30 marzo, 2012

PARASHAH
No. 25
 TZÁV/”ORDENA”
8 DEL MES PRIMERO DEL 5773
31 DEL MES  DE  MARZO DEL 2010
Lectura de la Toráh:
 VAIKRÁH/Y Llamó/”Lev.” 6:1-8:36
Lectura de la Haftaráh:
 Irmiáhu/Jer. 7:21-8:3; 9:22-23 
Por
Julio Dam
Rébe Mesiánico

COMENTARIO DE LA PARASHÁH
“Confiando, EN MEDIO del Peligro”

 
         Esta parasháh se encuentra en la mitad, exactamente, de la Toráh (Vaikráh/Y llamó/”Lev.” 8:8). Veremos en esta semana los ENORMES significados de esta posición para éstos, los últimos días/iomím ha kétz.
         Como dijimos, la porción de la Toráh/parasháh que corresponde a Tzáv, se encuentra exactamente en la mitad de los cinco libros/Júmash (que viene de “Jamésh”, cinco) que componen la Toráh. Como veremos en este comentario, esto tiene un significado TREMENDAMENTE importante para nosotros en estos tiempos, los finales/iomím ha kétz.
         El Universo creado por Elohím tiene simetría total y fue hecho con simetría. Ya hablamos en una parasháh reciente del Orden/Séder y de la armonía de Elohím y esto no está ajeno a aquello, sino que forma parte de la misma simetría y armonía. No hay nada que sea “casualidad” ni “azar”, ni “suerte”. Todo tiene un significado. El que no lo conozcamos, significa que nos falta recibirlo por el Rúaj Guilúi/Espíritu de revelación, como dice el Rav Shául en Gál. 1:11-12 (que tenemos que pedir en oración y recibir).
         El significado de estar pasando por la mitad de algo, tiene una ENORME importancia para todos nosotros, como veremos en esta parasháh, que no es una parasháh común, sino una profética. El llegar a la mitad del camino significa, si pensamos en el día, que, para Elohím, comienza a la caída del sol y termina al otro día al caer el sol, es bien significativo.
         La mitad del día es a la medianoche, que es cuando la noche está más obscura. La luz es símbolo de la presencia de Elohím en nuestras vidas.
         La obscuridad, obviamente, es lo contrario: la ausencia de Elohím y la APARENTE ausencia de Elohím. La medianoche es hora de incertidumbre, lo que trae ansiedad y luego temor. Ya lo dice Mat. 25 cuando habla de las diez vírgenes/almót (espirituales), y cómo cinco eran jajamót/sabias y cinco tipshót/tontas (espirituales). Las cinco jajamót eran las que estaban con las lámparas de aceite encendidas. Esto significa estar CONTINUAMENTE atentos a todo lo que Elohím desea mostrarnos y enseñarnos, especialmente en la época en que Mt. 24 y 25 habla, que es la nuestra, la época de la Tzaaráh Gdoláh/la Gran Aflicción/“Gran Tribulación” en que ya estamos comenzando.
         Las tipshót/tontas (espiritualmente  hablando) son las que se descuidaron, y sus lámparas espirituales no tienen aceite, que es símbolo del Rúaj ha Kódesh, por lo que no reciben noticias de Elohím, ni se enteran de nada de lo que está pasando en el mundo espiritual, ni entienden lo que está pasando en el mundo físico—hasta que sucede—cuando ya es muy tarde.
         (Es muy significativo que la mashál/ comparación/”parábola” acerca de las diez vírgenes espirituales/almót esté a continuación de la descripción y anuncio de la Gran Aflicción/Tzaaráh Gdoláh, ya que sirve de advertencia de Elohím para todos nosotros, que no seamos tipshót, sino jajamót. Cuando el Pacto Renovado habla de que Ieshúa “vendrá como ladrón en la noche”, nadie lee lo que sigue: ¡“para los que duermen”! Él no vendrá como “ladrón en la noche” para las jajamót, sino sólo para las tipshót, los que viven su vida normalmente, sin preocuparse por nada, ni inquirir de Elohím sobre lo que va a suceder, por lo que debemos RAPIDAMENTE ponernos del lado correcto.
         La mitad es el momento en que entra la angustia por causa de la incertidumbre, de la vacilación y de la ignorancia junto con el miedo. “¿Qué me va a pasar?” es la pregunta que todos se harán en el mundo, dentro de muy poco. “¿Dónde está Elohím?” se van a preguntar las tipshót, que no se preocuparon de estar en comunicación continua con Él. Como dijimos, esta es una parasháh profética, ya que Elohím escribirá gran parte de ella (escribiremos Sus palabras subrayadas, para énfasis, como a continuación).
         “La MITAD significa una medida de crecimiento, que ya has pasado la obscuridad de la noche y que la luz se acerca. La mitad significa una época de transición, de cambio, de alteración. Mas como todo está hecho por Mí, y guiado por Mi Mano, nada debéis temer sino colocaros el Urím y Tumím y caminar en el Rúaj (Ro. 8:1, 4, 14) tomados de Mi Mano.”
         La mitad del camino, dentro de las tres Dimensiones de Elohím (Padre, Hijo y Rúaj ha Kódesh) es Ieshúa. De Él debemos tomarnos de la mano, para seguir caminando hasta el final del camino, que ya está bien cerca.
         Elohím nos dejó los Diez Mandamientos/Asaráh Mitzvót. Estos contienen un patrón de cinco (5 mandamientos x 2), el Júmash/”Pentateuco” tiene cinco libros, el P.R. tiene 5 libros claves; las cinco piedras con que David mató a Goliát y las cinco fases de crecimiento dentro de los Diez Mandamientos/Asaráh Mitzvót. (Esto está más ampliamente explicado en nuestro libro, “Cómo Entender ‘Romanos’ y las Escrituras”, págs. 81-82.)  Si examinamos las Asaráh Mitzvót, vemos que los versículos centrales (el 3º y el 6º) de los dos pares de cinco mandamientos, tienen que ver con el mismo principio: “No usarás a Elohím, ni al hombre”.
        
         El no usar a Elohím (para nuestros fines y deseos) nos da la sabiduría/jajmáh y temor de ADONÁI/Ir´át ADONÁI para después no aprovecharnos del hombre. Nuestra vida se compone de dos partes: La primera MITAD es conocer a Elohím y temerle. La segunda mitad es nuestra interrelación con los hombres. En la primera mitad de este caminar, aprendemos a caminar con Elohím. Esto es de lo que nos habla el primer, segundo y tercer mandamiento. Una vez que aprendemos a manejarnos con Él, esta jajmáh/sabiduría nos brinda la manera de comunicarnos y comportarnos con nuestros semejantes. Si no aprendemos, Él se encarga de guiarnos para nuestra conducta sea la apropiada con nuestros semejantes, especialmente con nuestros hermanos mesiánicos de nuestra sinagoga.
         Cada vez que pretendemos cambiar este orden, no funciona para nosotros, los que ya conocemos a Elohím. Si llegamos a aprender la primera mitad de las Mitzvót/Mandamientos, el cómo comportarnos con Elohím, la otra mitad se hace mucho más fácil: “soportándoos los unos a los otros...”.

EL DISEÑO DE LA TORÁH

         Así, podemos ver que la Toráh tiene un diseño para nuestras vidas. Cuando queremos cambiar nuestro carácter o nuestra actitud, no podemos, o, si lo hacemos, es con muchísima dificultad, porque la primera mitad (el interrelacionarnos con Elohím) no la hemos aprendido bien o no la aplicamos bien. Él es que hace los cambios en nuestras vidas y sin Él, no estaría bien asentada. Estos cambios tampoco pueden llegar sin Su ayuda. “No tengo paciencia”; “No puedo amarlo/a” porque la primera MITAD, el llevarnos y el acercarnos, el “conocerme y entenderme” de Irmiáhu/”Jer.” 9:23-24 no la hemos asimilado a nuestro comportamiento diario.
         En la primera MITAD, Elohím es el que hace los cambios en nuestra vida (que es lo que hemos experimentado al aceptar a Ieshúa como Elohím y Mashíaj). En la segunda mitad de este camino, El es el que hace los cambios con los demás.
         La primera mitad es confianza, fe, desarrollo espiritual, entendimiento, conocimiento de Elohím, revelación. La segunda mitad es práctica de todo lo que hemos aprendido, con los demás. Esto en cuanto a la mitad interior nuestra.
         En cuanto a la mitad exterior, la única que se ve físicamente, Elohím nos envía en esta parasháh un mensaje personal y muy importante.
         “Mi propósito es que confíen en Mi, que Yo sé lo que necesitan y lo que tienen. Que Yo proveeré y guardaré a todos aquellos que debo guardar y proveer. Que no deben acobardarse ni temer (lo que está por venir en el mundo), sino alabar y agradecer a vuestro Elohím por avisarles antes y tener tiempo para prepararos.”
         El peligro está en que (1) no reciban este mensaje en el corazón, sino sólo en la mente. (2) En que lo reciban, pero le hagan caso, no tomen una decisión de cambiar de metas, siguiendo igual que hasta ahora. (3) Que lo reciban pero no me pregunten a Mí si es la Verdad o no, y se encuentren, cuando suceda lo que va a suceder, en la misma situación que el mundo (no creyente) y los creyentes en todo el mundo (las tipshót, que no están preparadas).

CÓMO PREPARARSE

         “(1) Deberán orar diariamente, pidiendo un aumento de vuestra emunáh/fe y bitajón/confianza en que Yo sé lo que hago y cuándo lo hago y lo que permito que suceda.
          (2) Deberán pedir todos los días Mi guarda y Mi cuidado. Que los aleje de toda trampa del enemigo para que no caigan en lo que está preparado.
         (3) “Deberán pedir felicidad/ósher y simjáh/alegría y danzar en Mi Presencia, aun en los peores momentos en que la duda, el pavor, la incertidumbre toque a vuestras puertas”.
         (4) “Deberán pedir calma/shalváh y shalóm pnimíh/paz interior, sabiendo que Yo los miro, los cuido y los amo y que no me he olvidado de ellos. Practicar estas cuatro oraciones todos los días a partir de hoy, sabiendo que se están entrenando para el futuro mediato, pero que viene de Mi, tanto estas precauciones y entrenamiento, como lo malo que vendrá para el mundo.”
         Está escrito en/Ze katúv be Matitiáhuh/Mat. 16:1-4: “1. Entonces, cuando se acercaron los Separados/Prushím y los Piadosos/Tzadikím probándole, le pidieron que les muestre una señal (milagrosa)/ót del cielo. 2. Mas él les dijo: “Cuando anochece dicen: ‘Hará buen tiempo porque el cielo está rojizo’ 3. Y en la mañana dicen: ‘Hoy habrá tormenta, porque el cielo está rojizo y nublado’. ¡Hipócritas!/¡Tzvuím! Ustedes saben cómo discernir la apariencia del cielo, pero las señales (milagrosas) otiót de los tiempos no pueden. 4. Una generación malvada/dór ráh y adúltera busca una señal milagrósa/ót, pero no se le dará una ót, sino la ót de Iónah ha Navíh/”Jonás” el profeta. Y dejándoles atrás, se fue”. (De nuestra traducción mesiánica renovada del Pacto Renovado, con miles de comentarios, pág. 119, próxima a ser publicada en pocos días más.)
         Le pregunté a Elohím por qué los había llamado “Hipócritas/Tzvuím” (algo que nunca había entendido) y me dijo: “Porque estaban encargados de Mis ovejas y ellos mismos no sabían lo que se venía. ¿Cómo podían cuidar de Mis ovejas si ellos mismos no sabían? Los que están encargados de guiar, deben ir delante y guiar, no sólo pretender que van delante”.
         No descuidemos las Palabras preciosas de Elohím para nosotros, ya que las vamos a necesitar, en no mucho tiempo por delante. Repasémoslas todos los días, para que vuestra fe y confianza en Él crezca, y enfrentemos el sombrío futuro con aplomo.

¡UN FELIZ Y DULCE SHANÁH TOVÁH UMETUKÁH/AÑO NUEVO!

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