18 abril, 2012

PARASHÁH
No.27
TATZRÍAH/CONCEBIDA
Día veintinueve del primer mes de 5773
21 de Abril del 2012
Lectura de la Toráh:
 Vaikráh/Y llamó/”Lev.” 12:1:13:59
Lectura de la Haftaráh:
Melajím Bét/2ª R.  4:42-5:19
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

"CÓMO LOGRAR LA PAZ MENTAL

QUE TANTO ANHELAMOS"
En esta porción de la Toráh,
 Elohím nos habla de la limpieza del que sufre de tzaaráh/enfermedad de la piel,
 usualmente no bien traducido como "lepra".
 La tzaaráh se entiende en el judaísmo,
 como una enfermedad producida por disfunciones psicológicas
 y no como resultado de un problema físico.
Vivimos en una época de la historia
donde todo es fundamentalmente mental, no tanto físico,
como en otros siglos, donde el trabajo manual era toda la vida del hombre.
 El hombre moderno vive en la mente y por medio de su mente,
 pero también sufre en la mente y por culpa de su mente.
         Todo en la vida puede cambiar,
 dependiendo de una palabra clave:
 DECISIÓN,
 como ya lo hemos dicho en parashót recientes.
Está en nosotros el decidir HOY MISMO
si vamos a vivir con la mente llena de nuestros problemas
 (¿y quién no los tiene?)

o con la mente llena
del Shalóm de Elohím.
        
Una vida diaria de shalóm interior/pnimíh,
 orden/séder
 y tranquilidad mental es la vida que todos soñamos,
pero pocos logramos.
Lo que nos falta es DECISIÓN y cómo lograrlo.

 La decisión corre por su cuenta;
 el cómo lograrlo será el tema de esta parasháh.
       
 El shalóm pnimíh sólo proviene de Elohím,
 quien es el Origen de todo lo bueno en este Universo.
 De modo que,
¿por qué no pedirlo en oración todas las mañanas, al levantarnos?

 Mas, este shalóm pnimíh
sólo viene para aquellos de nosotros
 que nos hemos vaciado primero de nuestros pensamientos negativos,
 acerca de las situaciones y de las personas.
 Todo aquello que pensamos,
 que esté relacionado con temores,
 incertidumbre,
 ansiedad,
 culpabilidad,
 tristeza o falta de shalóm pnimíh
es la causa de muchos problemas en nuestra vida,
 tanto psicológica como físicamente,
 lo que la medicina actual reconoce como
 "enfermedades psicosomáticas",
 es decir, producidas más que nada por nuestra psiquis,
 que es nuestra mente.
         ¿Cómo vaciarnos de todo aquellos que nos ensucia la mente,
 llenándola de tensiones innecesarias?
         Como rabino mesiánico, me he dado cuenta,
 con el correr de los años de consejería, del valor que tiene
para un miembro de nuestra sinagoga
el poder descargarse de todo problema
 o situación negativa en que se encuentra,
 por el sólo hecho de compartirlo con nosotros.
¿Por qué no compartirlo con Elohím, que es el UNICO
que puede hacer algo verdaderamente por nuestros problemas?
         Otra manera práctica de hacerlo
 es entregarle a Elohím mentalmente y a través de nuestra oración
una "bolsa mental" de pensamientos y emociones negativas
 y pidiéndole que se la lleve
 y nos llene la mente con pensamientos y emociones positivas,
 rompiendo toda barrera mental o psicológica
que hubiese en nuestra mente e inconsciente
 que impida que esto se lleve a cabo.
         Dice en Fil. 3:13-14:"...
una cosa hago:
olvidando en verdad lo que quedó atrás
 y extendiéndome a lo que está delante,
 prosigo a la meta..."
         Muchos de nosotros vamos al médico, cuando en realidad no tenemos nada físico, sino psicológico.
 Lo que necesitamos es un vaciado de nuestra mente
 de todo aquello que nos preocupa,
 nos provoca temor, ansiedad o culpa,
 o cualquier sentimiento negativo que podamos tener.
         Después de hacer esto, en nuestra oración matutina,
 debemos "mirar a Elohím", hablando con Él,
y pidiéndole que Su Rúaj nos transmita
(espiritualmente)
 Su shalóm pnimíh

y su Rúaj que nos envuelva,
 para que todo comience a estar mejor en nuestra mente.
         Claro que el vaciar nuestra mente
de todo lo que nos molesta no es suficiente,
 ya que algo tiene que sustituir  a nuestros sentimientos
 y pensamientos negativos que estaban allí,
 torturándonos.

DEBEMOS ENTRENAR A NUESTRA MENTE
a pensar "en todo lo verdadero,
 todo lo honesto,
todo lo que (tiene que ver con la Toráh),
todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre...
en esto piensen" (Fil. 4:8).
         Elohím nos ha dado muchas bendiciones en nuestra vida,
 ¿o no?
 ¿Ya no nos acordamos de ellas?
 ¡El sólo hecho de ser judío mesiánico
ya es una ENORME bendición!
 ¿Nunca se puso a pensar en ello?
CUATRO PALABRAS CLAVES
         Hay cuatro palabras claves en esta limpieza de nuestra mente
 y en este crecimiento
 que debemos incorporar a nuestra personalidad:

 "¡ORE! ¡TRABAJE! ¡PIENSE! ¡CREA!
        
¡Cuánto poder hay en estas cuatro palabras--
SI ES QUE las incorporamos a nuestra personalidad
 y las usamos diariamente!
         "La oración mueve montañas",
 decimos--pero, ¿lo creemos?
Aquí, de nuevo entra nuestro poder de decisión.

 Debemos DECIDIRNOS a comenzar a orar EN SERIO,

pidiendo todo aquello que nos está faltando en nuestras vidas,
 especialmente si es shalóm pnimíh.
 El caminar con shalóm pnimíh en nuestra vida diaria
 es una bendición que no tiene precio.
Y la clave está en nuestra oración,
 en cambiar nuestra oración e incorporar el pedir shalóm pnimíh
todos los días de nuestra vida a partir de hoy,
 haciendo de esto un hábito.
         El Poder de Elohím para cambiar nuestra vida mental es inimaginable.
 No podemos ni siquiera imaginarnos lo que Él puede hacer en nuestra vida,
 si nosotros lo "ayudamos"
 orando y pidiendo un cambio en nuestra mente.
         Esto en sí ya es "trabajar",
 ya que el hábito de la oración continua,
persistente, eficiente, no tiene precio.
 Pero también está el trabajo en sí,
que tenemos que hacer para que nuestra oración funcione
 y que Elohím pueda efectuar un cambio en nosotros.
¡No podemos orar y quedarnos a dormir hasta el mediodía
 y pretender "tener éxito"!

 La persistencia es una de las armas mentales y volitivas
(de nuestra voluntad)
que Elohím nos ha regalado a algunos de nosotros.
 El que no la tiene, debe pedírselo a Elohím.
 ¡NO HAY NADA, que no se consiga sin la Bendición de Elohím
 y NUESTRA PERSISTENCIA!
         Piense. El pre-condicionar nuestra mente
es clave para tener éxito en cualquier cosa que deseemos para nosotros.
 Si pensamos:
 "No sirvo para nada;
 ya mi papá me lo decía",
 vamos a ser "buenos profetas" y fracasar,
 porque hemos pre-condicionado nuestra mente para ello.
 Si, por el contrario, comenzamos a pre-condicionar nuestra mente
 para tener éxito en cualquier logro que queramos para nuestra vida,
 con Elohím, "todo es posible".
El pensamiento es el padre del hecho.
 Lo que pensamos precede a lo que va a suceder.
 Si pensamos en salir de nuestros temores,
 dudas, incertidumbre, depresión, "mala suerte",
 Elohím está a nuestro lado y nos sacará de todo esto.

El secreto de todo esto es la Ayuda de Elohím
y nuestra DECISION
para hacer todo lo necesario para lograrlo.
Durante el día, especialmente antes y después de orar,
 pruebe pensar en ideas tranquilizadoras
 o repetir algunos versículos del Tanáj
que le traigan shalóm pnimíh a su mente y corazón,
 como la Teh. 43:3:
 "Shláj oréija vaamitéija; héma ianjúni,
 iebiúni el har Kodshejá ve el Msihkenotéja/
Envía Tu luz y Tu Verdad;
ellas me guiarán; me traerán al Monte de Tu Santidad".

 Repita varias veces breves palabras claves del Tanáj como éstas o
"Titénli, ADONÁI, shalóm pnimíh/Dáme,
 ADONÁI (Padre) paz interior"
y respire hondo cuando termine de decirlas
y piense en las palabras de arriba.
 Todo esto, en conjunto, traerá shalóm pnimíh a su mente y corazón
y lo sacará de cualquier estado agitado
 y de preocupación en que normalmente vivimos,
 en el ajetreo del día a día.
Pida que estas palabras tranquilizadoras lleguen a su mente,
pidiendo a Elohím que lleguen a su mente y corazón
 y se extiendan por todo su espíritu/rúaj,
 especialmente palabras y expresiones del Tanáj

 La palabra sha--lóm dicha lentamente y seguido,
 puede ser para comenzar.
 Las palabras en hebreo tienen mucho más poder que en cualquier otro idioma.
 La tehiláh/"Sal." 23,
 desglosado en palabras,
puede hacer mucho para traernos tranquilidad, y shalóm pnimíh.
 Léalo, memorícelo, haga una copia y pida a Elohím
que se haga verdad en su vida.
He aquí algunos trozos en hebreo de la Tehiláh 23
 con su traducción para su uso:

"1. ADONÁI roí; lo ejsár/ADONÁI es mi pastor; no me faltará.

2. Bin´ót déshe iarbitzéni/En hermosas praderas me tenderá.

alméi menujót ienahaléni/sobre aguas tranquilas me dirigirá."

3. Nafshí ieshobéb/Mi alma descansará;

 ianjéni bemagléi tzédek lemaán Shmó/me encaminará por sendas de rectitud,
 por causa de Su Nombre.
Repítalas por lo menos al levantarse y al acostarse
y respire hondo, profundo, pidiendo mentalmente a Elohím que le dé su shalóm pnimíh.
Alimente su mente con pensamientos y sentimientos--hacia las personas
y las situaciones de éste día--que le produzcan shalóm pnimíh
y tranquilidad.
Para tener una mente con shalóm pnimíh,
 simplemente llénela con shalóm pnimíh.
¡UN FELIZ SHABÁT!

10 abril, 2012

Cuenta del Omer


La cuenta del Omer se realiza todas las noches después del anochecer, hasta la noche anterior a Shavuot.
BARÚJ ATÁ ADONÁI, ELOHÉINU MÉLEJ HAOLÁM,
 ASHÉR KIDSHÁNU BEMITZVOTÁV,
VETZIVÁNU AL SEFIRÁT HAÓMER.
Bendito eres Tú, Adonai nuestro Dios, Rey del universo,
que nos ha santificado con Sus mandamientos,
y nos ha ordenado lo concerniente a la cuenta del Omer.


Que el Misericordioso restaure el Beit HaMikdash a su sitio,
rápidamente nuestros días; Amén, séla.
Para el director del coro; un canto con música instrumental; un Salmo.
 Di-s tenga gracia con nosotros y nos bendiga,
que haga resplandecer Su semblante sobre nosotros para siempre;
para que sea conocido Tu camino en la tierra,
Tu salvación entre todas las naciones.
Las naciones Te alabarán, Di-s, todas las naciones Te alabarán.
 Las naciones Se alegrarán y cantarán jubilosamente,
pues Tú juzgarás a los pueblos con justicia
y guiarás a las naciones de la tierra para siempre.
Los pueblos Te alabarán, Di-s; todos los pueblos Te alabarán,
pues la tierra habrá rendido su fruto, y Di-s, nuestro Di-s, nos bendecirá.
Di-s nos bendecirá; y todos,
desde los más remotos rincones de la tierra, Le temerán.
Te imploramos, con el gran poder de Tu diestra, que liberes al cautivo.
 Acepta la plegaria de Tu pueblo;
fortalécenos, purifícanos, reverenciado.
Poderoso, Te imploramos,
guarda como la niña del ojo a aquéllos que procuran Tu Unicidad.
 Bendícelos, purifícalos; concédeles por siempre Tu misericordiosa rectitud.
Poderoso, Santo, en Tu abundante bondad, guía a Tu congregación.
 Único y Soberbio, vuélvete hacia Tu pueblo que recuerda Tu santidad.
Acepta nuestra súplica y escucha nuestro clamor,
Tú que conoces los pensamientos secretos.
Bendito sea el nombre de la gloria de Su reino por siempre jamás.
Amo del universo,
Tú nos has ordenado por medio de Moshé, Tu servidor,

contar Sefirat HaOmer,

a fin de purificarnos de nuestra iniquidad e impureza.
 Tal como has escrito en tu Torá:
"Contaréis para vosotros desde el día siguiente al día de descanso,
desde el día en que traéis el Omer como ofrenda mecida;
 [la cuenta será] siete semanas completas.
Hasta el día posterior a la séptima semana contaréis cincuenta días",
a fin de que las almas de Tu pueblo Israel sean purificadas de impureza.
 Por consiguiente, sea Tu voluntad,
Adonai nuestro Di-s y Di-s de nuestros padres,
 que en mérito del Sefirat HaOmer que conté hoy Netzaj ShebeJesed,
sea rectificado el daño que he causado en la sefira,
 y que yo sea purificado y santificado con la santidad suprema.
Que de este modo se conceda abundante generosidad sobre todos los mundos.
Que rectifique nuestro néfesh, rúaj y neshamá de toda bajeza y defecto,
 y que nos purifique y santifique con Tú suprema santidad.
Amén, séla.

PARASHÁH
No.26
 SHMINÍH/OCTAVA
Día veintidos del primer mes de 5773
14 de Abril del 2012
Lectura de la Toráh:
Vaikráh/Y llamó/”Lev.” 9:1:11:7
Lectura de la Haftaráh:
 Shmúel Bét  6:1-7:17
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

                                    COMENTARIO DE LA PARHASHA.                                                                                                                                                                                    
                                                               
Vaikráh/Y llamó/
”Lev.” 10:3:
“Esto es lo que dijo ADONÁI:
 En los que se acercan a mí, mostraré mi santidad,
 y ante todo el pueblo seré glorificado”.

CÓMO LOGRAR NUESTRA SANTIDAD

La Santidad/Kedusháh
 es un requisito que está en el Pacto Renovado:
 “Sean santos, como Yo soy Santo”
 dice ADONÁI en 1ª P. 1:16.
         Pero, ¿qué es ser santos/kadoshím?
 ¿Cómo hacerlo?
 ¿Cómo lograr tener kedusháh?
         La palabra “kadósh/santo” significa,
 primero que nada,
 estar separado para Elohím,

 no mezclado con el resto del mundo
que no conoce, o no desea conocerlo.
 La primera regla para la kedusháh, entonces es:
ESTAR SEPARADOS (PARA ÉL)
       Vivimos en un mundo lleno de actividades,
de trabajo, de cosas por hacer, de ideas e imágenes diferentes,

 la mayoría de ellas no de Elohím,

que nos contagian en todo sentido, y casi siempre,
no en el buen sentido de la palabra.

 Debemos apartarnos un tiempo todos los días,
para estar con Él,
 para sentir Su Presencia en nosotros,
 y para pedir Su consejo y Su guía para nuestra vida,
para los miembros de nuestra familia,
 como lo hizo nuestro Modelo, Ieshúa ha Mashíaj.
 “…subió al monte para orar a solas; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
Mat. 14:23. Los montes en Israel son apenas colinas,
pero nos dan una perspectiva de soledad y de aislamiento,
que es lo necesario para estar en comunicación con el Padre
y contarles nuestras quejas, penurias, y cosas hermosas que nos han sucedido,
e interceder por aquellos menos afortunados que nosotros,
 que están con algún problema o enfermedad.
Personalmente, prefiero la orilla del mar, en un lugar rocoso,
para contemplar el agua moviéndose,
 agitándose como el mundo se agita,
pero con un ritmo diferente, que llama a comunicarse con Elohím.

         En medio de esa soledad, estamos rodeados de Su Presencia
y de Su misericordia para con nosotros, que nada somos en realidad.
Pero para Él, somos preciosos, aunque muchas veces no lo creamos. 
         Las buenas decisiones sólo provienen de Él.
Nosotros somos demasiado volátiles y falibles para confiar en nosotros mismos
 para tomar una buena decisión.

Si usted necesita tomar una decisión importante,
 busque un lugar aislado,
y comuníquese con Elohím allí,
 en el medio de un parque, o de un jardín,
con nadie que esté hablándole,
 y póngase en Su Presencia,
porque allí va a tener la suficiente soledad y aislamiento
para recibir un buen consejo y una buena decisión,
que, muchas veces, puede cambiar nuestra vida.
         Hay pensamientos que nos vienen, que son al contrario de esta necesidad de aislarnos.
 Pensamientos como: “No tengo tiempo”;
“Mi familia es de otra religión;
 ¿qué van a decir?”;
 “Me necesitan en casa”,
 etcétera.
         Tenemos que hacer del aislarnos un hábito.
Primero, nos va a costar;
 pero luego, si planeamos bien nuestro tiempo—
y yo le recomiendo temprano en la mañana,
 antes de que comience el ajetreo del día—
se va a transformar en algo que va a extrañar si no lo hace.

         Tenemos que sacarnos el celular
y la computadora de nuestro camino,
 porque nos van a estar llamando y enviándonos iméils continuamente
y eso no nos va a permitir lo que necesitamos: un tiempo a solas con Elohím.
ORAR    

         Lo segundo que tenemos que aprender a hacer bien es orar.
 Hay diferentes tipos de oración,
 como ya hemos dicho varias veces en nuestras parashót.
 La mejor manera es conversar con Elohím,
 a través de tener al Rúaj ha Kódesh
y a Ieshúa dentro de nuestro rúaj.
 Créame:
 ¡Él le va a escuchar CADA PALABRA que usted diga! 

(Y cuando decimos “Él” nos estamos refiriendo al Padre,
ya que nunca debemos orarle a Ieshúa, así como Ieshúa mismo nos enseñó:
“Cuando oren, digan:
Padre Nuestro que estás en los Cielos/Avínu she ba Shamáim”).

         Tenemos que comenzar confesando nuestros pecados,
 tanto los pensados,
como los sentidos,
 como los dichos
 o los cometidos.

Cada uno de estos es un pecado,
aun cuando sólo sea un pensamiento pecaminoso y debemos arrepentirnos de ellos. 

         Como con el aislarnos, el orar tiene sus contras:
“No tengo tiempo, estoy muy ocupado”;
 “No sé cómo orar”;
¡Él no me va a escuchar!
¡Quién soy yo!”,
“Tuve una mala experiencia y no quiero volver a pasar por algo igual”;
y cosas parecidas, que sólo son excusas para no hacer lo que DEBEMOS de hacer,
si deseamos tener una vida exitosa, espiritualmente hablando. 

 DAR   
              Otra de las cosas que debemos aprender a hacer un hábito en nuestras vidas,
es el dar.
 La mayoría de la gente es muy habilidosa para pedir,
pero no para dar.
Debemos adquirir el hábito de dar nuestro tiempo,
nuestro dinero,
nuestros oídos,
 nuestras oraciones,
 intercesiones,
 nuestros consejos,
nuestra ayuda de todo tipo
para todos aquellos que necesitan una u otra cosa.

¿Quiere usted tener hasta que le sobreabunde?
Deje de pedir,
y comience a dar.

 Elohím está viendo cada cosa que usted da,
y le va a dar cien veces más,
 sin que hasta usted se dé cuenta.
         Para el hábito de dar quizás hay más excusas que para ningún otro:
“¿Y quién me va a dar a mí?”
“¡Él/Ella no ha hecho nunca nada por mí!”;
 “¿Por qué no trabaja, como yo trabajo?”

 Dar a alguien que ni conocemos,
o al mendigo que toca nuestra puerta,
o alguna ropa que  ya no usamos a un hermano de la sinagoga que no tiene suficiente,
 es lo más parecido a ser Elohím que cualquier otra cosa.
Recuerde:
Elohím está viendo lo que usted está haciendo.

EL PERDONAR    
   Otras de las cosas que debemos aprender a hacer es perdonar,
 especialmente a aquellos que nos han ofendido,
 despreciado,
insultado,
 calumniado,
robado.

El perdón nos trae descanso,
y la atención de Elohím,

que no nos escucha mientras tenemos nuestro corazón lleno de rencor,
y falta de perdón.

 Hay muchas excusas, todas válidas para no perdonar:
“¡El me insultó!”
 “¡No se hace lo que ella me hizo!”
“¿Cómo voy a perdonar, si arruinó mi vida?”
y muchas más.
         Sin embargo, la Palabra de Elohím es muy clara:

“Si perdonan a vuestros enemigos,
yo les perdonaré a ustedes vuestros pecados”. 

         ¿Quiere usted ser perdonado por Elohím y ser recibido Arriba?
Debe aprender a aceptar a cada uno como eso, y a perdonar sus faltas y sus ofensas,
así como Ieshúa perdonó a quienes lo ofendieron y lo persiguieron. 


EL CONSTRUIR RELACIONES INTERPERSONALES     

         Otra de las características que fomentan y aumentan nuestra kedusháh/santidad,
es el construir relaciones con los demás.
Ieshúa construía relaciones que llevaban a la salvación,
 pero también a tener discípulos, que lo seguían a todos lados,
 para aprender de Él a hacer la Voluntad del Padre.
Ieshúa tenía amigos íntimos,

como Miriám de Magdala, Marta, Iaakóv, Iojanán, Kefás, Eliézer.

 Debemos dar el primer paso para acercarnos a las personas
y darles nuestra amistad y nuestra ayuda.
 No nos dejemos llevar por nuestros prejuicios,
o quizás nuestra timidez
o carácter no amistoso,
 sino que acerquémonos a los demás
con el amor de Elohím,

y démosles Su amor y el nuestro.
         Todos tenemos la necesidad de ser apreciados y respetados,
 y de ser escuchados y de escuchar a los demás.
 Pidámosle a Elohím de Su paciencia,
si es que nos falta para hacer esto último.

EL AMAR   
  Esto nos lleva a la última enseñanza, y la más importante:
el amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos.
 El perdón trae un vacío espiritual y especialmente emocional,
que debemos llenar con nuestro amor por los demás.
 Amor significa todo lo demás de que hemos hablados,

 el dar, el ofrecernos, el orar por los demás, el amar a quienes no son fáciles de amar.

El amor no es un sentimiento:
es un acto de nuestra voluntad.
Debemos HACERNOS LA PREOCUPACIÓN Y LA DECISIÓN DE AMAR
 a todos los que nos rodean.
 Con esa decisión de nuestra VOLUNTAD,
 vendrá el amor espiritual que viene de Elohím,
que es el otro componente del amor.
Amaremos a los demás, no sólo porque lo hemos decidido con nuestra voluntad,
 sino porque Elohím nos ha ayudado,
enviándonos amor para cada persona, y perdón.
Este amor trae compasión, preocupación por los demás,
una inclinación a ayudarlos en lo que sea necesario,
y una sensación plena de felicidad que no tiene igual,
porque es puro sentimiento de Elohím.
         Con el amor de Elohím,
además de los demás sentimientos y hábitos mencionados más arriba,
logramos el ser kadoshím,
como Él desea que seamos.

¡UNA FELIZ SEMANA DE PÉSAJ!

03 abril, 2012

Parasháh
 Especial de PÉSAJ
14 del mes primero del nuevo año
Rósh Ha Shanáh 5773/6 de Marzo del 2012

Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico


LAS
CINCO ETAPAS
HACIA LA LIBERTAD DE PÉSAJ
Pésaj es llamado “zmán herutéinu”/
el tiempo de nuestra liberación,” no sin razón.
 Pésaj es una etapa de cinco pasos
en el camino hacia la unión con Elohím.
 Estos cinco pasos son:

LAS CINCO ETAPAS HACIA LA LIBERTAD

 (1)Mitzráim/”trabas”/”Egipto”→
(2)Pésaj(Liberación)→
(3) Desierto (Etapa de prueba)→
(4) Kna´án→
(5) Israel.
LOS CUATRO CONCEPTOS DE PÉSAJ
Veremos ahora Pésaj en sus cuatro conceptos principales.
 La festividad/jág de Pésaj/
”pasar por encima”
contiene cuatro alusiones y conceptos
 que debemos comprender,
de parte de Elohím para nosotros,
 los que somos judíos por sangre o por fe
 y creyentes en Ieshúa ha Mashíaj.
Estos cuatro conceptos principales son:
 (1) El Cordero de Pésaj;
(2) La matzáh/pan sin levadura;
(3) El marór/hierbas amargas; y
 (4) las cuatro copas de vino.
El cordero de Pésaj es la kaparáh/
el sacrificio expiatorio que Elohím ADONÁI
acepta EN VEZ de nuestra alma.
Desde aproximadamente el año 28 D.M.
Ieshúa es nuestra kaparáh de Pésaj
y Él pagó por nosotros
 con su vida
el sacrificio por nuestra salvación.
La matzáh/pan sin levadura
 es símbolo de santidad, purificación, salud,
 pureza y libertad.
 La matzáh representa el Cuerpo del Mashíaj,
 quien tiene esas cualidades.
 El comerla nos trae emunáh/fe verdadera,
 al entender plenamente el sacrificio
 en el árbol de olivo
 que Ieshúa hizo por todos aquellos
que no eran del Pueblo Judío.
El marór/hierbas amargas
es un símbolo del pasado para recordar en el presente;
 un símbolo de la esclavitud de nuestras inhibiciones,
que nos nos permitieron y a veces,
 aún no nos permite gozar de la libertad
que Elohím desea para nosotros.
Las cuatro copas de vino
representan la conquista en cuatro pasos de la vida eterna,
 ya que la uva, de la cual se hace el vino,
 es el fruto del árbol de la vida,
que a Adám y Javáh se les prohibió comer.
 El vino es la condensación física
 de la uva espiritual que estaba en el Gan Éden/
Jardín del Edén.
 Es lo que está a nuestro alcance ahora,
que ya no tenemos acceso a la uva del étz ha jaím/
árbol de la vida (eterna).
 Estos cuatro conceptos
envuelven la festividad de Pésaj
 y la simbolizan en cada uno de sus detalles.

LAS TRES GRANDES FESTIVIDADES
 COMO UN ADN CONDUCTUAL 
Pésaj es una época especial,
que Elohím usa para hacernos avanzar
y “pasar por encima”
 de manera más rápida que en el resto del año,
 aquellos problemas y defectos
que necesitan ser reparados en nuestra personalidad
 y psiquis. Es por eso, justamente,
 que nosotros, los judíos mesiánicos
recibimos tantos ataques en esta época,
porque ha satán
y su ejército
 sabe que corre riesgos de que avancemos demasiado
en esta época
 y nada que sea progreso y avance
es agradable al enemigo,
que nos quiere ver muertos o por lo menos,
desesperados.
MITZRÁIM (“EGIPTO”)
Pésaj, entre muchas otras cosas,
es un salir de nuestro Egotismo,
representado por Mitzráim,
de pensar sólo en

 “yo quiero”,

 e ir hacia el Altruismo
 (¿Qué puedo hacer por mi compañero, por mi familia?), hacia el pensar en los demás,
representado por Israel,
 “luz para los góim/gentiles”.
La primera etapa es la etapa del hombre carnal,
 que está en Mitzráim, en esclavitud,
 y como lo indica el significado de la palabra mitzráim/”trabas, inhibiciones”

 tiene trabas en las tres partes de su ser,
 según 1ª Ts. 5:23:
 “espíritu/rúaj,
 alma/néfesh
y cuerpo/gúf.”
Mitzráim es un nombre
para una serie de disfunciones psicológicas,
físicas o espirituales.
 Estas trabas o inhibiciones
 no le permiten al hombre carnal
 dos cosas principales:
(1) conocer al verdadero Elohím
y diferenciarlo de los millones de Dioses que existen,
cada uno con su respectiva religión; y
 (2) para quien sí ya lo conoce,
no le permite liberarse
 totalmente de estas trabas/
mitzráim de ha satán
y de su propia mente y cuerpo
y disfrutar de la libertad/jerút
que Elohím desea para cada uno
de los más de 7 millones de seres humanos en la tierra
en este mes de Abril del año 2012.
 (El primero de Diciembre llegó a los 7,043 mil millones.)
Pero, para que haya en nosotros
 esa noción de Egotismo
 versus Altruismo,
 y que no sea sólo una noción que hemos leído por ahí, debemos entender lo que es emunáh/fe,
 confianza, creencia.

En el fondo, es interconexión con Elohím
a través de Ieshúa dentro de nosotros.
El que llega a tener esta interconexión,
 no puede ser sacado de su emunáh:
 ni con la muerte,
 ni con las dificultades,
 ni con razonamientos lógicos.

 Él ya SABE que Elohím existe,
 porque se conectó con Él.
 Mitzráim significa
 “obstáculos, trabas, confinamiento”,
 que es un símbolo del mundo sin Elohím,
y con Dioses,
 lo cual produce,
naturalmente Egotismo,
el pensar sólo en nuestro yo
y en sus deseos y caprichos.

Pésaj, el salir apurados
de esos obstáculos
y ese confinamiento,
 nos lleva, a la libertad
 DE ha satán y sus trampas
 y a Israel, a estar con Elohím,
primero en nuestra vida,
pero mucho más importante que eso, para siempre,
 en el Olám ha Ba/Mundo Venidero.
Pésaj, gracias al Mashíaj Ieshúa,
 es un tiempo de oportunidad para cambiar rápidamente,
ya que tenemos al Mashíaj dentro nuestro
y Él es nuestra kaparáh
(sacrificio expiatorio) de Pésaj,
 lo que nos permite estar en Presencia del Padre,
 una experiencia espiritual
que está simbolizada en la festividad de Sukót (Cabañas).
En realidad,
 las tres festividades principales del Tanáj
(Pésaj, Shavuót—la festividad del Rúaj ha Kódesh—y Sukót) son simbólicas
de las Tres Dimensiones de Elohím
 y de las nuestras:
 Pésaj representa nuestro cuerpo,
 siendo muerto
y sustituido por el de Ieshúa;

 Shavuót representa nuestro rúaj/espíritu,
quien es lleno del Rúaj en Shavuót;
para prepararnos
 para estar en la Presencia de Elohím en Sukót.
Pero estas festividades,
 Elohím desea que las festejemos todos los días,
como un modo de vida.
 En realidad,
los tres significados expuestos
 son el ADN
de lo que tendría que ser nuestra conducta diaria:
un morir a nuestro yo
 (Pésaj);
un ser llenos del Rúaj
 (Shavuót),
 para estar en la Presencia del Padre
(Sukót),

 todos los días repitiendo estos tres conceptos,
una y otra vez,
 día tras día,
cada vez con más profundidad,
con más sinceridad
y con más concientización
de lo que estamos logrando.
EL DESIERTO (PRUEBA)
El desierto representa,
aparte de haber sido historia del Pueblo Judío,
la oportunidad para Elohím de elegir,
 de probar y elegir a los más aptos
 para entrar en la Tierra prometida,
 en Israel.

El desierto es símbolo de nuestra vida terrena,
donde la arena es símbolo de infertilidad (espiritual),
y símbolo de territorio de ha satán,
“el Dios de este mundo.”
KNA´ÁN
            Kna´án es simbólico del territorio psicológico,
físico y espiritual
que debemos conquistar para finalmente vivir
 en la presencia de Elohím.
Israel no está esperando por nosotros.
 Debemos eliminar a Kna´án primero para tenerla.
Así es nuestra vida:
 debemos eliminar a las trabas sobre nuestro carácter, nuestras maldiciones de herencia,
 los giborím/”hombres fuertes” de odio,
 rencor, falta de perdón,
 orgullo (este es el símbolo del jámetz/la levadura),
sexo, depresión, etcétera.
Mas esta batalla es la más ardua de todas
ya que implica luchar
y vencer a todos los enemigos en tres frentes:

 espiritual, psicológico y físico.

 No es una guerra que termina en un año o dos,
sigue toda nuestra vida.
 Luchamos con nuestros enemigos toda la vida
 para finalmente tener shalóm shalóm/
completa y total paz,
 cuando hemos sacado de nosotros la esclavitud
que todas estas trabas
 estaban produciendo en nuestra vida.

ISRAEL
Israel es símbolo de libertad,
 de haber llegado a la meta final
de nuestra existencia.
Pero, ¿qué es la libertad?
La podemos entender mejor cuando entendamos que es la esclavitud.
 Mitzráim significa las pequeñas jaulas
 en que nos encerramos nosotros mismos:
jaulas de depresión,
 de baja auto-estima
(“no sirvo para nada”,
“nadie me quiere”; “estoy solo/a”; etcétera.)
 Al comprender que sólo son jaulas
 y que debemos pedir ayuda a Elohím
para salir de ellas
 y salimos, esto es libertad,
y es esta libertad interior
la que se festeja en Pésaj,
 aparte de la libertad histórica
del Pueblo Judío.
 También está la libertad
que nos da el salir de las jaulas
 de las mentiras exteriores,
de los dogmas, tradiciones,
 y “mandamientos de hombre”
 en que hemos vivido en el pasado
o aún vivimos en el presente
y nos echamos de lleno en los brazos de Elohím
para que El provea
 LA LIBERTAD QUE NOS TRAE
LA VERDAD DE ÉL,
 y no
 la “verdades”
 humanas.

¡UN FELIZ DÍA DE PÉSAJ!