30 marzo, 2012

PARASHAH
No. 25
 TZÁV/”ORDENA”
8 DEL MES PRIMERO DEL 5773
31 DEL MES  DE  MARZO DEL 2010
Lectura de la Toráh:
 VAIKRÁH/Y Llamó/”Lev.” 6:1-8:36
Lectura de la Haftaráh:
 Irmiáhu/Jer. 7:21-8:3; 9:22-23 
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH
“Confiando, EN MEDIO del Peligro”

 
         Esta parasháh se encuentra en la mitad, exactamente, de la Toráh (Vaikráh/Y llamó/”Lev.” 8:8). Veremos en esta semana los ENORMES significados de esta posición para éstos, los últimos días/iomím ha kétz.
         Como dijimos, la porción de la Toráh/parasháh que corresponde a Tzáv, se encuentra exactamente en la mitad de los cinco libros/Júmash (que viene de “Jamésh”, cinco) que componen la Toráh. Como veremos en este comentario, esto tiene un significado TREMENDAMENTE importante para nosotros en estos tiempos, los finales/iomím ha kétz.
         El Universo creado por Elohím tiene simetría total y fue hecho con simetría. Ya hablamos en una parasháh reciente del Orden/Séder y de la armonía de Elohím y esto no está ajeno a aquello, sino que forma parte de la misma simetría y armonía. No hay nada que sea “casualidad” ni “azar”, ni “suerte”. Todo tiene un significado. El que no lo conozcamos, significa que nos falta recibirlo por el Rúaj Guilúi/Espíritu de revelación, como dice el Rav Shául en Gál. 1:11-12 (que tenemos que pedir en oración y recibir).
         El significado de estar pasando por la mitad de algo, tiene una ENORME importancia para todos nosotros, como veremos en esta parasháh, que no es una parasháh común, sino una profética. El llegar a la mitad del camino significa, si pensamos en el día, que, para Elohím, comienza a la caída del sol y termina al otro día al caer el sol, es bien significativo.
         La mitad del día es a la medianoche, que es cuando la noche está más obscura. La luz es símbolo de la presencia de Elohím en nuestras vidas.
         La obscuridad, obviamente, es lo contrario: la ausencia de Elohím y la APARENTE ausencia de Elohím. La medianoche es hora de incertidumbre, lo que trae ansiedad y luego temor. Ya lo dice Mat. 25 cuando habla de las diez vírgenes/almót (espirituales), y cómo cinco eran jajamót/sabias y cinco tipshót/tontas (espirituales). Las cinco jajamót eran las que estaban con las lámparas de aceite encendidas. Esto significa estar CONTINUAMENTE atentos a todo lo que Elohím desea mostrarnos y enseñarnos, especialmente en la época en que Mt. 24 y 25 habla, que es la nuestra, la época de la Tzaaráh Gdoláh/la Gran Aflicción/“Gran Tribulación” en que ya estamos comenzando.
         Las tipshót/tontas (espiritualmente  hablando) son las que se descuidaron, y sus lámparas espirituales no tienen aceite, que es símbolo del Rúaj ha Kódesh, por lo que no reciben noticias de Elohím, ni se enteran de nada de lo que está pasando en el mundo espiritual, ni entienden lo que está pasando en el mundo físico—hasta que sucede—cuando ya es muy tarde.
         (Es muy significativo que la mashál/ comparación/”parábola” acerca de las diez vírgenes espirituales/almót esté a continuación de la descripción y anuncio de la Gran Aflicción/Tzaaráh Gdoláh, ya que sirve de advertencia de Elohím para todos nosotros, que no seamos tipshót, sino jajamót. Cuando el Pacto Renovado habla de que Ieshúa “vendrá como ladrón en la noche”, nadie lee lo que sigue: ¡“para los que duermen”! Él no vendrá como “ladrón en la noche” para las jajamót, sino sólo para las tipshót, los que viven su vida normalmente, sin preocuparse por nada, ni inquirir de Elohím sobre lo que va a suceder, por lo que debemos RAPIDAMENTE ponernos del lado correcto.
         La mitad es el momento en que entra la angustia por causa de la incertidumbre, de la vacilación y de la ignorancia junto con el miedo. “¿Qué me va a pasar?” es la pregunta que todos se harán en el mundo, dentro de muy poco. “¿Dónde está Elohím?” se van a preguntar las tipshót, que no se preocuparon de estar en comunicación continua con Él. Como dijimos, esta es una parasháh profética, ya que Elohím escribirá gran parte de ella (escribiremos Sus palabras subrayadas, para énfasis, como a continuación).
         “La MITAD significa una medida de crecimiento, que ya has pasado la obscuridad de la noche y que la luz se acerca. La mitad significa una época de transición, de cambio, de alteración. Mas como todo está hecho por Mí, y guiado por Mi Mano, nada debéis temer sino colocaros el Urím y Tumím y caminar en el Rúaj (Ro. 8:1, 4, 14) tomados de Mi Mano.”
         La mitad del camino, dentro de las tres Dimensiones de Elohím (Padre, Hijo y Rúaj ha Kódesh) es Ieshúa. De Él debemos tomarnos de la mano, para seguir caminando hasta el final del camino, que ya está bien cerca.
         Elohím nos dejó los Diez Mandamientos/Asaráh Mitzvót. Estos contienen un patrón de cinco (5 mandamientos x 2), el Júmash/”Pentateuco” tiene cinco libros, el P.R. tiene 5 libros claves; las cinco piedras con que David mató a Goliát y las cinco fases de crecimiento dentro de los Diez Mandamientos/Asaráh Mitzvót. (Esto está más ampliamente explicado en nuestro libro, “Cómo Entender ‘Romanos’ y las Escrituras”, págs. 81-82.)  Si examinamos las Asaráh Mitzvót, vemos que los versículos centrales (el 3º y el 6º) de los dos pares de cinco mandamientos, tienen que ver con el mismo principio: “No usarás a Elohím, ni al hombre”.
        
         El no usar a Elohím (para nuestros fines y deseos) nos da la sabiduría/jajmáh y temor de ADONÁI/Ir´át ADONÁI para después no aprovecharnos del hombre. Nuestra vida se compone de dos partes: La primera MITAD es conocer a Elohím y temerle. La segunda mitad es nuestra interrelación con los hombres. En la primera mitad de este caminar, aprendemos a caminar con Elohím. Esto es de lo que nos habla el primer, segundo y tercer mandamiento. Una vez que aprendemos a manejarnos con Él, esta jajmáh/sabiduría nos brinda la manera de comunicarnos y comportarnos con nuestros semejantes. Si no aprendemos, Él se encarga de guiarnos para nuestra conducta sea la apropiada con nuestros semejantes, especialmente con nuestros hermanos mesiánicos de nuestra sinagoga.
         Cada vez que pretendemos cambiar este orden, no funciona para nosotros, los que ya conocemos a Elohím. Si llegamos a aprender la primera mitad de las Mitzvót/Mandamientos, el cómo comportarnos con Elohím, la otra mitad se hace mucho más fácil: “soportándoos los unos a los otros...”.

EL DISEÑO DE LA TORÁH

         Así, podemos ver que la Toráh tiene un diseño para nuestras vidas. Cuando queremos cambiar nuestro carácter o nuestra actitud, no podemos, o, si lo hacemos, es con muchísima dificultad, porque la primera mitad (el interrelacionarnos con Elohím) no la hemos aprendido bien o no la aplicamos bien. Él es que hace los cambios en nuestras vidas y sin Él, no estaría bien asentada. Estos cambios tampoco pueden llegar sin Su ayuda. “No tengo paciencia”; “No puedo amarlo/a” porque la primera MITAD, el llevarnos y el acercarnos, el “conocerme y entenderme” de Irmiáhu/”Jer.” 9:23-24 no la hemos asimilado a nuestro comportamiento diario.
         En la primera MITAD, Elohím es el que hace los cambios en nuestra vida (que es lo que hemos experimentado al aceptar a Ieshúa como Elohím y Mashíaj). En la segunda mitad de este camino, El es el que hace los cambios con los demás.
         La primera mitad es confianza, fe, desarrollo espiritual, entendimiento, conocimiento de Elohím, revelación. La segunda mitad es práctica de todo lo que hemos aprendido, con los demás. Esto en cuanto a la mitad interior nuestra.
         En cuanto a la mitad exterior, la única que se ve físicamente, Elohím nos envía en esta parasháh un mensaje personal y muy importante.
         “Mi propósito es que confíen en Mi, que Yo sé lo que necesitan y lo que tienen. Que Yo proveeré y guardaré a todos aquellos que debo guardar y proveer. Que no deben acobardarse ni temer (lo que está por venir en el mundo), sino alabar y agradecer a vuestro Elohím por avisarles antes y tener tiempo para prepararos.”
         El peligro está en que (1) no reciban este mensaje en el corazón, sino sólo en la mente. (2) En que lo reciban, pero le hagan caso, no tomen una decisión de cambiar de metas, siguiendo igual que hasta ahora. (3) Que lo reciban pero no me pregunten a Mí si es la Verdad o no, y se encuentren, cuando suceda lo que va a suceder, en la misma situación que el mundo (no creyente) y los creyentes en todo el mundo (las tipshót, que no están preparadas).

CÓMO PREPARARSE

         “(1) Deberán orar diariamente, pidiendo un aumento de vuestra emunáh/fe y bitajón/confianza en que Yo sé lo que hago y cuándo lo hago y lo que permito que suceda.
          (2) Deberán pedir todos los días Mi guarda y Mi cuidado. Que los aleje de toda trampa del enemigo para que no caigan en lo que está preparado.
         (3) “Deberán pedir felicidad/ósher y simjáh/alegría y danzar en Mi Presencia, aun en los peores momentos en que la duda, el pavor, la incertidumbre toque a vuestras puertas”.
         (4) “Deberán pedir calma/shalváh y shalóm pnimíh/paz interior, sabiendo que Yo los miro, los cuido y los amo y que no me he olvidado de ellos. Practicar estas cuatro oraciones todos los días a partir de hoy, sabiendo que se están entrenando para el futuro mediato, pero que viene de Mi, tanto estas precauciones y entrenamiento, como lo malo que vendrá para el mundo.”
         Está escrito en/Ze katúv be Matitiáhuh/Mat. 16:1-4: “1. Entonces, cuando se acercaron los Separados/Prushím y los Piadosos/Tzadikím probándole, le pidieron que les muestre una señal (milagrosa)/ót del cielo. 2. Mas él les dijo: “Cuando anochece dicen: ‘Hará buen tiempo porque el cielo está rojizo’ 3. Y en la mañana dicen: ‘Hoy habrá tormenta, porque el cielo está rojizo y nublado’. ¡Hipócritas!/¡Tzvuím! Ustedes saben cómo discernir la apariencia del cielo, pero las señales (milagrosas) otiót de los tiempos no pueden. 4. Una generación malvada/dór ráh y adúltera busca una señal milagrósa/ót, pero no se le dará una ót, sino la ót de Iónah ha Navíh/”Jonás” el profeta. Y dejándoles atrás, se fue”. (De nuestra traducción mesiánica renovada del Pacto Renovado, con miles de comentarios, pág. 119, próxima a ser publicada en pocos días más.)
         Le pregunté a Elohím por qué los había llamado “Hipócritas/Tzvuím” (algo que nunca había entendido) y me dijo: “Porque estaban encargados de Mis ovejas y ellos mismos no sabían lo que se venía. ¿Cómo podían cuidar de Mis ovejas si ellos mismos no sabían? Los que están encargados de guiar, deben ir delante y guiar, no sólo pretender que van delante”.
         No descuidemos las Palabras preciosas de Elohím para nosotros, ya que las vamos a necesitar, en no mucho tiempo por delante. Repasémoslas todos los días, para que vuestra fe y confianza en Él crezca, y enfrentemos el sombrío futuro con aplomo.

¡UN FELIZ Y DULCE SHANÁH TOVÁH UMETUKÁH/AÑO NUEVO!
Parasháh
 No.24:
VAIKRÁH/Y LLAMÓ
Día primero del año 5773
24 de Marzo del 2012
Lectura de la Toráh:
VAIKRÁH/Y LLAMÓ/”Lev.” 1:1-5:26
Lectura de la Haftaráh:
IESHAIÁHU 43:21-44:23
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

Vaikráh/Y llamó/”Lev.” 1:1-2:“Y llamó/Vaikráh a Moshéh y le dijo ADONÁI a él desde la tienda del encuentro para decirle:’Diles a los hijos de Israel: ‘Cuando alguien ofrezca a ADONÁI una ofrenda animal, la ofrenda deberá ser del ganado vacuno y de los rebaños traerán su ofrenda”.

COMENTARIO DE LA PARASHÁH
"LA ADORACIÓN A ELOHÍM"

En esta porción semanal de la Toráh, ADONÁI Elohím le da instrucciones a Moshéh acerca de las ofrendas y holocaustos a ofrecer. ¿Qué holocaustos y ofrendas estamos llamados nosotros a dar, los judíos mesiánicos y mesiánicos renovados, que constituimos el Tercer Templo? Está escrito en Románim/”Romanos” 12:1: “Por lo tanto, hermanos, los exhorto a que por medio de la misericordia/jésed de Elohím, presenten sus cuerpos (espirituales) como ofrenda/minjáh sacrificial espiritual, apartada, limpia, que sea acepta por ADONÁI, la cual es el arreglo litúrgico ordenado (séder) para la adoración/avodát (Elohím).” (De nuestra traducción mesiánica renovada de “Romanos”, próxima a publicarse.)
En griego usan la expresión: “logíken latréian”. La palabra “latréian” es la usada para traducir en la Septuaginta (la versión al griego del Tanáj) la palabra “avodát (Elohím)” que significa “trabajo, empleo,” pero en este caso: “adoración,” y “ofrenda/minjáh sagrada a ADONÁI”.
            Aquí tenemos un “misterio” (palabra hebrea originalmente, no griega, como todos enseñan) revelado. Por ser el Mesianismo en todo el mundo el Tercer Templo, según 1ª Kefás/Pedro 2:4-5, que tanto judíos como cristianos están esperando que se construya, y Ieshúa nuestro Kóhen ha Gadól/Sumo Sacerdote (Heb. 9:23-28), ahora los sacrificios de que ADONÁI le hablaba a Moshéh son hechos, como dice el Rav Shául, en el rúaj/espíritu, y consisten en nuestra adoración, es decir, “nuestra ofrenda/minjáh sagrada a ADONÁI”.

LA ADORACIÓN/AVODÁH
     ¿Qué es “adorar”? En hebreo, la palabra usada por Avrahám es “hishtajavéh,” que literalmente significa “prosternarse” (delante de ADONÁI). Es usada en Be Reshít/En el Principio/”Gn.” 22:5: “Y le dijo a sus sirvientes: ‘Quédense aquí con el asno, mientras el niño y yo vamos allí. Vamos a adorar/hishtajavéh y luego volveremos a donde ustedes están”.
            En Vaikráh 2:11 y 13 dice dos condiciones que tiene que tener esta adoración y ofrenda: no debe tener levadura y debe tener sal. La levadura es símbolo de pecado/jét en todo el Tanáj y en el Pacto Renovado y la sal es símbolo de preservación, de eternidad.
(1)      Podemos inferir de esto que, todo intento de adoración debe comenzar con pedir perdón por nuestros pecados, los de nuestra familia y sinagoga, postrados en el suelo, con la cabeza en el piso/hishtajavéh.
(2)      En segundo lugar, debemos pedir que la Sangre del Cordero de Pésaj, Ieshúa ha Mashíaj y el Cuerpo de Elohím, que “cubre el pecado del mundo” nos cubra a nosotros, a nuestra familia y sinagoga.
(3)      Debemos pedir a nuestro Papito, a Ába, que sea el Kóhen ha Gadól, Ieshúa, quien interceda por nosotros ante Su trono/Kiséh.
(4)      Cuando sea necesario (en caso de ataque espiritual o enfermedad), podemos pedir un pacto de protección para nosotros, nuestra familia y sinagoga, representado, como dijimos, por la sal.
(5)      En el judaísmo existen dos conceptos que tienen que ver con la adoración, que son el “gadlút” y el “ktanút”. La palabra “gadlút” viene de “gadól”, grande; y la palabra “ktanút” de “katán”, pequeño. Nuestra adoración/avodáh puede ser hecha con una mente y espíritu “gadól”, amplio, con verdadera ansia de complacer a Elohím, o puede ser hecha por inercia, con poco interés, rutinariamente, por lo que es con “ktanút”, con “mente estrecha”. Inicialmente, debemos pensar que probablemente hacemos nuestra avodát Elohím en un estado de ktanút y que sólo con la práctica podremos llegar a hacerla con gadlút/mente y espíritu amplio.

                                                                             ¿QUÉ ES LA ADORACIÓN/AVODÁT ELOHÍM HECHA EN GADLÚT?

¿Qué es adoración/avodát Elohím? La adoración/avodát Elohím tendría que ser, para un creyente, la única posición naturalmente posible en el espíritu. Tendríamos que vivir en avodát Elohím y no salirnos de ella. Deberíamos vivir en adoración a Él. La adoración/avodát Elohím debería ser el envoltorio recubriendo nuestro caminar diario en la tierra. Tehilím/"Sal" 22:4 en el original hebreo y en castellano dice: "ADONÁI ioshév be tehilót Israel", "ADONÁI se sienta entre las canciones de alabanza de Israel". La palabra “ioshév” tiene un significado sublime. Significa que ADONÁI,  Elohím Padre realmente se sienta en el espíritu (el Rúaj Ha Kódesh) en un trono hecho de nuestra alabanza y adoración. También significa que la calidad de los materiales de ese trono está determinada por la calidad de la adoración que le ofrecemos! Es decir que, si nuestra adoración es carnal y llena de distracciones, el trono en que Él se sentará en nuestra sinagoga o en nuestra casa será hecha de madera o bronce. Pero si nuestra adoración es en el espíritu, ¡Su trono será hecho de oro y de piedras preciosas! ¡Barúj  Hashém sheló! ¡Bendito sea Su Nombre!
¿Dónde le gustaría vivir Ba Shamáim/en los Cielos?
Lo que viene a continuación es aun más sorprendente: ¡La clase de trono que usted construye para Elohím aquí en la tierra con la calidad de su adoración y alabanza, es exactamente la clase de vivienda que usted se estará preparando para usted mismo en los Cielos/Ba Shamáim! Es decir, si usted, digamos, se preocupa por las cosas materiales, el trono que usted construye aquí para ADONÁI está hecho de paja (1ª Cor. Alef/1ª Co. 3:12-16). Si usted lleva una vida de adoración continua, gloriosa, espiritual, usted está construyendo para sí mismo una morada dorada Ba Shamáim/en los Cielos. De hecho, una cosa exactamente similar le fue mostrada a una creyente de Sao Paulo, Brasil, que es extremadamente pobre y que fue llevada al cielo en el espíritu.
      Ella vio chozas en el medio de un campo enorme no nos olvidemos que la Jerusalém  Celestial (Irushaláim Le Málah) es un cubo de 2.190 kilómetros de largo, ancho y altura (Revelaciones/"Ap" 21:16). Ella le preguntó al Señor Ieshúa, no creyendo lo que veía: "¿Aun aquí hay villas miseria (favelas), Señor?" Y el Adonai le contestó: "Cada uno de vosotros se construye para sí mismo (en la tierra) la clase de vivienda que va a habitar aquí. Algunas de ellas son palacios, y otras casuchas como ésta". Nuestra distancia en el Cielo de los Tronos de ADONÁI y de Ieshúa y los veinticuatro ancianos puede ser de unos pocos metros, en Su inmediata Presencia, pueden ser a unos cientos de metros o pueden ser dos mil kilómetros de distancia. Eso significa que si el Trono de ADONÁI y del Rabino Ieshúa está en Asunción, ¡usted podría estar tan lejos como la Patagonia Argentina y la Tierra del Fuego chilena!
      Todos son salvos be Shamáim/en el Cielo, claro, pero algunos toman parte del reinado del Universo, al lado de Elohím, sentados en tronos, (Matitiáhu/"Mat." 19:28; Revelaciones/"Ap" 2:26 y 3:21) mientras otros, aun siendo salvos, ¡están a dos mil kilómetros de distancia! ¿Adónde  le gustaría a usted estar?
      Una de las grandes claves para estar cerca de donde Elohím está yace en la calidad de nuestra danza y nuestro canto que le ofrecemos a Él como sacrificio.
¿Cómo adorar?

      La próxima pregunta a hacerse, obviamente, es una secuela a nuestra última declaración; ¿Cómo adorar de modo que construyamos un trono de oro y piedras preciosas en nuestra sinagoga o nuestro living, cuando estamos adorándolo a Él en el espíritu? El elemento principal en la adoración espiritual es nuestra danza. La danza para ADONÁI, con Ieshúa en nuestro espíritu a través del Rúaj ha Kódesh (Espíritu Santo) debería convertirse en nuestra primera prioridad en la vida y en nuestro tiempo de oración/adoración/alabanza.
      ¿Por qué dicen las Escrituras que ADONÁI llamó a Dúved Ha Mélej (el rey David) "un hombre de acuerdo a Mi corazón" (Hchs." 13:22). Creemos sin dudar que se refiere a que Dúved Ha Mélej había encontrado la llave al corazón de Elohím, que seconstruye danzando para Él (Shmú- Él/"S" Bet/2 6:5). Todos recordamos el episodio en Shmú- él/"S" Bet/2 6:20-23 de la vida de David cuando su esposa Míjah se encontró criticándolo acerbamente delante de todo el am Israel (la gente común de Israel) y Elohím la dejó estéril por su crítica. Está escrito en Tehilím/"Sal." 149:3: "Ijalelúh Shmóh be majól, be tof va kinór", "Alabad Su Nombre con danza al son del tamboril y de la lira de  siete cuerdas".
      El danzar es la cosa más agradable que uno puede hacer delante de ADONÁI. Tenemos un  Elohím que es puro gozo y risa, lleno de canciones y música en Su corazón. Es extremadamente agradable a Elohím que dancemos para Él y a Él todos los días de nuestra corta vida, tanto en nuestro lugar de oración íntima, como en nuestra congregación, como Su Pueblo.
      Existen básicamente dos tipos de música, que tienen que ver con la adoración: la música espiritualmente ungida (una palabra derivada del hebreo "Mashíaj" (Mesías) que significa 'untado con aceite para un puesto o función, y la música que no tiene unción. Debemos evitar la última y tomarnos fuerte de la mano de la primera. Entre la música ungida, existen, de nuevo, dos clases: la música que nos transporta directa y rápidamente al Eijál (Palacio Celestial) de Elohím, donde Él se sienta en Su Trono; y la música que "nos hace sentir bien" pero que no nos ayuda a acercarnos a Elohím. De nuevo, debemos evitar ésta última y tomarnos fuerte de la mano de la primera.
      ¿Existe música como la que usted describe, se preguntará usted? Barúj Ha Shem (Bendito Sea Su Nombre), sí. Hemos encontrado en nuestra congregación, a través de probar y errar, probar y errar, y mucha oración en el medio, que la música judía es la única clase de música (para nosotros, por lo menos) que es, tanto extremadamente ungida y que nos transporta al Heijál de Elohím. La cosa más increíble acerca de él es que no es lo que podríamos llamar un judío mesiánico", aunque después que usted lo haya escuchado, lentamente se dará cuenta que realmente tiene que haber estado muy cerca de ADONÁI. La clave, creemos, yace, en verdad, en el corazón de Shlómoh. Su corazón se inclinaba hacia el corazón de ADONÁI como la cabeza de Iojanán ("Jn.") se recostó en el pecho del Rabino Ieshúa. El resultado de esa cercanía es una música que le lleva a uno a Su Presencia con la rapidez del rayo, siempre que usted no trate de hacer un esfuerzo, sino que se relaje y disfrute tanto de la Presencia de Elohím en su cuarto como de la música de Shlómoh. Esto no es un milagro, si lo medita un poco. La mente judía y la cultura judía son totalmente diferentes de las mentes gentiles y de la cultura gentil. Nuestro Señor Ieshúa tiene algo sumamente valioso para enseñarnos a ese respecto, no sólo a nuestros hermanos mesiánicos en todo el mundo, sino también a los miles de creyentes que están afanosamente buscando retornar a la fe original en el tiempo del Rabino Ieshúa, a Su Congregación Mesiánica Renovada, la original del Siglo I.
      Cuando le habló a la mujer shomroníta ("samaritana") Él le dijo: "Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Irushaláim adorareis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos".
      Es sorprendente, en cierto sentido, que Ieshúa Ben David no le haya dicho algo como: "La salvación viene de Mí". ¿Por qué, en cambio, le dijo: "La salvación viene de los  judíos"? Porque estaba hablando con una shomronita, que son una mezcla de Babilónicos
 (de la invasión de Bavél, (Babilonia) a Israel en el año 585 A.M.) con judíos. (La palabra "shomrón" ("Samaria") viene del hebreo shomér, hacer guardia (a la Toráh).
"¿Ves eso? ¡Ése es Mi Corazón!"
         En agosto de 1996, en nuestro segundo viaje grupal a Israel, un pequeño grupo de nuestra sinagoga mesiánica renovada se encontró con un regalo de bienvenida de Elohím: un casamiento jasídico en la playa de Bat-Iam, justo detrás de nuestro lujoso hotel, en la noche. Cuando salíamos de vuelta a Paraguay, dos semanas después, en el almuerzo, otro regalo de Elohím para el grupo, otra fiesta de casamiento en Irushaláim. ¿Una "coincidencia"? ¡De ninguna manera! De hecho, la primera noche, cuando los rabinos estaban saltando de arriba a abajo y de derecha a izquierda, llenos de gozo, danzando un rikúd, una típica danza jasídica, los hombres con los hombres y las mujeres con las mujeres, con sus brazos alrededor de sus vecinos de baile formando una hórah (un paso de danza en círculo), ADONÁI me dijo, a través del Rúaj ha Kódesh: "¿Ves eso? ¡Ese es Mi corazón!". Un Rabino jasídico del Siglo 17 está de acuerdo con Elohím. Dijo: "La comunión con Hashém (El Nombre) comienza con la simjáh (el gozo)". En Tehilím/"Sal" 150:3/4 está escrito: "Halelúh be nével u kinór. Halelúh be tof u majól", "Alabadlo con arpa y lira de siete cuerdas. Alabadlo con danza al son del tamboril".          
"Adorando en Espíritu"
          ¿Qué significa "adorarlo en espíritu"? Desearíamos compartir algo de luz espiritual sobre este asunto. En Cor. Alef/1ª Co. 15:44 está escrito: "... Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual". Muchos no han entendido que tanto Elohím como los que han ido al Cielo tienen un cuerpo espiritual que tiene la misma forma y los mismos órganos que tienen nuestros cuerpos carnales. Sus cuerpos espirituales poseen cabeza, tronco y extremidades y todos los otros órganos de nuestro cuerpo carnal. Esto es a lo que la Escritura constantemente se está refiriendo cuando se refiere a "los ojos de ADONÁI" y a "la mano de ADONÁI" y "al brazo de ADONÁI". Esto no es "antropomorfismo judío" ni alegoría, sino la confirmación de Cor Alef/1ª Co. 15:44 que afirma que "tenemos cuerpo animal y cuerpo espiritual". ¿Se puede imaginar, si no fuese así, que usted se vaya al Cielo y mirando hacia el Trono de ADONÁI vea una gigantesca araña, o una nube sin forma? ¿Le podría usted hablar a esa araña o a esa nube y decirle: "¡Ába! (Papito)"? ¿No dice la Escritura que estamos hechos mitzilmenú ki dmutéinu ("en nuestra semejanza y en (nuestra) forma"? (en el hebreo original). Si somos Su semejanza y tenemos Su forma, la forma de Elohím, entonces está claro que Elohím debe tener un cuerpo como el nuestro, sólo que espiritual, no un cuerpo de carne y hueso, lo cual, de ninguna manera significa una "nube" sino un cuerpo con forma y semejanza al nuestro, pero hecho de diferente substancia, ¡hecho de substancia espiritual! (¿Por qué no creemos lo que dice la Escritura?) Además, en 1ª Co./Corintiím Alef 3:16 está escrito: "¿No sabéis que sois templo de Elohím, y que el Rúaj de Elohím mora en vosotros?". En el plano espiritual esto es más cierto de lo que creemos o podemos entender con nuestra mente carnal. Existe, de hecho, en nuestro cuerpo espiritual una Jerusalém espiritual, con un Har Tzión (Monte de Zión) espiritual, un Har Ha Zeitím (Monte de las Aceitunas/"Olivos") y un Har Moriáh (Monte Moriáh), que era el lugar donde estaba el Templo de Jerusalém, y
adonde está un Templo en nuestro espíritu. En este Templo en nuestro espíritu existe un lugar para ADONÁI o para ídolos, casi siempre para una estatua de nosotros mismos sentados blasfemamente en el lugar Santo de Santos de nuestro Templo espiritual. Cada día en oración, debemos liberar la ciudad de nuestra Jerusalém espiritual, así como un
general derrotado entrega la ciudad al rey que ganó la guerra contra él. Debemos arrodillarnos con nuestra cabeza en el suelo y entregar nuestra Jerusalém espiritual a ADONÁI, al Elohím Padre en el nombre de Ieshúa el Mesías, nuestro Gád Shémen ("Guetsemaní"), palabra hebrea que significa "prensa de aceite", que es símbolo del aceite del Rúaj ha Kódesh (Espíritu Santo) que fluye de nosotros cuando somos triturados por la prensa de las tribulaciones y de los problemas. Tenemos que acercarnos a Ieshúa el Mesías, nuestro Kóhen Ha Gadól (Sumo Sacerdote) y pedirle a éste último que clave nuestro yo y nuestro ego en el tronco de árbol (stauron, en griego) en que clavaron a Ieshúa mismo. Este es nuestro Pésaj (Pascua) diario que debemos cumplir y festejar cada día, la muerte de nosotros mismos: "Ya no vivo yo, sino que Mesías vive en mí..." (Gá 2:20). Este también es nuestro Gad Shémen ("Guetsemaní"). Después que nuestro ego es clavado en el tronco de árbol, debemos pedir a ADONÁI en el nombre del Kóhen Ha Gadól (Sumo Sacerdote) Ieshúa que destruya toda estatua de nosotros, en nuestra vida (nuestro bebé, esposo/a, dinero empleo, nombre, fama) y que Él se sienta en el lugar Santo de Santos en el Templo de Jerusalém de nuestro espíritu, con Ieshúa ministrándonos. En esa posición, rendidos a sus pies, Elohím puede hablarnos, revelarnos lo que Él desee, recriminarnos, o anunciarnos o podemos, simplemente, gozar de estar en el Heijál de Elohím, del Rey de Reyes y Señor de Señores. Eso es "adorar en espíritu".
"Y en Verdad"
      Cuando adoramos y oramos, Elohím desea que recreamos todos los días las tres Grandes Fiestas anuales que Él nos dejó en Vaikráh/Y llamó/"Lev" 23. Luego de conmemorar Pésaj (Pascua) muriendo nuestro yo y dejando que el Rabino Ieshúa viva en nosotros (Gá 2:20), viene la siguiente gran fiesta anual, Shavuót, (Semanas/ "Pentecostés") que celebra una doble festividad: la llegada del Rúaj ha Kódesh (Espíritu Santo), que trae la misma Toráh y la "escribe en nuestras mentes y en nuestros corazones" (Irmiáhu/"Jer." 31:32-37;  Ivriím/"Heb." 8:10). Entonces, cuando estamos vacíos de nuestro ego, y llenos del Rúaj ha Kódesh (Espíritu Santo), estamos prontos diariamente para llegarnos hacia el Heijál de Elohím, el Padre, con lo que estamos recordando la tercera gran fiesta de Sukót,(Cabañas/"Tabernáculos"). Como dice en "Heb" 4:14-16: "Por tanto, teniendo un gran Kóhen Ha Gadól (Sumo Sacerdote) que traspasó los cielos, Ieshúa el Hijo de
Elohím, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un Kóhen Ha Gadól que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro". Así, pues, que necesitamos hablar con aquel que "hizo los Cielos y la Tierra" y llorar en Su Presencia. Podemos besar Sus Santos pies en reverencia y en el espíritu y hablarle y esperar que nos hable. Cuando hagamos esto, recibiremos Su Shabát espiritual, Su descanso en el espíritu.
      
Una Palabra de Profecía de Elohím
Cuando escribo esto, estoy en la Presencia de Elohím y he aquí Sus Palabras para usted, querido lector: "Si te humillares en espíritu y si te humillares con tu cuerpo, e inquirieres Mi Presencia, Yo oiré toda palabra que digas. A mis pies hay Sabiduría. A Mis  pies hay comprensión. A Mis pies, reinos son conquistados. A Mis pies, fortunas son hechas. A Mis pies, familias enteras son sanadas. A Mis pies la liberación viene a Mi Pueblo en todo el mundo. Aprende, entonces, a estar a Mis pies cada día de tu vida y verás tu vida cambiar, verás Mi mano sobre ti".

¡UN FELIZ Y DULCE SHANÁH TOVÁH UMETUKÁH/AÑO NUEVO!

15 marzo, 2012

PARASHÓT
 Nos.22-23:
VAIAJEL-PEKUDÉI/Y REUNIÓ - RELATOS
Lectura de la Toráh
Shemót/Nombres/”Ex.” 35:1-38:20
Lectura de la Haftaráh
Melajím Alef (1ª R.) 7:40-50
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico 

Shemót/Nombres/”Ex.”  35:21:
 “Entonces, se acercó toda persona a quien su corazón lo impulsó a ofrecerse como voluntario, y todo aquel que se sintió motivado a donar para la obra del Tabernáculo/Mishkán de Reunión para todo lo necesario para su culto y para las vestimentas sagradas”.

COMENTARIO DE LA PARASHÁH
“LAS OFRENDAS A ELOHÍM Y NUESTRO CORAZÓN”
En esta parasháh tocaremos un tema muy importante, que tiene que ver con: cómo ofrendar a Elohím, de acuerdo a lo que está escrito en las instrucciones en Su Tanáj. Sabemos que ya no hay Templo físico, pero sí hay Templo espiritual, del que todos los judíos mesiánicos somos piedras vivas (1ª P. 2:4-5) e Ieshúa es la piedra fundamental.
“CON CORAZÓN MOTIVADO Y CON ESPÍRITU CONMOVIDO”
         Lo importante de destacar aquí son las condiciones que requiere Elohím de nosotros para recibir con agrado nuestras ofrendas, que son nuestras oraciones, agradecimientos, alabanzas y peticiones, de modo que sean aceptadas por Él. En Shemót 35:21 dice: “Entonces, se acercó toda persona a quien su corazón lo impulsó a ofrecerse como voluntario, y todo aquel que se sintió motivado a donar para la obra del Tabernáculo/Mishkán de Reunión para todo lo necesario para su culto y para las vestimentas sagradas”.
         
  Se está hablando de un moverse de los sentimientos “motivados”, y no de una obligación hecha por la voluntad. ¿Qué se puede entender con “corazón motivado”? Elohím hace muchas cosas en nuestras vidas, continuamente, ya sea que nos demos cuenta o no. Muchas veces, Él desea que nos enteremos lo que sí hizo por nosotros y nos lo hace saber, de una forma u otra. Y allí entra nuestro corazón “motivado” por lo que Elohím hizo en nuestras vidas, ya sea por nosotros mismos o nuestros familiares o aquellos a quienes queremos.        ¿Cómo podemos nosotros saber, para dar un solo ejemplo, cuántas veces nos salvó la vida de un accidente o de un problema grave y ni siquiera nos enteramos? Pero otras veces sí sabemos, y sí nos enteramos, y allí es cuando nuestro corazón se “motiva” y nuestro rúaj/espíritu se conmueve y se ablanda y nos damos cuenta con QUIEN estamos y Quien es el que nos está ayudando en nuestras vidas.
         Es en esos precisos momentos en que sí sabemos que fue Él el que intervino y nos salvó de un gran peligro o de la muerte, que deberíamos cambiar nuestra actitud y nuestra dedicación a Él y entender que Elohím es nuestra ÚNICA solución a TODOS nuestros problemas, ya sean grandes o pequeños.
“CUYO CORAZÓN LOS MOVIÓ A HACER CON SABIDURÍA” (vers. 26)
         Cuando Elohím se mueve y hace cosas por nosotros, cosas grandes (para nosotros, aunque los demás no crean que sean grandes), nuestro corazón se conmueve y nos impele a hacer algo en retribución: agradecer, danzar, alabar, orar, llorar, o hablar con gratitud y amor a y de Elohím respecto a esas bendiciones que hemos recibido de Él. Estas son nuestras “ofrendas voluntarias” de que habla este pasaje en el Tanáj. Elohím mismo coloca Su sabiduría en nosotros para todas estas cosas, hechas en Su Tiempo, y en Su forma correcta, ya que para todo Él tiene un tiempo y una manera correcta de hacer las cosas.
         Por ejemplo, si Elohím nos ayudó a pagar una cuenta que no teníamos para pagar, es buena idea el ayudar a otros en la medida de nuestras posibilidades a pagar algo o regalarles algo que necesitan, aunque no nos los pidan directamente. Esta es parte de la ayuda, tzedakáh judía y parte de la tzedakáh que enseñamos.
         La sabiduría/jajmáh es algo recibido de Elohím.
 No consiste en nuestra “sabiduría”,
sino algo que proviene del Rúaj ha Kódesh
 y que nos hace movernos, hacer, hablar, entender,
 NO movernos, NO hacer y NO hacer aquello que Elohím nos está indicando interiormente.
 Debemos pedir este Rúaj Jajmáh/Espíritu de Sabiduría y ponerlo en práctica, ya que no hay NADA que se pueda hacer bien para Elohím si no contamos con este ingrediente vital y que fue lo que el Rey Shlómoh pidió a Elohím por encima de “plata y oro”.
 La jajmáh está intrínsecamente ligada con los otros espíritus mencionados en el vers. 13: “en comprensión/vináh, en conocimiento/dáat y en todo arte”.
         Los tres espíritus del Rúaj ha Kódesh están ligados y deben estar ligados en todo lo que hacemos, especialmente cuando lo hacemos para Elohím, ya que entonces, todo será perfecto, como Él lo desea.
         La jajmáh nos da la revelación y el saber
(sin saber cómo) hacer;
mientras que la comprensión/vináh
 nos hace “traducir” ese conocimiento espiritual
a cosas mundanas,
 como las ofrendas físicas mencionadas en este capítulo deShemót. El conocimiento/dáat nos provee lo necesario en nuestra mente para llevar a cabo la tarea para Elohím,
 completando así las ofrendas que son para Él.
“Y HA PUESTO EN SU CORAZÓN QUE PUEDA ENSEÑAR”
(vers. 34)
         La persona que está con Elohím
 y tiene estos tres espíritus del Rúaj,
 está lista para enseñar cualquier cosa que Elohím desee que Su Pueblo (el Pueblo Judío por sangre y/o por fe) aprenda.
         En primer lugar, dice: “ha puesto en su corazón”, es decir, que tenemos que tener la VOLUNTAD de enseñar a los demás, muchas veces sin retribución monetaria, una voluntad que sólo viene de Él, porque, ¿quién quiere “perder el tiempo” enseñando gratuitamente?
         Esta pequeña expresión “ha puesto en su corazón” nos enseña una enorme lección que pocos aplicamos:

 TODO lo que hacemos o queremos hacer
 debe provenir de SU VOLUNTAD y no de la nuestra.

 Cuando comenzamos a hacer algo que NO es Su voluntad,
 casi siempre termina en fracaso y en decepción.
 ¿Usted quiere fracasar?
 Entonces, comience a hacer algo por su propia cuenta.

 ¿Quiere, en cambio, tener éxito en todo lo que emprende?
 Entonces, PREGUNTE primero a Elohím
si es SU Voluntad el hacerlo, permita que Él le ponga primero en su corazón el hacerlo. Así, sabrá que, no importan los obstáculos puestos por ha satán en su camino, Elohím e Ieshúa dentro suyo, en su rúaj, nos estará guiando en cada paso.
         El segundo paso clave en esta expresión es “enseñar”. ¿Qué es “enseñar”? Debemos comenzar diciendo que no existe un enseñar sin un “aprender”: el enseñar es un proceso, llamado “enseñanza/aprendizaje”. Si no hay un alumno listo para aprender, la enseñanza no servirá para nada, porque no hay nadie presto para recibirla.
         Hoy mismo, ahora mismo, en esta parasháh, estamos diciendo cosas que quizás algunos de los que nos escuchan o leen no van a poner en práctica, porque NO ESTÁN LISTOS PARA APRENDER. Elohím tiene un tiempo para todo, como dicen los famosísimos versículos de Su Tanáj en Predicador/Kohélet 3:1-2: “Para todo hay una época/ét, y un tiempo para cada propósito bajo los Cielos: Una época/ét para nacer y una época/ét para morir…”. Cualquier rébe mesiánico puede estar diciendo maravillas espirituales, pero si no hay alumnos listos para recibir esas maravillas, la semilla no va a tener fruto, porque la tierra no está lista para ser plantada.
         Por lo tanto, debemos pedirle a Elohím que prepare nuestra tierra mental y espiritual con mucho tiempo antes, para recibir Su semilla de enseñanza y pedirle para que tenga mucho fruto.
         Cuando alguien se convierte en un buen maestro, es porque primero se convirtió en un buen alumno de sus propias enseñanzas. ¿Es usted un bueno alumno de lo que enseña?
         Además, Elohím nos destina a cada uno a áreas diferentes, tanto para enseñar como para aprender. A Pétros, como pescador que era, lo destinó a INICIAR sinagogas mesiánicas de la nada. Mientras que al Rabino Shául, que era constructor de tiendas de profesión, lo destinó a formar, dentro de lo que ya estaba hecho, estructuras formales dentro de las sinagogas mesiánicas. Por último, a Iojanán, quien estaba remendando sus redes cuando Ieshúa se le acercó, lo destinó a corregir lo que ya estaba hecho, pero que tenía algunas cosas que no estaban como Elohím las quería, como podemos leer en el libro de Revelación. (El Judaísmo Mesiánico Renovado ES un “remendar las redes” que están rotas desde hace 2000 años.)
         ¿Es usted, o su sinagoga mesiánica, un Pétros, un Shául o un Iojanán? ¿Está usted siendo llamado a iniciar, a construir o a remendar? Otro error sería que, siendo llamados por Elohím a remendar, insistiéramos en iniciar; o que siendo llamados para construir, insistiéramos en remendar. Cada uno de nosotros, y cada sinagoga mesiánica tiene el deber de averiguar de Elohím cuál es exactamente la labor para la que ha sido destinado y aplicarse a ella y no a otra que imagina que es su tarea.


 “EXHORTACIONES PARA NOSOTROS”
         Por último, en 1ª Ts. 5:15-24 hay varias exhortaciones para aquellos que deseamos aprender.
  1. “Miren que nadie devuelva mal por mal, sino que siempre traten de ser buenos los unos con los otros, y para con todos”.
Esta primera exhortación es muy buena para nuestra salud espiritual. Como judíos mesiánicos, hay muchos que no están para nada de acuerdo con lo que creemos y actúan de diversas maneras en contra nuestra. Nuestro deber como verdaderos seguidores de Ieshúa ha Mashíaj es bendecirlos, todos los días, por nombre o en general (si no sabemos sus nombres) y dejar en Sus manos todo lo que nos envían. El Elohím de Israel es un Elohím de justicia; Él hará justicia por nosotros, tarde o temprano.
  1. “Estén siempre con gozo/ósher”. El ósher se debe pedir en oración, todos los días y que Elohím nos haga ver lo bueno en cada situación, aún las malas. Ya deberíamos estar llenos de ósher por sólo entender la enorme bendición espiritual que tenemos al estar siguiendo al Unico y Verdadero Elohím y a Su Mashíaj, algo que la mayoría no tiene. El ósherviene—mentalmente--de entender que Él está a cargo de todo lo que nos sucede y en control. Espiritualmente, cuando nos sacamos la carga de todos los días, Él nos envía Su ósher para darnos a probar un anticipo de lo que sentiremos eternamente en Su Presencia, cuando nos llegue la hora de irnos con Él.
  2. “Oren sin cesar”. Hay tres conceptos diferentes entre los creyentes: el rezo, la oración y la comunicación con Elohím (de lo no tan bueno a lo mejor). Algunos optan por el primero, que es repetir algo “enlatado”, algo que Ieshúa criticó de los gentiles/góim (Mt. 6:7: “no repitan vanas palabrerías, como lo hacen los gentiles”); otros piden y piden y no obtienen mucho; de lejos, la mejor manera de orar, según lo enseñamos en el Judaísmo Mesiánico Renovado es establecer y mantener una relación íntima con Elohím por medio de la danza judía y la adoración, como lo hacía el Rey David. Cuando eso no se puede hacer “sin cesar”, podemos canturrear una melodía judía dedicada a Él, y con nuestro corazón puesto en estar en Su Presencia y en escuchar Su Voz, como nos dijo Ieshúa: “Mis ovejas oyen mi voz y yo los conozco y me siguen” (Ioj. 10:27).
  3. “Den gracias por todo, porque esta es la voluntad de Elohím…” No hay NADA que nos suceda “por accidente” o “por casualidad” o “por mala suerte”. TODO sucede por algún motivo, que debemos averiguar, para evitar que nos vuelva a suceder, por lo que debemos agradecer primero a Elohím tanto por lo bueno como por lo no tan bueno, y luego preguntarle a Él el porqué de lo que nos sucedió, como enseñamos .
  4. “No apaguen al Rúaj”. Como alguien dijo muy bien, el Rúaj ha Kódesh es siempre un Caballero: nunca nos va a interrumpir ni a empujar a hacer lo que no queremos hacer, aún cuando sea para nuestro beneficio, porque Él respeta nuestro libre albedrío. Somos NOSOTROS los que debemos vaciarnos de todo lo que nos molesta, de todo lo mundano que nos llena la mente y el ego, y tratar de estar en comunicación con el Rúaj, para que Él pueda guiarnos hacia Su voluntad.
  5. “No menosprecien las profecías.” Elohím nos habla de muchas maneras, todos los días, en cada tema. Debemos estar con las antenas espirituales alertas para escuchar, ya sea Su voz o Su mensaje/s para nosotros. Cuanto más creamos en esto, más y mejores mensajes recibiremos de Elohím.
Todas estas son las ofrendas que en estos tiempos modernos podemos ofrendar a Elohím y que van a hacer que Él se goce con nosotros y con nuestra compañía.
¡UN FELIZ SHABÁT!

08 marzo, 2012

PARASHÁH
 No.21:
 KI TISÁH/CUANDO TOMES
 Lectura de la Toráh:
 Shemót/Nombres/Ex.” 27:20-30:10
                                Haftaráh: Hezekíah 43:10-27

9 DEL MES DÉCIMO DEL 5772
3 DEL MES DE MARZO DEL 2012
Por
 Julio Dam
Rébe Mesiánico

“¿ESTÁ USTED
 CONSTRUYENDO UN MISHKÁN 
O UN BECERRO DE ORO?”

        En esta parasháh,
 se da el caso de la construcción del becerro de oro
 por parte del Pueblo de Israel,
 en la ausencia de Moshéh,
 cuando recientemente éste estaba recibiendo instrucciones 
para construir el Mishkán 
(Tabernáculo) para Elohím. 
 Ambos, el Mishkán y el becerro de oro, el ídolo,
 tienen un simbolismo extraordinario,
 que no debemos pasar por alto 
y de los cuales, al contrario, 
debemos meditar
 y sacar las conclusiones correctas.
      ¿Qué representa el Mishkán
Es nuestra búsqueda de Elohím.
 Es la construcción INTERIOR 
de un RECEPTÁCULO apropiado
 para—en nuestro caso—
Ieshúa que venga a vivir y a manejarnos desde adentro nuestro.
 Es un vaciarnos, 
como dijimos en nuestra parasháh pasada, 
cuando hablábamos de “bitúl”, 
de hacer desaparecer nuestro ego,
 nuestro yo, para dejar lugar para la presencia de Ieshúa 
y la dirección de Ieshúa a través del Rúaj ha Kódesh.
 Es la construcción de nuestra santidad/kedusháh interior 
y por ende, un refugio para nuestra libertad DE ha satán 
y EN Elohím.
 Esta libertad de ha satán nos liberta de todo lo anterior, 
de nuestra personalidad mundana, 
anterior, de nuestros valores y comportamiento errado 
y nos hace entrar, lentamente, en el mundo, en el receptáculo 
(que es el Mishkán mismo)
 que contiene todos los valores, 
conceptos, personalidad adecuadas—de acuerdo a Elohím,
 y no a nosotros ni al mundo.

      Entonces,
 ¿qué significado espiritual y mental tiene el becerro de oro? 

El becerro es exactamente lo contrario del Mishkán

mientras que aquél es un RECEPTÁCULO INTERIOR
 para preparar la Presencia INTERIOR e invisible de Elohím,

 el becerro es una PROYECCIÓN de nuestro yo al EXTERIOR,

 al mundo visible, en nuestro máximo esplendor, 
en forma de oro, 
el metal más precioso para el hombre del mundo:

es el yo exhibiéndose a sí mismo
 en su máxima potencia.

 El becerro es un grito: 
“¡NO NECESITAMOS A NINGÚN ELOHÍM!

 ¡YO SOY AHORA DIOS Y CONMIGO ESTÁN A SALVO!” 
El becerro es una exteriorización visual, 
controladora,
 de nuestro ego que quiere expandirse, 
controlarlo todo 
y hacer su propia voluntad, 

exactamente al revés del Mishkán,
 que es un receptáculo pasivo y auto-nulificado, 
para albergar a Elohím y hacer Su voluntad 
y no la nuestra.

         Esa es la esencia de los ídolos
son una exteriorización de los deseos de la gente religiosa 

y/o que usa la religión para sus propios fines, 

y que no desea someterse a la voluntad de Elohím,

 sino CONSEGUIR HACER SU voluntad
 y no la de nadie, 
menos que menos la de Elohím. 
Esto se consigue por medio del poder de los espíritus malignos
 que se esconden detrás de los ídolos,
 los “santos”
 y los “dioses”. 
Ninguno de nuestros lectores están 
(en su propia opinión), 
siguiendo a ídolos.
 Sin embargo, 

si NO están haciendo la Voluntad de Elohím
 sino la suya propia, 

están construyendo su propio becerro de oro, 

que es, como ya dijimos, 
la exteriorización de su propio ego,

 de su propia voluntad, 
como dice Rom. 8:14:
 “Porque son hijos de Elohím 
los que son liderados por Elohím”.

        En contraposición, 
esta es, la esencia del Mishkán:
 es la interiorización de la Voluntad de Elohím,
 concretizada en Ieshúa 

(“He venido a hacer la voluntad de Mi Padre”)
 y no la voluntad del hombre, 

de nuestro yo y por medio de Su Poder, 
ordenar el mundo de acuerdo a Su Plan 
y no al nuestro.

CÓMO CONSTRUIR EL MISHKÁN QUE ELOHÍM DESEA
  
         Como hemos visto,
 la vida del hombre es una lucha continua
 entre conseguir llegar a conocer y decir “Sí” al verdadero Elohím
 y decir “No”
 a los millones de “dioses” existentes; 
y en una segunda etapa, 
después de esto, construir lentamente el Mishkán interior,
 para que Ieshúa nos dirija desde allí 
hacia nuestro destino prefijado.
       Cuando nos damos cuenta 
que el Mishkán tenía tres habitaciones, 
así como el Templo del rey Shlómoh, 
allí comenzamos a vislumbrar la verdad: 


El Mishkáninterior es nuestra personalidad, 
hecha de “espíritu, alma/mente y cuerpo” 
como dice 1ª Ts. 5:23


Ahora bien, 
¿qué es la personalidad?
PERSONALIDAD: 
Podemos definirla de la siguiente manera:
 “Una matriz organizada en un estilo de vida,
 compuesto de ideas, ideologías, 
sistemas de valores costumbres culturales y sociales, 
idioma, vocabulario, religión, rituales (religiosos), 
moral, ética, valores espirituales 
(como la confianza/emunáh, laahaváh/amor espiritual,
 las matanót/regalos/”dones” espirituales de 1ª Cor. 12:8-10) incorporados o rechazados 
y distintos valores de verdad/
engaño en cada uno de estos factores,
 que se originan tanto en nuestra herencia 
como enlo que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida
 y que se transforman en pautas 
de (1) pensamiento,
 (2) habla 
y (3) conducta tanto externalizadascomo internalizadas 
(no vistas, ni de las cuales se habla, ni se desea hablar para nada, que es lo que Freud llamó
 “das unterbewussten”—“el inconsciente”).

 “Esta matriz está constantemente en un cambio continuo,
 en un proceso de movimiento y crecimiento,
 a medida que nuevas ideas, valores y costumbres
 (negativos o positivos) 
son descartados o incorporados a nuestra personalidad 
por el uso de nuestra voluntad
 o por la influencia de factores mentales, 
sociales o espirituales 
(ya sea de parte de Elohím o de ha satán).

“Esta personalidad tiene un destino prefijado por Elohím,
 al que nosotros podemos 
(1) acceder y ayudar a cumplir, o
 (2) rechazar y ayudar a que nos alejemos cada vez más 
de lo que Elohím tenía para nosotros destinado.”

La pregunta que naturalmente nos surge 
a continuación es: 
¿Cómo construir un Mishkán,
 una personalidad que sea la que Elohím desea para nosotros
 (no para nuestro vecino ni hermano mesiánico)? 


Alguien dijo:
 “Para crear hay que destruir primero”.

¿Qué es lo que debemos destruir? 


Si hemos prestado atención anteriormente,
 entenderemos que lo primero que hay que destruir 


en nosotros 


es todo vestigio del becerro de oro
 que haya en nuestra personalidad, 
como los judíos ortodoxos y nosotros, 
los judíos mesiánicos, 
hacemos en los días antes de Pésaj,
 haciendo que nuestros niños
 busquen pedazos de pan con levadura en la casa, 
símbolo en todo el Tanáj de pecado. 
No perdamos de vista que el becerro debajo del oro, 
está construido exactamente igual que nuestra personalidad: 
tiene todos sus elementos,
 sólo que no están al servicio de Elohím,
 sino de sí mismo.

Hemos definido a la personalidad como
 “un estilo de vida, compuesto de ideas, ideologías,
 sistemas de valores. 
¿Qué estilo de vida estamos llevando, 
frente al que Elohím desea? 


¿Somos judíos mesiánicos en shabát, 
y mundanos el resto de la semana?


 ¿Qué ideas tenemos sobre los distintos temas
 que se discuten a nuestro alrededor?

¿Qué tipo de ideología tiene, 
o propone el Tanáj? 
Este tiene ideas bien precisas
 y claras sobre casi todos los temas
 “modernos”. 
¿Le hacemos caso al Tanáj o a nuestra sociedad?

¿Qué idioma y qué vocabulario tiene el Tanáj 
 ¿Hacemos algo por aprender 
aunque sea algunas palabras 
de la “lashón ha kódesh/idioma santo” 
y de su vocabulario, 
o pretextamos que “da lo mismo”
 el saber algunas expresiones hebreas que el no saberlas?


 Si somos de los últimos,
 ¿cómo entendemos expresiones como 


“ojo bueno” y “ojo maligno”


 que aparecen en Matitiáhu/Mateo 
y muchas otras expresiones hebreas 
que sólo en ese idioma tienen sentido? 


Si yo le digo: “lo espero ‘a la hora tercera’”, 
¿qué hora me estoy refiriendo? 
(¡¿Cómo puede usted saberlo si no se empapa de la cultura judía original de todo el Tanáj!?)
Si no entendemos la Naturaleza interna de Elohím,
 el hecho que está hecho de Tres Dimensiones


 (Mente=ADONÁI; Aliento, Espíritu=Rúaj; Cuerpo=Ieshúa), 


¿cómo va a entender que es imprescindible 
el creer que Ieshúa 
sí fue nuestro “Imanu´El”=”Elohím con nosotros”
 y no un profeta cualquiera,
 como muchos judíos mesiánicos ya están creyendo?

En otras palabras, nuestro estilo de vida, 
nuestras ideas, valores, moral, ética,

deben ser examinadas continuamente
 por medio del Espíritu de revelación/Rúaj Guilúi
 (Ef. 1:17)

 para arribar a la Verdad de Elohím, 
no a su verdad ni a la mía 
e ir construyendo el Mishkán 
que Elohím desea para usted y para mí, 

no el que nosotros queremos para nosotros, 

que, a la verdad, 
es sólo otro becerro de oro.

¡UN FELIZ SHABÁT!