nuestro, quien es el que nos ayuda a cumplir las Mitzvót por y a través de nosotros—siempre que se lo pidamos y nos moldea y ablanda el corazón y el rúaj, algo imposible de hacer para los judíos pre-mesiánicos, ya que ellos no tienen al Rabino Ieshúa.
Relación entre las mitzvót y la creación. Veremos a continuación, qué relación tiene la creación con las mitzvót. Con respecto a las mitzvót/mandamientos, Elohím creó al hombre/Ben Adám “wntwmdk wnmlub/betzalménu, kidmúténu/a Nuestra imagen y a Nuestra semejanza”. Así, si existe un área en que nos hizo semejantes a Él, es en la capacidad de creación.  Le preguntaron a un famoso pianista y director de orquesta acerca de la música. Su respuesta es bien reveladora para lo que tratamos de explicar; dijo que cuando una música no se ejecuta, ésta no existe en el mundo físico—hasta que se toca; hasta ese momento sólo es un pedazo de papel blanco con símbolos musicales en tinta negra.
       Igualmente, cuando comenzamos a cumplir las mitzvót de Elohím, recién en ese momento estamos creando algo: es recién en ese instante que los mandamientos salen a la luz. Si no hay quien cumpla las mitzvót, estas no existen en la realidad del mundo. Los mandamientos son como una partitura musical. Si no hay una orquesta que toque esa partitura, hasta que no se toque, esa obra no adquiere existencia en el mundo físico. Veamos la capacidad del hombre de crear: cuando hablamos, estamos creando algo; cuando hablamos con Elohím, estamos creando algo; cuando cumplimos una mitzváh, estamos creando en la realidad física, la obra de Elohím. El escuchar una música, su ritmo, su melodía, tiene un efecto sobre nosotros y sobre quien la escucha. Asimismo, cada vez que ejecutamos la partitura de la Voluntad de Elohím con una mitzváh, eso tiene un efecto para nosotros y para quien nos ve o nos lee y también tiene un efecto en el Universo, aun cuando no lo entendamos, o no lo veamos. Ese es uno de los principales propósitos por los cuales Elohím creó al Ben Adám: nos creó para que ejecutemos la Obra Maestra de Elohím.
Cada uno de nosotros somos un músico en la Orquesta Sinfónica de Elohím. Cada objeto, cada  persona, cada estrella en los Cielos, como dice en Tehilím 19:2, que “los Cielos cuentan la kavód/honor de Elohím/Ha Shamáim mesaprím kavód El/la-dwbk Myrpom Mymsh”; ellos están ejecutando la Obra Maestra, la Sinfonía de Elohím. Elohím creó a las estrellas, a los animales y a los pájaros para que cuenten y canten la Sinfonía de Elohím. Pero nosotros, los Bnéi Adám tenemos la libertad de contar o no la kavód de Elohím. Esta es otra verdad dentro de la percepción judía de la cultura y de la civilización judía. Cada músico en una orquesta sinfónica tiene notas diferentes que tocar, pero unidos, tocan un ajdút/una unidad, una sola melodía. Esta es la suprema importancia de la unidad y por eso hay tantas mitzvót acerca de la unidad con los demás y con Elohím. Cuando tocamos “nuestra partitura” en unidad, estamos mostrando que, por lo menos en nuestra familia, que es parte de la cultura judía en nuestra ciudad, Elohím es ejád/Uno.
       Pero cuando hay discordia, pelea, desentendimiento, odio, estamos testificando con nuestra conducta lo contrario; no estamos tocando la Partitura llamada “Elohím es Ejád”. La melodía y la unidad son un problema de armonía, la primera  es un problema musical, y la segunda es un problema mental y espiritual. La falta de unidad es siempre una falta de armonía que  las más de las veces se origina en una falta de conocimiento de nosotros mismos, y así, llegamos a ser la fuente de todos nuestros propios problemas con los demás. No son los demás los culpables, sino nosotros mismos los que causamos con nuestro desconocimiento de las leyes psicológicas internas que están actuando mal en nosotros, los causantes de la desarmonía, tanto en la familia como en la sinagoga. El deseo de controlar a los demás, por ejemplo, algo que podemos arrastrar de nuestros padres y abuelos, trae desarmonía y falta de unidad. Cuando entendemos esto mediante la comprensión y la aceptación de este sencillo hecho,  y sacamos nuestro espíritu de control de nosotros, la armonía perdida se restablece entre dos o más personas.
         Aunque todos toquemos notas diferentes, aunque tengamos caracteres diferentes, aunque toquemos “una música diferente”, todos pertenecemos a la misma orquesta y todos estamos tocando lo que Elohím desea para cada uno de nosotros. Pero el tocar una partitura no es fácil: le llevó años y años a cada integrante de la orquesta el dominar su instrumento y el aprender a tocar en una orquesta, como un ejád. El “ejecutar toda la Toráh de Elohím” no se logra en un día. Por eso es tan importante el comunicarse con Elohím, que es “el Maestro” (como se le llama al director de una orquesta sinfónica). Sólo a través de los años y del esfuerzo y el estudio y de la comunicación con nuestro Maestro, podremos aprender a tocar correctamente la Toráh, a ejecutar cada mitzváh correctamente. Al hacerlo, estamos injertándonos en la cultura y en la civilización judía, y comenzaremos a percibir la realidad a nuestro alrededor como Elohím lo desea: como un judío. Pero el comunicarnos es inmensamente superior al sólo tratar de ejecutar las mitzvót. La comunicación trae conocimiento íntimo de Elohím, mientras que el sólo cumplir trae una religión aislada y aislante, que puede ser cambiada por otra religión en un abrir y cerrar de ojos.
Cuatro modalidades para actuar. El hombre fue creado por Elohím para aprender, pero en el fondo, es un aprender para hacer. Para lograr la incorporación, tanto de una identidad propia judía como de una resultante perspectiva judía del mundo, que brota naturalmente de esa identidad propia, Elohím también dotó al Pueblo Judío del destino de una contribución a la humanidad, la que examinaremos a continuación. Existen cuatro modalidades que el hombre puede adoptar: puede hacer todo con (1) egoísmo, para satisfacer sus deseos, gustos, o hasta sus adicciones; puede comenzar a ser tocado por Elohím dentro del judaísmo, creando así espacios vacíos (como el Shabát) para llenarlos con (2) conductas que le modifican el cuerpo y la mente; estas son las mitzvót/mandamientos; y puede utilizar estos espacios dejados vacíos al cumplir el mandamiento, como el shabát. Esto puede ser un comenzar a vivir una vida espiritual, en (3) unión/ajdút con Elohím y, como resultado de esa ajdút con Elohím, especialmente fuerte en el JM/JMR—por lo menos potencialmente--por la presencia del Rébe Ieshúa dentro nuestro, en una relación de (4) Ahaváh/Amor sacrificial, dador al amigo/javeró.
3. “SOÑAMOS SUEÑOS JUDÍOS”: 
 LA INCOMPARABLE CONTRIBUCION JUDiA AL MUNDO
      Como resultado directo de esa triple identidad que viene de Él, de una identidad propia (cómo se ven a sí mismos) y de la resultante peculiar perspectiva del mundo, Elohím le ha dado en herencia al Pueblo Judío una serie de paradigmas, que son únicos e incomparables; esta es la incomparable e inmortal contribución judía al mundo. Dice el autor cristiano Thomas Cahill en su best-seller  “The Gift of the Jews/El regalo de los judíos” (al mundo), según citado aquí del periódico israelí Haáretz del 28 de julio de 1999:
       “La especial y energética influencia (de los judíos) a la cultura en todo el mundo y por lo tanto, la contribución de los judíos como inventores de la Cultura Occidental es en sí misma, única. Simplemente, no hay nadie como ellos. No es posible imaginar los más grandes movimientos de liberación de nuestro tiempo sin referencia a la Biblia. Sin la Biblia, no podríamos ver la emancipación de los esclavos, la mejoría en los sistemas carcelarios, los movimientos anti-bélicos, los movimientos obreros, los movimientos por los derechos humanos y varios movimientos de las naciones más pobres. La democracia surge directamente de la visión judía del individuo. Cada individuo es valioso porque cada uno está hecho a la imagen de Dios y cada uno tiene su destino personal y único. Los judíos nos han dado lo exterior y lo interior. De los judíos es la visión del mundo y de la vida...Soñamos sueños judíos y tenemos aspiraciones que son judías. La mayor parte de nuestros mejores conceptos, de hecho, nuevo, aventura, sorpresa, individuo único, persona, vocación, tiempo, historia, futuro, libertad, progreso, espíritu, fe, esperanza, justicia—son regalos de los judíos.”
       El concepto de “tiempo” en el budismo, cristianismo, judaísmo es un círculo, una línea recta. En el JMR es una elipse o una espiral. Ya que no tenemos espacio en una parasháh tan corta como ésta como para expandirnos como desearíamos, daremos sólo un ejemplo: el concepto de tiempo en cuatro civilizaciones diferentes.
En el Budismo, como dice el escritor Henri-Charles Puech, en su libro, “Man and Time (El hombre y el Tiempo)”: “Ningún suceso es único... todo suceso ya ha sido llevado a cabo, es llevado a cabo y será llevado a cabo, perpetuamente; los mismos individuos ya han aparecido, aparecen y aparecerán en cada vuelta del círculo”. Pero, si el tiempo es circular, nada ni nadie importa, la vida tampoco importa, ya que de todas maneras, todo va a volver a suceder; nosotros vamos a volver a suceder y el futuro no puede influenciarse.
De acuerdo con la Civilización Occidental y sacado de la lógica bipolar de Platón, el tiempo es lineal: va del pasado al futuro pasando por el presente de hoy; dicho sea de paso, esa es nuestra concepción, la Occidental. (Esta visión es miope ya que sólo ve el pequeño trozo de camino recto que tiene a sus dos costados, pero, si se moviera al espacio y mirara esa línea recta, vería que esa línea recta sólo es parte de una estructura mucho mayor, una elipse, de la cual la línea recta es sólo una pequeña parte.) De acuerdo al judaísmo, sin embargo, los sucesos se mueven, nunca se repiten a sí mismos, sino que el tiempo es una serie de elipses cada vez más altas.
En el JMR II, percibimos esta serie de elipses, desde afuera, como UNA espiral ascendente compuesta de elipses, que están compuestas de líneas rectas dentro de un único marco de espaciotiempo. Pero, si el judaísmo y el JMR II tienen razón, todo tiene importancia; lo que usted y yo hagamos tiene importancia y hasta puede cambiar al mundo; todos importan. Cahill ofrece dos explicaciones a la aparentemente “inútil” aparición de las interminables genealogías en el Tanáj: según la primera, estas indican que todos importan; la segunda explicación es que el Tanáj no es mitología, como la griega, sino historia de seres reales, que existieron. El concepto judío del tiempo con la elipse y el JMR II con la espiral, además, nos habla de un crecimiento constante, donde cada vuelta en la espiral, cada año, está en el mismo punto, pero más alto cada vez. Este crecimiento es orgánico, como todo ser vivo y este es el crecimiento que en el JMR II proclamamos.
        El concepto judío de Elohím. Otra enorme contribución judía al mundo es su concepto de Elohím. Es la única religión, aun hoy, que es verdaderamente monoteísta y que habla del verdadero Elohím y no de “Dios” (ya que “dioses” hay millones): “Hashém Ejád.” Las “tres Personas” del cristianismo no constituyen monoteísmo, son un triteísmo. El Elohím de Israel, es un Elohím que activamente interviene en la historia, cambiándola; y no tiene rival alguno ni “Dios” que comparta con Él su Deidad suprema. Esta lucha por diseminar el conocimiento del único Elohím verdadero comenzó con Avrahám, el primer hombre que “descubrió” el monoteísmo, en lucha contra un mundo que quiere negarlo o sustituirlos con docenas de “dioses.” Es el único Elohím que habla con el hombre aun hoy en día, aunque el judaísmo rabínico no lo admita así como lo decimos, el Tanáj sí lo corrobora. A través de esa relación, no de una religión, todas las Verdades absolutas son posibles conocerlas. Es el único Elohím que es un Padre para todos los judíos y a la vez un Esposo para Su Pueblo, Israel.
El concepto judío del pobre. Una contribución adicional es la visión del Tanáj acerca del hombre común, del pobre, del desamparado. No existe otra religión donde un pobre tenga los mismos derechos legales o religiosos que un rey o que un poderoso. Los “modernos” Derechos Humanos son una creación del Tanáj, hace nada menos que 3.300 años atrás.
La diseminación de la moral judía. La última contribución que tenemos espacio para mencionar es la diseminación del judaísmo moral en todo el mundo. Esta es la verdadera razón del Galút/la Dispersión que comenzó con la destrucción del Segundo Templo, en el año 70 d.M. y que se revertió, pero sólo en parte, con la fundación del Estado de Israel en 1948.  Todos estos valores universales que Cahill cita como judíos, provienen de Elohím y El hizo que se diseminaran por el mundo acompañando al Pueblo Elegido, los judíos, para que los demás pueblos tuviesen la oportunidad de, ya sea aceptarlos e incorporarlos a sus propias culturas, o rechazarlos como “judaizantes”, lo que la mayoría efectivamente hizo, para su propio detrimento. Los países que han aceptado y adoptado la ley como principio básico para sus sociedades, como es el caso de los EE.UU., disfrutan de una prosperidad y un progreso como ningún otro país en la historia.                          
Las ventajas y desventajas de poseer una identidad, una perspectiva y una contribución judía. El estar inserto dentro de esta identidad, perspectiva y contribución, de esta escala de valores, de esta cultura y de esta civilización tiene sus puntos ventajosos y sus puntos desventajosos. Como ventajas podemos mencionar la relación con Elohím, que, de nacimiento nos trae la salvación del espíritu que los góim no tienen—pero pueden acceder una vez que se conviertan, según Fil. 3:3 primero en Bnéi Nóaj (Hijos de Nóaj), según Hchs. 15:19-20, cumpliendo siete mitzvót y luego entren de a poco (Hchs. 15:21) al judaísmo mesiánico o al mesiánico renovado por fe—siempre que no abandonen a Ieshúa como Elohím, como muchos ya lo han hecho. También podemos mencionar una visión de la realidad muy diferente, con la familia y los valores familiares como base fundamental de la vida del judío; el valor altísimo que se le da al estudio y a la cultura.
Otro resultado, no tan visible, pero digna de admirarse es una estabilidad familiar y una prosperidad y estabilidad mental, intelectual y financiera y una ausencia de alcoholismo y otros vicios  poca veces vista en la historia del mundo sobre una base sostenida, año tras año, siglo tras siglo, país tras país. Los judíos pobres o los no muy inteligentes son el resultado de generaciones de haberse salido de esta identidad, contribución, cultura, civilización y perspectiva judía de la realidad y la vida. Esto no es la norma en las otras grandes civilizaciones, como la griega, la romana o la egipcia. Aquellas tuvieron sus momentos de gloria, aunque ya son cosa del pasado “clásico”. Los griegos, los romanos y los egipcios de hoy nada tienen en común con los griegos, romanos y egipcios en las cúspides de sus civilizaciones. Los únicos que continúan estando presentes, sobrevivientes a las veinte/treinta civilizaciones que existieron en la historia, y mencionadas por Dimont son los judíos y serán los únicos que vencerán, durante el Milenio, desde Irushaláim, con el Mesías Ieshúa reinando desde allí.
Por todo lo dicho, es fundamental que los judíos por fe, los JM/JMR nos esforcemos por adquirir e incorporar tanto una identidad propia judía lo más profunda y completa posible, y así poder disfrutar de una perspectiva judía como de aumentar nuestra contribución al mundo en todo los órdenes de la vida, desde la cultura hasta la política y las finanzas, pero especialmente en la revelación continua de la Verdad de Elohím.
Sin esta disciplina de continua revelación, todo lo que se tiene es otra religión nueva y diferente, lo cual no es para nada suficiente, ni tiene valor alguno. De nada sirve salir de una religión para entrar en otra. Nadie debería estar atado a tradición alguna, ni cristiana ni judía, sino sólo la Toráh tal cual fue revelada por Elohím, como dice Irmiáhu 23:16-17: “Así dijo IHVH Tzvaót/de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os hacen desvanecer; hablan visión de su corazón, no de la boca de IHVH. Dicen atrevidamente a los que me aíran: IHVH dijo...” El crecimiento debe venir de la continua revelación, no de la tradición. Tradición es lo que se origina en la mente del hombre. Revelación es lo que se origina en la Mente de Elohím. Una revelación que se sigue, no se transforma en tradición con el tiempo, sino que sigue siendo una revelación tan fresca como el primer día. Y lo contrario también es verdad: Una tradición de un hombre no porque sea fresca y nueva constituye una revelación. Los que nos ciñamos a este principio y al de recibir todo por revelación, estaremos a salvo de los errores y de los desvíos.

En conclusión,
 aprovechemos en este shabát
a sumergirnos en esta enorme y preciosa herencia
que nos dejó Elohím para que la hagamos nuestra.

...

14 julio, 2011

Parasháh  Pinjás
Lectura de la Toráh: Ba Midbár/En el desierto/"Núm."25:10-30:1
Lectura de la Haftaráh: 1ª Reyes 18:46-19:21
14 DEL MES CUARTO DEL 5772/16 DEL MES DE JULIO DE 2011
Por Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

“CÓMO GENERAR UNIDAD” 

 En esta parasháh, Pinjás, nieto del Primer Sumo Sacerdote Aharón, mata a un israelí y a su amante midianita, adoradores de un ídolo abominable
(Be Midbár/En el desierto/”Núm.” 25:1-8)
y Elohím para el castigo a todo Israel por la justa acción de Pinjás.
 ¿Cómo se puede entender la complacencia de ADONÁI
en matar a dos personas, una de ellas de Su Propio Pueblo Elegido?
Dice en Ro. 8:6: “Porque la intención de la mente es muerte, pero la intención del Rúaj es vida y shalóm”.
     Cuando juzgamos lo que leemos o lo que nos sucede con nuestra mente, como dice Romanos, el resultado es muerte espiritual y mental; pero cuando tratamos de entender con el Rúaj,
el resultado es vida espiritual y shalóm.
Así como no entendemos lo que hizo Pinjás, así tampoco entendemos ni discernimos lo que nos sucede a nosotros, ni lo que les sucede a nuestros miembros de nuestra familia, hermanos en la fe o amigos personales, porque juzgamos, discernimos enteramente con nuestra mente en vez de con nuestro rúaj, teniendo, como tenemos, a Ieshúa viviendo dentro nuestro.
La disposición de la mente, aún la de aquella que está con Elohím y que está siguiendo o tratando de seguir a Ieshúa, es de conflicto. Generamos conflicto queriendo, sin querer, o “sin querer, queriendo”, pero el conflicto se genera, ya sea que queramos o no.

LAS DOCE “HABILIDADES” MÁS COMUNES PARA CREAR DIVISIÓN

Generamos conflicto y división por las siguientes doce “habilidades”:
1.   Comenzando discusiones.
2.   Creando grupitos de influencia, ya sea en la familia o nuestra sinagoga mesiánica
y enfrentándolos entre sí.
3.   No perdonando, sino siguiendo en nuestros antiguos “problemitas” con los que nos rodean.
4.   “Distribuyendo” chismes, algo que, algunos ni siquiera lo consideran como tal, sino que creen que “sólo estoy hablando de lo que me pasó”.
5.   Traicionamos, con nuestra lengua o con nuestros actos a personas que
 nos han ayudado en muchas maneras en el pasado.
6.   Hablamos mal a propósito de nuestras autoridades (a escondidas), mientras abiertamente los alabamos. (Una doble estocada en la espalda).
7.   Ponemos a una persona en contra de la otra.
8.   Mentimos a sabiendas que no es cierto lo que estamos diciendo.
9.   Somos racistas o elitistas, creando grupos de influencia donde antes no existían.
10.       Usamos “nuestra justa ira” contra los demás como una excusa para evitar el contacto.
11.       Tenemos una actitud de “Yo tengo razón; tú estás equivocado”
 en todo lo que pensamos, decimos y hacemos.
12.       Actuamos sin preocuparnos cómo nuestras palabras o actos van a afectar a los demás.

Dijo el Rav Shául en 1a Co. 11:17: “Pero esto los denuncio y no los alabo,
 ya que no para mejor sino para peor se reúnen”.

Todos tenemos nuestras propias ideas para todo, diferentes culturas,
diferentes hábitos y maneras de hacer las cosas, que consideran la mejor.
Como resultado, la desunión es la regla y no la excepción.
Tenemos la tendencia, ya sea en la sinagoga mesiánica o en nuestro empleo, o al pensar o hablar de las religiones que nos rodean, de generar categorías opuestas entre sí:
“los que sabemos algo”
 versus “los nuevos, que son carnales y no entienden nada”;
 “los superiores” versus “los inferiores”;
“los educados” versus “los ignorantes”;
“los ricos” versus “los pobres”;
 “los que caminamos bien” versus “los judaizantes”;
“esta religión” versus “mi religión”;
 “esta denominación” (que está muy mal)
versus “mi denominación (que está, claro, muy bien)”;
en otras palabras:

“nosotros” versus “ellos”.
¡Claro está que nosotros siempre estamos en la primera categoría y no en la segunda!
 Y si estuviésemos en la segunda categoría en algo, ¡no lo mencionaríamos para nada!
Si deseamos lograr la unidad,
 debemos poner nuestro esfuerzo en aceptar o adaptarnos a lo que se enseña en nuestra sinagoga mesiánica (mientras no vaya en contra de la Toráh de Elohím),
 a pesar de que todos somos diferentes,
mientras nuestra meta debería ser el tener un deseo común
de servir y mantener una buena relación con las autoridades,
los hermanos/as, nuestra familia, amigos personales, y compañeros de trabajo.
Y si viviésemos en un mundo o asistiéramos a una sinagoga mesiánica
donde no habría estas divisiones,
 ¡las CREARÍAMOS nosotros, porque ÉSA
 es nuestra naturaleza mental y emocional!
Todas estas tendencias y categorías sólo sirven para separar,
para crear división y evitar así, que, algún día,
de alguna forma, exista unidad en nuestra sinagoga mesiánica.
Es todo parte de nuestra manera de ser mental, que no viene de Elohím.
Sin embargo, si lo meditamos un poco en privado,
 donde nadie nos pueda leer los pensamientos,
¡veremos que “YO, el mejor” soy tan pecador y tan “esto” o “aquello”
 como el otro/los otros, a quienes nos pasamos criticando,
sólo que en áreas diferentes a nosotros!
Usted puede que sea muy inteligente o muy hermosa,
pero tiene éste o aquél defecto, diferente al defecto de quien está criticando,
 pero también tiene defectos, ¡sólo que son otros,
por lo que TODOS somos “inferiores” en algún sentido u otro!
    
¿Cuál es el camino, entonces, hacia la Unidad en nuestro matrimonio, familia, sinagoga mesiánica?

1.   Debemos DECIDIR ser otras personas, no las que somos ahora, sino judíos mesiánicos de los cuales Elohím pueda estar contento.
¿No le gustaría que Elohím lo felicitara por algo que usted pensó, dijo o hizo?
 ¿O, usted cree que Elohím NO SABE lo que usted piensa, dice o hace?
La decisión firme es lo primero.
 Sin ella, sólo hay “buenas intenciones”
como las famosas:
 dejar de comer “a fin de año” o “el próximo lunes”.
2.   Debemos DECIDIR cambiar nuestros PENSAMIENTOS, ACTITUDES Y CORAZÓN (PAC, para recordarlo más fácilmente).
¡Pida en oración, TODOS LOS DÍAS que Elohím cambie sus PACs!
 ¿Cree usted que Él no lo hará, si ve que usted es sincero al respecto?
Dice en Fil. 2:1-3: “Por tanto, si hay en vosotros alguna consolación en Mashíaj; si algún consuelo de ahaváh; si alguna comunión del Rúaj; si alguna ternura y misericordia, cumplid mi gozo; que sientan lo mismo, teniendo una misma ahaváh, unánimes, sintiendo una misma cosa. No hagan nada por contienda o por ambición egoísta; sino, en humildad, estimándosse inferiores los unos a los otros; no mirando cada uno a lo que es suyo, mas a lo que es de los otros”.
3.   No hagan nada por ambición egoísta.
         Una de las razones por las cuales hay disensiones y divisiones en la sinagoga mesiánica es porque sus miembros tienen “ambición egoísta”, de la que surgen conflictos. Esto es el caminar en nuestra mente y en nuestros deseos egoístas. Cuando uno se mueve impelido por estos deseos, los grupitos se forman casi “naturalmente”. Las divisiones y las disensiones no surgen por éste o aquel tema dogmático, sino por nuestro ego y nuestros deseos de sobresalir por encima de los demás y de “tener un puesto” en la sinagoga. Nos rehusamos a acatar las sugerencias de nuestros rabinos o hermanos de la sinagoga; nos rehusamos someternos los unos a los otros, por orgullo personal. Lo único que sí aceptamos es nuestras propias opiniones, aún cuando no seamos expertos en ése tema o en ninguno. Dice en Mishléi/”Prov.” 6:16: “Hay seis cosas que ADONÁI odia, seis que son detestables para Él, pero la séptima es una abominación para Su Alma: ojos orgullosos, una lengua mentirosa…y un hombre que incita a la disensión entre los hermanos/meshaléaj medaním béin ajím/Myxa Nyb Myndm xlsmw”.
         No podemos buscar “la unidad” por medio de lograrla “a MI manera”.
El enemigo está listo para alentar a aquellos que insisten en hacer las cosas “a Mi manera”, ya que éste es su estilo desde el principio del Universo. Debemos abandonar los deseos egoístas y las ambiciones personales, por medio de pedir y obtener el “Ir’ át ADONÁI/Temor a ADONÁI”, y por medio de Él, tener sumisión a nuestros rabinos mesiánicos y servir a Elohím con un corazón humilde y lleno de dulzura y de preocupación hacia los demás.
4.   No hacer nada por orgullo.
El orgullo es una de las debilidades del hombre y su naturaleza mental. El hombre no puede lograr la unidad por el orgullo en su corazón. Irmiáhu/”Jer. 17:9 dice que nuestro corazón es engañoso sobre todas las cosas. En Mt. 20:20-28 vemos cómo la madre de Iaakóv e Iojanán trató de “conseguir un puesto” para sus hijos en el futuro. El luchar por ser primero, o por ser más importante o más famoso es orgullo. Ieshúa, en cambio, siendo Elohím mismo, se hizo nadie y vino a vivir entre nosotros, que no somos nada, haciéndose Él nada entre nosotros. Esta es la naturaleza de un verdadero líder espiritual. Nosotros debemos imitarlo, no con nuestra mente, porque ésta no puede imitar las cosas espirituales, sino dejar que Ieshúa se mueva dentro de nosotros, por medio de nuestra voluntad y de nuestra ambición espiritual de crecer continuamente. En cambio, el liderazgo humano sólo trae conflicto de intereses y disensión.
5. Considere a los demás como mejores que usted.
Vivimos en una época que levanta al individuo por encima de todo y de todos, que venera el dinero y la fama, y exalta los deseos egoístas de cada uno, sin tener en cuenta a los demás. El considerar a los demás como mejor que uno está directamente en contra de todos estos “mémes”, virus mentales que están contagiados en todo el mundo Occidental. En 1ª Co. 13:4, el Rav Shául habla del amor ahaváh, que es un amor sacrificial que viene de Elohím, un amor de madre, que no mira por sí misma, sino por los demás y coloca a los demás primero, por encima de uno mismo.
Dice Shául: “El amor no se jacta, no busca lo de sí, no recuerda lo malo. Siempre protege, siempre confía, siempre tiene esperanza, y siempre persevera”.
El considerar a los demás como mejores que uno mismo significa el apreciar las cualidades buenas de los demás, el dar gracias por ello a Elohím y no mirar tanto sus errores ni sus debilidades. También debemos entender que el no considerarse mejor que los demás es porque Elohím nos ama a todos los igual y no tenemos por ello de qué jactarnos, de que somos mejores delante suyo. Si queremos jactarnos, dice el Tanáj, podemos jactarnos de “conocerme y entenderme” como dice en Irmiáhu/Jer. 9:23.
         El “conocerme y entenderme” es la única meta que vale la pena en nuestras vidas espirituales. Es lo único de lo cual, realmente, podemos jactarnos.
6.   Tener humildad.
Por último, la humildad es algo que todos debemos adquirir en nuestra vida espiritual y es especialmente cierto para nosotros, los que lideramos. Debemos abandonar el “viejo Adám” (palabra que viene de “Adamáh”=tierra, lo que muestra lo que realmente somos: polvo) y “vestirnos” del Nuevo Adám, de Ieshúa, es decir, comportarnos en el día a día como Ieshúa, que, de ser Elohím mismo, se humilló hasta lo máximo para enseñarnos a ser como Él desea que seamos. Sólo en este espíritu, en este marco de comportamiento y de relacionamiento estaremos construyendo y encontrando la unidad que tanto buscamos. La Unidad no está en una “casa encantada” en algún lugar donde hay que ir a buscarla. La Unidad la construimos nosotros, con nuestro agacharnos delante de los demás y el servirlos, en vez de reinar sobre ellos, como nos enseñó Ieshúa mismo, cuando nos comparaba con los gentiles, que reinan sobre sus súbditos.
Al enemigo le fascina cuando nos peleamos por cualquier cosa, o, aunque sea, no podemos ponernos de acuerdo en lo más mínimo. No podemos educar a todos al mismo tiempo. Pero sí, podemos educarnos a nosotros mismos y aceptar esta situación de parte de los demás, prometiéndonos no hacer la tarea del enemigo, y colaborar con él, discutiendo y peleando contra nuestros hermanos de la sinagoga mesiánica.
Así, la humildad es una condición mental y emocional indispensable para serle útil a Elohím. El rey Shául no falló porque era un mal militar: falló porque le faltaba humildad delante de nuestro Elohím judío. Él sólo se interesaba en él mismo y en su orgullo y fue abandonado por Elohím y David tomó su lugar, justamente caracterizado por su humildad  y su amor por Elohím. Bien dijo Ieshúa: “Benditos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos/Mimshélet ha Shamáim” (Mt. 5:3)
7.   Preocuparse por los problemas y dificultades de los demás, en vez de estar sólo concentrados en los nuestros.
Una persona que evita la división y logra la unidad que tanto anhelamos, es aquella que pone los problemas y las dificultades de los demás en su corazón y ora y se interesa por ellos, tratando de encontrar una solución, o tratando que Elohím les encuentre una solución, porque nosotros, en realidad, NADA podemos hacer por nuestra cuenta.
Debemos ver nuestra sinagoga mesiánica, como siempre lo decimos personalmente, como una gran familia. ¿A quién no le preocupa su propia familia? Cada hermano, hermana, tiene problemas diferentes, situaciones difíciles diferentes, en momentos diferentes. Debemos estar atentos y ayudar en todo aquello que podemos. Algunos tenemos automóviles, podemos ayudar en acercar a los que no lo tienen más cerca de sus hogares. Algunos tenemos facultades de orar, interceder o liberar; debemos usar estos regalos de Elohím para ayudar a nuestros hermanos, pero siempre bajo la cadena de mando del rabino de nuestra sinagoga, porque, de otra manera, estamos actuando en desorden y en rebeldía.
Elohím se goza en ver nuestra Unidad y cómo dispersamos la división y la falta de cooperación entre sus hijos.

08 julio, 2011

Parasháh
BALÁK
Lectura de la Toráh:
Ba Midbár/En el desierto/"

 Bamidbár / Núm."22:2-25:9
Lectura de la Haftaráh: Míjah 5:6-6:87
 DEL MES CUARTO DEL 5772/9 DEL MES DE JULIO DE 2011

Por Julio Dam Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH 

¿QUÉ TIPO DE PERSONALIDAD
 TIENE USTED?” 

 La orden de tomar un censo de los Bnéi Israel/hijos de Israel es parte de las órdenes que ADONÁI se da a Moshéh. Un censo hace que todos sean iguales, en cierta manera, ya que una persona con un gran talento para algo, cuenta lo mismo que una persona con una deficiencia, sin que nadie sobresalga sobre el otro. Aparentemente, todos somos diferentes, algunos con grandes talentos para un área, otros para otras áreas, pero en el fondo, y para Elohím, TODOS somos Sus hijos, y todos valemos lo mismo: por eso el censo nos hace iguales, igual que en una democracia vale lo mismo el voto de un Einstein que de una persona con algún tipo de deficiencia.         En otras palabras, externamente, todos somos diferentes y parece que no valemos lo mismo; pero internamente, todos tenemos un espíritu, hasta la persona más desvalida e impedida, un autista, por ejemplo, para Elohím, es tan querido y de tanto valor como un genio, ya que ambos fueron creados “a imagen y semejanza” de Elohím. Cuando vayamos con Él, no va a ser nuestra inteligencia ni nuestro saber lo que va a contar, sino el crecimiento de nuestro rúaj/espíritu lo que va a contar.         Por eso, no está mal contar y saber cómo somos, externamente. Pero no debemos olvidar que el verdadero “conteo” será hecho de nuestro crecimiento espiritual y no de nuestra personalidad.         En psicología se han hecho varios tipos de tests para auscultar nuestra personalidad. Uno de los más famosos es el de Myers-Briggs, que parte de cuatro rasgos de carácter posibles: (1) introvertido/extrovertido; (2) sensorial/intuitivo; (3)calificador/perceptivo; y (4) racional/emocional.Todos nosotros tenemos parte en por lo menos dos o hasta tres de estos rasgos: si usted se considera introvertido, es probable que sea racional; si es extrovertido, es probable que sea calificador, etcétera. Si evalúa los cuatro tipos de rasgos, surge un perfil, que puede ser ISRC, es decir, “introvertido, sensorial, calificador y racional, lo cual a su vez, brinda una personalidad definida, que veremos por último.Veamos a continuación algunos de estas preguntas que usted se debe contestar a sí mismo para saber a qué tipos de carácter más se parece.

INTROVERTIDO(I)
 Me gusta la tranquilidad y evito a la gente.
Me reservo mucho de lo que pienso.
Detesto el teléfono porque me desconcentra en lo que hago.
Necesito soledad para pensar y desarrollar mis ideas.
No hablo de mis problemas hasta tener confianza con una persona.

EXTROVERTIDO(E)
 Me comunico muy bien, ya sea con una persona como con un grupo.
Me siento solo cuando no tengo a gente con quien conversar.
Para desarrollar mis ideas, necesito discutirlas con alguien.
Debo aprender a callarme, para que los demás también puedan hablar.
Me considero una persona de acción.

SENSORIAL (S)
  Me guío por lo que veo, no por mis sensaciones.
En las discusiones, doy ejemplos concretos.
Me molesta lo que dependa de la suerte o de la casualidad.
Expongo mis puntos de vista con claridad y en orden.
Presto mucha atención a los detalles.

INTUITIVO (I)
 Me fío de mi sexto sentido.
Me encanta lo diferente y lo nuevo.
Prefiero los trabajos que requieran creatividad.
No doy mucha importancia a los datos concretos.
Me aburre lo rutinario, lo controlado.

RACIONAL (R)
Mi meta es la verdad.
Decido más con la cabeza.
Critico y señalo lo negativo cuando lo mencionan o lo veo.
Suelo controlarme emocionalmente.
Uso la lógica, las estadísticas y el análisis para trabajar o decidir.

EMOCIONAL(E)
1. Me enfoco en la armonía.
2.    Decido más con el corazón.
3.    Me gusta la comunicación sociable.
4.    Necesito un ambiente con armonía para trabajar a gusto.
5.    Convenzo a la gente con mi simpatía y mi amistosidad.

CALIFICADOR ©
1. Prefiero una vida bien planificada.
2.Planeo horarios y límites de tiempo.
3. Creo en la seguridad y en la estabilidad.
4.Tengo facilidad para organizar mi trabajo y mi vida.  
5.Sé bien lo que es planificar y controlar.

PERCEPTIVO (P)
Me gusta la flexibilidad en todo.
Prefiero empezar las cosas que terminarlas.
Evito las obligaciones sociales, como reuniones, etcétera.
Prefiero improvisar y asumir retos.
Me cuesta organizarme.

Me imagino que ya ha elegido algunas de las respuestas de las 16 combinaciones diferentes. Ahora, lo interesante es darse un perfil, por ejemplo, ISRP (Introvertido, sensorial, racional y perceptivo).

1.ISRP: Si usted es un ISRP, no le gusta atarse a sistemas cerrados y horarios rígidos. En seguida se dá cuenta de lo práctico de cada situación. Es realista, sabe lo que sucede a su alrededor y puede reaccionar rápidamente si tiene las de ganar. Respecto a Elohím, le gusta investigar Su Toráh y encuentra tiempo para hacerlo, aún fuera de horarios normales. Le gusta estudiar con orden y tener claro las cosas a largo plazo con Elohím y su vida espiritual. CONSEJO: Haga planes respecto a su vida espiritual y hágalos saber a los demás. Aprenda a abrirse más con sus hermanos de la sinagoga mesiánica.

2.ISMC: Si usted es un ISMC, usted es consciente, comprometido, leal, considerado con los demás, además de ser detallista, paciente y servicial con los que lo rodean. Tiene unos pocos amigos que los tiene desde hace tiempo. Trabaja con perseverancia y servicio a los demás. Respecto a Elohím, le gusta ayudar a sus hermanos en la sinagoga mesiánica. Es leal a Él, y aunque evita ser el centro de la atención en la sinagoga, le gusta ir y aprender más y más. CONSEJO: No se preocupe tanto sobre el futuro, ya que todo está en Sus manos.

3. ISRC: Si usted es un ISRC, usted es trabajador, prolijo en todo lo que hace. Se desenvuelve cómodamente en una estructura y respeta a sus jefes. Cuidadoso en estudiar los detalles y los hechos y prudente en sus compromisos. Prefiere vivir con un rumbo fijo, sin incertidumbres. Le gustan las tareas productivas. Cuando se divierte, todo tiene que tener un propósito y un resultado. Respecto a Elohím, trate de aprovechar sus hábitos de estudio para estudiar y memorizar la Toráh, bajo la guía de sus líderes mesiánicos. CONSEJO: No se trabe en un problema, sino que déjelo de lado y siga adelante. Tenga en cuenta las emociones ajenas y las suyas para mejorar las relaciones con los demás miembros de la sinagoga mesiánica.         

4. ESRP: Si usted es un ESRP, usted es un realista, rápido e  ingenioso para descubrir sus metas. Es divertido y sociable, directo en todo, le gustan los riesgos físicos y de su carrera. No necesita apoyo de un grupo para hacer lo que desea. Respecto a Elohím, búsquelo como se busca un tesoro.

USTED PUEDE HACERLO.

Asuma los riesgos involucrados en ello.
 CONSEJO:
 Evite centrarse en la vida segura, en la estabilidad financiera y
busque la estabilidad y el crecimiento espiritual,
 dejando a un lado su búsqueda del confort.    Aunque no hemos dado las características de carácter de todos los 16 tipos de combinaciones posibles, hemos abierto la puerta para que usted lo haga por sí mismo.Lo que importa, en este momento es conocernos mejor, de modo de elegir nuestro camino, especialmente el de Elohím, con un mejor conocimiento de nuestros valores y limitaciones, y adaptarlos a Su voluntad, para poder seguir el camino que Elohím desea para nosotros con la consciencia de nuestros alcances y nuestras limitaciones, sin tener que cohibirnos por estos últimos.

Chazzan Chaim Adler - Avinu Malkeinu

Cantor Sholom Mendelson Kol Nidrei

Oifen Pripitchik: Yiddish Jewish Classic Song

Kol Nidre by Mordechai Ben David

02 julio, 2011

Brizsrael ✡

Brizsrael ✡
 JUKÁT/ESTATUTO

Lectura de la Toráh: Ba Midbár/En el desierto 
"Núm."19:1-22:1Lectura de la Haftaráh:
 Jueces 11:1-3328
DEL MES TERCERO DEL 5772/2 DEL MES DE JULIO DE 2011

Por Julio Dam Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

      “BUSCANDO LA PURIFICACIÓN”         

  En la parasháh de esta semana,
se toca el tema de la purificación.
 ¿Qué es ser puro, a los ojos de Elohím?
La pureza, se puede decir que es igual a la santidad/kedusháh.
 ¿Y qué es la kedusháh? Es la ausencia de impurezas en nosotros.   

 Dice en el libro de Hebreos/Ivriím 12:14:
 “Hagan todo esfuerzo para vivir en shalóm con todos los hombres
 y (para) ser santos/kadoshím.
 Porque sin santidad/kedusháh,
 nadie verá a ADONÁI”.
Este versículo es más serio de lo que pensábamos,
ya que aquí se ve bien claro que la santidad no es una opción nuestra:
 “si puedo, y si tengo ganas, voy a serlo”.
DEBEMOS comenzar (por lo menos) a caminar en el camino de la kedusháh,
 no si tenemos ganas, no si podemos, sino sí o sí, porque
 “sin kedusháh, nadie verá a ADONÁI”.

EL ESPÍRITU DE TEMOR A ADONÁI/RÚAJ IR´ÁT ADONÁI

       Además, es imprescindible, si es que queremos ser útiles a Elohím,
 el buscar la purificación, la cual traerá automáticamente la santidad/kedusháh.
 Dice en 1ª P. 1:17: “Vivan sus vidas aquí (en este mundo) como extranjeros, en temor (de los Cielos)”. Ese “temor (de los Cielos)” es el Rúaj Ir´át ADONÁI” de que nos habla Ishaiáhuh 11:2. Sin este temor, que no es, como algunos comentaristas enseñan, “reverencia” ni “honor” sino PAVOR, verdadero TEMOR hacia un Elohím que castiga a los desobedientes (recordemos a Kóraj), no vamos a ir muy lejos en nuestro caminar espiritual. Podemos acuñar un dicho: “El camino al fracaso espiritual está pavimentado con buenas intenciones”. Con esto, quiero decir que no es suficiente el tener buenas intenciones, sino que debemos fundamentarlas, cimentarlas en el Rúaj Ir´át ADONÁI, el cual debemos pedirlo y lo recibiremos. Es el mejor antídoto contra el pecado que existe en el Universo. Las buenas intenciones no bastan, ya que somos sólo carne; esta carne se “vacuna” contra el pecado cuando tenemos ese Espíritu de Elohím que nos dá el temor que necesitamos para no pecar.

LA PERSISTENCIA 
     No hay NADA importante que no se haga sin una gran dosis de persistencia.
 La historia está repleta de historias de grandes hombres y todos ellos fueron enormemente persistentes. Thomas Alva Edison, de quien hemos hablado en parashót pasadas, inventó el fonógrafo, que hoy se convirtió en la grabadora y en el CD.
 Pero tenía un problema: su fonógrafo no podía pronunciar el sonido “sh”. Edison tuvo que trabajar sin pausa durante DOS AÑOS para corregir el defecto.

 ¿Quién de nosotros aguantaría todo ese tiempo para un “pequeño” defecto en lo que estamos trabajando? La persistencia es lo que hace que muchísimos se queden atrás, aun en los asuntos de Elohím, por falta de persistencia, de aguante. La mayoría de nosotros, a la menor dificultad, “tiramos la toalla” porque no tenemos ese ingrediente fundamental del éxito en cualquier tipo de emprendimiento: la persistencia. Si pensamos en lo que pasó Avrahám en su caminar con Elohím, todo lo que le sucedió y todo lo que tuvo que aguantar, podemos COMENZAR a entender el valor de la persistencia. Y lo mismo sucedió con Itzják y con Iaakóv. Especialmente este último, no tuvo una vida nada fácil, sino tremendamente plagada de dificultades. Y sin embargo, nuestros patriarcas sobrevivieron y persistieron y así fundaron la única religión verdadera del mundo, con el Elohím verdadero a la cabeza. (El Judaísmo Mesiánico es una continuación espiritual, una nueva fase del Judaísmo Escritural de nuestros patriarcas, no una nueva religión.) Hablando de éste último, aquí tenemos otro ejemplo muy cercano a nosotros: es MUY difícil CONTINUAR siendo un judío mesiánico: tenemos en contra a todo el mundo y de todas las religiones, aun de aquellas en que estábamos antes, ahora nos ven como sus enemigos. Sin embargo,
es sólo a través de la persistencia que vamos a vencer a todo y a todos,
 no de otro modo.  
    PURIFICANDO NUESTRA ALMA  
       Ya hemos visto algunas de las cosas que necesitamos para purificarnos,
 como la persistencia y el Espíritu de Temor de ADONÁI/Rúaj Ir´át ADONÁI.
Pero, ¿qué es exactamente lo que necesita ser purificado?
 Según 1ª Ts. 5:23 tenemos tres partes (y no dos, como otras religiones enseñan):
 “espíritu, alma y cuerpo”.  

    Nuestra alma, a su vez está formada por varias partes que trabajan a veces en conjunto, a veces separadas: nuestros pensamientos, razonamientos, sentimientos, etc. etc. Nuestra alma es el campo de batalla principal contra la cual recibimos los ataques de ha satán, junto con el cuerpo, ya que no puede atacar nuestro espíritu/rúaj, porque está habitado por el Rúaj ha Kódesh de Elohím. Sólo en el último siglo se ha comenzado el estudio científico de la mente, especialmente del inconsciente, por parte de Freud y Lacan. Sus estudios y los de sus seguidores sólo nos muestran un atisbo de la profundidad y el enorme alcance e importancia de nuestra alma para nuestra supervivencia espiritual, sino para ha satán, quien a través de sus ataques en esta área nuestra, puede socavar todo el esfuerzo que hemos colocado en tratar de seguir a Elohím por medio de un enorme número de estratagemas. Es claro que Elohím no se queda atrás, y nos da las armas espirituales para combatir estos ataques, mas este tema es visto con bastante recelo en el mesianismo o quizás lo consideran poco importante y el resultado es que se le presta mucho menos atención de la debida.       Nuestra alma es atacada en varios períodos principales, como nuestra herencia, en la que juegan un papel fundamental nuestros antepasados, quienes depositan en nosotros ya sea (1) una buena herencia mental, emocional y espiritual (con las bendiciones de Elohím, invisibles pero presentes), una (2) regular o una (3) francamente mala (donde entra a jugar la vasta área de las maldiciones generacionales), que son muy difíciles de vencer.         Aparte de la herencia, está nuestra niñez y educación familiar y social, es decir, las enseñanzas, tanto conscientes como inconscientes que hemos recibido desde bebés, verbales como no verbales; visuales como auditivas y todo el conjunto de ideas, puntos de vista, valores, visión del mundo que nuestros padres y familiares cercanos nos inculcaron, muchas veces sin saberlo ni notarlo. Cada una de estas variantes nos marcan en nuestra vida hasta un punto insospechado por nosotros, aun desde la infancia, sin que nos demos cuenta, o podamos hacer algo al respecto.        El último período importante para un judío mesiánico es aquel que sobreviene después de aceptar al Mashíaj Ieshúa como Mashíaj y como Dimensión de Elohím. A partir de ese momento los ataques se hacen mucho más fuertes. Esto es debido a que, antes de conocerlos, ya éramos, sin saberlo, sirvientes involuntarios de ha satán, al propagar las ideas del mundo y habiéndolas adoptado como nuestras; mas ahora somos sirvientes del Elohím Viviente, y por lo tanto, sus enemigos mortales. Es por eso que los ataques son mucho más fuertes para los creyentes que para los no creyentes, y mucho más fuertes para los judíos mesiánicos que para los demás creyentes, ya que estamos más cerca de Elohím en Su Verdad. Esto no es del agrado de ha satán, ya que no desea para nada que propaguemos cosas fundamentales como es, en el campo espiritual y para dar un solo ejemplo, el Nombre Verdadero de nuestro Señor, que es “Ieshúa” y que tiene un Poder en el mundo espiritual que otro nombre no tiene.       La purificación, entonces, debe ser hecha, no sólo de las diferentes áreas de nuestra alma, sino de las tres etapas mencionadas por las cuales nuestra alma pasó y le quedaron heridas o herencias o conceptos que no son de Elohím, aun cuando nosotros no nos damos cuenta de la enorme influencia que ejercen en nuestro crecimiento espiritual. Para una tarea continua y práctica, recomendamos usar un cuaderno, donde ir apuntando estas áreas y las cosas que el Rúaj nos revela que tenemos y que debemos sacar de ellas. Para dar un solo ejemplo de muchos posibles, podemos tener una herencia generacional en cierta área, que se ha transmitido durante siglos y que no teníamos ni idea que la teníamos, ya que no somos psicólogos profesionales y sólo creíamos que era un problema nuestro, mientras que (en este ejemplo ficticio) viene arrastrándose desde muchas generaciones atrás en nuestra familia.       En segundo lugar, tenemos nuestro cuerpo, que también está sujeto a todo lo que hemos dicho del alma. Debemos orar, pidiendo a Elohím en el Nombre de Ieshúa que nos revele aquellas cosas de las cuales debemos purificarnos. También recomendamos apuntar en el mismo cuarderno, cualquier herencia corporal que podamos haber heredado, como enfermedades específicas o como tendencias específicas y pedir a Elohím que anule estas tendencias o herencias negativas en nosotros, nuestros hijos y nietos. Esta míkveh no sólo puede ser física: recomendamos también una míkveh mental: pedir en oración que Elohím nos haga una míkveh de todos aquellos pensamientos y sentimientos negativos, y lavarlos con Su agua de vida/máim jaím y lo mismo para nuestro espíritu.      Esta labor no es de la noche a la mañana,
ni es algo que se puede decir:
“terminé”.
 Es algo de por vida, pero que va a dar mucho fruto,
 el principal, nuestra meta:
 la santificación/kedusháh de nuestro espíritu, alma y cuerpo.