29 noviembre, 2011

PARASHÁH No.
7.
VAIETZÉH/Y SALIÓ
 Lectura de la Toráh:
 Bereshít/En el Principio/ 28:10-32:3
Haftaráh: Hoshíah 12:13:14:10
7 DEL MES NOVENO DEL 5772/
3 DEL MES DE DICIEMBRE DEL 2011
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

EL QUEBRANTAMIENTO
COMO TÉCNICA
DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL
  
     Nuestra parasháh de esta semana habla acerca de la vida de Iaakóv.
Iaakóv es un modelo para nuestra vida:
es lo que Elohím desea hacer con y por nosotros,
 pero nosotros no queremos eso:
Iaakóv: luchó desde la matriz de su madre para ganarle a su hermano, Esáv,
y nacer primero.
Su nombre mismo significa “suplantador”
y se hizo orar por su padre, engañándolo y haciéndose pasar por su hermano Esáv.
Fue estafado por Laván (nombre que irónicamente significa “blanco”) por muchos años.
Su querida esposa, Rajél murió camino a casa
 (hoy está enterrada en Béit Léjem y su féretro se podía visitar hasta hace pocos años).
 Su hijo Iósef fue vendido por sus hermanos a Mitzráim/Egipto y por eso,
 perdió contacto con él.

    Su vida fue muy dura porque Elohím quiso doblegar su yo,
 su astucia, sus mañas y hacer de él un hombre de Elohím.

Para eso, tuvo que quebrar su yo y sus aspiraciones y maquinaciones y clavar su yo,
 para que no moleste en la obra que Él tenía con Iaakóv.

 El “hombre exterior” de Iaakóv,

 como lo llama el Rav Shául (nuestra alma, nuestro yo)
fue golpeado hasta que ya no pudo más y cedió,
 especialmente en su encuentro con el ángel/málaj de Elohím,
 que le rompió el músculo de la pierna,
 que es la parte de nuestro cuerpo que nos hace más fuertes.
     Cuando nuestro yo ya no puede lidiar con las circunstancias adversas,
 Elohím recién está en condiciones de usarnos,
 haciéndonos funcionar por medio de nuestro
 “hombre interior”,
 nuestro espíritu/rúaj,
 como lo llamó Shául.
     No puede haber ningún crecimiento verdadero,
 a menos que nuestro yo sea quebrantado por la mano de Elohím
 y nuestro hombre interior, nuestro rúaj sea liberado por Elohím
y podamos funcionar en esta nueva modalidad espiritual.
 Sólo así podemos servir a Elohím,
 como Elohím mismo hizo con Su Hijo,
Ieshúa,
quien tuvo que morir en el árbol de olivo de Romanos,
 para poder servir a toda la humanidad desde dentro de nosotros,
 desde nuestro propio rúaj.
 No hay nada que dé resultados iguales:
 ni estudiar la Toráh, ni orar, ni rogar a Elohím,
ni ninguna enseñanza puede hacer
lo que la muerte de nuestro ego
puede hacer a favor de nosotros
 a través del quebrantamiento.

    Cuando nuestro ego es golpeado
 y herido por insultos, heridas y contratiempos,
 allí es cuando nuestro rúaj puede ser liberado recién.
 Como dice en Iojanán 12:24:
 “En verdad, en verdad te digo,
 que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere,
queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” .
    La cáscara del grano de trigo es nuestro orgullo,
 nuestras ambiciones carnales,
 nuestra sensibilidad, nuestro yo.
 Cuando esa cáscara es rota por la Mano de Elohím
 actuando en nuestra vida,
 el grano de trigo, que es nuestro rúaj,
 recién puede entrar en la tierra y crecer,
 como lo hizo Iaakóv,
 y dar mucho fruto,
un fruto agridulce, ya que nuestro ego está sangrando,
 pero Elohím está allí, al lado nuestro,
 trabajando siempre a través de nuestro rúaj
 para hacer de nosotros un nuevo Iaakóv (“suplantador”),
 ahora llamado “Isra El” (“luchó con Elohím y venció”).
     La mayoría de nosotros estamos sin ser quebrantados por Elohím,
 porque no queremos sufrir
 y no nos dejamos tocar por Él.

 El resultado es estancamiento espiritual y mental,
 o en el peor de los casos, amargura y resentimiento,

 porque no entendemos la obra de Elohím en nuestras vidas
 y resentimos lo que nos está sucediendo.
      Si queremos ser útiles a Elohím,
debemos dejar que nos quebrante.
 Si no queremos sufrir, nunca serviremos a Elohím en nada,
ya que Él no puede trabajar con nuestro ego,
 sino sólo con nuestro rúaj.
 El gran enemigo de Elohím para usarnos
somos nosotros mismos.
 Hasta que nuestro yo no sea quitado de en medio,
 no podremos serle útil a Elohím y por lo tanto,
 nos dejará a un lado, hasta que reconozcamos esto.
  
  Iojanán 6:63 dice: “El Rúaj es el que da vida (eterna)”.
Cuando recibimos a Ieshúa,
 el Rúaj ha Kódesh vino a vivir en nuestro rúaj,
 dándole vida, en la medida en que nosotros le dejamos vivificarnos.
 Él está allí,
 esperando que nosotros lo dejemos salir y actuar.
 Si lo mantenemos constreñido por nuestro propio ego,
 no puede actuar, ni en nosotros, ni en los que nos rodea
y nuestra vida espiritual sufre en consecuencia.
 Muchos de nosotros tenemos que ser quebrantados hasta casi la muerte,
para que reaccionemos y veamos y entendamos
que no puede haber vida espiritual por medio de nuestro ego,
 sino sólo por medio del Rúaj ha Kódesh
actuando desde nuestro rúaj,
dejando a un lado nuestro yo
y nuestras aspiraciones y reacciones carnales.

     Todos somos Iaakóv,
pero sólo muy pocos de nosotros nos dejamos convertir en Israel.
 ¿Por qué no?
¿Por qué muy pocas personas tienen un cambio en sus vidas?

(1)          Porque es muy doloroso y muy en contra de nuestros deseos y aspiraciones,
que QUEREMOS ver logradas, en vez de someternos a Su voluntad en nuestra vida.
 Queremos SEGUIR nuestros destinos marcados por nosotros mismos,
 en vez de “Sométanse a Elohím, resistan a ha satán y huirá de ustedes”.
 Todos citan la primera parte, pero se saltean la primera:

 “Sométanse a Elohím”,

 porque es demasiado penoso el hacerlo,
es el fin de nuestro ego,
 de nuestras ambiciones,
 aunque solo fuesen ambiciones espirituales,
 ya que sólo deseamos las que NOSOTROS queremos lograr,
 no las que Elohím desea que tengamos
 y de la manera que El desea que las obtengamos:
por nuestro sometimiento a Su voluntad.

(2)          Nuestro amor propio.
 Nos amamos demasiado a nosotros mismos.
Debemos orar pidiendo a Elohím que quite de nosotros
todo amor a nosotros mismos
y que El haga Su voluntad en nuestras vidas.

(3)          No vemos el trabajo del Alfarero en nuestras vasijas
y creemos que es un ataque de ha satán
o de las personas que nos están dañando,
 cuando en realidad es Elohím,
que está moldeándonos.

(4)          Nuestra mente, inteligencia y emociones
(mayormente negativas)
están funcionando todo el día,
 mientras que nuestro rúaj,
 que está habitado por Ieshúa viviendo en él,
 está inactivo,
 porque no lo dejamos actuar,
 porque ni sabemos cómo,
 ni QUEREMOS que actúe,
 por miedo a que interrumpa lo que estamos haciendo,
 deseando hacer.

El resultado es una frialdad espiritual total.
 Podemos estar hablando de temas muy profundos,
 pero como no estamos en lo más mínimo quebrantados,
 nuestro rúaj no está afectado ni involucrado para nada en lo que estamos hablando
 y nuestra enseñanza es fría y carente de revelación
y totalmente carnal.
Es nuestro orgullo el que está al mando,
 tratando de convencer a todo el mundo de que sólo nosotros tenemos razón
 y de que todos los demás están equivocados.
Hay muchos creyentes que creen que orando
se puede estar en la presencia de Elohím todo el día.
 Esto es sólo una ilusión:
 se está en la presencia—mientras dure la oración
pero en cuanto ésta se termina,
 se termina también la Presencia en nuestro ser.
 Esto se debe a que nunca hemos sido quebrantados.
 Esta falta de quebrantamiento trae consigo que no estemos en la misma “longitud de onda” que Elohím,
 que es Espiritual.
 Nuestra carne, nuestro “hombre exterior”
no puede estar en comunicación con el Padre,
 que es Espíritu/Rúaj.
Es por eso que la unión con Elohím sólo dura lo que dura nuestra oración.
 Sólo con nuestro rúaj podemos estar en comunicación con Él,
no con nuestra carne.
Como somos carnales,
 la Presencia de Elohím sólo dura mientras dura nuestra oración.
En el momento que dejamos de orar,
estamos a merced de los estímulos sensoriales
y del mundo sensorial a nuestro alrededor y reaccionamos a éstos con nuestra psiquis (alma)
 y nuestro cuerpo,
 por lo que perdemos la Presencia de Elohím continuamente.
     El único remedio contra esto es nuestro quebrantamiento del “hombre exterior”,
de nuestro ego y nuestro yo.

Nuestro crecimiento espiritual y nuestra unión con Elohím
depende del grado de quebrantamiento que estamos dispuestos a que Elohím lleve a cabo en nosotros. Cuanto más quebrantamiento, más nos vamos a aislar emocionalmente del mundo sensorial
 y menos le vamos a prestar atención.
     Muchos, queriendo estar en Su Presencia,
se aíslan físicamente, y se vuelven ascetas, como los Isiním (“Esenios”)
en el Siglo I y los monjes actuales.
 Pero la solución no está en el aislamiento físico,
 sino en el quebrantamiento de nuestro ego.
Cuando éste se efectúe en un grado mayor,
es muy poco lo que nos va a perturbar o distraer de Su Presencia.
    Esta debería ser nuestra meta espiritual:
lograr el quebrantamiento de nuestro ego,
mientras nuestro rúaj se fortalece, estando en la Presencia de Elohím.
 De allí surgirán todos los logros
y todo el crecimiento espiritual que logremos experimentar.
 ¿Desea usted ser siempre Iaakóv, o llegar a ser Israel?

¡Está en sus manos!

¡UN FELIZ SHABÁT!

27 noviembre, 2011

24 noviembre, 2011

PARASHÁH No.
6.
 TOLDÓT/GENERACIONES
Lectura de la Toráh:
 Bereshít/En el Principio/ 25:19-28:9
Haftaráh: Malajíah 1:1:2:7
29 DEL MES OCTAVO DEL 5772/
26 DEL MES DE NOVIEMBRE DEL 2011
Por
 Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH  
         
       Be Reshít/En el Principio/”Gn.” 25:27:
"Y los jóvenes crecieron. Esáv era un hombre que entendía de caza,
hombre de campo, mientras que Iaakóv era un hombre inocente/tám, que se sentaba en las tiendas (estudioso, introvertido)”.

CÓMO CRIAR
APROPIADAMENTE
 A NUESTROS HIJOS

              En nuestra parasháh pasada tocamos primero el tema del matrimonio feliz. Hoy, seguiremos este hilo con un poco de lo que podemos aportar
 acerca de la crianza correcta de nuestros hijos,
a partir de los nietos de Avrahám, los hijos de Itzják, Esáv y Iaakóv.
 Existen áreas distintas que deben ser tenidas en cuenta,
 como su herencia,
 entre la cual estamos nosotros,
 sus padres, cómo entenderlos, cómo comunicarse con ellos,
 cómo inculcarles valores y creencias judías mesiánicas (por fe),
sus rasgos de carácter adquiridos y los por construir,
 cómo lidiar con el entorno familiar, religioso y cultural,
y las influencias externas,
 como las amistades, los valores y las creencias externas,
 entre otros muchos factores que tomarían un libro entero para tratar.
 Ya hemos dicho que consideramos muchísimo más fácil hacernos millonarios
 que llevar adelante una buena crianza de nuestros hijos.
No lo decimos para descorazonar a nuestros lectores,
 sino porque es, sencillamente, la pura verdad.
 Criarlos MAL,
eso sí que es terriblemente sencillo,
 y el énfasis está en

 “terrible.”
COMPRENDIENDONOS Y COMPRENDIENDO
 A LOS HIJOS
Una buena educación comienza por educarnos nosotros mismos,

 que somos los padres (y abuelos).
Si sufrimos de complejos de inferioridad,
 comunicaremos por contagio estos complejos a nuestros descendientes.
Si tenemos problemas emocionales no sanados,
 ellos lo notarán, y peor, se contagiarán de ellos.
 Ser padres/abuelos es una buena oportunidad para sanarnos nosotros primero,
 antes de intentar criar sanamente a nuestros hijos.
                                                                                                                           
            NUESTROS HIJOS/NIETOS quieren las 4 Ps

¿Qué son las “4 Ps”?:
 1. Posesiones (juguetes, deseos insatisfechos)
2. Poder (libertad PARA hacer lo que quieran),
 3. Protección (de todo problema) y
4. Placer (toda clase de sensaciones de los cinco sentidos).
                                                                                                
NOSOTROS DEBEMOS ENSEÑARLES las 4 TPRP

1.   Que estudien y memoricen la Toráh;
2. una profesión de acuerdo con su conformación de rasgos de carácter;
 3. Enseñarles a través del ejemplo,
 rasgos de carácter apropiados y cómo corregir los inapropiados; y
 4. ¡PACIENCIA/SAVLANÚT!

          Creo que el 80% de los problemas de la crianza
 (¡la regla de Pareto (80/20) se aplica TAMBIÉN a la crianza!)
se centran en este eje bipolar entre lo que ellos quieren
 y lo que nosotros debemos hacer.

         A propósito de elegir una profesión para nuestros hijos,
 son famosísimas las madres judías
 por querer que sus hijos varones estudien Medicina;
 y si—¡Játzveh Jaliláh!/¡Que Elohím no lo permita!,
no pueden estudiar Medicina, que estudien Abogacía.

Venía una madre joven con un carrito de bebés mellizos
de pocos meses y una amiga que hacía rato que no la veía mira a los bebés
 y le pregunta a su amiga:
 “¡Qué preciosos! ¿Cómo se llaman?”
Y la amiga le dice: “¡Este es Móisheh, el médico,
 y este es Shlóime, el abogado!”
         Cada uno de nosotros, incluidos nuestros hijos,
 tienen un destino prefijado
 y por lo tanto, una profesión prefijada.
 Sólo tenemos que encontrarla,
 con oración a Elohím,
 y dejar y pedir que El capacite
 a nuestros hijos/nietos para ella
y saque del camino todo obstáculo que pueda presentarse,

 ya sea mental o espiritual o físico

 para que ese destino se cumpla en ellos.
     ¿CUÁLES SON LOS RASGOS DE CARÁCTER
 QUE DEBEMOS ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS?
           
Existen rasgos de carácter que son vitales para una vida exitosa para nuestros hijos. Estos son, la amabilidad y la obediencia,
 la generosidad, el respeto, la perseverancia,
 la bondad, el respeto a la diversidad, la generosidad y la tolerancia.
          Todos estos rasgos de carácter son muy importantes,
y vamos a comentar algunos de ellos.

       Ser amable significa ser digno de ser amado,
ser cariñoso, afectuoso, cordial,
cortés, agradable, servicial, afable,
 incluso gracioso y risueño.
 Cualidades todas ellas que deben ser formadas en los niños
 desde la más temprana edad.
Ser amable también es ser atento,
brindar atención y respeto sobre todo a los menos aptos,
desvalidos, y necesitados.
La amabilidad no nace con el niño;
éste es impulsivo por naturaleza,
 y cómo ser amable y cortés se aprende
en las más diversas actividades de la vida diaria.
 Los niños asimilan las normas de comportamiento
social en la medida que los adultos los entrenan
 y enseñan a comportarse de acuerdo con esas normas.
Considerando a los demás, al otro.
Saludando a las personas conocidas,
 demostrando afecto a los compañeros de la escuela y a los amigos,
llevando algún regalo a la profesora,
compartiendo su material escolar,
 jugando sin peleas con sus compañeros,
agradeciendo a su madre por la deliciosa comida,
 acompañando a sus padres a la compra,
ofreciendo ayuda cuando alguien la necesita.
El niño puede aprender a ser obediente,
 sabiendo qué es lo que sus padres o profesores quieren;

 conociendo la satisfacción que su obediencia producirá;

 sabiendo el por qué y el valor de cada orden;
 teniendo claras sus obligaciones y deberes;
 con una enseñanza sistemática de todas sus actividades;
 teniendo reglas en casa y en la escuela;
cuando siente la aprobación de sus padres cuando es obediente;
 con las experiencias de sus padres;
 cuando siente que con la desobediencia
no consigue lo que quiere.
 El ser tolerante es ser condescendiente
y permisivo con alguien a causa de las circunstancias que medien,
es no impedir que haga lo que éste desee,
 es aceptar y admitir la diferencia y la diversidad.

        El niño puede aprender a ser tolerante,
cuando sus padres también lo sean;
 a través de historias;
en la convivencia con los demás;
 a través de los juegos; aprendiendo a respetar las diferencias;
 conociendo diferentes culturas;
 compartiendo; a través de los viajes; aprendiendo a no burlarse de los demás.
La perseverancia es un esfuerzo continuo,
 supone alcanzar lo que uno se propone,
 y buscar soluciones a las dificultades que puedan surgir,
 un rasgo de carácter muy importante para obtener un resultado concreto.
 Con perseverancia se consigue la fuerza,
y esto nos permite no dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo.
 El estudio siempre implica paciencia y perseverancia para su conclusión.
 La perseverancia les dará estabilidad, confianza en sí mismos y madurez.
La perseverancia se aprende con ejemplos.
Que los padres, le enseñen qué es ser perseverante a través de sus acciones.
Lo lograremos si somos constantes en todo lo que hacemos
y nos anticipamos a los obstáculos,
 si tenemos firmeza frente a las dificultades,
si enfrentamos los retos sin miedo,
con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra tarea,
o la actividad que sea.

La amistad es uno de los valores más importantes
 a desarrollar en la educación de los niños.
Se trata del afecto personal, puro y desinteresado,
 compartido con otra persona,
que nace y se fortalece mediante las interrelaciones entre los seres humanos.
Para que el niño aprenda sobre el valor de la amistad
 es necesario educarlo con sentimientos,
 conocimientos, habilidades, emociones, vivencias,
y que le preparemos para vivir con armonía y respeto.
Aprender a ser amigo.
 Los niños deben saber quién es un buen amigo y por qué,
 cómo se comportan los buenos amigos,
y cómo mantener una buena amistad.
 Deben aprender que un buen amigo puede ser para siempre,
 y que para eso es necesario cultivar y alimentar la amistad,
 día tras día,
 en la escuela, en el parque, en la vecindad, etc.
 El contacto con los iguales hace que el universo del niño
 sea aún más grandioso y rico.
 A través del otro, él puede aprender mucho de todo y de sí mismo.
Una de las riquezas más grandes que podemos legar a nuestros hijos,
 aparte de los rasgos de carácter mencionados arriba,
 es una psiquis sana.
Como también dijimos más arriba,
debemos sanarnos nosotros, primero.
Pero si alguno de los dos padres es sano, psíquicamente,
él/ella debería estar encargado de transmitir esa sanidad psíquica a sus descendientes/toldót. ¿Cuál es el secreto?
NO REACCIONAR EMOCIONALMENTE
        
Nuestra lucha más fuerte como padres
no es contra las malas influencias de nuestros hijos,
 ni contra la TV, ni contra el alcohol ni las drogas.

Nuestra lucha mayor como padres es contra nuestras reacciones emocionales.

 Lo mejor que podemos hacer por ellos
es aprender a enfocarnos en nosotros,
 no en ellos.
 Dejemos de tratar de controlarlos
y concentrémonos en lo que sí podemos controlar:
calmar nuestras reacciones espontáneas y automáticas.
         ¿Qué tiene de malo el ser reactivo?
 ¿Cómo podemos influenciar en nuestros hijos
si no podemos influenciarnos a nosotros mismos?
 Cuando reaccionamos, nos volvemos disfuncionales.
Claro que podemos gritarle a nuestros hijos/nietos, pero,
 ¿qué tipo de relación estaremos construyendo con este tipo de reacción,
 con la intimidación?
 Nos sentimos que hemos “pasado el límite” de nuestras posibilidades.
 Así nos sentimos:
poco preparados (para ser padres),
 poco apreciados y con muchos compromisos (como padres).
 Nos bombardean de todos lados acerca de la presión por ser buenos padres.
         El ser padres es un tema serio.
 El costo del fracaso es inimaginable.
 Uno se pregunta si es el único que, a veces,
 se sienta inepto como padre.
 ¿Se supone que sea así?
 La respuesta es: “Sí y no”.
 Sí, el ser padre es duro. Pero no,
no tenemos que sentir tanta presión como la que sentimos.
         Otra de las reglas exitosas es poner atención
 en lo que nuestros hijos están absorbiendo.
Los niños son como esponjas.
 Mucho de lo que absorben tiene que ver con valores morales y carácter.
         Haga de la comida familiar un gran tema.
 Esto es bien judío y bien efectivo.
 La mesa donde se reúne la familia para comer no es sólo el lugar de sustento,
sino el lugar donde se aprende y se pasan nuestros valores a nuestros hijos.
 Las costumbres, reglas de conducta y moral
son sutilmente absorbidas en la mesa familiar.
Una comida familiar debería comunicar
 y sostener ideales que los niños puedan alimentarse
 a través de todas sus vidas
 y esto es así definitivamente en los hogares judíos.
         Por último,
 involúcrese en la vida de escuela de sus hijos.
La escuela es la cosa más importante en las vidas de nuestros hijos.
Su experiencia con ella es una mezcla de triunfos y descontentos.
Cómo lidiar con estos vaivenes va a influenciar el curso de sus vidas.
 Ayudar a nuestros hijos a volverse buenos estudiantes
 es otro nombre para ayudarlos a adquirir un carácter sólido.
     Algo que NO está incluido arriba
es exclusivo para los judíos mesiánicos :
 debemos, desde pequeños,
 llevarlos a una relación PERSONAL con ADONÁI

por medio de
 Ieshúa ha Mashíaj

 y leerles la Toráh desde muy pequeños.
 Cuando hablo de relación personal
 quiero decir no una religión,
ni un conjunto de oraciones para hacer,
 sino

de PRESENTARLES a ADONÁI personalmente,

 e introducirlos a tener una amistad con Él.

 Esto sólo es posible cuando se tiene a Ieshúa dentro nuestro
y con Él, al Rúaj ha Kódesh.
Allí hay una fuente de Poder/Gvuráh espiritual
 inimitable e inalcanzable
 para aquellos que rechazan a Ieshúa como Mashíaj y como Elohím,
 y que nosotros debemos aprovechar en toda su magnitud.
 Ninguna oración prefabricada
puede sustituir la relación y la revelación
que viene después de entrar en este
 tete-a-tete personal con el Mashíaj.

 Pero, como hemos visto, es más fácil decirlo que hacerlo.
Creo que lo que necesitamos en el Judaismo Mesianico
es más decisión y más firmeza en nuestros propósitos,
 no sólo para nuestros hijos

sino para nosotros mismos.


¡UN FELIZ SHABÁT!

18 noviembre, 2011

PARASHÁH
 No. 5.
 JAIÉI SARÁH/LA VIDA DE SARÁH
Lectura de la Toráh:
Bereshít/En el Principio/
 23:1:25:18Haftaráh: 1ª Reyes 1:1:31
22 DEL MES OCTAVO DEL 5772
19 DEL MES DE NOVIEMBRE DEL 2011
Por
 Julio Dam
Rébe Mesiánico


COMENTARIO DE LA PARASHÁH 
 
"EL CASAMIENTO FELIZ
PARA ELOHÍM"   
   
  Todo en el Universo
 creado por Elohím
es un mashál/analogía/"proverbio"
de lo que existe en la realidad espiritual,
 ba Shamáim/en los Cielos.
 Cada detalle, cada creación de Elohím es una pista
 para una realidad más alta, espiritual,
 con un significado más alto, también espiritual;
 cada objeto o fenómeno nos ofrece la oportunidad
de aprender algo sobre el Olám ha Bah/el Mundo Venidero.
 En el Siglo XX, el judío austríaco Sigmund Freud,
 creador del Psicoanálisis,
 fue el primero en estudiar al hombre exterior a través de su lenguaje,
 para entender al hombre interior, al psíquico.
 Asimismo,
 Elohím nos invita a quienes tienen pasión
 por la verdad y por la sabiduría,
a estudiar el Universo exterior,
 para entender más al Universo espiritual y mental que nos rodea,
 aunque invisiblemente,
para la gran mayoría de los creyentes.
Esto sucede con el matrimonio.
 El matrimonio humano es una mashál/
una comparación/analogía del
 matrimonio de Elohím con Israel,
que hemos dicho muchas veces.
Sin embargo,
 en esta parasháh no nos referiremos a este aspecto,
 sino a explorar las características de un matrimonio exitoso,
 con felicidad, lo cual nos va a dar, simultáneamente,
 las características de una unión exitosa y feliz con Elohím,
 ya que, como dijimos,
 ambas están estrechamente relacionadas.
 En el judaísmo se dice, con razón,
 que Elohím puso a nuestro alcance
 la posibilidad de hacer una ruptura aún mayor en el Universo
 o de hacer un tikún/reparación en la ruptura del Universo con Elohím.
Nosotros podemos agregar que,
 como descubrió el científico Konrad Lorentz,
 del M.I.T., en California,
 pequeños cambios en un lugar
 pueden producir enormes cambios en otro,
 la llamada "Mariposa de Lorentz".
 Lorentz dice en su famosa frase al respecto que:
 "Un batir de alas de una mariposa en China
 puede producir una tormenta en New York." 
         Además, si existe una actividad humana que sea difícil,
 es el matrimonio exitoso
 (y, deberíamos agregar, el criar hijos de una manera correcta y apropiada).
 ¿Por qué es esto?
 Creo que existen dos razones de base:
 primero, porque el matrimonio Occidental (ashkenazí),
como dijo alguien,
 "es como una comida caliente que se pone en la mesa
 y se va enfriando con los minutos" (los años);

 mientras que un matrimonio oriental (sefaradí)
 es como un plato frío de comida que se pone en el horno lento,
 y se calienta lentamente".

 La analogía, además de ser chistosa, es cierta.
 El concepto de "noviazgo", "amor" y "matrimonio"
 en el Occidente es, a mi parecer,
 equivocada,
 y si lo comparamos con lo que Be Reshít nos dice
sobre la búsqueda de una esposa para Itzják,
 veremos que la búsqueda es totalmente
 sefaradí,
,no ashkenazí.
 No hay noviazgo
 ni amor,
 en el casamiento de Itzják.

 ¡A ojos occidentales,
 el matrimonio de Itzják con Rebeca debería haber sido
un fracaso total!

 ¡A quien en Occidente se le ocurre mandar a un criado
 a buscar una novia para su hijo!
 ¡A un loco! (¿O no?)
 ¿Ud enviaría a su criada a elegir una novia para su hijo!
 "Jas ve Jalílah!/¡Que Elohím no lo permita!",
 no es así? Sin embargo,
 este es el procedimiento que se hizo,
como usted mismo puede leer en Be Reshít 24.
 Este es el concepto sefaradí,
 pero más que nada de Elohím,
 que es muchísimo más importante.

 Para Elohím,
 a juzgar por este versículo,
 el concepto occidental del matrimonio,
 el amor, la atracción mutua, el noviazgo,
 no son lo que importa,
 ni es la manera en que se debe "arreglar" un matrimonio.
 Eliézer, el criado, es la manera.

 ¿Cómo es esto y qué significa?

 Eliézer es simbólico del Rúaj ha Kódesh,
que Elohím envía para buscar una Novia para Su Hijo,
 Ieshúa.
 ¿Qué busca Eliézer el criado en una futura esposa para Itzják?

Una señal y su bondad y amabilidad.

 La señal es que le conteste algo pre-pensado por Eliezer;
 la bondad y la amabilidad
son las características que Eliezer busca
 en la futura esposa-no la belleza, ni el cuerpo esbelto,
 ni el dinero de los padres de Rebeca (la dote),
 ni nada que se le parezca.

 Una señal de Elohím de que ella ES;
y un ACTO de bondad de parte de Rebeca,
 no UNA PALABRA de bondad.

          El concepto de BASHERTE
 ya lo hemos mencionado en nuestro libro,
 "IESHUAJ era un niño JUDIO..."
 pero para los lectores que no lo leyeron lo repetiremos brevemente.
 Bashérte, literalmente,
 en ídish significa
 "la destinada a ser",
 la elegida de Elohím para ser la novia/el novio para usted.
 Es muy importante que elijamos una bashérte
 y no una "mujer/hombre bonita/
o de la cual nos enamoramos".

 Si coinciden los dos criterios,
 ¡qué bueno! Pero el primero es, de lejos el mejor.
Elohím SABE
quién es nuestra bashérte,
nuestra "media naranja".
 La expresión "media naranja"
 no es tan folklórica como parece solamente,
 sino que es, en mi opinión,
 una enorme verdad espiritual.
En el judaísmo rabínico se dice que
 somos un alma que Elohím separa en dos,
 para enviarlas a la tierra,
para que se conozcan y se casen,
 y se unan como UNA sola alma que siempre fueron
 y quizás así es.

La elección de Elohím de un cónyuge,
 entonces,
 es la mejor manera de comenzar un matrimonio feliz.
 El es el único que sabe lo que nos conviene
 y lo que El tiene predestinado para nosotros;
nosotros nada sabemos.
 Este es el mejor de los comienzos.
 Lo fue para Itzják;
 ¿por qué no para usted o para sus hijos?
Una de las cosas más efectivas y sabias
que usted puede hacer es comenzar a orar desde ahora,
 desde que son pequeños por sus hijos y nietos
 para que Elohím seleccione el/la basherte para su hijo/a/nieto/a.

 Cuando llegue el momento,
 usted podrá ver la diferencia que esta oración hizo en su vida.
Cada cónyuge es un mundo aparte,
con un carácter específico y una configuración psicológica diferente.

Un buen matrimonio comienza con un auto-examen.
 ¿Quién es USTED? ¿Cómo es usted?
¿Qué virtudes y defectos tiene?
 Haga un “reconocimiento militar” de su personalidad.

 Lo primero que debemos hacer es conocernos a nosotros mismos.
 ¿Qué nos gusta?
 ¿Qué nos disgusta?
 ¿Hay algún problema mental,
 psicológico en usted que ha estado cubierto y que ni usted quiere saber de él?
 Porque si es así,
 usted es el primero que debe saberlo
 y tratar de curarse
 ANTES DEL MATRIMONIO.

 Cuando sepa un poco,
 bastante más sobre usted,
entonces estará en condiciones de comenzar a sanarse,
 con la ayuda de Elohim.

 Hay personas que tienen maldiciones desde pequeños,
desde el nacimiento.
 Hay otras que han sido heridas de niño/a
 y esta herida ha dejado una marca psicológica
 en sus psiquis que llevan hasta el día de hoy.

 Si usted es de estas personas, usted debe saberlo,
 para sanarse ANTES del matrimonio.
 ¿Por qué enfatizamos este ANTES?
 Porque si no se sana, usted estará buscando, inconscientemente,
 una persona que CORRESPONDA con su enfermedad,
con su problema psicológico.
 El enfermo se casa con alguien que corresponda con esa enfermedad!
 Y esto es un problema que después no tiene solución,
 porque aunque usted se sane de su problema,
 su cónyuge ya está enfermo,
 por eso precisamente usted lo eligió como tal.
Pero, dicho esto,
 supongamos que usted está sano/a
 y que está con intenciones de contraer matrimonio.
En el judaísmo, con muchísima razón,
 se encorazona a los jóvenes a casarse muy, muy jóvenes,
 para evitar los pecados sexuales,
 algo extremadamente sano.
Si usted une esta regla con las dos anteriores,
 el sanarse y el orar por un/a bashérte,
 verá que las probabilidades de éxito continúan subiendo.
Otro factor importante en la cultura y sociedad judío datí/observante,
 es la ausencia del famoso "macho" latino.
 En el judaísmo y en el matrimonio judío no hay "machos" latinos.
 Si queremos seguir al Elohím de Israel,
 debemos seguir a Sus hijos,
 el pueblo judío
y esto significa adoptar la cultura
 y la manera de pensar judía
 en todos los aspectos,
 inclusive en este aspecto.
 El marido judío datí no tiene "affairs",
 mujeres por ahí;
 es una persona fiel, dedicada a su familia y a su esposa.
 Esto tiene toda clase de resultados y de éxitos insospechados.

Por un lado, los sentimientos,
los pensamientos continuos se concentran en la familia
 y en la UNICA esposa.
 Por otro lado,
las finanzas y todos los demás aspectos que implican una familia judía,
como la vida espiritual, mental y sexual
 son muchísimos más sólidas,
 obviamente, cuando todo se enfoca en UNA esposa/o y familia,
 la única de Elohím y no en "regalitos"
 y en gastos extra-matrimoniales.
 Como decíamos en parashót pasadas,
 hablando del esposo de Sarah, Avrahám,
el deber del esposo (y hasta su anatomía está hecha para eso)

 es el de dar a su esposa, brindarse, no pedir, no "dame."

 Debemos examinarnos y comenzar a cambiar,
 comenzar a dar, de hecho, de boca, con las manos,
 con los pies, con la mente, con el rúaj/espíritu,
con nuestro tiempo,
con nuestra voluntad a nuestra esposa
 y a nuestros hijos.
Algunos de nosotros o de nuestras esposas son extremadamente introvertidas
 y les cuesta hablar, comunicarse,
 expresar sus sentimientos y pensamientos,
compartir con sus cónyuges.
 Esta es una traba enorme en el matrimonio,
 que está hecho más que nada, en las cosas diarias,
de comunicación, de conversación.
 Si usted no habla con su cónyuge, mucho,
su matrimonio está sufriendo.
Uno de los factores de felicidad y de éxito en el matrimonio
 es el compartir TODO con nuestro cónyuge.
 Si usted opina (aunque sea mentalmente)
de su cónyuge que no es lo suficientemente inteligente o "espiritual"
 como para usted,
 su matrimonio está en problemas serios.

 Debe enfrentar estos problemas de cara.

 Elohím no junta iguales,
 une personas muchas veces sin nada en común.
 En hebreo, cuando se habla en Bereshít de hacer una "ayuda" para el Ben Adám,
la expresión en hebreo es "ke neguedó" que significa, literalmente, "opuesto a él". ¡Elohím ya eligió un OPUESTO A USTED!
 ¿Por qué usted la va a rechazar cuando El ya se la eligió así?
 Esto tiene un significado:
 Elohím desea que ustedes se pulan entre sí,
como dos diamantes en bruto se frotan contra lijadoras
 para que el brillo salga a relucir;
 sin frotarlos, los diamantes son obscuros y sin brillo.
 El frotarlos saca el brillo, no su estado natural.

         En una familia o matrimonio feliz,
 cada cónyuge debe aprender a hablar lo que tiene que hablar
y lo que PUEDE hablar
 y COMO DEBE HABLAR
y a NO hablar lo que no debe hablar.
 También debe aprender lo que puede y debe hacer
y lo que NO puede ni debe hacer.

 ¡Uno de los secretos más fáciles de lograr en el matrimonio

es CALLARSE!

Usted opina que su esposa cocina cada vez peor?
 ¡CÁLLESE!
¿Usted cree que su esposo cada vez está más insoportable?
 ¡CALLESE!
Ore por ella o por él,
 pero no diga nada.
Pida tolerancia y ahaváh/amor sacrificial por ella, por él,
 pero NO HABLE.
 La boca es el arma más peligrosa que hay en un hogar, más que un revólver, a veces, especialmente una boca suelta,
 que cree que tiene derecho a insultar y a gritar sin límite.
Uno de los secretos de un matrimonio feliz
 es EL AUTO-CONTROL.
 Usted NO tiene derecho a decirle a su cónyuge,
 ni a su hijo/a todo lo que piensa de ella o él.
No le eche la culpa a sus genes,
 ni a sus padres, que tenían mal carácter.
USTED es el que tiene que controlarse y callarse,
precisamente cuando tiene más ganas de gritar a un miembro de su familia.
 ¿Su suegra es imposible de aguantar?
 ¡NO lo diga más!

 Ore por ella

 y pida que venga cada vez menos a su casa,
 o que se meta cada vez menos.
 Si esto no funciona,

es porque Elohím está usando a su suegra para pulir ese diamante EN BRUTO

que es usted.
 Aguántelo y agradezca a Elohím porque lo está cambiando.
En vez de gritar,
 o de protestar,
 trate de orar y de tolerar.
Pida a Elohím tolerancia y perdón en su corazón por los miembros de su familia inmediata que no soporta.
 El enojo tiene una causa principal:

 queremos que algo sea como NOSOTROS queremos

 y si no sale así, nos enojamos.
 Pues, eso es totalmente ilógico.
 El mundo NO gira alrededor suyo,
 como todos los hijos únicos creen.
Pida en oración a Elohím que le saque las pretensiones
 de que el mundo satelital de su hogar gire alrededor suyo.
 No va a ser así,
y cuanto antes usted lo acepte,
 menos se va a enojar.
 No pretenda que todo sea para usted,
 ni sea cocinado ni hecho ni dicho para usted.
 Cada persona de su familia tiene derechos.
 Espere su turno.
Comience a estudiar las reacciones de su cónyuge,
 hijo o suegra a lo que usted hace o dice.
 Si usted ve que cierta frase o actitud la pone histérica o nerviosa,

apúntelo en un cuaderno
Y NUNCA MAS LO REPITA.

No provoque una pelea ni una separación
por cosas que usted puede evitar
 con apuntarlas en un cuaderno y evitar hacer o decir.
 Cada persona tiene necesidades diferentes.
 Hay personas que necesitan grandes espacios emocionales
que quizás usted no necesite.
Si usted le pregunta a su cónyuge:
 "Dónde vas?"
si su cónyuge es de las/los que necesitan mucho espacio,
 va a tomarlo como que usted lo/la está controlando,
 queriendo saber cada movimiento que hace,
 o que está sospechando de su infidelidad.
Tenga en cuenta esta configuración diferente de cada uno y comprenda a su cónyuge, si es que ya no lo hace.
No descuide el aspecto sexual de su matrimonio.
 La intimidad en el matrimonio
es ahaváh física creada por Elohím,
 expresada en términos físicos, instintivos.
 No por eso hay que dejar a un lado la actividad íntima en el matrimonio ni descuidarla. Cuando la mujer, que es la persona que más rápidamente pierde los deseos sexuales por motivos hormonales (casi siempre),
 hay que hablar el problema.
El callarlo sólo va a conducir a problemas cada vez más serios en el matrimonio,
que van a repercutir en los otros múltiples aspectos de éste.

 Cuando es el esposo quien pierde interés en la intimidad,
 esto se puede deber a problemas emocionales,
 o depresivos, que también hay que enfrentar,
 no callar ni menos ocultar.
 (Estamos asumiendo que estamos hablando de un matrimonio judío
 por sangre o por fe, donde la fidelidad se da por dada.)
Por último,
si usted está pasando por una época infeliz en su matrimonio,
NO comience a pensar en otra persona, o en el divorcio.
 Esta es una alternativa
 que no es alternativa
 para un seguidor de Elohím.
 Cuando usted le va mal en su empleo,
 no piensa en irse,
piensa en cómo arreglarlo,
 con quién hablar en la oficina para solucionarlo.
 Igual y mejor debe pensar en cuanto a problemas en su matrimonio.
 Elohím hizo los problemas en su matrimonio
para que ustedes tres los resuelvan:

 Elohím usted y su cónyuge,

 no para que se separen.
Recuerde:
 su próximo matrimonio tiene grandes posibilidades de ser tres veces peor que éste;
 ¡y su tercer matrimonio tiene enormes posibilidades
 de ser diez veces peor que éste!
 Su rabino mesiánico o las personas que él ha designado al efecto,
 deben ser las encargadas de ministrarle y ayudarle.
 Para eso Elohím los puso en autoridad.
Si no es él, personalmente,
 alguien en su sinagoga debe especializarse en ministración
 y en oración,
 liberación y en sanidad del alma.
 LAS CUATRO COSAS SON FUNDAMENTALES.
 Estos son aspectos que se han descuidado,
 y si en una sinagoga se ministra una de estas cosas,
 ya es mucho. Sin embargo,
 las cuatro son fundamentales.
Sin ellas, los problemas de los miembros son descuidados.
 No es sólo la doctrina correcta la que tiene que ser estudiada,
 sino la manera de normalizar las situaciones anormales
 de sus miembros
y el rabino y la rébetzin
 y su equipo en la sinagoga
son los encargados y los responsables de esto.
Mas todas estas cuatro ministraciones
deben ser hechas en TOTAL DISCRECIÓN.
 NADIE en la sinagoga debe enterarse de los problemas de sus miembros,
excepto el equipo mencionado.
 NADIE. Si así lo hace,
 sus miembros los reconocerán como un hombre y una mujer de Elohím,
como deben ser.

10 noviembre, 2011

PARASHÁH
No. 4.
 VAIERÁH/Y APARECIÓ
 Lectura de la Toráh:
 Bereshít/En el Principio
 18:1:22:24
Haftaráh: 2ª Reyes 4:1:37
15 DEL MES OCTAVO DEL 5772
12 DEL MES DE NOVIEMBRE DEL 2011
Por
 Julio Dam
 Rébe Mesiánico

“LA  NATURALEZA DE  ELOHÍM”  

      El capítulo 18:1-2 de Be Reshít, nuestra parasháh de esta semana, habla de cómo Avrahám se esfuerza por atender a sus invitados, lo que en hebreo se llama “hajnasát orjím” (recibimiento de huéspedes), aun cuando Avrahám acababa de ser circuncidado—a los 99 años! (¡Auch!).     ¿De dónde sacó Avrahám esta cualidad de carácter, ya famosa en él, de dar? Pues, ¡claro: de ADONÁI mismo! Elohím, si lo pensamos un poco, antes de crear el Universo, no tenía ningún ser humano con quien hablar, con quién compartir nada, por lo que decidió crear el Universo y dentro de él, al hombre y especialmente al Pueblo Judío, para que sean Su pareja, Su Esposa (Jer.3:14), con la cual compartir y especialmente a quien DAR. El compartir, la amistad es uno de los secretos de un buen matrimonio, una base sólida para un matrimonio que dura. Una amistad se compone en gran parte de dar, una de las cualidades más destacables de Elohím, si no la MÁS destacable.   Ya que, como todos sabemos Avrahám era un “millonario”, como se lo llamaría hoy, ¿por qué no hizo que sus criados trajeran la comida para sus huéspedes, en vez de hacerlo todo él solo? Porque Avrahám había aprendido algo fundamental de ADONÁI: el ser dadivoso. El dar nos cambia; el dar nos hace pensar en los demás, en vez de pensar continuamente en satisfacernos a nosotros solamente. El dar nos hace SER más y más como Elohím y ésa no es una meta pequeña.     Podemos dar una multitud de cosas y en el Judaísmo Mesiánico Renovado (JMR) enseñamos y encorazonamos a nuestros miembros a hacerlo, ya que la tzedakáh (que literalmente es “limosna” pero que en el fondo comprende todo esto que estaremos hablando en esta parasháh) es fundamental para todo judío mesiánico, aparte de que es motivo de gran bendición para cada mesiánico renovado que la practique. AMOR AHAVÁH       El verdadero dar comienza con la ahaváh (amor sacrificial, espiritual de Elohím). La ahaváh es la fuerza más poderosa del Universo. No estamos hablando del amor carnal, condicional, sino del amor universal, incondicional con que Elohím nos ama a nosotros, aunque la gran mayoría del mundo no quiere saber nada de Él o está adorando a otro “dios” que el que nosotros adoramos. Cuando le preguntaron a Ieshúa cómo hacer para tener la vida eterna, citó los Mandamientos de la Toráh judía, como corresponde con un rébe judío como era Ieshúa, y lo sigue siendo: “Ama a tu amigo, compañero/reá como a ti mismo” (Mat. 19:19).     El amor ahaváh es, más que nada, sacrificio para nuestro yo, que demanda, continuamente nuestra atención y se cree el Universo entero.  Las madres son las que mejor dan este tipo de amor ahaváh, especialmente su tiempo, su confort, su comodidad, con tal de satisfacer las necesidades de sus hijos.  Es de ellas que debemos aprender todos, de su ejemplo.     Una de las características más difíciles de esta ahaváh es la incondicionalidad. Los que tienen ahaváh aman sin condiciones a los demás. Gracias a Elohím, que esto es una actitud mental y psicológica, y que por lo tanto se puede aprender. Para aquellos que no saben amar sin condiciones, pueden aprender a sacar sus condiciones y simplemente: amar, no importa qué haga la otra persona o en qué esté metido o cuál sea su actitud.    No es fácil esta actitud, pero sí es imprescindible. El que no la tenga, debe orar para que Elohím le dé esta ahaváh sin condiciones previas, ya que este es el tipo de ahaváh que tiene Elohím para con la humanidad entera. No ama a los judíos solamente, sino que ama a todos los seres humanos, no importa su actitud, su religión, su profesión, ni nada. Los ama POR ENCIMA de sus diferencias con Su moral o Su ética. Y hacia eso debemos apuntar. Eso no significa que ame, ni que nosotros tengamos que amar al pecado, no. Él ama a los pecadores pero odia al pecado, como bien claro lo dice en Rom. 1 y los insta a salirse de él. TIEMPO      Podemos dar de nuestro tiempo a los demás, a los que necesitan ser escuchados y ser confortados, aconsejados, guiados. Muchas personas, específicamente judíos mesiánicos (o no) necesitan ser escuchados y guiados. Para eso nos puso Elohím en sus caminos, nosotros que ya tenemos un tiempo con Él, y podemos guiarlos con Su guía, no con nuestra carne, que nada vale.    Es bueno examinar cómo gastamos nuestro tiempo: qué parte de éste se va en cosas insignificantes y sin valor, como el ver TV o el hablar cosas intrascendentes, en vez de estar haciendo algo por alguien. Sería muy importante y clave si por 30 minutos al día hacemos la cosa más importante que podríamos hacer en nuestra vida. (¿Sabe usted qué cosa es ésa? Es conversar con ADONÁI por medio de tener a Ieshúa dentro de nosotros, en nuestro espíritu/rúaj). Por lo menos por una hora al día, pase tiempo con las personas más importantes de su vida, que pueden ser su esposo/a, familia, amigos. No estamos hablando de conversaciones banales, aunque eso también es necesario en la familia, sino de relaciones significativas, que pueden surgir con nuestra oración previa.      Maneje su tiempo hoy, para que desde mañana esto se empiece a cumplir.    Contestar un iméil a una persona que está necesitada de información sobre Elohím puede salvar un alma o puede ayudarla a salir de un problemón en que esté en este momento, sin que nosotros ni siquiera sepamos la importancia de lo que le contestamos. Este autor recuerda hace muchos años atrás, cuando recién comenzaba a cumplir el shabát y le preguntaba a Elohím qué deseaba que haga en ÉSE shabat. Él le dijo al que escribe: “Ve a visitar a Fulana” (una hermana argentina en la fe, casada con un creyente). Cuando quise hacerlo, me enteré por teléfono que estaba internada en ese preciso momento en un sanatorio privado. Fui a verla, y conocí al padre de ella, que vivía en Argentina y que había venido sólo a ver a su hija internada, a quien le hablé de Elohím. Aceptó a Ieshúa y allí pensé que había terminado la cosa. ¡Años después me enteré que este señor que había aceptado a Ieshúa, falleció muy pocos meses después de aceptar a Ieshúa en Paraguay!     AYUDA    El dar incluye, obviamente, todo o parte de aquello que nuestro familiar, amigo o hermano en la fe necesita: hay personas que HOY necesitan un consejo; otros una ayuda financiera; otros una oración o una oración continua, todos los días; otros necesitan liberación (un tema acerca del cual no todos los judíos mesiánicos concuerdan); otros necesitan sencillamente que se les escuche. Mas todo eso y cada una de esas cosas es “dar”, ya que damos nuestro tiempo, nuestro esfuerzo y nuestra voluntad.    Hay consejos que han cambiado vidas enteras, porque han sido dados con sabiduría (aunque sea humana) y en el momento adecuado. El consejo de ciertas personas han cambiado vidas, ya sea en cómo criar a sus hijos, o cómo adelantar financieramente, o cómo comenzar una vida de nuevo. Hay otras personas que nunca hemos conocido ni vamos a conocer personalmente, como escritores o filósofos, que han cambiado la vida de millones de personas con sus sabios consejos sobre muchos temas.    Eso no significa, claro, que debemos de hacerle caso a todos los que nos aconsejen, aún cuando digan que sus consejos vienen de Elohím. La clave para aceptar o no, está en el testimonio de vida de la persona que nos lo da. Si la persona tiene un sólido testimonio, es prácticamente una certeza de que lo que nos aconseja es bueno o viene de Elohím (si eso es lo que él/ella nos dice). De otro modo, tenemos que tener MUCHO cuidado de no caer en ese tipo de manipuladores, que están manejados por espíritus de control, que pueden dañar una vida entera con un consejo equivocado.    Ni qué decir, que el mejor consejo viene de Elohím mismo. Debemos orar por él, buscar Su consejo y orar para que lo entendamos cuando nos lo envía. CONOCIMIENTO             Otro elemento importante que podemos dar a los demás es el conocimiento que viene de Elohím, no el nuestro, carnal y sin base escritural. Elohím desea usarnos como Sus portavoces, mas esto implica no sólo aprender primero Su Verdad (y no la “verdad” del mundo, que es engaño), sino estar dispuestos a sufrir y a aguantar rechazos por ella, ya que el mundo no puede aceptar la Verdad de Elohím, sino sólo la suya propia, que viene a través de la carne. Es justamente por eso que el Judaísmo Mesiánico tiene tanta oposición. Aquellos que estamos en él debemos prepararnos y fortalecernos espiritual pero especialmente mentalmente, ya que el rechazo contra el mesianismo es total. ESPERANZA   Una de las cosas más importantes que podemos dar a los que nos rodean es esperanza. Hay un mundo a nuestro alrededor que se pierde por falta de la Verdad. Cuando le hablamos de Elohím y de lo que Él le puede dar a su vida, estamos brindándole esperanza de una vida mejor, por lo menos en el Olám ha Bá/en el Mundo Venidero. ABRAZAR       Se han hecho estudios científicos recientemente y se ha comprobado que todos necesitamos un abrazo, un beso, una caricia, una demostración de que nos aman, aunque muchos de nosotros no podemos dar nada de eso, porque nunca nos han abrazado nuestros padres, ni nos han besado, y eso es lo que podemos transmitir a nuestros propios hijos o familiares: ninguna calidez. Nosotros, los latinos, tenemos fama de ser mucho más cálidos que los demás países del mundo. ¡Aprovechemos esa fama para demostrar a los demás que realmente los amamos! La próxima vez que vea a su hijo entrar por la puerta de entrada, dele un abrazo, un beso, y dígale que lo ama. ¡Verá la cara de sorpresa que quizás va a poner, por la falta de costumbre!    Como sea lo que hagamos, aprendamos a DAR mucho más de lo que estamos acostumbrados.

02 noviembre, 2011

¡EL  DESEO DE ELOHIM
 PARA SUS HIJOS ES
 BENDECIRLOS Y PROSPERARLOS!

            Debemos entender que la prosperidad y las bendiciones ya sea en la parte espiritual, en la familia o en el trabajo depende de que Sus palabras estén escritas en nuestros corazones y las hagamos parte de nuestras vidas y así permitir que El nos dé los regalos que tiene para nosotros.
Sería bueno meditar y ver cómo nos estamos manejando de acuerdo a lo  que Elohím nos exhorta a través de Sus palabras en los siguientes versículos que vamos a compartir:
En Iehoshúa 1: 7: “ Solamente esfuérzate y sé muy valiente para cuidar hacer conforme a toda la Toráh que mi siervo Moshéh te mando, no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”
Esforzarnos y ser valientes para hacer lo que El nos manda. Tener esta actitud y predisposición  no es fácil porque tenemos que aprender a ir contra la corriente, contra todo el estilo de vida que ordena el mundo y que no está de acuerdo con  lo que Elohím desea para sus hijos. Es una decisión muy difícil pero si nos vamos adaptando y no nos apartamos ni a diestra ni a siniestra, entonces seremos prosperados en todo lo que emprendamos porque El estará con nosotros. Pensemos, ¿estamos decididos a pagar el precio y ser esforzarnos y valientes?
Teh 1:1-3: “Dichoso el hombre que no anduvo en consejo de malos. Ni en camino de pecadores. Ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Sino que en la Toráh de Elohím está su delicia. Y en su Toráh medita de día y de noche. Sera como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no cae. Y todo lo que hace prosperará.”
Que la Toráh sea nuestra delicia, y meditemos día y noche en su Toráh. Cuando dice delicia significa practicar todos los días la palabra de Iojanán 4: 23 “… los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”, lo que nos lleva a cumplir Sus mandamientos con gozo y alegría, no por obligación o porque esperamos la recompensa sino porque sabemos que estamos honrando al Altísimo que tiene el control de todo en nuestras vidas, y desear disfrutar de Sus palabras porque trae dulzura y sabiduría a nuestros corazones entonces, todo lo que hagamos será prosperado.
Mishléi/Prov. 11:25: “El alma generosa  será prosperada. Y el que saciare, él también será saciado”.
Ser personas generosas. Así como Elohím es generoso con nosotros dándonos lo que necesitamos, nosotros debemos dar. Dar comprensión, tener un corazón que de amor, bondad, palabras de aliento, y suplir cualquier sea la necesidad apoyando en todo lo que podamos. Porque su promesa es que El alma generosa prosperará.
Dvarím/Dt. 28: 1-2 “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de tu Elohím, para guardar y poner por obra todos Sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Adonái tu Elohím te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas las bendiciones y te alcanzarán, si oyeres la voz de Adonái tu Elohím”.
Oír atentamente la voz de Elohím, para guardar y poner por obra Sus mandamientos. Cada vez que leemos y meditamos en Su Palabra estamos escuchando Su voz que nos esta enseñando  lo que tenemos que hacer y lo que debemos dejar de lado para compartir nuestra vida con El, y estemos en posición de recibir Sus bendiciones y Su shalóm en cada momento de nuestras vidas. Si lo hacemos, El nos exaltará y hará llegar todas Sus bendiciones en todas las áreas de nuestras vidas.
Estos son algunas de Sus instrucciones que debemos seguir si deseamos ser prosperados por Elohím y recibir Sus bendiciones. Sería bueno que examinemos nuestros caminos, nuestra relación con Elohím, nuestras actitudes, nuestra forma de pensar, de hablar, y rogar a Elohím que nos ayude a ver lo que debemos cambiar para recibir en todo lo que hagamos, Sus bendiciones y prosperidad en todas las cosas que tenemos que emprender.
Elohím  haga resplandecer Su rostro en tu vida; te bendiga, te prospere y Su luz y Su verdad estén a tu lado en todo momento.
PARASHÁH
No. 3.
 LÉJ LEJÁH/VÉ TÚ
Lectura de la Toráh:
Bereshít/En el Principio
 12:1:17:27
Haftaráh: Ieshaiáhu
”Is.” 40:27-41:16
8 DEL MES OCTAVO DEL 5772
5 DEL MES DE NOVIEMBRE DEL 2011
Por Julio Dam
Rébe Mesiánico

“AVRAHÁM: CÓMO
 SER AMIGO DE ELOHÍM”


Hubo hombres muy cercanos a ADONÁI en todo el Tanáj y todos sabemos esto, como Moshéh, Daniel, Ióv, pero sólo uno es llamado “amigo de Elohím” (Iaakóv/Jacobo 2:23) y éste es Avrahám, el protagonista de estos pasajes de la parasháh de esta semana. ¿A usted no le gustaría ser también, algún día, amigo de ADONÁI? ¿Qué condiciones y qué implica ser amigo de ADONÁI? Hay muchos mesiánicos que hasta se preguntarán: ¿Es que se puede ser amigo de Elohím? (En unos pocos meses más, después de la publicación de nuestro Pacto Renovado, saldrá la 2ª edición de nuestro libro, Cómo ser amigo de Elohím.)
Debemos comenzar diciendo enfáticamente: ¡Claro que sí! Se podía en los tiempos de Avrahám, en los tiempos de Shmuél el profeta y del profeta Daniel, y se puede ahora, en los últimos días/iomím ha kétz.
¿Cómo se hace para uno llegar a ser amigo de Elohím? En primer lugar, comienza con un hambre, con un anhelo de conocer al Creador, que vence a todos los obstáculos. Existe un hambre mundial, que muchas veces se canaliza por lo que se conoce como Nueva Era, que es el viejo ocultismo con un nombre elegante, o por religiones falsas, las que no adoran al Único y Verdadero Elohím, al Elohím de Israel y al Único Mesías, al Mesías de Israel. No debemos criticarlos, sino entender que es parte del hambre, que ya la Toráh anunció que vendría “hambre no de comer pan, y sed, no de beber agua, sino de oír la Palabra de Elohím” (Amós 8:11). Este “oír la Palabra de Elohím,” a su vez, trae otro hambre, más precioso que el primero, que es el hambre de oír la voz de Elohím mismo, el Creador de la Toráh.
En segundo, lugar, debemos de estar dispuestos a pagar el precio. (TODO tiene un precio, especialmente las cosas espirituales).  El precio puede incluir desde que nos suceda algo no tan simpático, pasando por la completa soledad e incomprensión de todos los que nos rodean, hasta súbitos problemas familiares o laborales que hasta que tomamos esta tremenda decisión para nuestra vida espiritual, no teníamos, ni sabíamos que existían. El precio también puede incluir el dejar de pensar en sobresalir y el pensar mejor en cómo alcanzar esta meta, hasta ahora inalcanzable para nosotros: el llegar a ser amigo de ADONÁI, El Creador del Universo.
 En tercer lugar, la amistad con ADONÁI a través de tener a Ieshúa dentro nuestro (y esta debe ser la jerarquía adecuada para orar, no otra), comienza con un compromiso absoluto e inquebrantable con ADONÁI. Este compromiso se selló con un pacto eterno con Avrahám. Nosotros también, si deseamos entrar en amistad con Él, debemos hacer un Pacto con Él, inquebrantable, absoluto, eterno, que sellará nuestro destino para toda la eternidad. Y Elohím se encargará del resto. El nos “guiará por sendas de camino recto, por amor a Su Nombre” como dice la Tehiláh, cuando antes caminábamos por sendas torcidas, por amor a los placeres de este mundo carnal. El nos pedirá sacrificios, como le pidió a Avrahám. Quizás no nuestro “Itzják” (el hijo de Avrahám) pero sí otros “hijos queridos” que tengamos, como nuestro empleo, nuestros hobbies, o hasta nuestra familia. ¿Estamos dispuestos a sacrificar a nuestro “Itzják” por El? “Pensemos el costo antes de edificar nuestra casa”, como nos aconsejó ADONÁI mismo “vestido” de Ieshúa, en Lc. 14:28.
La amistad con Elohím, significa, además, confianza/bitajón en El. No sabemos por qué hace con nosotros lo que hace. Pero debemos confiar en El, creyendo y “sabiendo” con nuestro espíritu/rúaj que lo está haciendo por nuestro bien. El no nos da explicaciones del porqué hace con nosotros lo que hace. En el año 1987 me dijo que dejara la iglesia carismática a la que toda la familia estaba asistiendo y que abriera una iglesia. Yo, acostumbrado a “los moldes cristianos” le pregunté si podía abrir un local. La respuesta fue: “tu casa será el lugar de reunión”. No entendí nada, pero obedecí sin chistar y sin quejarme. En 1994, en un viaje de catorce días a Israel con un pequeño grupo de miembros de nuestra sinagoga mesiánica, entramos en la ciudad de Tzfát/”Saféd” a la sinagoga del rabino José Caro, del siglo 16. ¡Me quedé helado cuando entré! ¡Era la sinagoga de mi casa en Asunción, Paraguay! ¡LA MISMA disposición de las sillas, de todo! El tener confianza en que El sabía lo que hacía en el 87, recién me fue “explicado” en el 94 (sin una explicación en palabras): iba a abrir una sinagoga, no una iglesia, ¡pero esto no sucedió físicamente hasta el 99, en que la “iglesia” se transformó en una sinagoga en mi casa, como sucede con casi todas las sinagogas, que están construidas en la casa del rabino y no en un local comercial!
¿No dice en la Toráh: “Creyó Avrahám a Elohím”? ¿Por qué? Porque Elohím era amigo de Avrahám y éste lo sabía, y por lo tanto, confiaba en su Amigo.
En cuarto lugar, debemos abandonar nuestras propias agendas y planes “espirituales” y ponernos a averiguar cuáles son los planes y las agendas de Elohím para nuestra sinagoga, no sea que estemos bloqueando Sus propósitos sin entenderlo. Estamos convencidos en nuestra mente que estamos haciendo la voluntad de Elohím. La pregunta tiene que ser: ¿Será que es cierto eso? O ¿será que estamos BLOQUEANDO la voluntad de Elohím con nuestras actividades? Nuestra lógica no es la de Él y nuestras “maneras correctas y santas” de hacer “Su obra” no son las de Él, de modo que tenemos que tener MUCHO cuidado de no confundir unas con otras. ¿Se está reuniendo usted o su sinagoga en los días que usted decidió o en los días de la semana que decidió Elohím? ¿Está usted enseñando lo que le gusta, lo que le vino a mano, o lo que Elohím le está indicando que enseñe? Todo esto es un reflejo de la clase de relación de amistad que el rabino o cada miembro tenga con ADONÁI. Si hay una buena relación, todo está en orden/be séder, y todo se está haciendo de acuerdo a Su voluntad y no a la nuestra. Si no es así, ¡usted podría estar yendo a contramano de Su voluntad! ¿En su congregación se está tocando la clase de música que le gusta al rabino o la clase de música que le gusta a Elohím? ¿Se está tocando la clase de temas, se está enseñando lo que le gusta a alguien en especial o a la mayoría o lo que Elohím desea que se hable?
En quinto lugar, debemos hacer un esfuerzo más y más grande, cada año, como sinagoga y como judíos mesiánicos individuales, de vivir más y más en el rúaj y no en la carne. Grandes cosas están sucediendo en estos momentos en el mundo espiritual/rujaní—y no todas son buenas, ¡y sin embargo, no tenemos ni la menor idea! Por otro lado, muchos problemas que sufrimos años sin solución tienen origen en el mundo espiritual, pero nadie nos lo ha dicho ni tenemos idea siquiera de cómo solucionarlos! Elohím es un ser espiritual y si deseamos ser su amigo, debemos subir a Su nivel y no pretender que El baje al nuestro. Vivir en el rúaj significa, en gran parte, vivir en constante comunicación ida y vuelta con ADONÁI, enterándonos de lo que le preocupa en estos momentos, sabiendo lo que piensa y lo que desea, tanto para nosotros, como para nuestra sinagoga mesiánica, como para el país en que vivimos.
En sexto lugar, la amistad con ADONÁI cambia nuestra perspectiva de todo. Nuestros problemas se achican y podemos entenderlos mejor, ya que comenzamos a verlos desde el punto de vista de El y no humano, carnal. Todos los judíos mesiánicos somos también “hebreos” que viene de la palabra “ivrí”, que significa dos cosas: “el que cruzó el río Iardén” y “el que vino del otro mundo”. Israel no es una mujer espiritual cualquiera. Está DESTINADA a grandes cosas y nosotros somos su rúaj/espíritu, de modo que nuestro destino es grande. Ha satán aprovecha para obsesionarnos y hacernos perder la perspectiva con nuestros problemas para que los veamos enormes, y perdamos de vista las enormes metas que Elohím tiene para nosotros como ivriím, como seres destinados a hacer grandes cosas en el mundo espiritual y que también influirán en el mundo físico.
Los problemas NO se van. Es nuestra obsesión con ellos y nuestra perspectiva la que cambia y comienza a entrar la comprensión del porqué los tenemos. Y allí está la puerta de salida para muchos de nuestros problemas crónicos.
En séptimo lugar, el tener una amistad con ADONÁI nos hace entender y aplicar con fervor verdadero y no con la manera mecánica con que muchas veces hacemos las cosas de Elohím,  la adoración y la danza judía es fundamental para nuestra vida espiritual y comenzamos a practicarla cada vez más, como manera de agradarle a El, que nos está viendo desde Su Trono/Heijál, aunque nos cueste creer, y se está gozando de nosotros, en compañía de Sus amigos, Avrahám, Moshéh, David, Ieshaiáhu, y todos los profetas/neviím.
En octavo lugar, la amistad con ADONÁI trae consigo Sus consejos y sus revelaciones, que son todo nuestro tesoro. No hay nada que podamos llevarnos a la tumba ni al Cielo, sino aquello que El nos reveló y nos enseñó. Dice en Mishléi/Comparaciones/”Prov.” 27:9: “Loción y perfume deleitan el corazón y la dulzura del amigo de un hombre hace lo mismo con su consejo de corazón.” ¡Imagínense lo que es, cuando “la dulzura del amigo” es Elohím mismo! Los invito a imitarme: tengo un cuaderno que titulé “man hú”  (el mal traducido “maná”), que lo percibo como el alimento espiritual de cada mañana que Elohím le pido y me da. Cada mañana casi, recibo Su “man hú” espiritual, Su comida espiritual, que siempre varía: a veces es un consejo, a veces es una orden, a veces es una revelación sobre algo en el Tanáj, a veces es una admonición/musár, diciéndome lo que tengo que cambiar respecto a alguien y a veces es un consuelo, diciéndome que no me preocupe por esto o por aquello, que lo deje en Sus manos.
Hay un proverbio en ídish muy bueno: “Hay tres tipos de amigos: los que son como comida, sin la cual uno no puede vivir; los que son como medicinas, a los cuales uno necesita ocasionalmente, y los que son como una enfermedad, a los cuales no deberíamos tener nunca cerca.” Elohím ciertamente que es nuestra Comida diaria, que nos sustenta, nos quita el hambre y nos hace sentir satisfechos.