03 abril, 2012

Parasháh
 Especial de PÉSAJ
14 del mes primero del nuevo año
Rósh Ha Shanáh 5773/6 de Marzo del 2012

Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico


LAS
CINCO ETAPAS
HACIA LA LIBERTAD DE PÉSAJ
Pésaj es llamado “zmán herutéinu”/
el tiempo de nuestra liberación,” no sin razón.
 Pésaj es una etapa de cinco pasos
en el camino hacia la unión con Elohím.
 Estos cinco pasos son:

LAS CINCO ETAPAS HACIA LA LIBERTAD

 (1)Mitzráim/”trabas”/”Egipto”→
(2)Pésaj(Liberación)→
(3) Desierto (Etapa de prueba)→
(4) Kna´án→
(5) Israel.
LOS CUATRO CONCEPTOS DE PÉSAJ
Veremos ahora Pésaj en sus cuatro conceptos principales.
 La festividad/jág de Pésaj/
”pasar por encima”
contiene cuatro alusiones y conceptos
 que debemos comprender,
de parte de Elohím para nosotros,
 los que somos judíos por sangre o por fe
 y creyentes en Ieshúa ha Mashíaj.
Estos cuatro conceptos principales son:
 (1) El Cordero de Pésaj;
(2) La matzáh/pan sin levadura;
(3) El marór/hierbas amargas; y
 (4) las cuatro copas de vino.
El cordero de Pésaj es la kaparáh/
el sacrificio expiatorio que Elohím ADONÁI
acepta EN VEZ de nuestra alma.
Desde aproximadamente el año 28 D.M.
Ieshúa es nuestra kaparáh de Pésaj
y Él pagó por nosotros
 con su vida
el sacrificio por nuestra salvación.
La matzáh/pan sin levadura
 es símbolo de santidad, purificación, salud,
 pureza y libertad.
 La matzáh representa el Cuerpo del Mashíaj,
 quien tiene esas cualidades.
 El comerla nos trae emunáh/fe verdadera,
 al entender plenamente el sacrificio
 en el árbol de olivo
 que Ieshúa hizo por todos aquellos
que no eran del Pueblo Judío.
El marór/hierbas amargas
es un símbolo del pasado para recordar en el presente;
 un símbolo de la esclavitud de nuestras inhibiciones,
que nos nos permitieron y a veces,
 aún no nos permite gozar de la libertad
que Elohím desea para nosotros.
Las cuatro copas de vino
representan la conquista en cuatro pasos de la vida eterna,
 ya que la uva, de la cual se hace el vino,
 es el fruto del árbol de la vida,
que a Adám y Javáh se les prohibió comer.
 El vino es la condensación física
 de la uva espiritual que estaba en el Gan Éden/
Jardín del Edén.
 Es lo que está a nuestro alcance ahora,
que ya no tenemos acceso a la uva del étz ha jaím/
árbol de la vida (eterna).
 Estos cuatro conceptos
envuelven la festividad de Pésaj
 y la simbolizan en cada uno de sus detalles.

LAS TRES GRANDES FESTIVIDADES
 COMO UN ADN CONDUCTUAL 
Pésaj es una época especial,
que Elohím usa para hacernos avanzar
y “pasar por encima”
 de manera más rápida que en el resto del año,
 aquellos problemas y defectos
que necesitan ser reparados en nuestra personalidad
 y psiquis. Es por eso, justamente,
 que nosotros, los judíos mesiánicos
recibimos tantos ataques en esta época,
porque ha satán
y su ejército
 sabe que corre riesgos de que avancemos demasiado
en esta época
 y nada que sea progreso y avance
es agradable al enemigo,
que nos quiere ver muertos o por lo menos,
desesperados.
MITZRÁIM (“EGIPTO”)
Pésaj, entre muchas otras cosas,
es un salir de nuestro Egotismo,
representado por Mitzráim,
de pensar sólo en

 “yo quiero”,

 e ir hacia el Altruismo
 (¿Qué puedo hacer por mi compañero, por mi familia?), hacia el pensar en los demás,
representado por Israel,
 “luz para los góim/gentiles”.
La primera etapa es la etapa del hombre carnal,
 que está en Mitzráim, en esclavitud,
 y como lo indica el significado de la palabra mitzráim/”trabas, inhibiciones”

 tiene trabas en las tres partes de su ser,
 según 1ª Ts. 5:23:
 “espíritu/rúaj,
 alma/néfesh
y cuerpo/gúf.”
Mitzráim es un nombre
para una serie de disfunciones psicológicas,
físicas o espirituales.
 Estas trabas o inhibiciones
 no le permiten al hombre carnal
 dos cosas principales:
(1) conocer al verdadero Elohím
y diferenciarlo de los millones de Dioses que existen,
cada uno con su respectiva religión; y
 (2) para quien sí ya lo conoce,
no le permite liberarse
 totalmente de estas trabas/
mitzráim de ha satán
y de su propia mente y cuerpo
y disfrutar de la libertad/jerút
que Elohím desea para cada uno
de los más de 7 millones de seres humanos en la tierra
en este mes de Abril del año 2012.
 (El primero de Diciembre llegó a los 7,043 mil millones.)
Pero, para que haya en nosotros
 esa noción de Egotismo
 versus Altruismo,
 y que no sea sólo una noción que hemos leído por ahí, debemos entender lo que es emunáh/fe,
 confianza, creencia.

En el fondo, es interconexión con Elohím
a través de Ieshúa dentro de nosotros.
El que llega a tener esta interconexión,
 no puede ser sacado de su emunáh:
 ni con la muerte,
 ni con las dificultades,
 ni con razonamientos lógicos.

 Él ya SABE que Elohím existe,
 porque se conectó con Él.
 Mitzráim significa
 “obstáculos, trabas, confinamiento”,
 que es un símbolo del mundo sin Elohím,
y con Dioses,
 lo cual produce,
naturalmente Egotismo,
el pensar sólo en nuestro yo
y en sus deseos y caprichos.

Pésaj, el salir apurados
de esos obstáculos
y ese confinamiento,
 nos lleva, a la libertad
 DE ha satán y sus trampas
 y a Israel, a estar con Elohím,
primero en nuestra vida,
pero mucho más importante que eso, para siempre,
 en el Olám ha Ba/Mundo Venidero.
Pésaj, gracias al Mashíaj Ieshúa,
 es un tiempo de oportunidad para cambiar rápidamente,
ya que tenemos al Mashíaj dentro nuestro
y Él es nuestra kaparáh
(sacrificio expiatorio) de Pésaj,
 lo que nos permite estar en Presencia del Padre,
 una experiencia espiritual
que está simbolizada en la festividad de Sukót (Cabañas).
En realidad,
 las tres festividades principales del Tanáj
(Pésaj, Shavuót—la festividad del Rúaj ha Kódesh—y Sukót) son simbólicas
de las Tres Dimensiones de Elohím
 y de las nuestras:
 Pésaj representa nuestro cuerpo,
 siendo muerto
y sustituido por el de Ieshúa;

 Shavuót representa nuestro rúaj/espíritu,
quien es lleno del Rúaj en Shavuót;
para prepararnos
 para estar en la Presencia de Elohím en Sukót.
Pero estas festividades,
 Elohím desea que las festejemos todos los días,
como un modo de vida.
 En realidad,
los tres significados expuestos
 son el ADN
de lo que tendría que ser nuestra conducta diaria:
un morir a nuestro yo
 (Pésaj);
un ser llenos del Rúaj
 (Shavuót),
 para estar en la Presencia del Padre
(Sukót),

 todos los días repitiendo estos tres conceptos,
una y otra vez,
 día tras día,
cada vez con más profundidad,
con más sinceridad
y con más concientización
de lo que estamos logrando.
EL DESIERTO (PRUEBA)
El desierto representa,
aparte de haber sido historia del Pueblo Judío,
la oportunidad para Elohím de elegir,
 de probar y elegir a los más aptos
 para entrar en la Tierra prometida,
 en Israel.

El desierto es símbolo de nuestra vida terrena,
donde la arena es símbolo de infertilidad (espiritual),
y símbolo de territorio de ha satán,
“el Dios de este mundo.”
KNA´ÁN
            Kna´án es simbólico del territorio psicológico,
físico y espiritual
que debemos conquistar para finalmente vivir
 en la presencia de Elohím.
Israel no está esperando por nosotros.
 Debemos eliminar a Kna´án primero para tenerla.
Así es nuestra vida:
 debemos eliminar a las trabas sobre nuestro carácter, nuestras maldiciones de herencia,
 los giborím/”hombres fuertes” de odio,
 rencor, falta de perdón,
 orgullo (este es el símbolo del jámetz/la levadura),
sexo, depresión, etcétera.
Mas esta batalla es la más ardua de todas
ya que implica luchar
y vencer a todos los enemigos en tres frentes:

 espiritual, psicológico y físico.

 No es una guerra que termina en un año o dos,
sigue toda nuestra vida.
 Luchamos con nuestros enemigos toda la vida
 para finalmente tener shalóm shalóm/
completa y total paz,
 cuando hemos sacado de nosotros la esclavitud
que todas estas trabas
 estaban produciendo en nuestra vida.

ISRAEL
Israel es símbolo de libertad,
 de haber llegado a la meta final
de nuestra existencia.
Pero, ¿qué es la libertad?
La podemos entender mejor cuando entendamos que es la esclavitud.
 Mitzráim significa las pequeñas jaulas
 en que nos encerramos nosotros mismos:
jaulas de depresión,
 de baja auto-estima
(“no sirvo para nada”,
“nadie me quiere”; “estoy solo/a”; etcétera.)
 Al comprender que sólo son jaulas
 y que debemos pedir ayuda a Elohím
para salir de ellas
 y salimos, esto es libertad,
y es esta libertad interior
la que se festeja en Pésaj,
 aparte de la libertad histórica
del Pueblo Judío.
 También está la libertad
que nos da el salir de las jaulas
 de las mentiras exteriores,
de los dogmas, tradiciones,
 y “mandamientos de hombre”
 en que hemos vivido en el pasado
o aún vivimos en el presente
y nos echamos de lleno en los brazos de Elohím
para que El provea
 LA LIBERTAD QUE NOS TRAE
LA VERDAD DE ÉL,
 y no
 la “verdades”
 humanas.

¡UN FELIZ DÍA DE PÉSAJ!

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