30 octubre, 2011

PARASHÁH
No. 2.
NÓAJ/CÓMODO
Lectura de la Toráh:
Bereshít/En el Principio/ 6:9-11:32
Haftaráh: Ieshaiáhu/”Is.” 54:1-55
1o DEL MES OCTAVO DEL 5772
29 DEL MES DE OCTUBRE DE 2011
Por Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH

Shemót/Nombres/”Ex.” 6:4: “Los nefilím/caídos estaban en la tierra en aquellos días y también después. Los hijos de Elohím tuvieron relaciones sexuales con las mujeres y ellas les dieron hijos. Esos (nefilím) fueron los guiborím/hombres fuertes que siempre existieron, hombre de fama.”   

“LA BATALLA ENTRE LOS TRES MUNDOS”


             En esta semana examinaremos algo que es muy a propós de nuestros tiempos: cómo los tres mundos que Elohím creó, el mundo carnal, el mental y el espiritual, comenzaron a competir entre sí en los tiempos de Nóaj y la torre de Bavél y siguen compitiendo, hasta el día de hoy y continuarán compitiendo, hasta que uno de los tres gane, y los otros dos sean derrotados y comience la Era Mesiánica.
            Elohím creó el Universo a la “sombra y semejanza” de Sí mismo, en tres Partes, como Él posee tres Partes: Mente/Alma/Néfesh, Espíritu/Rúaj y Cuerpo/Gúf. Estas tres partes del Universo se reprodujeron en los tres hijos de Nóaj, (que significa: “paz interior,” “tranquilidad”, “cómodo”) quienes juntos forman la humanidad como la conocemos hoy: Shém, que simboliza el hombre espiritual y sus descendientes, el Pueblo Judío; Iafét, el hombre mental, y sus descendientes, los que son dirigidos por sus mentes, principalmente a través de una ideología; y Jám, el hombre carnal y sus descendientes, lo que son dirigidos por sus instintos y deseos carnales, corporales. Juntos, los descendientes comprenden las 192 naciones del cual se compone el mundo de nuestro significativo Siglo XXI.
            En el primer capítulo de esta parasháh, el número seis de Be Reshít se citan dos tipos de hombres, el carnal y el espiritual. En los versículos 6:1-5 se describe por vez primera a los hombres más bajos de todos, producto de la unión sexual entre los nefilím (Be Reshít/En el Principio/“Gen.” 6:4) y “las hijas de los hombres”, los primeros, mal traducidos como “gigantes”. La verdadera traducción sería “caídos” (de nafál=cayó). Se está refiriendo la Toráh a los malajím/ángeles que se unieron a ha satán y por lo tanto, fueron echados del Paraíso/Gan Éden, por lo que Elohím los llama “caídos/nefilím”, lo que hoy llamamos demonios/sheidím. Al unirse con las mujeres humanas, el resultado obvio fue la corrupción proveniente de los llamados “guiborím/hombres fuertes”, es decir, fuertes contra Elohím, hombres sin piedad y sin moral alguna, perversos, y entregados a los placeres carnales más depravados, motivo por el cual Elohím decidió destruirlos y comenzar de nuevo con el único tzádik/”que camina recto”, Nóaj.
            Los hombres mentales citados en Be Reshít 10 son aquellos que decidieron ponerse en contra/négued Elohím, y a la cabeza de ellos, Nímrod y su esposa, Semiramis. Él es el primer Pseudo-Salvador (“anticristo”) del mundo, el primero que creó una idea: “Vengan a mí y yo los salvaré de todos los peligros del mundo”. Ella es la madre de todas las religiones paganas, “la reina del cielo” de Irmiáhu 7, junto con su hijito “Dios”. Los dos juntos representan la semilla de toda la política mundial (Nímrod) y de todas las religiones paganas (Semiramis y su hijo), que se reprodujeron con diferentes nombres a lo largo y ancho del mundo. La Torre de Bavél representa la religión humana, del hombre que crea a “Dios” y quiere llegar al cielo por sus propios medios, sin la intervención de Elohím.
 La idea central de esta ideología satánica es que Elohím no existe y que los Dioses son invenciones humanas, de las cuales tenemos que desprendernos para ser realmente libres de escoger nuestro destino. La idea derivada de los enemigos de Elohím es que “el hombre es básicamente bueno, que juntos, en unidad, pueden llevar adelante un mundo bueno, si sólo se elimina a los ‘círculos opresores’ en cada nación, todo estaría bien en el mundo”. Esta es la ideología que busca la “paz mundial” como solución a todos los problemas: si sólo se lograra la “paz”, todo estaría bien y todos nos llevaríamos bien y no habría más guerras. Esta es la idea contra la cual Avrahám comenzó a luchar y a anunciar al mundo la existencia del Único Elohím, el Elohím de Israel, la idea central del monoteísmo judío, una invención más novedosa que la pólvora en China, ¡y mucho más explosiva que ésta!
(Este es también el tipo de “paz” de la cual Israel está padeciendo ahora: una palabra vacía, que satisface a todos y que se disfraza de lo que quiere, (¿quién puede estar en contra de la “paz”?) y permite a los enemigos de Israel y por lo tanto, de Elohím, asesinar miles de hombres, mujeres y niños inocentes, civiles, por medio de atentados terroristas, en el nombre de la “paz”.) Ya que Israel es el espejo del mundo futuro, lo que le suceda a Israel es clave para entender lo que le va a suceder al mundo entero en poquísimo tiempo más: ¡vamos a ser invadidos por la “paz mundial”!
Partiendo de esta ideología anti-Elohím, y dirigido exclusivamente a ablandar al “enemigo”, es decir, a los países del bloque Occidental y contra Israel que aún no “vieron la luz”, está en funcionamiento una serie de ataques a la cultura judeo-cristiana (basada originalmente en el Tanáj judío) para minarla y hacerla desaparecer. Esta serie de sabotajes culturales y ataques tiene múltiples frentes simultáneos, como la revolución feminista, el movimiento pro-homosexual, el pro-aborto, el movimiento “por la paz”, por los derechos humanos, el movimiento ecológico, la prohibición por ley (en los EEUU) de orar en público—que sólo rige contra los cristianos y los judíos—ya que los de las otras religiones están libres de rezar donde y cuando quieran.
 Por otro lado, existe un ataque menos visible quizás, pero no menos real contra el mundo carnal, para hacerlo aún más perverso y alejado de Elohím, introduciendo más y más bajezas, libertinaje sexual, vicios, drogas, “entretenimiento” (películas, TV y música metálica) cada vez más perversa y degenerada de modo de bajar aún más las defensas del enorme número de naciones que ahora forman parte de Jám, el hijo de Nóaj, las naciones carnales, entre las cuales Latinoamérica está incluida, junto con Asia y África. Cada uno de estos elementos, por sí mismos, es un negocio floreciente para sus dueños, pero en el fondo, nosotros, los mesiánicos, tenemos que percibirla como lo que realmente es: una estrategia de ha satán, a quien no le importa el dinero, sino las almas de las víctimas que caen en esos “negocios”, como la droga, el alcohol, el sexo, la música metálica, el crimen (y delitos menores, como el robo y la estafa) y la homosexualidad.
Contra Israel específicamente se dan todos estos ataques en forma conjunta, aparte del ataque físico en forma de terrorismo, como es noticia diaria.
Simultáneamente, existe una lucha interna dentro de cada judío mesiánico entre su Shém, Iafét y su Jám dentro suyo, que luchan por el poder del ser de cada uno de nosotros. Es decir, existe una lucha interior, donde nuestra carne lucha contra nuestra mente y ambas luchan contra nuestro rúaj, quien desea estar con Elohím. Nuestro cuerpo ansía las cosas carnales; nuestra mente se debate entre optar por el “entretenimiento” y el leer la Toráh; nuestro rúaj está siendo atacado de varios lados para que se distraiga y no pueda entrar en la Presencia de Elohím. Hasta el Rav Shául dijo: “Lo que no quiero, eso hago”.
Todas las estrategias que hemos descrito contra el mundo, existen dentro de nosotros, en una u otra forma. Algunos de nosotros somos más propensos a ataques carnales, otros a mentales y otros a la parte espiritual, de parte de ha satán. Esto se puede deber a herencia psicológica, herencia genética, maldiciones, brujería, educación familiar u otros factores—igual que le sucede a cada nación sobre la faz de la tierra. Contra todo ello debemos luchar con la ayuda de Ieshúa viviendo dentro de nosotros y derrotando a todos estos enemigos que se disputan nuestro espíritu/rúaj.

VENCIENDO AL ENEMIGO DENTRO NUESTRO

¿Cómo vencer a lafét y a Jám dentro de nosotros? Elohím ha proveído de una salida en Shemót 23:20-33:
“He aquí yo envío el ángel/málaj delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que Yo he preparado/ytnkh rsa Mwqmh-la Kaybhlw Krdb Krms:l Kynp:l Kalm xls ykna hnh.
21  Guárdate delante de él, y obedece su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión; porque mi Nombre está en él.
22  Pero si en verdad oyeres su voz, e hicieres todo lo que Yo te dijere, seré enemigo a tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
23  Porque mi ángel/málaj irá delante de ti, y te introducirá a la tierra del emoríh, y del jitítah, y del prizítah, y del kna´anítah, y del jivítah, y del ievusítah, a los cuales Yo haré cortar.
24  No te inclinarás a sus Dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrantarás del todo sus imágenes.
25  Mas a ADONÁI vuestro Elohím serviréis, y Él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.
26  No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y Yo cumpliré el número de tus días.
27  Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.
28  Yo enviaré a la avispa/tziráh delante de ti, que eche fuera al jitítah, y al kna‘anítah, y al jivítah, de delante de ti.
29  No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las bestias del campo.

30  Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.
31  Y Yo pondré tu término desde el Iám Súf/Mar de Cañas hasta el mar de los plishtím/palestinos, y desde el desierto hasta el río; porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.
32  No harás alianza con ellos, ni con sus Dioses.
33   En tu tierra no habitarán, para que por ventura no te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses; porque te será de tropiezo.
“¡Qué bueno! ¡Elohím va a enviar Su málaj delante de mí!” se dirá usted, contento. Sí, es así, PERO, existen condiciones previas a eso, que USTED y YO debemos cumplir para que eso se haga realidad. Nos gusta proclamar las promesas de Elohím, pero convenientemente, “nos olvidamos” de las obligaciones.

1. GUÁRDATE DELANTE DE ÉL
 Y OBEDECE SU VOZ

Podemos pedir un málaj fuerte que vaya delante de nosotros,
 pero  tenemos que estudiar estas instrucciones y CUMPLIRLAS.
 De otro modo, el málaj se apartará de nosotros. La primera condición es que obedezcamos su voz. El málaj está cumpliendo órdenes de Elohím para nosotros.
 El va a hacer por nosotros todo lo que necesitemos,
SI ES QUE obedecemos lo que él nos ordene hacer.
      Primero, debemos guardar nuestros pensamientos, habla y actos “DELANTE DE ÉL”. Él está allí y es como si Elohím mismo estuviese allí, a nuestro lado. Todo lo que pensemos, digamos y hagamos debe ser kadósh/santo/separado. Demasiadas veces decimos y hacemos cosas impensadamente, e insultamos a nuestro hermano, o hablamos de más.
Si queremos ir a cierto lugar en este momento, y el málaj nos dice (ya sea en profecía o en nuestro corazón): “¡No! Ahora no es el momento” o nos pone intranquilidad en nuestro rúaj, debemos obedecer ese “feeling” y no ir, no obedecer a Iafét dentro de nosotros que nos habla.
“Te introduzca en el lugar que Yo he preparado”. Elohím ya tiene un lugar para nosotros, una tarea para que la hagamos. Sólo tenemos que aprender a esperar en Él, aprender a tener Su sentido del tiempo, como dice Kohélet/El Predicador/”Eclesiastés”: “Todo tiene su época/ét/; época/ét para vivir y época para morir; época para plantar y época para arrancar lo plantado...” Muchos de nosotros somos apresurados por naturaleza, otros somos DEMASIADO pasivos,
y no nos movemos nunca; ambas cosas están equivocadas.
Debemos movernos, PERO CON EL RITMO DE ELOHÍM. ENTONCES, encontraremos el “lugar que Yo he preparado”. Debemos parar de correr con nuestros pies, y orar para que Elohím nos revele el lugar y la época que “Yo he preparado” para nosotros.
     2. NO LE SEAS REBELDE

Una de las cosas que Elohím NO soporta es a los rebeldes.
 Hay muchos pecados que son perdonados y que pueden ser perdonados,
hasta pecados graves, pero la rebeldía NO es uno de ellos. En el Tanáj, la rebeldía es comparada con la idolatría, lo más abominable para Elohím (no para el ser humano, que no entiende lo que en el fondo, la idolatría es: un rechazo al Elohím verdadero y una elección de OTRO “dios.”) ¿Cómo podríamos definir a la rebeldía? ¿Cómo saber si somos en realidad rebeldes o no? Elohím nos ha dejado mitzvót/mandamientos. Además, El se comunica con nosotros de varias maneras: por medio de sueños, por profecía/nevuáh, por medio de nuestro rabino, etc. Si, a pesar de recibir una orden de Elohím por uno de estos medios, hacemos lo contrario, o no le hacemos caso para nada, estamos siendo desobedientes, lo que a la larga puede llevar a la rebeldía. Ésta tiene un costo y es muy alto.
           
3. “PERO SI EN VERDAD OYERES SU VOZ,
 E HICIERES TODO LO QUE YO TE DIJERE”

Aquí está la clave de todo: “e hicieres todo lo que Yo te dijere”. ¡Aunque sea, si hiciésemos el 50% de lo que nos dice! Yo siempre digo que si no vamos a obedecer a Elohím, porque no nos gusta lo que nos dijo, mejor no preguntar en primer lugar. ¿Para qué preguntarle algo y después no obedecer?

4. “...SERÉ ENEMIGO A TUS ENEMIGOS, Y AFLIGIRÉ A LOS QUE TE AFLIGIEREN”.


¿Queremos que Él sea el enemigo de nuestros enemigos? Claro que sí. Pues ya sabemos lo que debemos hacer, ¿verdad?

¡UN FELIZ SHABÁT!

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