31 agosto, 2012

PARASHÁH
 No. 49:
 KI TETZÁH/CUANDO SALGAS (PARA LA GUERRA)
14 DEL MES SEXTO DEL 5772
1 DEL MES  DE  SETIEMBRE DEL 2012
Parasháh: Dvarím/Asuntos/”Dt.” 21:10-25:19
Haftaráh: Ieshaiáhu/Is. 54:1:10
Brit ha Dashah: Mt.19:1-12/Mt.5:31
Julio Dam
Rébe Mesiánico
 
PARASHÁT
 KI TETZÉH/CUANDO SALGAS
 
“LOS VALORES DE ELOHÍM VERSUS LOS
  VALORES DEL MUNDO”
 
 Dvarím/Asuntos Si uno lee esta parasháh, y en realidad, todo el libro de /”Dt.”, puede ver que está lleno de mandatos diversos, sobre toda clase de situaciones diarias que aparecen en la vida de cada persona y cómo Elohím desea que nos enfrentemos con esas situaciones. Este libro nos da una buena idea de lo que la Toráh en general es: un “Manual de Conducta y de Ética”. En Dvarím, al principio de esta parasháh, nos instruye cómo tenían los israelíes que comportarse si conquistaban una mujer gentil en el medio de una guerra, qué hacer con ella y cómo ella debía tratarse a sí misma (cortarse el cabello y dejarse crecer las uñas,
 para olvidar su pasado y su cultura gói/pagana).
El mundo también tiene “Torót” diversas, “manuales” que nos enseñan cómo conseguir lo que queremos. ¿Y qué es lo que el mundo nos enseña? A tener éxito. ¿Qué significado tiene el éxito para el mundo? ¿Qué clase de éxito nos muestra el mundo? El dinero, el poder, el sexo, la venganza, la codicia, el tener, tener y tener más y más, el acumular. Este el “manual” del mundo acerca del éxito. Estos son los pobres “valores” que el mundo entero tiene como caros. Y nos vende estos valores de todas las maneras que puede: por la TV, por las amistades mundanas y hasta no mundanas, por las conversaciones casuales, por los periódicos, por todos los medios que pueda para entrar y ensuciar nuestra mente y nuestro hogar, y la mente de nuestros hijos y familiares con sus “valores,” que sólo conducen a la muerte y al polvo de donde venimos. ¿Es esto lo que queremos para nosotros, para nuestros hijos? ¿Son estos los valores que deseamos para nosotros y nuestros hermanos en la fe?
Mas Elohím, en el libro de Dvarím nos habla de otros valores, de otros comportamientos, de otras ambiciones y especialmente, de otro tipo de conducta. Podemos definirlos sucintamente como:
 “Escuchar, aprender, enseñar, guardar, hacer, y perpetuar”.
 
1.ESCUCHAR
 
Elohím nos dio dos oídos y una sola lengua; ¿no será señal para indicarnos que debemos hablar menos y escuchar más? Su Pueblo le dijo: “Nishmáh ve naaséh/Escucharemos y haremos”. En otras palabras, PRIMERO “escucharemos” y recién después, “haremos.”
En cambio, vivimos en una época en la cual nadie escucha. Todos tratamos de hablar al mismo tiempo; todos decimos lo que pensamos y aun lo que todavía no hemos pensado, con tal de decir algo. Sin embargo, la sabiduría espiritual/jajmáh viene  de escuchar a Elohím; de callar y estarse en silencio, esperando las palabras de El para nosotros, para nuestra vida, para este día; para este problema que tenemos hoy; para nuestro cónyuge, para nuestra familia.
 
Elohím es nuestro Esposo; nosotros somos Su Prometida (Rev. 22). Debemos escucharlo atentamente, a ver si pescamos alguna palabra para nosotros y la guardamos en una caja de oro y la abrimos todos los días, pensando: “Esto me lo dijo Elohím mismo, el Creador del Universo.” Sin embargo, no es así como vivimos, sino al revés: tratamos de que los demás nos escuchen a nosotros; tenemos tantas cosas “importantes” que decir que ya no tenemos tiempo de escuchar. Somos nosotros los que pensamos que tenemos grandes cosas que decirle a los demás. Debemos parar este tipo tóxico de actitud y recapacitar y comenzar a hablar menos y menos y a escuchar lo que los demás desean decirnos, especialmente si es sobre nosotros mismos.
Elohím nos dice en Dvarím/Deuteronomio 12:28: “Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hiciereis lo bueno y lo recto en los ojos de ADONÁI tu Elohím”. Aquí hay una promesa definida para nuestra bendición: “para que te vaya bien a ti y a tus hijos...para siempre.” Lo único que Elohím nos pide es que “guardemos” y “escuchemos todas estas palabras.” No es demasiado, ¿no es así?
      Dice también Elohím en la Tehiláh/Canto de Alabanza/
“Sal.” 50:7:  “Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha Israel, testificaré contra ti: Yo soy Elohím, el Elohím tuyo”.
¿Estamos escuchándolo? El nos está hablando en este  mismo momento, quizás por medio de esta parasháh. ¿Estamos prestándole atención, o estamos en cosas “más importantes,” como en camino a la peluquería, o al restaurante?
      Elohím nos puede hablar no sólo en nuestros oídos espirituales, audiblemente, sino también por medio de Su Tanáj, de un sueño, de una parasháh o de las palabras de nuestro mejor amigo/a, o simultáneamente, por medio de varios de estos medios. Debemos acostumbrarnos a ello, y es más, deberíamos orar pidiendo que nos hable, para saber muchas cosas sobre nosotros mismos y nuestro destino en Sus ojos que no sabemos, muchos de nosotros.
 
2. APRENDER
   
       Lo segundo que debemos hacer después de escuchar, es aprender. ¿Para qué escuchar, si es que no vamos a aprender nada de ello? Existe lo que se llama “el proceso enseñanza-aprendizaje,” es decir, cuando hay un maestro y un alumno, existe un simultáneo enseñar-aprender. De nada sirve que haya un maestro si el alumno no está dispuesto o abierto a escuchar y a aprender. Toda nuestra vida con Elohím es un constante proceso de aprendizaje y de cambio, que viene del aprender. El sólo escuchar no trae cambio alguno. Si ese escuchar es practicado, allí se convierte en aprendizaje y la enseñanza tiene su fruto. Si todo queda en los oídos, no ha habido ningún cambio ni ningún aprendizaje. En nuestra opinión, la enseñanza-aprendizaje comienza con el alumno, no con el maestro, ya que es este último el que debe estar abierto para la enseñanza. De otro modo, la enseñanza es semillas que “caen al costado del camino” como dice Matitiáhu.
       La principal característica de un buen aprendizaje es una mente abierta, como ya hemos hablado en nuestro libro, “Los Diez Candados Mentales en ‘Romanos’ y las Escrituras.” Muchos de nosotros, sin darnos cuenta, caminamos con la mente cerrada para muchos temas, entre ellos las cosas de Elohím. Quizás El desea enseñarnos grandes verdades, grandes revelaciones, pero nosotros “ya sabemos todo.” ¿Qué se le puede enseñar a alguien que ya “sabe todo”? Hay un momento de criticar y de juzgar lo que nos están tratando de enseñar, pero no es inmediatamente después que nos lo dicen, sino que debemos masticar lo que nos están enseñando y revisándolo con el Tanáj, el N.T. y lo que ya sabemos seguro que es así. De otro modo, estaremos siempre con “el sombrero crítico” puesto toda la vida, y Elohím no podrá enseñarnos nada y muy pronto dejará de probar con nosotros, que hemos demostrado que no queremos aprender más.
       La segunda característica de un buen aprendizaje es que nosotros mismos somos sus mejores alumnos. ¿Cómo se prueba esto? Haciendo nosotros mismos lo que el aprendizaje nos indica que hagamos. Si, en el caso del Judaísmo Mesiánico, se habla de una renovación de nuestro vocabulario, ya que “Jesús,” “Cristo,”  “Dios,” “Navidad” “domingo,” etc. son paganos, debemos mostrar que somos buenos alumnos, descartando ese vocabulario, tanto exteriormente, al hablar, como interiormente, es decir, entendiendo en nuestra mente y en nuestro espíritu que en realidad lo son, y que no corresponden con Ieshúa, Mashíaj, Elohím y las fiestas del Tanáj y el shabát, respectivamente.
Aprender significa cambiar de manera de pensar, de hablar y de actuar. Si decimos que hemos aprendido lo mencionado arriba, pero seguimos pensando, hablando y actuando “Jesús,” “Cristo,” etc. como se puede ver en lugares en Internet que se dicen “Mesiánicos,” la verdad salta a la vista. “La mona, aunque se vista de seda, mona se queda,” dice el refrán en castellano, ¿no es así? Este cambio es tanto interior como exterior, como decíamos más arriba.
Segundo, este cambio debe ser CONTINUO y sin cesar. No podemos llegar al 2004 y decidir: “Bueno, ya he aprendido todo lo que necesito del Judaísmo Mesiánico.” El que piensa así, se ha ESTANCADO, por su propia decisión, en el 2004. Elohím tiene NUEVAS REVELACIONES para usted y para mí, continuamente. ¿Está usted dispuesto a rechazarlas porque “ya sabe todo”? NO es un curso de acción de un sabio espiritual/jajám y todos debemos tener como meta el serlo. Por ejemplo, en el 1996, cuando nuestros primeros artículos aparecieron en Internet, llamábamos “Brit Ha Jadasháh”/Pacto Renovado al N.T. y muchos, tanto en castellano como en inglés, ahora llaman así al N.T. Mas hace aproximadamente dos años que Elohím nos ha revelado que el N.T. NO es el Pacto Renovado de Irmiáhu/”Jer.” 31:31-33, por lo que ahora hacemos una distinción entre los dos en nuestras parashót y en nuestros libros, como usted puede notar en nuestras parashót.
Tercero, el verdadero aprendizaje es producto de una decisión tomada, no de una intención soñada. Debemos DECIDIRNOS con mayúsculas a aprender algo y a incorporarlo a nuestro carácter, a nuestra personalidad y a nuestras creencias. Si esto último no sucede, no hemos aprendido en realidad; sólo estamos jugando con la “posibilidad” de aprender algo, que, lo más probable, es que nunca apliquemos para nada en nuestra vida, por lo que no podemos llamar a eso “aprender.”
¿Y qué desea Elohím que aprendamos, más que nada? Un estilo de vida “Toráh-cico,” es decir, de acuerdo con la Toráh. No de acuerdo a como NOSOTROS creemos que tenemos que comportarnos, sino de acuerdo a lo que El dejó ya hace 4000 años escrito que debíamos comportarnos. Las reglas ya están allí hace siglos. Lo que todavía no está allí, lo que brilla por su ausencia es nuestra obediencia.
     
 
3. ENSEÑAR
 
Después de nuestro aprender, viene la etapa natural a continuación: la de enseñar a los demás, lo que Elohím nos enseñó a nosotros, primero que nada con el ejemplo. Debemos dar un testimonio de vida de que estamos tratando de cumplir lo que El quiere que cumplamos, y nuestra conducta con los demás debe reflejar este propósito. En segundo lugar, debemos enseñar a los demás lo que hemos aprendido a un altísimo costo.
 
4. HACER Y GUARDAR
 
Este enseñar, como decíamos, es más que nada práctico. Nosotros debemos hacer lo que enseñamos y corregir a aquellos que desean aprender y desean ser corregidos. Los que no desean ser corregidos, debemos dejarlos así hasta que adquieran el hábito y el deseo de serlo. Hacer otra cosa es discutir, lo cual no es bueno ni es de Elohím. Elohím dejó una cadena de mando que debemos de entrar en y someternos. El que no desea entrar en esa cadena de mando y no desea aprender, se deberá estacionar en el lugar donde se encuentra y esperar que estos dos conceptos sean de su aceptación y así entrar—recién--a funcionar dentro del Mimshélet ha Shamáim/Dominio de ADONÁI/”Reino de los Cielos.”   
 
5. PERPETUAR
  
Cómo última regla, debemos aprender a perpetuar lo que hemos escuchado, aprendido, guardado y hecho por y para Elohím. Esto lo ha hecho muy bien el Judaísmo en los últimos 3300 años, donde a pesar de las constantes persecuciones anti-judías en todos los países del mundo, de los pogróms contra nosotros en toda la historia, el Pueblo de Elohím sigue vivo pese a todas las probabilidades, sigue cumpliendo la Toráh pese a todas las leyes y prohibiciones cristianas y musulmanas en su contra y sobrevivirá para, al fin, reconocer al verdadero Mashíaj, al hijo de David/ben Davíd, Ieshúa, ADONÁI con “traje de carne.”
        ESTE es el éxito verdadero en el mundo. Este es el éxito eterno que Elohím desea para cada uno de nosotros. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio?
 
¡UN FELIZ SHABÁT!

24 agosto, 2012

PARASHÁH
 No. 48
 SHOFTÍM/JUECES
2 DEL MES SEXTO DEL 5772
25 DEL MES  DE  AGOSTO DEL 2012
Parasháh: Dvarím/Asuntos/”Dt.” 16:18-21:17
Haftaráh: Ieshaiáhu/Is. 51:12-52:12
Brit Ha Dashah: Mt.18:15-22
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico
 
COMENTARIO DE LA PARASHÁH
“CÓMO SER
TAMÍM/ÍNTEGROS”
        
         Esta parasháh/porción de la Toráh
nos habla de cómo gobernar Israel
 y de cómo administrar justicia correctamente
—a los ojos de Elohím.
 La palabra clave de esta parasháh
 es “tamím/íntegro.”
 La palabra “tamím”
podemos traducirla de diversas formas,
 que nos aproximan a la idea de Elohím:
 “honesto, con códigos morales,
 puro, perfecto, completo (que no le falta nada),
 valiente, sin vacilación.”
 Pero esta es una definición incompleta y de bajo nivel.
 Debemos profundizar hasta llegar al nivel más alto posible,
por medio de la revelación/guilúi.
         La parasháh no se limita a enseñar cómo administrar un país,
 sino también y especialmente cómo administrarnos a nosotros mismos
y a nuestra familia
 y lo podemos aplicar a nuestra sinagoga también.
 
         Tanto Nóaj como Avrám fueron llamados “tamím,”
tanto que luego de eso,
 Elohím le cambió el nombre a Avrám a AvraHám,
 agregándole la letra “héi” de su Nombre a Avrám,
con lo que quería significar que ahora Avrahám tenía algo de Elohím:
 era tamím/íntegro, valiente.
 Esta última connotación de “valiente”
es la que se le aplica a ambos, tanto a Nóaj como a Avrahám.
 Hacían lo que tenían que hacer,
 no importaba lo que los demás hacían.
Decían lo que tenían que decir,
 no importaba la reacción ni lo que los demás esperaban que dijeran.
 Pensaban lo que tenían que pensar,
 de acuerdo a lo que Elohím quería que piensen,
 sin importarles lo que los demás pensaban.

 ¡Aquí hay valentía!

No es nada fácil pensar, hablar o hacer lo que Elohím quiere que pensemos,
hablemos o hagamos,
 cuando todo el mundo está en contra nuestro.
Nos gusta complacer a los demás,

 aunque no nos importa tanto complacer a Elohím.

 Nos importa más “quedar bien” a los ojos de los demás
 y entonces pensamos, hablamos y hacemos cosas que a Elohím no le gusta u odia,

pero a la gente le complace y lo hacemos
 porque es más cómodo complacer a la gente
 y que ellos estén de acuerdo con nosotros y con nuestras ideas.

        Esto es doblemente cierto y doblemente fuerte en el campo religioso.
 Cuando escribimos algo que a la gente le gusta,
 nos llegan felicitaciones.
 Pero cuando escribimos algo que va contra la corriente,
 aunque sea una cita textual de la Toráh,
 nos llaman la atención,
y no les gusta,
 porque va en contra de lo que ellos creen y practican.

Somos seres humanos todos.
 Pero tenemos que decidir si complacemos a Elohím o a la gente y a la “moda.”
         La letra extra “héi” en el nombre de AvraHám
significa tener una relación con Elohím,
 tener PARTE de Elohím incorporado a nosotros,
hasta en nuestro nombre.
A esto debemos aspirar,
 no a las felicitaciones humanas,
 o en este caso, a las relaciones humanas.
 Es cierto, no vamos a tener muchos amigos así,

 pero sí vamos a tener UN Amigo,
 el único que cuenta:
Elohím.

El ve lo que pensamos, hablamos y hacemos
 y nos juzga de acuerdo a nuestra ignorancia o sapiencia sobre el tema.
 Si no sabemos algo, nos perdona;
pero desde el momento que sabemos algo
Y DESOBEDECEMOS
o simplemente lo ignoramos
porque es más cómodo o porque los demás están de acuerdo con ello,

 El ya no nos puede perdonar
 y estamos en pecado con El.

El creyente que dice “Jesús”
porque nunca supo que jamás hubo nadie que se llamó así hace 2000 años,

 no tiene ni tuvo culpa alguna en los últimos 1900 años de cristianismo,
 porque nadie se lo dijo.
 Pero ahora,
 que el Judaísmo Mesiánico existe
 y que se explica el verdadero nombre del rabino judío Ieshúa,
no hay excusa para seguir usando “Jesús,”

 y tampoco perdón. Ejemplos como éstos podríamos darlos por docenas.
Algunos serán bien recibidos
 (los que son practicados por nuestros lectores),
 y algunos serán muy mal recibidos,
 porque nuestros lectores creen diferentes.
 Lo importante en todo esto es volver al origen de nuestra parasháh:
ser tamím/íntegro.
 Qué dice la Toráh?
 ¿Está en la Toráh lo que pensamos, decimos o hacemos,
o lo hemos sacado de la tradición?
Estamos siendo tamím/íntegros al pensar,
 decir o hacer algo que NO está en la Toráh?
ESTA es la pregunta que nos deberíamos hacer,
 en vez de discutir y citar a este o aquel autor o versículo.
         La palabra “tamím” viene de “tám” que se traduce “simple” y “simplote.”
 Un niño es “tám,” no tiene complicaciones.
 Para él, si usted le explica algo,
 él lo acepta sin discusiones,
sin argumentos y con la emunáh shlemáh/fe total
 que es tan necesaria para todos nosotros.
 Fue por esa emunáh shlemáh de los niños que Ieshúa los alabó.
 Le explicamos a un niño que ADONÁI se puso un traje de carne
 y fue conocido como Ieshúa?
 Pues lo cree sin chistar y lo entiende mucho mejor que un adulto,
 que “ya sabe” que eso no es posible,
 o que ya cree que Ieshúa fue el Mesías pero no una Parte de Elohím,
como gran parte del Judaísmo Mesiánico ya cree.
         Debemos llegar a ser como Avrahám
 Y como un niño:
 como Avrahám, dejaremos entrar a Ieshúa dentro nuestro,
 como Avrám dejó entrar a ADONÁI
 y El le colocó la “H” en su nombre como señal de que lo hizo
y seremos—si lo dejamos—cada día un poco más como Él.
Si dejamos que seamos como niños,
 seremos más abiertos a la Verdad de Elohím,
y no discutiremos cada Verdad revelada de Elohím,
 sino que la aceptaremos,
 como verdaderos niños.
 (Eso NO significa, por otro lado, que debemos creer cualquier cosa que nos enseñen. Para eso tenemos el Rúaj ha Kódesh
que, dice el P.R. “los llevará a toda la verdad.”
Debemos preguntar al Rúaj,
 cosa que casi nadie hace,
 desafortunadamente.
 O creen o rechazan,
 pero no le preguntan al Rúaj
 si es verdad o no lo que están siendo enseñados.)
         Primero,
para ser tamím tenemos que sacar nuestra integridad humana,
nuestro concepto mismo de que somos íntegros, honestos, etc.
 Esto no sirve para nada a los ojos de Elohím
y es la primera condición.
 Donde hay muebles viejos,
 no se puede colocar muebles nuevos;
 hay que sacarlos primero para hacer lugar para los nuevos.
         Segundo,
tenemos que ENTENDER en toda su magnitud y nivel
 lo que REALMENTE significa ser tamím a los ojos de Elohím.
        Tercero,
 tenemos que comenzar a ORAR
para llegar a serlo.
         Cuarto, tenemos que PRACTICAR el ser tamím,
 aunque nos cueste.

¿QUE ES SER TAMÍM A LOS OJOS DE ELOHÍM?

        Como dijimos más arriba,
 lo segundo que tenemos que hacer para serlo,
 es entender qué es realmente ser tamím.
 Primero que nada, Elohím trabaja en total orden/séder.
 Todo lo ha hecho y lo seguirá haciendo en séder.
De modo que el ser tamím significa que nuestra vida debe ser ordenada
 desde todos los puntos de vista.
 Cualquier desorden, ya sea mental, verbal o físico,
 debe ser orado y quitado de nuestra vida,
 porque NO corresponde con las cosas de Elohím.
 Dentro de este marco omniabarcante de orden/séder,
Elohím es, más que nada, Ahaváh/amor sacrificial,
 que comprende el dar continuamente a cada uno
lo que está necesitando en ese momento:
 el que necesita oración, darle oración,
 el que necesita liberación, brindarle liberación,
 el que necesita dinero, darle dinero,
el que necesita un consejo de Elohím (no nuestro), darle un consejo de Elohím,
 el que necesita compasión, darle compasión,
 el que necesita nuestro perdón, darle perdón,
 el que necesita enseñanza, darle enseñanza
(si desea recibirla, si la pide),
 el que necesita aceptación, darle aceptación, etc.
 Esto debemos hacerlo POR y PARA Elohím,
 no por reconocimiento, ni por vanidad,
 ni para quedar bien a los ojos de los demás,
sino porque a los ojos de Elohím, es nuestra obligación como sus hijos.
Para hacer todo esto, necesitamos primero pedir paciencia,
 tolerancia, aceptación y ahaváh por los demás.
Sin estos sentimientos de Él, no vamos a poder ni vamos a querer dar nada de ello.
         Dijo Albert Einstein algo que se refiere a lo que venimos diciendo:
“Un ser humano es parte del Todo...
El se experiencia a sí mismo, a sus pensamientos y sentimientos
como algo separados de su consciencia.
Esta ilusión es una especie de prisión para nosotros,
 que nos restringe a nuestros deseos personales
y afectos para unas cuantas personas cercanas a nosotros.
 Nuestra tarea debe ser desembarazarnos de esta prisión
ampliando nuestro círculo de compasión para llegar a todos los seres humanos
 y a toda la naturaleza en toda su bellleza.
 Nadie es capaz de llegar a esto,
 pero el tratar de hacerlo, es, en sí mismo, parte de la liberación
 y el cimiento de la seguridad interna.”
         El ser tamím también significa lo que dijo Einstein:
 debemos dejar a un lado nuestro egoísmo,
aunque sea en parte, aunque sea a veces,
 y mirar a nuestro alrededor, tratando de dar a los demás lo que los demás necesitan, como dijimos.
Debemos salir de nuestra prisión mental y ayudar a los demás,
sabiendo que Elohím nos está mirando.
 No hay NADA que pensemos, digamos o hagamos
que El NO vea ni juzgue.
¿Queremos salir bien parados de nuestro comportamiento o pensamiento?
Tengamos en cuenta esto.
         Todo esto primero a Elohím,
 luego “al judío primeramente,”
 que comprende a nuestros hermanos de la sinagoga mesiánica, obviamente,
y luego a nuestros amigos, conocidos y compañeros de trabajo no-judíos.
 (La palabra “Amor” ha sido tan desvalorizada y “Hollywoodizada”
que no deberíamos usarla,
 porque las connotaciones que posee no corresponden
para nada con las definiciones que hemos brindado más arriba.)
EL SER TAMÍM
Y LA “GRAN CATÁSTROFE” QUE SE AVECINA
         He leído que muchos niños en los EE.UU.
 tienen temor de no llegar a viejos por una guerra nuclear.
 Nosotros, los judíos mesiánicos, por un lado debemos saber
que las cosas se van a poner mucho peor,
 lo quieran aceptar o no.
 Pero por otro lado,
tenemos que entender y aceptar que estamos en Sus manos,
 dirigidos por El,
 a diferencia de la mayoría de los que tienen temor.
 No tenemos que tener temor,
 sino esperanza/tikváh,
 porque la Segunda Venida de Ieshúa está cercana,
aunque antes está la “Gran Catástrofe.”
No debemos temerla, porque El está con nosotros,
 a nuestra mano derecha.
 Debemos aprender a confiar en que la Historia termina bien para nosotros:
 nosotros somos la Kaláh/Novia de Ieshúa.
Tenemos que entender que Ieshúa va a proteger a Su Novia.
 (Si no lo hace, ¿con quién se va a casar?)

No debemos tener una religión.
 Esta no nos va a sacar el miedo;
debemos comenzar a tener una relación.
Esta lo va a calmar y nos va a dar la emunáh shlemáh
 que nos va a llevar a través de la “Gran Catástrofe”
 que se avecina para todo el mundo
y nos va a dar el triunfo final.

FELIZ SHABATH.

17 agosto, 2012

Parasháh
No.47
 REE/HE AQUI
30 del mes Quinto del año 5773
18 de Agosto del 2012
Lectura de la Toráh:
 Dvarím/Palabras/”Dt.”: 11:26-16:17
Lectura de la Haftaráh:
 Ieshaiáhu/Is. 54:11-55:5
Por
Julio Dam
Rebe Mesiánico

Dvarím :”12:1-3:”
Derriben totalmente en todo lugar donde las naciones góim/
idólatras/gentiles hicieron adoración idolátrica, en los montes altos,
 y bajo los árboles.
 Hagan pedazos sus altares,
 los monumentos y quemen a fuego sus árboles idolátricos.
 Además, derriben las imágenes grabadas de sus dioses
y borren por completo sus nombres de ese lugar.
“LA VERDADERA CAUSA DE LA POBREZA"
¿Por qué diría Elohím a Su Pueblo que, no sólo derribe todo objeto idolátrico,
sino que queme y destruya a todas las naciones knaaníticas
 (hombres, mujeres y niños y sus pertenencias)
 que se encontraban en ese lugar, el futuro Israel y la futura Iehudáh?
 En nuestro mundo “civilizado” moderno, esto es obra, como dijeron varios comentaristas cristianos obra de un “Dios cruel, el Dios de los judíos.”
La incomprensión acerca de los caminos de Elohím y de la manera dialéctica de pensar, actuar y escribir el Tanáj de Él, no sólo proviene de algunos comentaristas aislados, sino de todo el mundo, excepto del judaísmo, que ha acumulado tres mil trescientos años de sabiduría y puede explicar mejor los motivos de Su Elohím.
Sin embargo, esta incomprensión y esta ignorancia del mundo espiritual, tanto de Elohím como el de ha satán, hace que los mismos judíos mesiánicos, que mayormente venimos del cristianismo, muchas veces no comprendamos cosas básicas como lo es la causa de la pobreza y la miseria, tanto espiritual, material como mental y tanto de las personas individuales como de países enteros.
Trataremos, en esta parasháh de compensar un poco esta falta de incomprensión y traer un poco de luz que ilumine nuestra propia condición, la de nuestros hermanos en la fe, compañeros de trabajo y la de nuestros propios países donde residimos y el porqué son pobres (espiritual, mental y materialmente) o ricos, según sea el caso.
La idolatría es la raíz de toda la pobreza y miseria espiritual, mental y financiera en toda la tierra habitada, tanto para cada persona individual, como para naciones enteras.   ¿Por qué hay países y personas pobres, infrahumanamente míseros? Las explicaciones abundan, dependiendo de dónde provengan. Hay explicaciones políticas, económicas, morales, éticas, psicológicas, pero la única que debemos atender y entender es la explicación espiritual, que no es la única causa, pero sí la base que produce las otras automáticamente. Una persona es pobre (espiritual, mental y económicamente), un país es pobre, no por “la corrupción,” la muletilla usada por los verdaderos culpables, (que tiene total lógica, pero está equivocada en su misma base) porque él/ella y sus padres y ancestros está contagiada de idolatría, una enfermedad espiritual que contamina y maldice la tierra, la mente y la vida de todos los habitantes de un país.
 Si se trata de una persona individual, su idolatría tiene el mismo efecto, sólo que interno: contamina su “tierra” que es su cuerpo, su mente y sus actos.
 Esta es la VERDADERA raíz del “árbol del mal” que es la pobreza en todos los ámbitos. No permitamos que el mundo nos contagie con las explicaciones carnales, que abundan y no poseen ninguna validez como raíz y fuente del mal, aunque sí como ramas del árbol. Derribemos el árbol de raíz y las ramas ya no estarán nunca más allí.
Lo contrario también es cierto: un país que adora al verdadero Elohím, indefectiblemente se vuelve próspero y rico, primero en su espíritu colectivo, luego en su mente (positiva) y por último, financiera y económicamente.
 Lo mismo sucede con un individuo, en las mismas áreas
 y tan automáticamente como le sucede a una nación entera.
En cambio, una persona o una nación idólatra, todo lo que piensa, todo lo que planea, todo lo que ejecuta está torcido desde antes de comenzar y su fruto no es bueno, aunque todos lo vean “bueno para comer,” al principio. Piensen a su alrededor, y encontrarán en seguida personas, ya sean jóvenes o adultas, que, son “prometedoras”, todos sus familiares y amigos esperan mucho de ellos. Sin embargo, “nadie entiende por qué” siempre se están metiendo en líos de uno u otro tipo y terminan en la cárcel, o acuchillados o directamente asesinados. Lo mismo sucede con naciones, que comienzan bien, a la par de sus vecinos, pero, “por alguna razón” nunca toman una decisión correcta. Todos los acuerdos comerciales y políticos son hechos con las naciones equivocadas, aunque esto no se ve enseguida, sino que necesitan pasar años para que se note el declive. ¿Por qué es este fenómeno?
Porque la base de todo es el mundo espiritual. Como ya dijimos más arriba, existe un mundo espiritual dirigido por Elohím y un mundo espiritual dirigido (bajo órdenes y permisos estrictos) de ha satán. La vida del hombre o la nación que tiene a Elohím y que lo sigue en obediencia y sumisión, está regida y bendecida por Elohím, como no podía ser de otro modo. La vida del hombre o nación que tiene a otro “dios” o idea, o ideología, o perspectiva del mundo/perspectivah olamít (Heb.) que no es el Elohím de Israel y el Mashíaj de Israel, está condenada al fracaso y a la miseria, automáticamente.
¿Qué es un ídolo? No es algo imaginario, ni “superstición,” como muchos humanistas y hasta líderes religiosos piensan y enseñan. Es el símbolo visible de un ser invisible, un espíritu maligno que se disfraza de “santo”, o de “Virgen” o de “Dios”. Responde a las oraciones de sus seguidores.
 ¿De otra manera, cómo podría tenerlos?
VIGILEMOS LAS SEÑALES—ANTES DE QUE SEA TARDE
De todo lo que hemos mencionado hay señales. Hay señales de las personas prometedoras, que, nadie entiende por qué, nada les sale bien, y al contrario,
 comienzan a hundirse lenta, pero seguramente
y lo mismo exactamente sucede con naciones similares.
Pero las señales ocurren:
 tragedias, “accidentes,” percances, muertes, enfermedades “raras,”
 y que se repiten en las generaciones de una misma familia, pestes. Estas no son “accidentes” (ni en la vida de personas individuales, ni en la de las naciones), sino advertencias de Elohím, cada vez más pesadas, hasta que la paciencia de Elohím se acaba y ocurre una enorme tragedia: o la persona se muere en un “accidente” o surge una inundación, o una catástrofe, o una guerra en una nación que la destruye parcialmente, y deja un enorme daño psicológico a nivel nacional, un trauma colectivo que toma años en curarse, si es que lo hace.
Lamentablemente, las personas o naciones a quienes Elohím les advierte, no están preparadas para entender nada. Sólo ven con sus ojos físicos y deducen de la evidencia física. Y como están torcidas de nacimiento, continúan tomando decisiones torcidas para “corregir” esa señal, pero sólo consiguen hundirse un poco más hondo que antes. Imaginémonos un drogadicto o un alcohólico que, primero pierde su empleo, y luego, para seguir costeando su vicio, comienza a asaltar gente en la calle. Ya está a un paso de ser baleado, ya sea por otros drogadictos, o por la policía. Y lo mismo sucede con las naciones, aunque es mucho más difícil y más prolongado este proceso, y por eso no se puede ver tan fácilmente, a menos que meditemos en su historia reciente.
Los “expertos” siguen usando sus propias herramientas, ya que no poseen otras: económicas, políticas, éticas, etc. Todo, menos la verdad verdadera: la nación está hundida en la más abyecta idolatría y el único remedio es sacarla de ella, limpiarla, como Elohím limpió a Israel, Su Esposa,
 y traerla de nuevo a Su lado. Pero nadie entiende...
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA IDOLATRÍA?
¿Cuáles son las causas de la idolatría? Podríamos enumerar cuatro. La primera, es el heredarla. La mayoría de los idólatras lo son porque sus padres nacieron idólatras. El primer ejemplo que nos tiene que venir en mente es Avrahám, cuyo padre no sólo era idólatra en Bavél, sino que vendía ídolos, como oficio. Hay una gran esperanza para los idólatras, si el padre de la nación israelí fue idólatra, hijo de idólatra y luego se encontró cara a cara con el verdadero Elohím. En Dvarím/Asuntos/”Dt.” 7, Elohím advierte a los israelíes que no se casen con los pueblos knaanítas. ¿Por qué? Porque son todos idólatras y sus hijos e hijas se volverán idólatras por casamiento. Este es uno de los grandes peligros aun para nosotros, hoy en día: “el yugo desigual.”
La segunda causa de la idolatría es la necesidad espiritual. Muchas veces, las circunstancias de nuestra vida nos impulsan a buscar ayuda espiritual, pero como no entendemos nada, buscamos en el lugar equivocado, y nos topamos con un “gurú” espiritual, que nos ayuda (los demonios también “ayudan”), pero que, a la larga, sólo creará una dependencia con el mundo espiritual maligno que antes no teníamos  y que nos atará de por vida. Ahora está de moda Harry Potter. ¿Y qué tiene de malo Harry Potter, preguntarán algunos? Que está concebido para envenenar a todo el mundo con brujería disfrazada de libros y películas que entran en la mente de los niños—y no sale, a menos que el niño sea liberado—y bien.
La tercera causa de idolatría, y la que hace que muchas veces, inconscientemente, prefiramos seguir a una religión falsa o rama del ocultismo al verdadero Elohím, es que los demonios muchas veces (no siempre) no exigen nada de nosotros, aparte del dinero que pagamos. No hay una obligación, como la que hay con Elohím de cambiar nosotros. Podemos ser los mismos mentirosos, ladrones, corazones duros, etcétera, que antes, e igual vamos a conseguir lo que queríamos, ya que sólo se trataba de dinero. Esta es una razón seria por la cual muchos a los que se les habla de Elohím no quieren escuchar, porque no desean dejar atrás la traba emocional o física que tienen.
La cuarta causa es el empecinamiento. Muchos tenemos demasiado orgullo como para reconocer que estuvimos en una religión falsa durante años y no queremos reconocerlo, no importa qué.
¿QUÉ ES LO CONTRARIO A LA IDOLATRIA? 
Es conocer al Elohím de Israel y al Mashíaj de Israel, Ieshúa y seguir Sus mandamientos. Lo primero se conoce como “justificación,” y lo segundo se conoce como “santificación,” aunque no son completamente equivalentes. Se requieren ambas condiciones para ser salvos, no sólo “confesar con la boca que Ieshúa es el Señor” como dice Ro. 10:9.
¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS DE LA ID0LATRÍA?
Tanto para una persona como para un país, el resultado final en esta vida es la pobreza del espíritu, de la mente y de la carne. En la otra vida, la horrible consecuencia es el sheól, el infierno eterno, mucho peor que lo que nos imaginamos.

¿CÓMO LIDIAR CON LA IDOLATRÍA?
En Dvarím 7 y 8, Elohím nos indica cómo lidiar con ella. Primero, debemos destruirla totalmente, y no dejar rastro alguna de ella y destruir todo vestigio de ella. En el caso de una persona esto es bien sencillo: hay que quemar todo libro, estampita, amuleto, objeto de culto, de recordación, busto, cartel, etc. que nos recuerde al ídolo u objeto de adoración.
En el caso de una nación, las cosas son más complicadas, aunque en el fondo es lo mismo. Lo difícil, o casi imposible, es convencer a todo un país que es idólatra, y que ésta es la causa de todos sus problemas económicos, políticos, y sociales, y luego, ponerse de acuerdo en destruir todo vestigio de ella en la tierra, en la mente de los habitantes y en el espíritu del país. (Esto es sólo algo que Elohím puede hacer; no hay movimiento humano que pueda hacerlo.) El Talmúd dice que un gói/gentil que abandona la idolatría se puede considerar judío, lo cual es totalmente cierto, ya que es el opuesto al judaísmo.
El tercer punto de que habla Dvarím 7 es la necesidad de obedecer. Ya lo dice Matitiáhuh/Mt. 7:21:“No todo el que me dice ‘Adón, Adón/Señor, Señor’ entrará al Maljút ha Shamáim/Dominio de ADONÁI/”Reino de los Cielos,” sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los Cielos/Aví she ba Shamáim.”
 (De nuestra traducción mesiánica renovada.)
Nos gusta decir que el Maljút ha Shamáim es un lugar MUY reservado, con muy pocos miembros “fundadores.”
¿A qué debemos obedecer? A todo lo que Elohím nos ordena hacer por medio de la Toráh (los mandamientos/mitzvót).
El cuarto punto es que, si hacemos todo esto, El promete “favorecerlos y bendecirlos y multiplicarlos.” Esto no debemos olvidarnos, a la hora de pretender bendiciones/brajót de Elohím. Existen condiciones para ellas, y si las cumplimos, las obtendremos y ya la pobreza y la “mala suerte” y las maldiciones no nos acompañarán más.


07 agosto, 2012

Parasháh
No.46
EKÉV/PORQUE
23 del mes Quinto del año 5773
11 de Agosto del 2012

Lectura de la Toráh:
Dvarím/Palabras/”Dt.”: 7:12-11:25
Lectura de la Haftaráh:
 Ieshaiáhu/Is. 49:14-51:3
Brit Ha Dasha:

Por
Julio Dam
Rebe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

LOS SIETE PASOS PARA ACERCARSE A ELOHÍM
 
Dvarím/Palabras/”Dt.” 7:12:
 “Como consecuencia/ekév de que ustedes escuchen
 (y obedezcan) estos juicios,
los guarden y los hagan,
 ADONÁI vuestro Elohím
 cumplirá con ustedes este pacto
 y la misericordia/jésed que mostró con vuestros ancestros”
El libro de Dvarím/Palabras,
a diferencia de los otros cuatro libros de la Toráh,
 trata casi exclusivamente de las enseñanzas de Moshéh
 antes de su muerte.
 El libro transcurre desde el 1º del mes tercero del año 2488
 (después de la Creación—ahora estamos en el 5772)
 hasta el siete décimo segundo del mismo año, 2488,
el día del deceso de Moshéh.
 Su propósito, como es el de los otros cuatro libros de la Toráh,

es formar y educar a la Esposa de Hashém,

 para inculcar la Unidad mental y espiritual con El.
 (Estoy seguro que vendrá como una gran sorpresa
el saber para la enorme mayoría de nuestros lectores,
 que el 80% la Toráh entera
(los cinco libros/sfarím)
sólo cubren 3 años de los 500 años de la vida e historia de Israel,
 aparte del período de la creación del Universo en Be Reshít.
 Esto nos muestra la enorme importancia
 que tiene esta enseñanza sobre la unidad para Elohím)
 Este propósito de enseñar unidad a todo el Pueblo Judío
 (por sangre y por fe)
 continuó con la venida del Rabino Ieshúa,
 Mesías y parte de Elohím y algunas de las enseñanzas en el N.T.,
 como veremos a continuación.
 Así, podemos decir que existen siete pasos para lograr una unidad con Elohím:
El conocer y recibir a Ieshúa, la Dimensión Corporal de Elohím,
 para aquellos que no han nacido dentro del Judaísmo Ortodoxo.
El observar/Shmirát ha Mitzvót/Mandamientos;
el Talmúd Toráh, el estudio de la Toráh
(que incluye para nosotros el P.R. en una traducción por lo menos adecuada,
 es decir, mesiánica)
Ahavát Hashém, el lograr amar a Hashém
La liberación del espíritu y del alma
La tefiláh, la oración, y
la Iejidút/el Unirnos a Hashém.
Trataremos de enseñar algo sobre cada uno de estos siete pasos
 en esta parasháh necesariamente corta.

(1) EL CONOCER Y RECIBIR A IESHÚA
Para aquellos que no han nacido dentro de un hogar judío ortodoxo,
 y por lo tanto, que no estuvieron cerca del Padre,
 de Hashém, necesitan conocer y recibir al Rabino judío Ieshúa,
 quien es la Dimensión corporal de Elohím
y quien trae la salvación del espíritu,
 una de las tres dimensiones que tenemos
 (espíritu, alma/mente y cuerpo, según 1ª Tes. 5:23).
 El nos trae a la Presencia del Padre,
como El mismo dijo, en una frase que se entiende mal:
“Nadie viene al Padre si no es por Mí”.
 Claro que es así, sólo que quizás por primera vez
 nuestros lectores podrán entender,
los judíos no mesiánicos
¡YA ESTÁN EN PRESENCIA DEL PADRE,
 por lo que no necesitan a Ieshúa!
 Son los góim/los idólatras,
 y los judíos que no han nacido en un hogar ortodoxo
 los que necesitan a Ieshúa
 para que los lleve a Su Presencia en esta tierra,
 antes de que sea tarde.
 En nuestras invitaciones a ciudades latinoamericanas,
una pregunta surge casi indefectiblemente en este punto:
 “¿Cuál es la diferencia entre creer en “Jesús” y en lo que usted llama “Ieshúa”,
 ya que en el fondo, la esencia es la misma
 y todo es una cuestión de nombre?”
 La respuesta es la misma siempre:
 Elohím ha perdonado nuestra ignorancia
 cuando no sabíamos la verdadera, identidad del Rabino Ieshúa
 y sólo conocíamos la de “Jesús”.

 Pero ahora que sabemos que NO son lo mismo,
 y que “Jesús” viene de la mitología iraní,
 del “dios” sol Mihr/Mitra,
 YA NO HAY PERDÓN PORQUE YA NO HAY MÁS
 “SACRIFICIO POR LOS PECADOS”,
como dice en Hebreos 10:26-27:
 “Porque si pecáramos voluntariamente
 después de haber recibido el conocimiento de la verdad,
ya no queda más sacrificio por los pecados,
 sino una horrenda expectación de juicio
y de hervor de fuego que ha de devorar a los enemigos”.
 Ahora tenemos que abrazar la nueva verdad
de la verdadera identidad de Ieshúa
y dejar atrás la abominación de la adoración al “dios” sol, Mihr,
 vestido como “Jesús”.
 Otra cosa que debemos dejar atrás es la idea terriblemente equivocada
de que, ahora que estamos en el camino correcto del Judaísmo,
 podemos dejar atrás a Ieshúa,

 que ya no lo “necesitamos” de alguna manera.
 Otro craso error, sólo que esta vez hecho desde el lado del Judaísmo.
 DEBEMOS ir hacia el Judaísmo,
 sí, pero nuestra frontera, que no debemos JAMÁS cruzar,
 es Ieshúa el Mesías y Parte de Elohím.
Este es un error que muchas sinagogas mesiánicas han hecho ya
 y algunos líderes mesiánicos también.
 (¡No vemos cómo un líder puede seguir llamándose a sí mismo
 “mesiánico”
 y no creer en el Mesias Ieshúa!)
 Tenemos que ir hacia el Judaísmo
por la sencilla razón que allí están las verdades de Elohím
que han sido robadas durante los últimos 1900 años

 y sustituidas por doctrinas y festividades

 que nada tienen que ver con Elohím.
 Pero ese “ir hacia el Judaísmo”
 no tiene porqué significar, automáticamente
que debemos dejar a Elohím hecho carne,
a Ieshúa, como muchas sinagogas mesiánicas ya lo han hecho.
 Algo adicional que debemos entender
 y que es causa de confusión para algunos en el mesianismo
o en el cristianismo que está en la frontera con aquél, es:
 “¿Cuál es la posición de Ieshúa?
 ¿Debo orarle a Ieshúa?”
 Ya Ieshúa mismo contestó esta pregunta en Lucas 11:2:
 “Cuando oren, digan: “PADRE NUESTRO
 que estás en los Cielos/Avínu she Ba Shamáim...”
 Ieshúa debe estar DENTRO NUESTRO,
actuando como nuestro Kóhen ha Gadól,
 como decíamos en nuestra parasháh pasada,
 para ayudarnos a orar y a estar en la Presencia de ELOHIM.

(2) El observar los Mandamientos
(SHMIRÁT HA MITZVÓT)
Después de estar en la POSICIÓN adecuada,
adorando al Elohím adecuado,
 debemos ocuparnos de la salvación de nuestra alma/mente y cuerpo.
Esto se logra con el shmirát ha Mitzvót/el observar, el guardar los Mandamientos.
 Lo mismo sucede con nosotros que somos padres y madres:
 cuando tenemos un niño de dos años,
 que está comenzando a caminar,
 y a AMENAZAR CON METER LOS DEDOS EN TODOS LADOS,
 desde el enchufe eléctrico hasta el borde de los cuchillos en la cocina,
 tenemos que crear reglas de conducta,
a menos que no nos importe si nuestro niño sigue viviendo o no,
o tiene un accidente por semana o no.
“¡NO!” “¡No toques ESO!” “¡Allí NO!”
 y cosas parecidas le decimos al niño,
 que no comprende por qué ponemos la cara que le ponemos
ni comprende por qué no puede meter la mano en la electricidad!
 Nosotros sí comprendemos y por eso somos tan “malos” y tan “severos” con él:
 porque queremos salvarle la vida;
 queremos que llegue a ser un niño de 5 años
 y que ya entiende que NO debe hacer todo esto,
 por su propia cuenta.
 El Shmirát ha Mitzvót es ni más ni menos que esto:
 Es un manual de conducta para Su Esposa, Israel,
 y para Sus miembros individuales,
 para que logren pasar el peligro del pecado
 y se comporten de una manera aceptable para Elohím
y así SALVEN SUS ALMAS/MENTES.
 No hay ningún “legalismo”
ni en Elohím ni en el Pueblo Judío
al querer lograr esto;
 no hay “ritualismo” ninguno,
 como se los ha acusado siempre.
Sencillamente, OBEDECEN la Toráh,
 como hacen los buenos niños que obedecen a los gritos de sus padres
 que no quieren que se electrocuten o se quemen con la estufa!
 (No tenemos espacio aquí para profundizar
 en el famoso problema de si la salvación es por fe o por cumplir la Toráh.
 Remitimos al lector a nuestra serie de “Romanos”
que habla con profundidad sobre el tema.)

(3) El Talmúd Toráh, el estudio de la Toráh
El estudio de la Toráh,
que incluye para nosotros
 (los mesiánicos ) el N.T. Para poder cumplir las Mitzvót/Mandamientos,
 primero tenemos que saber cuáles son estos.
No se puede cumplir lo que no se conoce.
 El difamado “Talmúd”,
 que ha sido quemado en numerosas ocasiones
en Europa por la Iglesia Católica,
la última vez en Francia, en 1428 por “satánico”,
 es, sencillamente, un estudio detallado de las Mitzvót
 y de cómo cumplirlas.
 Podemos entender, en el fondo,
 porqué se lo ha tachado de “satánico”:
 porque ofrece la salvación del alma a los judíos,
 algo muy desagradable de escuchar
y de pensar para los furibundos antisemitas de la Iglesia:
 que sus enemigos se salven.
 La Toráh es mucho más que un manual de salvación de la mente:
 es el ADN moral y espiritual para la Esposa  de Hashém
y por lo tanto, es vital estudiarla y comprenderla cada día en más profundidad.
Cuando entendemos que los primeros cinco libros
 están allí para mostrarnos cómo salvar nuestras mentes,
 toda acusación de “legalismo” y “ritualismo”
se transforma en la estupidez que es y siempre fue para la mente judía
 y ahora para nosotros, que estamos entrando a estudiarla de verdad.
 También debemos agregar que un estudio del N.T.
 (en una traducción mesiánica)
 es algo vital para entender muchos puntos obscuros
 en nuestra comprensión de las cosas espirituales.
 Nuestro “Matitiáhu” tiene bastante información
 y teología judío-mesiánica como para entender los otros tres evangelios
 de una manera muy diferente a la que lo entendiámos
 cuando éramos cristianos.
Recomendamos la formación de grupos de estudio de ese libro
 en todas las congregaciones mesiánicas,
 aunque algunas ya lo están haciendo desde el momento
 de su primera edición.

(4) Ahavát Hashém, el lograr amar a Hashém
El amor a Hashém/ahavát Hashém
 es un sine qua non de todo lo que estamos enseñando.
 De nada nos vale hacer las otras cinco condiciones
si no tenemos o tratamos de tener Ahavát Hashém.
 ¡De esta raíz tendría que salir un hermosísimos olivo!
 Un olivo que nazca de nuestro Amor por Elohím.
Pero: ¿cómo lograrlo?
Primero, tenemos que entender en nuestro ser íntimo
de la IMPORTANCIA SUPREMA que esto tiene.
 Nada se logra en la vida sin esfuerzo
y a veces enorme;
 por nada tratamos de esforzarnos si no creemos que vale la pena.
¡LA META DE NUESTRA VIDA ES CONOCERLO A ÉL!
Y la segunda meta en conjunto con esta,
 es entender y aceptar que muchos de nosotros no lo amamos,
 porque NO lo conocemos.
 ¡No se puede amar a un/a desconocido/a!
Sólo se ama a alguien que despierta nuestra admiración.
 Pero si no lo conocemos, no tenemos nada que admirar en El,
ni nada que nos llame la atención.
 ¿Qué nos llamó la atención en nuestro cónyuge primero,
 como para que nos hayamos casado con él/ella?
 Este es el mecanismo del amor que tenemos que “repasar”
para poder aplicarlo a comenzar a amar a Elohím,
 a quien, la mayoría de nosotros no conocemos.
 No tenemos que tener vergüenza de admitir esa verdad,
 porque El sabe que es la verdad.
 Quizás los únicos que no la sabíamos éramos nosotros.

(5) La liberación del espíritu y del alma
Otro de los factores claves para acercarnos a Elohím
 es aprender y aplicar tanto la liberación del espíritu como la de la mente.
Este es un tema casi “tabú”
entre los mesiánicos o por lo menos, eso es lo que he visto,
aunque puedo estar equivocado.
 La verdad es que no tendría que ser así:
 ¡es como si fuese “tabú” el bañarse! Hay que bañarse,
 e igualmente tan importante como bañarse está el liberarse
y el limpiar nuestra mente,
que es un bañarse nuestro espíritu
y nuestra mente de toda la suciedad acumulada en muchos años
de no limpiarnos tanto el espíritu como la mente.
 A ha satán no le importa si usted es de esta creencia o de aquella.
 No le importa si usted hace esto o aquello;
 no le importan muchas cosas.
Pero si hay UNA COSA QUE LO PONE COMO LOCO
ES QUE USTED APRENDA A LIBERARSE!
 ¿Por qué?
 Sencillo: Porque liberarse usted significa liberarse de sus soldados,
los demonios,
que nos acompañan dondequiera que vayamos,
 lo quiera usted admitir o no.
 Yo he visto personalmente una enorme resistencia a este tema,
lo cual solo es una clara señal de que la “infección” espiritual
 es más fuerte de lo que tendría que ser.
 ¿Quién es el que no quiere hablar de bañarse sino el que está sucio?
Nuestra mente y nuestro espíritu
necesitan urgentemente de una limpieza periódica.
Además, necesitamos aprender a defendernos
 de los ataques espirituales que ha satán nos larga a cada congregación,
 especialmente cuando estamos por volvernos mesiánicos,

 porque él odia que lleguemos a la verdad del Judaísmo;
 odia que volvamos a las raíces judías,
sus más acérrimos enemigos de siempre.
 Para impedir esto, nos hace la vida imposible con toda clase de trabas
y nosotros creemos que es “así”,
que es normal. NO es normal,
 está usted bajo ataque espiritual,
 solo que no quiere admitirlo.

 Sin liberación del espíritu y de nuestra mente
 no puede haber un acercamiento a Elohím,

porque estamos sucios y la “suciedad” dentro nuestra
 nos impedirá el acercamiento.
 Ya hemos visto, lamentablemente, a mesiánicos,
 inclusive, que por no prestar mucha atención a la liberación
y a no permitir que cualquier persona desconocida coloque sus manos sobre ellos,
 se han apartado de su nueva fe y han vuelto a sus antiguas creencias.
 En nuestros seminarios personales (únicamente),
 enseñamos a hacer ambos tipos de liberación.

(6) La tefiláh/oración
El penúltimo paso para acercanos a Elohím
 es hacer tefiláh/oración.
 ¿Qué es hacer tefilah, desde el punto de vista del Judaísmo Mesiánico?

 Es conversar con Elohím.

No es recitar una oración,
lo que los Mitraístas hacen, “rezar”.
 No es “tirar la manga”, pedir lo que yo llamo “la lista del supermercado” ,
 aunque eso también es necesario pedir.
 Es HABLAR con Elohím,
 como usted habla con su mejor amigo/a,
 todos los días,
 preferiblemente de mañana,
 después de levantarse
y antes de comenzar el dia de trabajo.
 De esta “sencilla” tefilah sale todo:
 el crecimiento,
 la revelación,
 el amor/Ahaváh, todo.
Si usted no logra establecer un diálogo,
 no sólo un monólogo donde usted es el único que habla,
no habrá prácticamente ningun crecimiento,
 ninguna revelación, ninguna ahaváh.

(7) La Ajdút/el Unirnos a Hashém
La Ajdút es el esfuerzo por parte del judío
 por sangre o por fe en unirse con Elohím
y la consiguiente contestación a este esfuerzo por parte de Elohím.
En realidad, este es el propósito único de la Creación del Universo por parte de Elohim: establecer un Reino,
un Dominio de Hashém/Maljút ha Shamáim/”reino de los Cielos”
en la Tierra donde El es el Rey y el Amo de Sus súbditos,
 los que hacen Su voluntad,
 según Mat. 7:21-23.
No todos los que se dicen, serán, como bien dice Mat. 7:22.
Sólo los que cumplen la Toráh
(según Mat. 7:23 bien traducida la última palabra:
 anomos=los que cumplen la Toráh son los que Ieshúa NO ignorará).
 Esta unión es sólo fructífera a través de Ieshúa.

Esa es una de las razones principales por las cuales Hashém
se hizo carne como Ieshúa:
 para vivir dentro nuestro por medio del Rúaj ha Kódesh
 y actuar DESDE nosotros
y POR nosotros.
 Claro que aquí, como siempre,
 entra nuestra voluntad:
 debemos NULIFICAR nuestra propia voluntad,
 nuestro yo, nuestros deseos,
y dejar que sea hecha la voluntad de Elohím
por medio de Ieshúa dentro nuestro
 y DESDE ADENTRO NUESTRO.
 El judío no mesiánico no tiene esta posibilidad,
 y sin embargo, el concepto de Ajdút es judío.
 Aún así, nosotros,
que tenemos el Rúaj debemos aprovechar esta enorme ventaja espiritual
 sobre aquellos que no lo tienen
y pedir en oración poder lograr esta nulificación primero
 y luego este reinado de Ieshúa dentro nuestro.

 La Ajdút/Unidad con Elohím
es el propósito cumbre de toda la Toráh:

 los cinco libros sólo apuntan hacia la construcción de un Pueblo,
el Pueblo Judío,
y del casamiento de la mente de ese pueblo, Israel,
 con Hashém.

El N.T. se ocupa de preparar el casamiento del Cuerpo de Elohím, Ieshúa,
 con el espíritu de Israel.

 Como todo casamiento, la Unidad es fundamental.
 ¿Qué casamiento puede ser exitoso si no existe unidad de propósito,
 unidad de acción,
pero fundamentalmente para lograr las otras, unidad de pensamiento?
Para lograr esto,
 tenemos que NULIFICARNOS,
nulificar nuestra mente,
nuestra "sabiduría",
 nuestros conocimientos y nuestras "opiniones"
(que de nada valen delante de Elohím)
 y adquirir, de a poco,
 la mente, las opiniones, la sabiduría
y conocimientos de Ieshúa,
 quien está viviendo dentro nuestro
 y PERMITIRLE REINAR desde dentro nuestro.
 Cuando logremos esto,
 aunque más no sea una hora,
 estaremos en viaje hacia la Ajdút/Unidad con El.


¡UN FELIZ SHABÁT SHALÓM

02 agosto, 2012

¡¡RECIBE ESTAS MARAVILLOSAS PALABRAS DE ELOHÍM,
PALABRAS PARA TU VIDA!!
                
Todos los días
Elohím tiene un mensaje para nuestras vidas,
 y si ahora estás leyendo estas palabras
es porque Elohím desea que las recibas
 como una muestra de Su amor,
y para que nunca olvides que El siempre está a tu lado,
 no sólo hoy, o esta semana,
 sino todos los días que tengas por delante.
    TEHILAH 46
1.     Elohím es nuestro amparo y fortaleza
 nuestro pronto auxilio en las tribulaciones,
2.     Por eso NO TEMEREMOS,
 aunque la tierra sea removida,
 aunque se traspasen los montes al corazón del mar,
3.     Aunque bramen y se agiten sus aguas,
 y tiemblen los montes a causa de Su furia.      
                
Escribe estas palabras en tu corazón porque
   ¡¡SON PALABRAS IMPREGNADAS DEL PODER DE ELOHÍM!!
        
          Son las palabras
 que te sostendrán y te fortalecerán
en cada momento de tu vida.
 Son las palabras que deberían estar escritas en tu corazón
 porque son las que tomaran el lugar del temor,
la tristeza y la desazón.
          
          Son las palabras que harán que tu confianza en Elohím
 sea cada día más fuerte.
 Son las palabras que en las fuertes tormentas
que muchas veces tenemos en la vida,
nos llevarán a ganar las batallas
y los grandes desafíos,
y que muchas veces no sabemos cómo manejarlos.
Todo lo que somos  y tenemos
es gracias a Su poder misericordia y amor
que tiene por sus hijos,
 nunca estamos desamparados
y si cada día  tenemos un encuentro con Él
nuestras palabras deberían ser las de Moshéh
en Shemót/Ex:33:15:
              “Si Tu presencia no va a ir conmigo no nos saques de aquí.”
Y Su respuesta será Ex. 33: 14:
              “ Mi presencia irá contigo y te daré descanso.”
Si aprendemos a estar quietos
 en Su maravillosa presencia,
buscarlo cada día para hacer Su voluntad,
 nuestras vidas tendrán un significado diferente,
 y todas estas palabras serán una realidad
que nos dará seguridad en cada momento
 que estemos pasando porque:
          
           EL SERÁ NUESTRO AMPARO Y REFUGIO
 (en momentos de necesidad)
           NO TEMEREMOS AUNQUE LA TIERRA SEA REMOVIDA
(cuando no podamos ver Su luz en nuestras vidas)
PORQUE PODREMOS VER Y SENTIR
 EN NUESTROS CORAZONES
 QUE
¡¡ADONAI TODOPODEROSO ESTÁ CON NOSOTROS!!
Ten presente este maravilloso mensaje de Elohím
 para tu vida
 y recuerda que Él te ama
y desea darte lo mejor en cada momento.
 Elohím te bendiga
y haga resplandecer Su rostro sobre ti.
Sarita de Dam
Parasháh
 No.45:
VA ETJANÁN/Y BUSQUÉ ORE E IMPLORE
16 del mes Quinto del año 5772
4 de Agosto del 2012
Lectura de la Toráh:
 Dvarím/Palabras/”Dt.”: 3:23-7:11
Lectura de la Haftaráh:
Ieshaiáhu/Is. 40:1-26
Brit ha Dasha:
Mr. 12:28-34
Por
Julio Dam
Rebe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH 
"EL AMOR AHAVÁH DE ELOHÍM POR SU PUEBLO, ISRAEL"
Dvarím/Palabras/"Dt." 4:37-38:
"Y por cuanto él amó a tus patriarcas/avót,
 escogió su simiente después de ellos,
 y te sacó delante de sí con su gran poder
 de Mitzráim/Egipto.
para echar de delante de ti,
 góim/gentiles
grandes y más fuertes que tú,
 y para introducirte, y darte su tierra por heredad,
 como sucede hoy
Una cosa maravillosa e importante
que no comprendemos en toda su enorme magnitud,
 aun cuando ya somos judíos mesiánicos
 y estamos tratando de integrarnos dentro de esta identidad judía,
 es la enorme, incomprensible ahaváh
que Elohím tiene para con Su Pueblo,
 Israel;

 una ahaváh que siempre estuvo allí
 y que siempre estará porque "Él no cambia;
 Ieshúa Mashíaj es el mismo, hoy y siempre".

   Elohím no descartó a Su Pueblo por otro pueblo,

 como algunos enseñan.
 Elohím no se divorció de Su esposa,
 los "bnéi Israel" (hijos de Israel).
 Elohím los amó, los ama y los seguirá amando
 y protegiendo y guardando Su tierra (de Israel),
 para siempre,
 ya que todo lo que Él hace es para siempre.
   "¿Por qué a los judíos les va tan mal?"
     Algunos lectores se preguntarán:
 ¿Entonces, por qué a los judíos les va tan mal?
¿Por qué son tan perseguidos?
¿Por qué son tan odiados por todo el mundo,
en toda la historia?
Por varias razones.
     1. Los judíos somos los testigos vivos
 de la Existencia y la Presencia de Elohím en el mundo.
 Sin nosotros, el mundo parecería que no tiene destino fijo alguno,
 que todo es producto de la "casualidad"
y que si hay alguien que gobierna,
 es "la madre Naturaleza",
 esa famosa desconocida.
A través de nosotros, los judíos
 por sangre y--a partir de 1967,
los judíos por fe en todo el mundo,
 (los judíos mesiánicos),
 la creencia en un Elohím
 que sí gobierna el Universo
 y que sí tiene Su Mando en este mundo convulsionado y confuso,
se hace cada vez más patente.
 Elohím prometió, "vestido de carne" (Ioj. 1:14),
que vendría a la tierra
y salvaría a aquellos que lo reconozcan
 como el Único Elohím verdadero,
 el Padre de todos los judíos,
 y salvaría a aquellos que quisieran plegarse a Él
 y venir a vivir en "la Casa de Israel y la Casa de Iehudáh"
(Rom. 11:17)
como judíos por fe .
 Esto causa escozor en todo el mundo,
 una picazón de origen espiritual,
 ya que cada uno tiene su "Dios" y,
 lógicamente, desea y proclama que SU Dios
 (y SU religión) es el único verdadero.
     Como siempre sucede en muchos temas,
 no necesariamente el religioso,
 la verdad de unos descalifica a la verdad de otros
 y nada es más cierto que en este caso.
 Dicho con otras palabras:

 O EL ELOHÍM DE LOS JUDÍOS NO ES NADIE,
O ES EL UNICO ELOHÍM VERDADERO
Y TODOS LOS DEMAS DIOSES SON FALSOS.

Y esta pastilla es bien difícil de tragar para muchos;
 en realidad, para toda la humanidad,
durante toda su historia.
 Y la verdad de lo que afirmamos
la podemos encontrar en el trato
que la humanidad ha dado al Pueblo Judío en toda la historia,
que se puede resumir en tres condiciones,
 cada vez más MORTALES:
Primero fue:"No pueden vivir con nosotros";
 después les dijeron:
 "No pueden vivir como judíos entre nosotros";
 y por último, en los años Treinta
 y en nuestros días se escucha el eco
de esas palabras amenazantes de los Treinta:
 "NO PUEDEN VIVIR".
     ¿Por qué "no pueden vivir"?
Porque SU PRESENCIA MISMA PRODUCE
 PICAZON ESPIRITUAL
A AQUELLOS QUE TIENEN OTROS DIOSES,
 o a aquellos que no desean tener ninguno.
     2. Porque la SUPERVIVENCIA de nuestro pueblo, el judío,
 despierta en el mundo el recuerdo de que, detrás de ellos,
 está el Elohím judío,
 al que no pueden soportar,
porque pide demasiado de ellos.
     Apropósito de lo que cuesta seguir los mandamientos,
 se cuenta un chiste de la época
 de cuando Elohím ofrecía los Diez Mandamientos
a las setenta naciones que componía el mundo
hace 4000 años.
 Los pueblos acostumbrados a matar,
veían el mandamiento: "No asesinarás" y decían:
 "¡Ah, no! ¡No los queremos!"
Las naciones acostumbradas a tener estatuas
 veían el segundo mandamiento:
 "No te harás imagen de nada en el Cielo..." y decían:
 "¡Ah, no! No queremos esto!"
 Hasta que los Diez Mandamientos llegaron a Moshéh quien preguntó:
"¿Cuánto cuestan?"

 "Nada".
 "¡Déme diez!"
dijo Moshéh.
     Pero claro, el chiste no es ya tan gracioso
 una vez que entendemos que los Mandamientos
quizás no cuesten nada,
pero el CUMPLIRLOS cuesta muchísimo.

El costo puede ser gratuito,
 pero el precio es carísimo.
 Es lo mismo que la salvación que Ieshúa nos trajo:
no nos cuesta nada,
pero el precio a pagar
 por seguir creciendo espiritualmente es enorme.
Y ese ENORME, DIFÍCIL precio a pagar
 es lo que los góim/las naciones de todo el mundo
 NO ESTÁN DISPUESTAS
 A ESCUCHAR A ESE ELOHÍM JUDÍO,
AL RÉBE IESHÚA.
De modo que, como no pueden matar a Elohím,
 (nunca ningún hombre mató a Ieshúa,
 sino que Él se sacrificó por nosotros,
 de otro modo, no hubiera sido Elohím, sino hombre),
tratan de matarnos a nosotros,
que somos sus representantes en la tierra.
     Es por eso que hoy mismo hay manifestaciones
 en varias ciudades del mundo en contra de los judíos,
 manifestaciones disfrazadas de "anti-Sionismo israelí".
No es el Sionismo lo que les causa picazón:
 es el Elohím de los judíos
y el Rébe judío detrás de los judíos
lo que no soportan.
    
     3. Los judíos y su presencia
 les recuerda al mundo qué lejos están de lo que Elohím quiere que sean y del tipo de persona moral y ética quiere Él de la humanidad.
     Pese a toda la "experiencia" acumulada en odio, desprecio y humillaciones, los judíos nunca hemos reaccionado violentamente contra nadie (con contadísimas excepciones a la regla). Al contrario, una de las críticas que se nos ha hecho es "por qué no se defendieron de los nazis en la Shóa" (el exterminio de judíos en la Segunda Guerra Mundial) y fueron "como ovejas al matadero".
     La razón principal por esta falta de violencia está precisamente en la raíz del pueblo judío, que es la Toráh. Los Mandamientos enfatizan el amor, la tolerancia y la convivencia, no la persecución, ni las cámaras de gas, ni la propaganda de odio racial ni étnico ni religioso, como la que está teniendo lugar en nuestros propios días. Eso no significa que los judíos somos perfectos; lejos de ello; lo que sí significa es que nuestro Elohím ES PERFECTO y requiere, demanda de nosotros perfección, la cual tratamos de complacer.
La diputada española católica, Pilar Rahola dijo en una reunión en Chile: “Toda persona buena, toda persona digna, toda persona que tenga memoria, valentía y honor, sin duda si ha nacido en Europa, es judía, porque sólo siendo judío uno puede entender lo que significa el dolor de ser judío. Porque nadie en el mundo que haya nacido en Europa, haya luchado por la libertad, haya amado las ideas, puede decir que no es judío. La mejor Europa es judía. Y sólo la peor Europa es la que negó su alma judía. Y no sólo la negó, sino que terminó matándola. Lo que queda hoy de Europa es el naufragio de su propia miseria y de su propio horror”. (Pilar Rahola hablando a la comunidad judía de Chile, 24 julio del 2006.)
"¿Por qué a los judíos les va tan bien?"

Otra de las críticas que se nos hace a los judíos es--paradójicamente a la anterior--"¿por qué a ustedes les va tan bien? ¡Todos los judíos son ricos!" La respuesta a esta pregunta exactamente contraria a la primera, es, paradójicamente también, ¡LAS MISMAS TRES RESPUESTAS QUE HEMOS BRINDADO MÁS ARRIBA!
            1. Los judíos somos los testigos vivos de la Existencia y la Presencia de Elohím en el mundo.
     2. Porque la SUPERVIVENCIA de nuestro pueblo, el judío, despierta en el mundo el recuerdo de que, detrás de ellos, está el Elohím judío, al que no pueden soportar, porque pide demasiado de ellos.
      3. Los judíos y su presencia les recuerda al mundo qué lejos están de lo que Elohím quiere que sean y del tipo de persona moral y ética quiere Él de la humanidad.
Estas tres razones hacen que Elohím bendiga a los judíos en todo el mundo y en toda la historia--aquellos que tratan de cumplir Sus Mandamientos, no los demás, que nada quieren saber de Su Elohím.
Dice en Dvarím 5:23:
 "Y oye Israel,  oye para que los hagas,
 para que te vaya bien, y seáis muy multiplicados,
 (como te ha dicho ADONÁI, el Elohím de tus patriarcas/avót)
 en la tierra que destila leche y miel".
             Para aquellos lectores que se preguntan esta segunda pregunta también,
la respuesta es la misma:
PORQUE SOMOS HIJOS DEL ÚNICO ELOHÍM
 y usted también, querido lector, lo es.
     ¿No es tiempo que aproveche esta bendición
de ser parte del Pueblo Elegido
 y para que entre en la "tierra que destila leche y miel"?

¡UN FELIZ SHABÁT SHALÓM!