24 diciembre, 2011

GUÍA DE JANUCA 2011

Encendido de las velas

1ª vela à se enciende el primer día al anochecer (martes 20 de diciembre).
8ª vela à se enciende el octavo día al anochecer (martes 27 de diciembre).

SHABAT à El viernes la 4ª vela, debe encenderse antes de las velas de shabat. La 5ª vela se enciende inmediatamente después de la havdalá al culminar el shabat.

  • DÓNDE à En la puerta de entrada próxima a la calle o la ventana que da a la calle.
  • CUANDO à A la puesta de sol. Deben arder como mínimo media hora después de la salida de las estrellas.
  • COMO à La primera noche se enciende la primera vela del extremo de la derecha, la segunda noche se enciende la segunda vela y luego la de su derecha (la de la noche anterior). Cada noche se agrega una vela y la vela que se agrega es la que primero se enciende y luego las anteriores (de izquierda a derecha).


Bendiciones en el encendido de velas
La primera noche antes de encender se recitan tres bendiciones:




Baruj Atá Ado-nai, Elohe-nu, Mélej haolam, asher kideshanu bemitzvotav vetsivanu lehadlik ner (shel) januká. (Bendito eres Tú, Ado-nai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien nos santificó mediante Sus preceptos y nos ordenó encender la vela de januká).
Baruj Atá Ado-nai, Elohe-nu, Mélej haolam, sheasá nisim laabotenu baiamim hahem bazemán hazé. (Bendito eres Tu, Ado-nai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien hizo milagros con nuestros padres en aquellos días en este tiempo).
Baruj Atá Ado-nai, Elohe-nu, Mélej haolam, shehejeianu vekiemanu vehiguianu lazemán hazé. (Bendito eres Tu, Ado-nai, D'os nuestro, Rey del universo, Quien nos ha hecho vivir, nos ha mantenido y nos ha hecho llegar hasta este tiempo).


Desde la segunda noche en adelante sólo se recitan las primeras dos bendiciones antes de encender las velas.

Bendiciones tras encender las velas
Después de encender las velas se recita el Hanerot halalu, y hay quienes acostumbran cantar la canción "Maoz Tzur".



"Hanerot Halalu Anajnu Madlikín, al Hanisim Veal Hateshu'ot Veal Hanifalot, Sheasita Laabotenu Al Yedé Cohaneja Hakedoshim. Vejol Shemonat Yemé Januká, Hanerot Halalu Kódesh. Veén Lanu Reshut Lehishtamesh Bahem Ela Lirotam Bilbad, Kedé Lehodot Lishmeja Al Niseja Venifleoteja Vishu'oteja".

"Estas luminarias nosotros encendemos: por los milagros, por las redenciones y por las maravillas que hiciste para con nuestros padres, en aquellos días, en este tiempo, por medio de Tus Santos Cohanim. Y durante todos estos ocho días de Janucá, estas luminarias son sagradas, y no nos es permitido hacer de ellas uso alguno que no sea el de contemplarlas solamente; para que así agradezcamos a Tu nombre por Tus milagros; Tus maravillas y Tu salvación".


Oras bendiciones
Nuestros Sabios nos ordenaron insertar en los rezos y las plegarias de los días de Januká una mención especial sobre la fiesta (Al hanisim).
Asimismo, en los ocho días de Januká se recita el Halel completo después de la amidá, y luego se saca un libro de la Torá del cual leen tres personas una lectura extraída de parashat Nasó.


Al hanisim


Al hanisim veal hapurkán veal haguevurot veal hateshuot veal hamiljamot sheasita laavotenu baiamim hahem bazemán hazé.  Bimé Matitiahu Ben Iojanán Cohén Gadol jashmonái uvanav kesheamedá maljut Iaván hareshaá al amejá Israel lehashkijam Torateja ulhaaviram mejuké retzoneja veatá berajameja harabim amadta lahem beet tzaratam, ravta et rivam, danta et dinam, nakamta et nikmatam masarta guiborim beiad jalashim, verabim beiad meatim, vezedim beiad oseké Torateja uLjá asita shem gadol vekadosh beolameja, ulamejá Israel asita teshuá guedolá ufurkán kehaiom hazé.  Veajar ken bau vaneja lidvir beteja, ufinú et hejaleja, vetiharú et mikdasheja, vehidliku nerot bejatzrot kodsheja, vekaveú shemonat iemé Januká elu, lehodot ulhalel leShimjá Hagadol.
Por los milagros, y por la redención, y por las poderosas acciones, y por las salvaciones y por las guerras que Tú has hecho para con nuestros antepasados en aquellos días, en esta época.  En los días de Matitiahu , hijo de Iojanán el Sumo Sacerdote, el jashmonái y sus hijos, cuando se levantó el malvado imperio griego contra Tu pueblo Israel, para hacerles olvidar Tu Torá y hacerles violar los decretos de Tu voluntad.  Pero Tú, por Tu gran misericordia, Te erigiste junto a ellos en su momento de aflicción, libraste sus luchas, defendiste sus derechos y vengaste el mal que se les había infligido.  Entregaste a poderosos en manos de débiles, a numerosos en manos de pocos, a impuros en manos de puros, a malvados en manos de justos y a lascivos en manos de los que se dedican a Tu Torá.  Y para Ti hiciste un Nombre grande y Santo en Tu mundo, y para Tu pueblo Israel hiciste una inmensa salvación y redención como este día.  Luego, Tus hijos entraron al Santuario de Tu Casa, limpiaron Tu Templo, purificaron Tu Santuario, encendieron luces en Tus sagrados atrios, y fijaron estos ocho días de Januká para agradecer y alabar Tu gran Nombre.

El halel
El Halel es una serie de Salmos de alabanza a D'os que los Sabios instituyeron leer en los días de fiesta acompañados por una bendición anterior y una posterior a su lectura.  Estos son los Salmos 113, 114, 115, 116, 117 y 118:


Tehilim 113: "Alaben a Dios, alaben los servidores de Dios, alaben el Nombre de Dios.  Sea el Nombre de Dios bendito, desde ahora y para siempre.  Desde la salida del sol hasta su puesta, es alabado el Nombre de Dios.  Elevado por sobre todos los pueblos está Dios, sobre el cielo está Su gloria.  ¿Quién es como Adonai, nuestro Dios, que elevado reside, quien desciende para observar, en el cielo y la tierra?  Levanta del polvo al pobre, y de los basurales alza al menesteroso.  Para asentarlo entre los distinguidos, entre los distinguidos de Su pueblo.  Convierte a la mujer estéril en la alegre madre de sus hijos.  Alaben a Dios".


Tehilim 114: "Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Iaacov de un pueblo extraño.  Fue Iehudá el pueblo de Su consagración, Israel Su reino.  El mar vió y se escapó, el Jordán retrocedió.  Las montañas bailaron como ciervos, las colinas como corderitos.  ¿Qué ocurre contigo, mar, que te escapas, el Jordán, que retrocedes.  Las montañas, que bailáis como ciervos, las colinas, que lo hacéis como corderitos?  Por causa del Señor que formó la tierra, por causa del Dios de Iaacov.  El que convierte la roca en fuente de aguas, el pedernal en manantial de aguas".


Tehilim 115: "No a nosotros, Dios, no a nosotros, sino que a Tu nombre dale honra, por Tu benevolencia, por Tu verdad.  ¿Por qué dirán los pueblos: "Dónde está su Dios"?  Y nuestro Dios está en los cielos, todo lo que desea Él hace.  Sus ídolos son de plata y de oro, obra de las manos del hombre.  Boca tienen mas no hablan, ojos tienen mas no ven.  Oídos tienen mas no oyen, nariz tienen mas no huelen.  Manos (tienen) mas no palpan, pies (tienen) mas no caminan, no vocalizarán con su garganta.  Como ellos serán los que los hacen, todo el que cree en ellos.  Israel: confía en Dios, su ayuda y su amparo es Él.  Casa de Aharón: confía en Dios, su ayuda y su amparo es Él.  Los temerosos de Dios: confíen en Dios, su ayuda y su amparo es Él.  Dios que nos recuerda bendecirá, bendecirá a la Casa de Israel, bendecirá a la Casa de Aharón.  Bendecirá a los temerosos de Dios, a los pequeños junto a los grandes.  Incrementará Dios a vosotros, a vosotros y a vuestros hijos.  Benditos sean ustedes para Dios, el Creador del cielo y la tierra.  Los cielos son los cielos de Dios, mas la tierra la ha dado a los hombres.  Los muertos no alabarán a Dios, ni tampoco los que descienden al silencio.  Mas nosotros bendeciremos a Dios, desde ahora y para siempre, alaben a Dios".


Tehilim 116:  "Amé porque escuchó Dios, mi voz y mi imploración.  Porque prestó Su oído a mí, y en mis días lo he invocado.  Me rodearon los dolores de muerte, y los sufrimientos del sepulcro me encontraron, hallé aflicción y angustia.  Y el Nombre de Dios invoqué: Por favor, Dios, libera mi alma.  Clemente es Dios y justo, y nuestro Dios se apiada.  Dios cuida a los inocentes, empobrecí y a mí me salvó.  Vuelve alma mía a tu descanso, pues Dios se apiadó de ti.  Pues has liberado a mi alma de la muerte, a mis ojos de la lágrima, a mi pie del tropiezo.  Me encaminaré delante de Dios, en las tierras de la vida.  Tuve fe por eso hablé, yo empobrecí mucho.  Yo dije en mi apresuramiento: Toda persona es engañosa.  ¿Cómo le retribuiré a Dios todas Sus bondades conmigo?  La copa de las salvaciones levantaré, y el Nombre de Dios invocaré.  Mis votos a Dios cumpliré, delante de todo Su pueblo.  Preciada a los ojos de Dios, es la muerte de Sus piadosos.  Te reconozco Dios pues soy Tu servidor, yo soy Tu servidor el hijo de Tu servidora, Tú has abierto mis cadenas.  A Ti te ofreceré un sacrificio de gracias, y el Nombre de Dios invocaré.  Mis votos a Dios cumpliré, delante de todo Su pueblo.  En los patios de la Casa de Dios, en medio de ti Jerusalem, alaben a Dios".


Tehilim 117: "Alaben a Dios todos los pueblos, alábenLo todas las naciones.  Porque engrandeció sobre nosotros Su benevolencia, y la verdad de Dios por siempre, alaben a Dios".


Tehilim 118: "Agradezcan a Dios, porque es bueno, pues eterna es Su misericordia.  Diga ahora Israel, pues eterna es Su misericordia.  Diga ahora la casa de Aharón, pues eterna es Su misericordia.  Digan ahora los temerosos de Dios, pues eterna es Su misericordia.  Desde la angostura te llamé Dios, me contestó en la amplitud Dios.  Dios está conmigo no temeré, ¿qué me hará el hombre?  Dios está conmigo ayudándome, y yo veré a mis enemigos.  Es mejor confiar en Dios que apoyarse en el hombre.  Es mejor confiar en Dios que apoyarse en las personas distinguidas. Todos los pueblos me rodearon, en Nombre de Dios los destruiré.  Me rodearon y me rodearon más, en Nombre de Dios los destruiré.  Me han rodeado como abejas, se han quemado cual fuego de espinos, en Nombre de Dios los destruiré.  Empujar me han empujado para que cayera, pero Dios me ayudó.  Mi fuerza y mi canto es Dios, y fue para mí la salvación.  Voz de canto y salvación en las tiendas de los justos, la diestra de Dios hace la fuerza.  La diestra de Dios es elevada, la diestra de Dios hace la fuerza.  No moriré, sino que viviré, y contaré las obras de Dios.  Sufrir me ha hecho sufrir Dios, mas a la muerte no me entregó.  Ábranse para mí los pórticos de la justicia, iré por ellos, agradeceré a Dios.  Este es el pórtico de Dios, los justos irán por él.  Te agradeceré pues me respondiste, y fuiste para mí la salvación.  La piedra que despreciaron los constructores fue la que ocupó el mejor lugar.  De Dios es esto, ella es maravillosa a nuestros ojos.  Este es el día que hizo Dios, regocijémonos y alegrémonos en él.  Por favor Dios, sálvanos, por favor Dios, ayúdanos.  Bendito es el que viene en nombre de Dios, los hemos bendecido a ustedes desde la Casa de Dios.  Fuerte es Dios y nos iluminó, aten el sacrificio con cuerdas, a las esquinas del altar.  Mi fuerza eres Tú y te agradeceré, mi Dios Tú eres y te exaltaré.  Agradezcan a Dios porque es bueno, pues es eterna Su misericordia".
PARASHÁH No.
10
 MIKÉTZ/DESDE EL FINAL
Lectura de la Toráh:
Bereshít/En el Principio/”Gn.” 41:1-44:17
Haftaráh: 1ª Reyes 3:15:4:1
28 DEL MES NOVENO DEL 5772/
24 DEL MES DE DICIEMBRE DEL 2011
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

“SALIENDO DE LOS EXILIOS DE
ISRAEL”


        La nación de Israel
salió del exilio/galút de Mitzráim/Egipto,
en este libro de Be Reshít (“Gn.”)
aunque después entró en el galút de Bavél.
Es importante entender y asimilar que,
como toda mujer espiritual,
Israel tiene tres partes:

 espíritu, alma y cuerpo,

 y que las tres partes estuvieron en el exilio/galút,
aun cuando son diferentes
y las épocas son diferentes.
El alma/mente de Israel
está formado por los judíos por sangre.
Estos estuvieron
y siguen estando en el galút,
 dispersados por todo el mundo.
(¡Se descubrieron 1.500 judíos CHINOS!)

Elohím,
en persecución de su Plan de reunir a Israel,
 está permitiendo la actual ola
de judeofobia en todo el mundo,
 que ha satán lleva a cabo con mucho gusto.

 Como ya hemos dicho en una parasháh pasada,
la historia reciente del mundo
(la Segunda Guerra Mundial y las décadas anteriores a ella)
 nos debería haber enseñado que la judeofobia
es una especie de síntoma de enfermedad del cuerpo,

que es el mundo.

Cuando el mundo tiene fiebre,
es porque pronto va a estar muy enfermo,
y así sucedió con Kristallnacht
(la noche de los cristales rotos,
donde miles de negocios judíos fueron saqueados
y rotos en Alemania, el 9 de Noviembre de 1938)
 y que precedió a la catástrofe mundial de la Segunda Guerra,
donde por lo menos 50 millones de personas,
 entre ellas 6 millones de judíos
(de un total de 14 millones)
fueron asesinados.

El rabino principal de Israel,
ha dicho que la situación
 es muy peligrosa para los judíos allí
y que se teme que la situación se agrave
y recomienda que el gobierno israelí
 prepare un plan para acoger
 a los inmigrantes europeos que pronto,

cuando la temperatura emocional anti-judía se eleve,

 decidan emigrar a Israel.
La situación de los judíos en Latinoamérica,
donde la mayoría de nuestros lectores se encuentran,
no es tan grave,
 pero sí hay episodios aislados de antisemitismo
 en muchos de los países del área,
aunque todavía no se puede decir
que haya una “ola de antisemitismo”
 como la que existe en Europa actualmente.

De nuevo podemos diagnosticar
que el mundo está enfermo,
y que otra gran guerra mundial
se acerca (la última),
por sólo el hecho de la fiebre de judeofobia
 que está recorriendo el mundo.

El resultado de esta fiebre mundial será,
como lo fue anteriormente,
el retorno de la mayor parte del Pueblo judío,

el alma/mente de Israel,
de acuerdo con la Voluntad de Elohím,
que desea que Su Esposa
 salga de su exilio/galút
y vuelva a su lugar,
 a su tierra,
 a Israel.

Pero aparte del alma de Israel,
estamos los que formamos parte
del espíritu de Israel,

que somos los judíos
 por sangre y por fe,

los judíos mesiánicos,

y aquellos cientos de miles de cristianos
 en todo el mundo
que están siendo llamados por Elohím
en todo el mundo,

 sin que entiendan muy bien
qué les está queriendo decir El:

que también debemos retornar a Israel,
por lo menos y por el momento,

mental y espiritualmente,

como corresponde a nuestra posición
 dentro del Cuerpo de Israel.
¿Qué implica este retorno
del galút/exilio para nosotros,
los judíos mesiánicos
y cristianos que están siendo llamados?

En primer lugar,
debemos entender que todos
 los creyentes en el Elohím de Israel
y en el Mashíaj de Israel
 estuvimos
 y muchos lo siguen estando
—en un exilio mental,

muy parecido al exilio mental
en que los griegos impusieron a la nación de Israel
con su ataque a la mente de Israel
que culminó en la rebelión
que se conmemora justamente en estos días,

 la de Jánukah en todo el Pueblo Judío,

en el año 165 a.M..
 Notemos que lo que provocó la rebelión
 de los Macabeos
no fue la destrucción física
 del Templo de Irushaláim,
 sino su desecración:
 colocaron una cabeza de puerco
en el altar
 y una estatua de su demonio principal,
 Zeus,
 a propósito, para atacar la mente
del Pueblo Judío y sus conceptos,
su ética y su moral.

 Casi nadie se ha preguntado:
¿Por qué no destruyeron el Templo,

en vez de sólo colocar una cabeza de puerco,
 lo cual relativamente, no es tan “malo”
 como destruirlo?

 La respuesta es que desacrar es tan malo como destruir,
ya que, aunque conserva viva la estructura,
destruye la esencia de esa estructura,
en este caso,
el monoteísmo y la santidad/kedusháh del Templo.

¡La otra respuesta
es que esa cabeza de cerdo
y esa estatua de Zeus
 ha estado en nuestro templo interior,
 que es nuestro espíritu,
hasta el día de hoy,
ensuciándolo,
desacrándolo
y extinguiendo los valores
y la perspectiva judía del mundo

 y haciendo que lo veamos
con una perspectiva falsa,
la griega,

 que es la Occidental!
Cada uno de nosotros debemos salir
de nuestro exilio mental y emocional,
 de nuestra cultura griega,
 con sus valores, ética, moral
 y perspectiva del mundo/perspectiva olamít (Heb.)

y sustituirla por unos valores,
 una ética, moral
y una perspectiva olamít judía mesiánica,
 uno por uno, de a poco,
pero con seguridad
y perseverancia sin fin.

¿Qué queremos decir con esto en la práctica?
Que debemos salir de los engaños de ha satán,
con que éste ha venido alimentando
al mundo
durante los últimos 1900 años
 respecto a las cuestiones espirituales
 y retornar a la Verdad de Elohím
 en todos los aspectos.
(Esto es lo que en el libro
 “¿Jesús era un niño cristiano
que iba a la iglesia todos los domingos”?
 llamamos “Las 35 Tesis”.)

Para dar un solo ejemplo
de estos engaños,
 no hay nada más actual
para este mes de diciembre
que la Navidad.
Pese a que no existe
 UNA SOLA PRUEBA bíblica
de que Elohím desea que se festeje
y pese a su origen totalmente pagano,
algo que en la era de Internet
 se puede constatar en MILLONES de páginas,
ya no en un libro o dos,
el cristianismo en todo el mundo
 sigue tan campante en la mentira,
 sin importarle la opinión de Elohím
 ni Su Verdad
 (Jamás hubo nadie llamado
“Jesús”
 en Israel,
 ni el Rabino Ieshúa
 nació en diciembre,
 ni en el judaísmo se conmemora jamás
 el cumpleaños de nadie,
 sino su muerte,
como dice bien 1ª Co. 11:26.)
 El decidirnos a salir
de nuestro exilio/galút mental
no es fácil—nada lo es
pero es la Voluntad de Elohím
 para esta época,
que hemos denominado
“la Revolución de la Mente”,
 donde ADONÁI
ha venido a revelar todos los “misterios”
que no se han develado
 en los últimos 1900 años
 y todas las mentiras que nos hemos creído
en estos 19 siglos
y a restaurar Su Verdad.
¡Saquemos la cabeza de puerco
de nuestra mente y corazón
de una vez por todas
y comencemos a restaurar
 el Templo de Elohím!
Una de las maneras de hacer esto
es comenzando por cumplir,
 entre otros muchos mandamientos/mitzvót más,
 las leyes de kashrút/de comida permitida:
 no comer cerdo ni sus derivados,
 ni mariscos, ni pescados sin escamas,
ni morcilla ni nada que contenga sangre.
 El tiempo se está acabando
y Elohím ya no puede esperar más:
 vamos a tener que tomar una decisión muy pronto,
 acerca de si vamos a seguir como estamos,
 con un pie en la cabeza de cerdo
y un pie en los mandamientos de Elohím,
 o vamos a decidirnos
y a entrar de lleno en ellos
 y así recibir bendiciones/brajót de Elohím
por nuestra obediencia.

No nos olvidemos que nosotros,
 los judíos mesiánicos
en todo el mundo
 constituimos el Tercer Templo
 que tanto están esperando,
 tanto judíos como cristianos,
 para que se reconstruya.
 Ieshúa es nuestro Sumo Sacerdote,
 como dice el libro de Heb./Ivriím 10
 y nuestra piedra angular,
 mientras que cada uno de nosotros
somos piedras de ese Templo,
 según 1ª P./Kefás 2:4-5.
 Cada piedra,
 que somos nosotros,
 debe ser limpiada
de toda inmundicia
 de mentira y engaño
con que ha sido desechada
 en los últimos 1900 años,
 desde que el judaísmo mesiánico
 del Rabino Ieshúa desapareció de la escena,
 dando lugar al Mitraísmo
 con su “mamá de dios”
 y su “niñito jesús”,
 abominaciones traídas de Irán
 para engañarnos,
 y al Cristianismo,
que le siguió a aquél en muchas cosas
 hasta el día de hoy.

Cada uno de nosotros tiene una labor que cumplir
 en este Templo y un lugar en él.
 Nosotros también somos parte del galút/exilio.
 Ahora, después de 1900 años,
hemos vuelto, el Judaísmo Mesiánico Mundial (JMM)
 ha vuelto del galút
 y debemos verlo así como es:
 un volver a la Verdad de Elohím;
un volver a Su Camino Recto,
a lo que Él siempre tuvo listo para darnos,
 hace mil novecientos años,
 pero que fue sacado de nuestras manos
 y apropiada por gentiles anti-judíos.

 Algunos debemos ser apoyo
 para otras piedras alrededor nuestro.

 Otros debemos ser parte del Templo Interior,
 que alberga la Menoráh/el candelabro
de siete lámparas de aceite,
para iluminar al mundo
en la noche que se acerca
a pasos agigantados.

 Otros debemos ser piedras
 donde los mandamientos deben ser escritos
 para que todos los vean,
 y comiencen a cumplirlos más y mejor.
Otros tenemos la tarea
de limpiar las piedras
 que están muy sucias
 y que no pueden ser colocadas
 en sus lugares en el Templo
justamente por ese motivo.

 Otros tenemos la tarea de atraer
 otras futuras piedras al Templo,
 hablándole
siempre guiándonos
 por el Rúaj de Elohím
para elegir cada persona
del Elohím de Israel
y del Mashíaj de Israel.
 En esto tenemos que tener mucho cuidado
 y dejarnos llevar por el Rúaj de Elohím,
 ya que no todas las personas
que se cruzan en nuestro camino
 son las que tenemos que hablarles,
 sino sólo a aquellas a quienes
 Elohím desea que le hablemos,
que son las destinadas
 a ser piedra del Tercer Templo.

Pero todos nosotros
 tenemos la imperativa necesidad
 de salir del exilio mental
 en que hemos estado
durante 1900 años,
 salir de los conceptos errados,
 de las doctrinas erradas,
 de los valores errados
y de las perspectivas del mundo erradas
y entrar en las correctas.

Esto requiere un esfuerzo de parte nuestra,
 de cada uno de nosotros.
 Debemos estudiar la Toráh,
 pidiendo revelación
 respecto a cada mandamiento,
 a cada frase de ella,
 para que Su revelación
 sea quien nos enseñe,
 y no el hombre,
 con su mente en el exilio.
 Debemos aprender
 a cuestionarnos cada idea,
 cada enseñanza que tenemos
 desde hace años en nuestra mente
 y preguntarle a Elohím
si esto es así o no,
 a Sus ojos y no a los nuestros.
 Y Debemos incorporar a nuestra personalidad
cada mandamiento revelado
y cada idea y enseñanza
que El nos enseñará,
 para transformar nuestro exilio
 en un retorno
 a nuestra patria espiritual,
 Israel.
 Esto NO quiere decir
que debemos incorporar
 “mandamientos de hombres”
contra los que Ieshúa predicaba,
 sino
 sólo aquello que está en la Toráh
 y nada más.

Algunos se dirán:
 “Es que no sabemos
cómo festejar el shabát
 y el judaísmo sí,
así que
 ¿por qué no incorporar lo que ellos ya tienen?”
 Muy bien
si es que no contradice el Tanáj.
 Esta debe ser nuestro canon,
 nuestra vara de medir:
 si contradice el Tanáj
 no es de Elohím
y debemos descartarlo
 y pedir Rúaj Guiluí/Espíritu de Revelación
de Ef. 1:17.
Entiendo que es mucho más fácil
 copiar lo que ya está hecho,
 que pedir revelación nueva,
 pero así evitaremos
 entrar en tradiciones
 y en “mandamientos de hombre”
''MEZCLA''
contra los cuales
 Ieshúa ya nos advirtió
hace 2000 años.
 Estas tradiciones
no son más que volver a los exilios
por los que el Pueblo Judío
ya pasó
 y de los cuales va a salir,
 cuando Elohím
así lo disponga,
 antes del Milenio,
 para que todos
le sirvamos
 y le adoremos juntos.
El nacimiento del Estado de Israel
en 1948
 no fue una casualidad histórica.
 Fue un término
 del exilio del cuerpo de Israel.
 Lo mismo
 la inmigración masiva
 desde los cuatro puntos del planeta
 hacia Israel,
 que fue el principio del fin del exilio
 del alma/mente de Israel.
 Nuestro término del exilio
también debe continuar,
 para todos juntos
 celebrar la reunión y la reunificación
 del Israel en tres dimensiones,
que es el que va a reinar en el Milenio,
junto con Ieshúa,
 sobre todo el mundo.

¡UN FELIZ SHABÁT!

15 diciembre, 2011

PARASHÁH No.
9.
VAIESHÉV/Y ÉL SE SENTÓ Lectura de la Toráh:
Bereshít/En el Principio/”Gn.” 37:1-40:23
Haftaráh: Amós 2:6:3:8
21 DEL MES NOVENO DEL 5772/
17 DEL MES DE DICIEMBRE DEL 2011
Por
 Julio Dam
Rébe Mesiánico

“EL VALOR DE VIVIR
SEGÚN LA ÉTICA/
MUSÁR DE
 ELOHÍM”
 

En esta parasháh,
se nos habla de Iósef ben Iaakóv/hijo de Iaakóv,
y cómo Iósef,
contra toda lógica masculina,
 evitó el caer en la trampa
de acostarse con la esposa de Potifar.
La tentación
 y la reacción de Iósef
es una lección para todos nosotros,
los judíos mesiánicos especialmente,
que estamos en una etapa histórica intermedia
entre el cristianismo,
que supuestamente dejamos atrás,
y el judaísmo mesiánico,
 que “está en construcción”,
 por decirlo de alguna manera.
Biológicamente hablando,
tenemos que ser honestos:
 los hombres somos más propensos al adulterio
 y a los problemas sexuales que las mujeres,
en términos generales
 y esto incluye a creyentes como a no creyentes.
 Por lo tanto, más mérito para Iósef,
al evitar la tentación
de tener relaciones con una mujer casada.
Para regular nuestra vida moral y nuestra ética,
están una serie de reglas éticas para regular nuestra vida
de acuerdo a los Mandamientos/mitzvót de Elohím
y no de acuerdo con nuestros instintos carnales y/o mentales.
Entre estos mandamientos,
está el abstenernos de cometer adulterio
 o de hacer adulterar a otra persona.
 Pero la lista de “no harás” no cesa allí,
sino que hay cientos de mitzvót
 que Elohím ordena que NO hagamos,
para bendecirnos por nuestra obediencia
 a lo que Elohím nos ordena.

Aquellos de nosotros
 que tomamos en serio las mitzvót/mandamientos de Elohím,
 sabemos o aprenderemos,
que el obedecerlos trae consigo
una bendición/brajáh automática de Elohím,
así como el desobedecerlos
trae automáticamente una maldición
de parte de Elohím
o por lo menos, no somos bendecidos.
Aquí está la raíz de muchos “rompecabezas”
que nos extrañan en los demás:
“¿Por qué a fulanito le va tan bien (o tan mal),
 cuando a mí apenas me alcanza
para comer siempre (o me sobra)?”
 La respuesta a esta respuesta común
—más común de lo que podemos pensar
—puede encontrarse quizás
en la ética y la moral de “Fulanito” o de sus ancestros.
 (No nos olvidemos que las bendiciones y maldiciones funcionan,
 en el caso de los Mandamientos
(Shemót/”Ex.” 20:6)
hasta tres o cuatro  generaciones,
 lo cual es mucho decir).

La prueba la tenemos con Iósef mismo.
 Aun cuando lo enviaron a la cárcel
 por instigación de la esposa despechada de Potifar,
cayó bien a los guardias de la cárcel
y llegó a ser el segundo en el reino del Paró,
 algo poco común, especialmente para un judío.
¿Casualidad?
¡De ninguna manera:
se llama “brajáh/bendición” de Elohím,
 que lo recompensó por haberse comportado
de acuerdo a Su ética/musár
y  no de acuerdo a sus instintos masculinos!
Esto está escrito en Be Reshít/”Gn.” 39:23:
 “…porque ADONÁI
 estaba con él (con Iósef),
 lo que hacía,
ADONÁI lo hacía prosperar”.
Muchos mesiánicos creemos todavía,
por falta de sabiduría/jajmáh,
que podemos hacer cosas
 y Elohím “no se va a enterar.”
No sabemos que Elohím
está a dos centímetros de nuestro costado derecho,
parado allí,
 mirando lo que hacemos,
 lo que vemos,
 y lo que pensamos
 y recompensándonos por lo pensado,
hablado y hecho (y NO hecho),
 como en el caso de Iósef. 
¿Deseamos bendiciones de Elohím?
 ¿Deseamos que, como Iósef,
lo que hacía, ADONÁI lo hacía prosperar”?
Cumplamos con los mandamientos/mitzvót
y veremos qué cierto que es esto,
 tanto en nuestra vida,
como en la de nuestros hijos y nietos.
(Apropósito, este es uno de los secretos de porque
 “los judíos son ricos”
 como todo el mundo dice:
los ortodoxos/datiím
 cumplen los mandamientos/mitzvót
al pie de la letra y por lo tanto,
Elohím los bendice generación tras generación
 con bendiciones económicas y de otros tipos.
 Alrededor del 40% de los Premios Nobel
lo obtienen judíos,
que representan una minúscula porción de la población
de cualquier país donde vivan.
Vea este año, por ejemplo:
cinco judíos, entre ellos un israelí,
 en una población mundial de ocho mil millones de personas,
siendo nosotros sólo el 0,025% de la población del mundo.
No existen los “inventos”:
existe la brajáh/bendición de Elohím
 sobre aquellos que, quizás
son hijos o nietos de rabinos
que amaban a ADONÁI con toda su alma.)
El libro de Shemót está lleno de reglas
de ética/musár para todas las circunstancias.
Elohím dictaminó, por ejemplo,
que los esclavos de judíos sólo pueden serlo por siete años;
al final de los siete años deben ser liberados,
sin cargo alguno. (Shemót 21:2).
ESTO ES UNICO, INAUDITO
EN TODA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD,
y un “secreto” ético que ningún historiador que yo sepa ha mencionado nunca.
 El famoso profesor contemporáneo Samuel P. Huntington
menciona a los hititas como civilización (¿quién los conoce?),
 pero ignora soberanamente a la civilización judía,
como si jamás hubiese existido,
y sólo la menciona en un pie de página en su artículo
del libro “El Choque de Civilizaciones”.
Se habla de toda clase de civilizaciones y de progresos,
pero jamás se habla de las leyes de Elohím,
 que se adelantó miles de años a los progresos de este siglo,
por dar un ejemplo de cientos.
No tenemos que ir muy lejos en nuestros ejemplos:
si sólo fuésemos honestos en nuestras relaciones financieras con todos,
 especialmente con nuestros hermanos en la fe,
 con nuestros familiares y con nuestros empleados o socios,
 las bendiciones de Elohím se multiplicarían sobre nosotros.
Sin embargo, la realidad no es esta, desafortunadamente.
¿Cómo, entonces, pretendemos brajót/bendiciones de Elohím
 si ni siquiera podemos cumplir con la mínima honestidad financiera?

Si tuviésemos más cuidado
 desde hoy en adelante
 con nuestro respeto por los demás,
 por ayudar a los pobres y mendigos,
 por preocuparnos por nuestros familiares
 y hermanos de la sinagoga mesiánica que tienen necesidades,
 si dejáramos de juzgar a nuestros hermanos
 o autoridades en la sinagoga,
muchas veces sin tener base alguna para hacerlo,
si cumpliésemos más y más mandamientos cada mes,
cada año, para complacer a Elohím,
 veríamos más y más bendiciones en nuestra vida
 y entenderíamos que El está en control de todo,
 y que El desea de nosotros un camino recto,
 que en hebreo es ser
 “tzádik”,
el que cumple la Toráh.



   DOS MANERAS
 PARA MANEJAR
ALGUNOS CASOS DIFÍCILES

Por otro lado,
 algunos de nosotros tenemos problemas especiales,
 difíciles en ciertas áreas,
que son diferentes para cada uno.
 Algunos no tienen problemas en ser honestos,
 pero sí tienen problemas en el área de las interrelaciones
 o en el área sexual,
 por dar dos
ejemplos que nos recuerdan a Iaakóv.
 ¿Cómo solucionar los casos difíciles?
 En primer lugar,
 debemos hacer una lista de problemas que nos aquejan,
 de “más problemáticos” a “menos problemáticos”
 y dedicarnos a solucionar
 por medio de la oración
 aquellos más graves,
 comenzando por el más grave de todos.
Existen dos maneras fundamentales
 para tratar estos casos difíciles:

 (1) la sanación del alma/mente y
 (2) la liberación.

 La gran mayoría de nosotros somos,
 lo que podríamos llamar
 “mercadería dañada de fábrica.”

Tenemos traumas,
 abusos, dolores psíquicos,
 heridas no curadas de la niñez,
 maldiciones de nuestros ancestros
(por antisemitismo, idolatría, homosexualidad, soltería, ocultismo, etc.etc.)

que nos afectan,
 aunque ni idea tenemos de ello.
 Debemos pedirle a Elohím en oración
 que nos revele la causa de tal o cual problema.

 ¡Elohím puede revelarle en segundos.

 Tenemos que recurrir,
también, a nuestro rabino mesiánico
para que nos ayude en ese sentido.
 Consideramos que es nuestra obligación
 ayudar a los miembros de nuestras sinagogas mesiánicas
 en estas tres áreas
y capacitarnos para ello
a través de Elohím.
 El área de la sanidad del alma es tan vasta,
 que no alcanza un libro para tratarla.

 Tenemos que pedir Rúaj Guiluí/Espíritu de Revelación
 (Ef. 1:17)

 para que Elohím nos revele aquello que anda mal
y cómo arreglarlo,
 de a un problema a la vez.
 Esto no debe hacerse una vez, sino continuamente.
Como escuchamos la Voz preciosa de Elohím,
 podemos ayudar a nuestros miembros de la sinagoga en forma permanente.
Antes y después de cada reunión,
 se debería practicar la consejería,

 la liberación  y la sanación del alma.

La segunda manera es la liberación
 (de espíritus malignos),
que se entremezclan con la sanidad del alma,
 ya que cuando tenemos una herida,
 trauma o problema,
estamos abriendo puertas espirituales
a los espíritus malignos
para que entren a nuestra alma y cuerpo
(no a nuestro espíritu, ya que allí tenemos a Ieshúa viviendo en nosotros.)
 Esta es una técnica que también practicamos en forma constante
 en el judaismo mesianico,
 ya que es imposible la sanación completa del alma/mente,
 sin la liberación.
 Todo esto nos lleva a lo que dice Ef. 4:22-32:

“despójense del hombre viejo,
 que está viciado conforme a los deseos engañosos,
 y renuévense en el aire de sus mentes…
“Debemos dejar atrás al que éramos antes
 de conocer a Ieshúa ha Mashíaj  y,

 como dice Efesios,
renovar el aire viciado de nuestras mentes,
 que todavía tiene deseos, esperanzas,
 pensamientos, actitudes y ambiciones
 que no están de acuerdo con lo que Elohím
desea para nosotros.
 Esto nos va a permitir
“vestirnos del hombre renovado”,
 como dice Efesios.

El hombre que es renovado por el aire nuevo
 de su mente llena del Rúaj ha Kódesh,

deja la mentira y habla la verdad;

 no permite que el sol se ponga sobre el enojo;
no roba, sino que trabaja honradamente;
no permite que palabras corrompidas salgan de su boca;
 no pone triste al Rúaj ha Kódesh;
 dejar a un lado toda amargura de su vida
al  conocer a Ieshúa;
 se desprende del enojo,
 la ira, el griterío,
el hablar malas palabras o mentiras,
y va tras una vida de bondad,
 misericordia y perdón.

Todo esto nos lleva a lo que dice Ef. 5:1-2:
 “Y entonces, sean imitadores de Elohím,
como hijos amados,
y anden en amor ahaváh,
así como el Mashíaj nos amó,
 y se entregó a sí mismo por nosotros…
” Esperamos que a través de esta enseñanza,
podamos ayudar a algunos de nuestros hermanos mesiánicos
 en todo el mundo, Latinoamérica y los EE.UU.
 o indicarles, por lo menos,
el camino a seguir para solucionar sus problemas más delicados
y puedan comenzar a recibir las brajót
 que Elohím tiene guardadas para ellos.

 ¡UN FELIZ SHABÁT!

07 diciembre, 2011

PARASHÁH No.
 8.
 VAISHLÁJ/Y ÉL ENVIÓ
Lectura de la Toráh:
 Bereshít/En el Principio/32:4-36:43
Haftaráh: Hoshíah 11:7:12:12
14 DEL MES NOVENO DEL 5772/
10 DEL MES DE DICIEMBRE DEL 2011
Por
 Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

CÓMO MEJORAR NUESTRA ORACIÓN

Nuestra oración diaria debería estar en un constante mejoramiento,
como todas las demás áreas de nuestra vida con Elohím.
El propósito de esta parasháh
es mejorar nuestro nivel de oración,
 para acercarnos más y más a Elohím.
Debemos entender que:
1er paso:
Elohím tiene Su voluntad para nosotros.
2º paso:
Entender que Elohím nos revela Su Voluntad
 a través del Rúaj ha Kódesh y debemos preguntarle esta Voluntad.
3er Paso:
 Entender que cumplimos Su voluntad cuando oramos
 lo que Elohím desea y cómo Elohím desea que oremos.
4º Paso:
 Entender que Elohím es quien nos contestará y en su tiempo
recibiremos lo que hemos pedido, si ha sido Su Voluntad.

La mejor oración
es cuando logramos preguntar a Elohím cuál es Su voluntad
 (y no la nuestra) para nuestra vida.
El origen de nuestras mejores oraciones debe ser la voluntad de Elohím
y no la nuestra.
 Elohím sabe mejor que nosotros mismos lo que necesitamos,
 lo que debemos pedir,
lo que Él desea que hagamos con nuestras vidas
 y en nuestra vida.
 Elohím tiene muchas cosas que desea que tengamos
pero nuestras oraciones van para satisfacer nuestra voluntad y por lo tanto,
 no se cumplen, porque no son Su voluntad.
Esta es la manera en que Elohím desea que oremos,
 y no pidiendo lo que deseamos,
que muchas veces está en contra de Su Voluntad.
La voluntad de Elohím es como un tren eléctrico,
mientras que nuestra oración es como la vía de ese tren eléctrico. 
 El tren tiene una velocidad y una fuerza extraordinaria,
pero tiene que ir donde está la vía y no por otro lugar,
 porque se descarrilaría.
Asimismo es la voluntad de Elohím:
 va con tremenda fuerza, por donde está la vía, que es nuestra oración,
pero no va por otro lado.
La oración formula y hace expresa la Voluntad de Elohím para con nosotros,
y los que nos rodean.
 Por eso, toda oración que nace de nuestro ego,
 o de nuestra voluntad, es totalmente inútil,
 porque no sigue los lineamientos de la Voluntad de Elohím,
 sino la nuestra.
 Para aquellos que escuchamos Su Voz, Elohím nos dice:
 “Ora tal cosa” y si lo hacemos, y le obedecemos,
lo que hemos pedido se cumple,
obviamente, porque provino de Elohím mismo,
y Él no nos va a decir que oremos para que algo no se cumpla.
Muchos se preguntarán:
¿Para qué necesita Elohím de nuestra oración,
 ya que sólo se hace lo que Él desea?
 ¿Por qué no lo hace de todos modos?

 La respuesta es:
 porque Él desea actuar en conjunto con cada uno de nosotros.
 Entonces, espera que nosotros oremos,
para que se cumpla nuestra oración,
 en conjunto con Su voluntad.
Él no contesta, para no ir en contra de nuestra voluntad.
Él eligió trabajar en unísono
con cada uno de Sus seguidores/hijos y no por su propia cuenta.
Y esto continúa en el Olám Ha Bá/Mundo Venidero,
de acuerdo a nuestra altura y crecimiento espiritual en esta vida.
Si hemos actuado como Su enviado,
o como Su colaborador la mayor parte de nuestra vida,
lo seguiremos haciendo en el Olám Ha Bá/Mundo Venidero,
en Su Corte Celestial, que existe, como la corte de cualquier rey humano.
Nuestra oración debe ser lo más específica posible,
para cubrir en lo posible toda circunstancia probable
y todo obstáculo que el enemigo pueda poner en nuestro camino,
especialmente si se trata de algo importante, o peligroso, como un viaje.
Cada detalle,
 hasta el más mínimo,
debe ser cubierto por nuestra oración.
Así, el enemigo no tendrá puertas,
ni aberturas disponibles para arruinar ni dañar nuestra tarea para Él.
Como no podemos abarcarlo todo en nuestra oración por adelantado,
 podríamos orar:

Ába, en el Nombre de Ieshúa ha Mashíaj,
 te pido que la Sangre de Ieshúa ha Mashíaj
nos cubra y cubra todo ataque
que provenga del enemigo”.
La mejor oración es aquella que proviene de Su Voluntad.
Así, estaremos seguros que se va a cumplir.
También debemos orar pidiéndole a Él
que nos guíe en nuestra oración,
orando por aquello que deberíamos orar,
y no por aquello que nos parece, que debemos orar,
 o lo que estamos acostumbrados,
por inercia, a orar.
Nuestra pregunta debe ser:
¿Ába, por qué, o por quién deseas que ore en este día? 
 ¿Y qué deseas que ore por esta persona en particular?
Él se encargará de hacernos saber de alguna manera,
 si es que no tenemos la matanáh/el regalo de la profecía,
 que es el oír Su voz en nuestros oídos espirituales.
Otra cuestión importante que tiene que ver con los motivos de nuestra oración
es entender por qué nos sucede lo que nos sucede,
muchas veces, cosas inexplicables a simple vista,
 e inexplicables a la lógica humana.
Esta “cosa inexplicable” para Él será perfectamente explicable,

 si se lo pedimos.

Él nos dará la respuesta exacta.
Él tiene los recursos para poner en nuestra mente
 el porqué nos sucedió lo que nos sucedió,
y así podemos orar en consecuencia.
Constantemente,
 debemos estar alertas al Rúaj ha Kódesh
 para que Él nos guíe cómo orar,
 por quién orar
y para qué orar lo que Él nos hace sentir.
 El no estar alertas
es motivo de problemas subsecuentes
en nuestras vidas,
 porque no estamos
espiritualmente despiertos
 lo suficiente
como para hacer Su Voluntad
cuando Él nos la pide.
Debemos pedirle a Elohím
 que nos mantenga alerta
 a Su dirección de oración,
para que nuestra vida
 sea una vida espiritual,
y no de nuestro ego,
y guiada exclusivamente por éste,
lo cual anula casi totalmente
toda guía espiritual de Elohím en nosotros
y nos convierte
en un “semi-creyente”,
 sólo de nombre,
porque en la realidad del día a día,
sólo caminamos en el camino de nuestro yo
 y de nuestros deseos.
HABLAR EN IDIOMAS ESPIRITUALES Y PROFECÍA
Otra de las maneras efectivas de orar
es en “idiomas espirituales/”lenguas” y/o en profecía.
En este caso,
es el Rúaj quien está orando por nosotros,
 lo que Él sabe que necesitamos.
El gran problema
de orar en idiomas espirituales o en profecía,
es que jamás
se debe hacer en la sinagoga misma,
sin que haya un traductor del idioma espiritual
que se está hablando.
Si no hay traductor,
el rébe mesiánico debe prohibir
el hablar en idiomas y en profecía en la sinagoga,
 y la persona que lo hace
debe hacerlo en su casa.
Si no se cumple esto,
se podría estar escuchando a un demonio hablar,
 o a la propia persona que lo hace con su mente.
Es un detalle importante
que se debe cuidar mucho
y no permitir que se ore en idiomas,
ya que no hay intérprete en la gran mayoría de los casos.
Los profetas deben decir a la Rébetzin y al Rabino
 las profecías,
no a las personas involucradas.
AGRADECER A ELOHÍM POR TODO
Otra manera de orar
 es agradeciendo a Elohím por todo
 lo que hace en nuestras vidas:
por lo que nos da en el día a día,
por lo que tenemos,
 por lo que hemos llegado a ser con su ayuda,
 desde que estamos con Él,
por todo lo que nos sucede.

 “Gracias, Ába,
por lo que me estás dando;
te bendigo por todo lo que me sucede,
que proviene de Tu misericordia
y de Tu bondad.”
En el judaísmo
 esto es una costumbre
 y una enseñanza y nosotros,
 en el mesianismo,
 debemos adoptar esta costumbre
y agradecer a Elohím todos los días
 por todo lo que nos regala,
 y por todo lo que hemos venido a ser,
gracias a Él.
EL PAPEL DEL ENEMIGO
 EN LA ORACIÓN
Elohím nos previene
 en varios pasajes del Pacto Renovado
 contra el enemigo.

No debemos creer que todo lo que nos pasa
es “mala suerte” o “casualidad”.
Ninguna de las dos existe.
Sólo existe para los que no están con Elohím.

Ha satán
actúa de acuerdo a nuestro comportamiento
y las puertas que abrimos.

Nosotros también somos responsables.
 Lo que existe es una lucha espiritual
 y guerra espiritual.
 Ha satán
 usa a las personas que nos rodean
muchas veces,
para atacarnos y hacernos la vida imposible
y nosotros comenzamos a rechazar a la gente,
sin darnos cuenta que
 el verdadero enemigo
 no es nuestro familiar,
ni nuestro compañero de trabajo,
sino ha satán,
quien quiere hundirnos en la desesperación
 y la lucha continua.

Como se disfrazó de serpiente
con Adán y Javáh,
así se sigue disfrazando
de personas diferentes,
 o de situaciones diferentes,
pero en el fondo,
para los que conocemos la guerra espiritual,
sabemos quién está detrás:
 ha satán

 ¡y no debemos dejarle ganar nunca, nunca!

Esta debe ser nuestra actitud respecto al enemigo.
Muchos malentendidos
entre las personas de la sinagoga mesiánica
se debe a ataques del enemigo,
que odia ver florecer la amistad
 y la unión entre hermanos,
y fomenta el rechazo
y las diferentes denominaciones,
aun en el judaísmo mesiánico,
o entre el mesianismo y el judaísmo rabínico,
o entre el mesianismo y el cristianismo,
 para que los hermanos de la sinagoga discutan
o se distraigan de las enseñanzas correctas,
dejando de creer en Ieshúa,
ESTANCANDOSE ESPIRITUALMENTE.
Esto se debe a los ataques del enemigo,
que odia a Elohím con toda sus fuerzas
 y como no puede luchar contra Él,
lucha con todo su odio contra quien sí puede,
que son los seres humanos,
desviándolos de su camino hacia la salvación,
 y rompiendo relaciones
y familias con sus engaños y mentiras
y condenándolos así
a pasar la eternidad junto a él,
en el infierno,
por no conocer las artimañas
del enemigo del hombre.
No nos dejemos engañar por él,
queridos hermanos,
y preguntemos a Elohím.
¿Tiene usted dudas acerca de Ieshúa?
¿Por qué no pregunta a Elohím, en quien sí usted cree?
Él le va a contestar con mucho gusto
todas sus dudas y preguntas,
¡si sólo se las hiciera!
La mayoría de los que abandonan a Ieshúa
 no preguntan nada,
y creen que saben todo,
y se pierden para toda la eternidad,

 porque hay un enorme precio

 en el haber creído en Ieshúa

y luego abandonarlo.
En todo lo que hacemos,
decimos, nos dicen, y nos hacen,
 debemos aprender a distinguir
 la mano del hombre de la mano del enemigo.

 Esto no es fácil,
 pero Elohím desea ayudarnos en todo,
y también en este punto.
Si tenemos dudas, preguntemos a Él,
y Él nos contestará rápidamente
nuestras preguntas y confusiones,
la mayor parte de las cuales vienen de ha satán.
A nuestros enemigos humanos,
si es que en realidad los tenemos,
debemos dejarlos en manos de Elohím.

 Él se encargará de todos ellos

 y nosotros debemos no distraernos con esto,
y amargar nuestra vida,
sino que debemos dedicarnos a conocer a Elohím más y más,

por medio de tener a Ieshúa y al Rúaj dentro de nosotros,
en nuestro rúaj.
Debemos pedirle a Elohím
 que el Rúaj nos esté enseñando
todo aquello que Él desea que aprendamos
y que sepamos del enemigo
y de las cosas espirituales,
 ya que hay montañas de cosas
 que ni siquiera hemos escuchado
y debemos saber
y actuar de acuerdo a ellas.
 Más que nada,
pidamos a Elohím
 que nos enseñe a orar
como Él lo desea
 y no como nuestro ego nos dicta
y nos desvía.
Así, tendremos una vida espiritual
 cada vez más llena de Él,
¡que es el objetivo de haber nacido!
¡UN FELIZ SHABÁT!